En la seguridad de unos brazos

Un hombre disfruta la primera experiencia sexual como mujer luego de una maldición donde se transforma su cuerpo

  • En la seguridad de unos brazos.

Nunca creí realmente en cosas para normales o cumplimiento de deseos, esas cosas eran para los

que no enen estudios o ignorantes, pensaba eso, si pensaba eso.

Ahora mientras abrazo el cuerpo de mi amo en todos los sendos y deseo con todas mis fuerza

que se quede unido a mí, a mi cuerpo deseoso de sexo y de sus semen amarrándolo con mis

piernas y brazos, pegando lo más posible mi pubis a su sexo que tengo medo hasta el fondo de

mi recién y casi nueva vagina, y digo nueva porque la he ulizado mucho estos días, aprieto mis

nuevos músculos vaginales mientras siento como se expande dentro de mí para luego en una

explosión caliente y fuerte, sobre todo fuerte y cálida como una beso erno y $rme me abandono

a ser la mujer más caliente y entregada que nunca pensé ser mientras ofrezco mis senos, nuevos

también, para que sean vistos, lamidos y mordidos, dios, si me pudiera comer, desearía que lo

hiciera.

Termina dentro de mí, y sale de mí una risita complaciente y siento mis pómulos rojos de calor,

veo brilloso todo y me rio nuevamente mientras lo aprieto con todas mis fuerza para exprimirlo,

porque es mío, todo ese néctar es mío, lo reclamo con un insnto que antes no conocía, y ahora sé

por qué se llaman labios vaginales porque dan besos y debería de haber algo de sendo del gusto

ahí abajo por que me sabe dulce…, ¿o son sus besos, o su sudor que me parece dulce y hasta

siento que esa dulzura llega a mi vagina, y útero? ¡¿Mi vagina y útero, en verdad pensé eso?! Me

rio nuevamente y cada que me lo repito en la mente me éxito y mojo más y siento sus arremedas

más fuertes, ¿o son las mías? No, son las mías, yo me muevo automácamente para que me

penetre más, muchas veces más a dentro mientras repito, mi vagina, mi útero, mis pechos y mu

cuerpo de joven, de una joven. Abro los ojos un momento y miro un espejo pequeño pero miro a

una chica siendo cogida y no la reconozco por un instante, luego él hace algo que no me

esperaba; dice mi nombre lentamente: D a m a r i s...

Exploto por dentro y mi garganta no puede reprimir un grito de placer y sasfacción, no se qué me

hiso, pataleo con él dentro entre mis piernas; cada patadita al aire que doy me estremece mas y

salen la primeras lágrimas y quejidos… me estoy enloqueciendo y no puedo hacer nada para

evitarlo es una ola que me ahoga; y me encanta.

No sé dónde poner las manos, ni qué hacer con ellas, mis palmas arden, y lo que más puedo hacer,

como insnvo lo abrazo y muerdo su hombro iniciando su cuello, ahora quisiera comérmelo yo,

he terminado de la manera más salvaje que en ese momento puede pensar, las lágrimas salen

solas y me e invade ahora una vensca de emociones, no soy capaz de iden$carlas todas;

nervios, miedo, alegría, pena, mucha pena, una vergüenza de saber lo que hice, que me gusto y

aunque el cansancio está apareciendo en mi sé que querré mas.

Me aleja un poco para poderlo ver… no lo puedo creer, que hermoso es.

-¿Estas bien, te lasme?…estas llorando. * Sonrió para él, me sonrojo, siento mis cachetes calientes y mojados por mis lágrimas, me gusta su

tono de voz y sus ojos, ¿¡que rayos me está pasando!? Me acurruco en él y lo abrazo nuevamente

mientras le digo que no, no me lasmo, lo siento aun lar dentro de mí y me encanta, lo aprieto

más solo un momento y me relajo. Nota mi respiración aun acelerada y cree que es por su peso,

bueno si un poco, mi cuerpo es pequeño a comparación del mío y nunca note sus músculos, pensé

en detenerlo cuando se levantó un poco de sobre de mí, fue solo un instante pero cuando hiso eso

me sen4 un vacío de dentro, pero de inmediato y con un solo brazo casi cargándome con una sola

mano me acomoda para quedar dormidos en la clásica posición de cucharita. No me hacía

percatado su estatura tan grande a comparación de la mía ahora, en esa posición donde él me

abraza por la espalda pasando sus dos brazos largos y grandes mientras abrazan mis pechos y su

pierna se metre entre la mía, me sen4 bajo tal protección y cariño que abrace sus brazos y me

doble lo más que pude para senr todo su cuerpo cálido en mi espalda, pero sobre todo su pene

pegado en mí, sen4a su esperma en mi aun cálido, aun lo sen4 dentro y lo sen4a fuera y eso me

éxito nuevamente, solté dos lagrimas más y él noto.

-No te preocupes, todos estará bien…

Ya todo estaba bien, lloraba porque era feliz, feliz como nunca lo había sido y así caí en la

inconciencia del sueño.

Perdonen si hasta este momento no les he contado nada de mi pero todo eso era nuevo para mi, y

es porque hasta hace dos semanas era un hombre de 32 años, explorador de pirámides, y en mi

úlma expedición fui hechizado, pero ahora estoy muy casado… o cansada, no importa, les

contare después lo que paso.