En la tranquilidad del Hogar (3)
Había planeado para este día un encuentro con Claudia, pero llegó Gaby, después Claudia con Max, su perro. A mi hermano le entusiasmó las visitas, la cosa pintaba bien....
En la tranquilidad del hogar (3)
Una semana había transcurrido desde mi último encuentro con Rosita. Era sábado, estaba en casa, pensaba en mi increíble nena Gaby y, esperando, a mi prima Claudia para pasar un día agradable entre nosotras. Mi hermano se encontraba conmigo en la casa mirando la televisión en la sala, yo andaba por ahí impaciente por mi prima, casi como a las 9 y 30 minutos del día llegó Gaby como llamada por mi pensamiento y quince minutos después llega Claudia pero ante mi sorpresa llegaba con su fiel mascota Max, ¿qué intenciones traía la primita?. Carlos me miró a los ojos y adivinó mis intenciones para con las nenas y decidió quedarse en casa, eso alteró mis planes un poco, aunque la verdad no me incomodaba.
Fui hasta donde estaba el equipo de sonido y puse una música de ritmo electrónico, no para bailarla sino para distraer a los vecinos, mi hermano apagó el televisor y fue hacia a mi, se puso detrás de mi, me apretó con sus brazos desde mi cintura, me besó el cuello y me mordía suavemente el lóbulo de mi oreja derecha, sólo atiné a hacer mi cabeza hacia atrás apoyándome en su hombro y posar una de mis manos en su cuello. Claudia y Gaby contemplaban la escena, tomadas de la mano como si fueran grandes amigas. El momento empezaba a calentarse antes que lo hubiera previsto. Nos juntamos los cuatro en torno al sofá grande de la sala. Mi hermano me tenía tomada desde atrás en la misma situación, atraje hacia mi a Gaby y la estreché a mi, dándole un gran beso, degustando mi lengua con la suya. Claudia no fue menos y se puso de tras de Gaby rozando su coño a su culo y besándole suavemente su cuello, estábamos los cuatro así unidos por la lujuria y el deseo.
Nos deshicimos de nuestras ropas, quedando completamente desnudos ahí mismo. Echamos a Gaby el mueble con medio cuerpo en él y sus piernas abiertas caían al piso mientras Claudia se disponía a comerle coño, metiendo se lengua para masajearla las paredes de su coño y de su clítoris. Carlos puso un cojín al suelo para levantarle un poco los muslos de Claudia, parándole el culo, abriéndole las piernas y meterle toda la lengua dentro de su rico coño, yo me trepé al mueble del lado superior que se encontraba libre para acercarle mi coño a mi nena Gaby y pueda sentir su gran lengua dentro de mi, que deliciosa comida de coño y al fondo de la sala Max era un espectador de nuestras calenturas y juegos sexuales.
Luego mi hermano se echó al sofá y yo me subí en él para empezar a cabalgarlo. Con su verga dentro de mí, me subía sacándomela a la mitad y me bajaba volviéndola a meter dentro de mi coño,, Claudia puso su coño en la boca de Carlos para que su lengua jugueteara en el y Gaby acariciaba dulcemente el cuerpo de mi prima desde atrás dándole besitos y lametones haciendo suspirar de placer a Claudita. En esta excitación, Claudia alcanzó un orgasmo que hizo que mi hermano tomara parte de sus jugos mientras Claudia los recogía con sus manos para embarrarse el coño y nosotros estábamos pronto a alcanzar nuestro clímax, mi hermano me regó el interior de mi coño y Gaby ayudaba a Claudita frotarse el coño. En este estado Claudia caminó hasta la pared de la sala y apoyó su cuerpo en ella, abriéndose de piernas, Gaby acercó la trompa de Max hacia el coño húmedo de Claudia para que con su gran lengua rugosa y rosada le lama esa conchita que estaba deseosa del can. Luego se tiró al piso, con un cojín en el suelo se puso de costado, levantando una pierna hacia arriba abriéndose cada vez más para que Max pueda lamer a placer desde su raja hasta su coño, metiendo su trompa fría en el culo de Claudia mientras Gaby seguía atenta los desplazamientos del perrito, acariciándole la espalda a Max. Claudia se puso boca arriba con los cojines del sofá que amortiguaban su espalda y su culo abriendo las piernas lo más que pudo para que la lengua de Max se le introdujera lo más hondo de su coño, de su clítoris y de su raja.
