En la residencia
En la residencia de estudiantes, tienes que tener una buena compañera para poder estudiar y algo mas
Hoy voy a contar mi historia en la residencia de Barcelona.
Como conté en la historia anterior, estaba en la habitación con Andrea y mi prima Sara estaba en otra habitación.
Andrea es morena, pelo corto, un poco delgada, tetitas porque eran un poco pequeñas y mucho culo.
Desde el primer día congeniamos muy bien. Si alguna se había quedado sin tampones nos los dejábamos, algo de ropa. Como las dos estudiábamos lo mismo, aunque no íbamos a la misma clase, nos pasábamos los apuntes o nos ayudábamos un poco si una no entendía algo.
De vez en cuando me pasaba a la habitación de mi prima con la excusa de estar un rato con mi prima y “jugábamos” las dos juntas y alguna vez con su compañera de habitación.
Al principio ni pensaba en acostarme con Andrea. Mi prima ya le había echado el ojo y me preguntaba cosas sobre Andrea. Qué si la ropa interior que lleva Andrea, que si la talla de sujetador que lleva, etc. Pero yo siempre le decía lo mismo. Andrea tiene novio y es hetero, así que déjala en paz.
Hasta que un día ya empecé a fijarme en ella.
Un domingo que Andrea se había ido y yo me quedé, salí con mi prima y otras compañeras de la residencia a dar una vuelta. Al llegar yo ni me acordaba de ella y entré sin llamar, abrí la puerta y ví a Andrea en su cama masturbándose.
Al principio no sabía ni que decir ni que hacer.
Yo – Andrea no sabía que habías venido, perdona, me voy a la habitación de mi prima y en media hora vuelvo.
Andrea – No, pasa. Es que estaba un poco excitada por el viaje y como no estabas, no volverá a pasar más.
Se empezó a vestir y yo fui a uno de mis cajones y saqué mi consolador.
Yo - Si algún día lo quieres aquí lo tienes, pero solo te pido que si lo usas, después lo limpias y lo vuelves a dejar en el mismo sitio. Todo el mundo tenemos nuestras necesidades. Me voy con mi prima, en media hora vengo.
Se lo di y me fui a la habitación de mi prima, y se lo conté. Eso nos excitó a las dos y “jugamos” un poco.
Al volver a la habitación ya estaba Andrea vestida.
Andrea – Gracias Pili, he dejado tu juguete en su sito y no lo he usado, me daba vergüenza.
Fueron pasando los días y empezaba a mirarla de una forma distinta. Intentaba rozarme con ella, le decía lo guapa o sexy que estaba, estaba más tiempo en ropa interior en la habitación, etc.
A la vuelta de un puente, mi prima y yo llegamos por la mañana a la residencia y como no estaba Andrea, se pasó mi prima a mi habitación y empezó a mirar entre las cosas de Andrea hasta que encontró unas braguitas, cogió una y la empezó a oler. Yo al principio le eché la bronca, no me gustaba que buscara entre las cosas de Andrea y de repente me acercó la braguita a mi cara, eso me excitó y empecé a olerlas. Uhmmm que bien olían, mientras mi prima se puso de rodillas frente a mí y empezó a subirme la falda y tocar mi tanga por fuera.
Yo me tumbé en mi cama, me quité la falda y la camiseta y con la braguita de Andrea sobre mi cara. Mientras mi prima empezó a desnudarse, se quedó en ropa interior.
Se puso encima de mí y empezó a besarme desde el cuello hacia abajo.
De repente oímos un ruido. Andrea acababa de llegar y estaba en la puerta con la maleta.
Yo me puse roja como un tomate. No sabia que hacer, Andrea también, la única que tuvo sangre fría fue mi prima Sara.
Se levantó, cerró la puerta de la habitación con llave, apartó la maleta de Andrea, se acercó para darle la mano y le dio un empujón que se cayó Andrea sobre su cama. Se puso encima de ella y empezó a meterle mano y a besarla. Andrea se resistía, yo me levanté y le empecé a besar en la boca, mitad deseo y mitad para que no se oyeran los gritos.