Como una vez lo hube leído, traje un poco de dulce agradable al paladar del perro y junto con Gaby embarramos las paredes del coño y el culo de Claudia al tiempo que ella se ponía en posición de perrito, qué coincidencia a cuatro patas con las piernas abiertas ofreciendo una grata visión de su culo y su coño. Max se dio un gusto lamiendo cada una de las nobles partes de mi primita poniendo su trompa en su culo, metiéndole esa gran lengua que le raspaba a placer haciéndola temblar en cada lengüetazo de Max, la verdad es que su pastor alemán de casi dos años lo estaba haciendo de maravilla a juzgar por los gemidos de Claudia. Ella se inclinaba como queriendo echarse al piso y luego levantaba su cuerpo para que Max no intentara penetrarla, aún no era el momento. No muy lejos de allí, estaba tendida en el mueble mientras mi hermano me tenía penetrada con mis piernas en sus hombros, casi besando mis rodillas para que la penetración sea total y me empujaba con fuerza, yo lo tenía tomado de su espalda casi cerca del culo, como queriéndolo meter más dentro de mi, contemplando la escena de Claudia, Gaby y Max, con demasiada excitación.
Luego Gaby cogió la verga de Max por la parte media procediendo a masturbarlo suavemente sin que llegue e correrse el perro en su mano, poniéndosele cada vez más grande esa linda verga canina, jalándole los testículos hacia atrás, para que su verga rojiza y brillante saliera libremente hacia delante. A este punto Claudia estaba abierta de piernas mientras Max tenía puestos unos pequeños guantecitos en sus patas delanteras para que no pueda lastimar el cuerpo de Claudia, ella que esperaba con un cojín en su culo que se le levantaba un poco el coño y hasta allí llegó Max procediendo a lamerle el coño con esa gran lengua que le raspaba deliciosamente el coño, erizándola toda, poniendo sus patas a la altura de sus pechos, mientras Gaby dirigía la verga de Max en la entrada del coño de Claudia, ella disfrutaba como ingresaba esa verga en su coñito y como empezaba a moverse con más rapidez rozando sus testículos en las paredes de su coño, de pronto esa parte ancha, la bolita casi después de sus testículos, que tiene el perro al final de su verga también la penetró y Claudia dio un sobresalto sin violentar a Max, ella sentía como su coño se llenaba con toda la verga de Max, su amante ideal y tenía toda la verga completa en su coño y la parte ancha del final de su verga, le rozaba el clítoris, sintiendo como esa verga se movía dentro de ella, y Claudia abría más las piernas para recibirlo todo. En ese momento Claudia sintió un flujo abundante dentro de su coño, en su cara se dibujaba el placer que estaba experimentando y Max se detuvo quedando su verga atrapada en el coño de Claudia mientras Gaby había seguido de cerca la embestidas de Max en el coño de mi primita. Estuvieron así casi quince minutos en que la verga chorreante de Max se salía del coño de Claudia al tiempo que un interminable flujo inundaba sus piernas y parte del piso. Aquella cogida me tenía a mil y me puse a cuatro patas con medio cuerpo apoyado en el sofá desde una de los lados de éste y Carlos me lamió la raja para después meterme su gran verga por mi culo y del otro lado, a la mitad del sofá tenía el coño de Gaby que me lo ofrecía para lamerlo e introducir mi lengua en él, Claudia estaba en el piso de la sala disfrutando de los últimos lametones de su amante Max. Pude sentir esa descarga de leche en mi culo al tiempo que pegaba mi cara al coño de Gaby.
Teníamos el cuerpo bañado en sudor y toda clase de flujos. Y procedimos a darnos una gran ducha juntas para limpiarnos y relajar nuestros cuerpos. Mi hermano se hallaba ya en su cuarto y así nos sorprendió mi madre, saliendo del baño Claudia, Gaby y yo dibujando en su rostro una sonrisa de aprobación y algo de envidia. Al acercarme a ella, le di una gran palmada en el culo con los dedos estirados y abiertos, expresando en voz alta:
- La próxima te toca a ti mami.