Mientras Sara le estaba desabrochando la blusa y le bajó el pantalón.
Sara – Pilar ponte encima de ella.
Y yo accedí, me puse encima de ella cara a cara y le empecé a tocar las tetas primero por fuera del sujetador y después por dentro.
Los gritos de Andrea ya habían cesado, ahora eran unos leves gemidos, me di la vuelta y vi que Sara le estaba comiendo la cosita como ella sabe hacer.
Acerqué mi boca a la de Andrea y nos empezamos a besar. Mi lengua jugaba con la suya, mientras con mis manos le quitaba el sujetador, paramos un segundo para quitárselo del todo y yo aproveché para quitarme el mío. Giré un poco y vi a mi prima sentada en mi cama masturbándose, eso me excitó, me levanté y me puse encima de Andrea para hacer un 69.
Después de estar un rato, me levanté y miré hacia donde estaba mi prima Sara y ya no estaba. Se habia ido y ni nos habiamos enterado. Nos levantamos las dos y fuimos a ducharnos pero separadas. Pronto apagarían las luces.
Pasaron los días y aunque intentaba acercarme más a Andrea, ella estaba más distante e intentaba alejarse de mi y de mi prima, se sentía culpable. Hasta que un día cerré con llave la puerta de nuestra habitación y me guarde la llave.
Yo – Andrea ¿qué te pasa, acaso no te gustó lo del otro día?
Andrea – No nada de eso, me gustó mucho y ese es el problema. Ya sabes que salgo con David y me gusta estar con él, besarnos, tocarnos, todo eso. Estoy hecho un lío.
Yo – Sabes que a mi tambien me gustan tambien los tios. Me he acostado con alguno y gozo si la otra persona me gusta, puede ser un tio cachas o contigo. Soy bisexual y no me acomplejo por ello. Cuanto más tiempo pase y no lo admitas peor.
Andrea – Gracias Pili, me has ayudado mucho.
Fueron pasando los días y algún que otro día nos dormíamos juntas en la misma cama y las notas iban mucho mejor, habíamos mejorado mucho las dos. Ya casi ni pasaba a la habitación de mi prima.
A los días me propuso ir con ella a pasar el fin de semana a su casa. Dormiríamos juntas en su habitación. Acepté.
Andrea tiene un hermano 2 años menos que nosotras, una hermana mayor que nosotras y un hermano de 10 años más o menos.
La noche del viernes al sábado, salí un momento al baño, mientras Andrea estaba en la cama totalmente desnuda. Al volver ví a su hermano mirando por la puerta entreabierta y tocandose su cosita. Fui despacio y sin hacer ruido y cuando ya estaba detrás de él, le tapé la boca y le empujé hasta la habitación. Andrea miró a la puerta y al ver a su hermano se intentó tapar, su hermano que se llama Angel se puso rojo como un tomate.
Yo – Angel veo que te gusta tu hermana, tienes buen gusto a mi tambien me gusta. Veo que tienes una cosita bien grande. Sientate aquí y mira.
Me acerqué a Andrea y empecé a besarle en la boca. Iba a tener mi primer trio. Al principio Andrea se resistía por estar su hermano viendonos, pero mis besos y mis masajes le excitaban más. Nos tumbamos en la cama y empecé a besar todo su cuerpo. Me tumbé a su lado y le hice una señal a Angel,
Yo – Angel quiero que me metas esa cosa tan grande dentro de mi.
No había terminado la frase cuando lo tenía montandome. Mientras Andrea estaba besandome las tetas. Hasta que estalló Angel dentro de mi.
Yo – Angel no te cortes, besa a tu hermana, tiene una lengua muy suave y húmeda. Las dos bocas parecían una. Yo que había venido a pasar toda la noche con mi amiguita Andrea, ahí estaba viendo como se lo montaba con su hermano. Valía la pena ver a mi reina como gozaba.