En la regadera

Mi primer experiencia como fetiche de una pequeña y linda mujercita.

En la regadera

Fui contratado para darle mantenimiento preventivo a un edificio de departamentos, en estos Vivian todo tipo de personas, desde simples empleados de oficina, hasta un par de prostitutas, cuando se llegaba la hora de ir a la escuela (en esa época acudía a la universidad y hacia cualquier trabajo con tal de poder sostener mi educación) con la confianza que me tenian los dueños de los departamentos, me balaba ahí y me iba directo a la escuela.

Se llego el turno de trabajar en uno de los departamentos donde vivía una de las prostitutas, una tarde después de terminar mi faena ahí, mientras me bañaba sentí que era observado, me puse muy nervioso, puedo decir sinceramente que me asuste, así que como pude apresure el baño, termine, me vestí rápidamente y Salí a la escuela.

Esa noche en mi cuarto de estudiante, me detuve a pensar en lo ocurrido en la tarde mientras estaba bajo la regadera y no entendía nada, quien podía estarme espiando, se supone que la prostituta que vivía en el departamento en cuestión a esa hora se encontraba trabajando, además, aun suponiendo que ella se hubiese encontrado ahí, en caso de necesitar algo del baño, por que se iba a detener a espiarme, después de haber cogido con mas de 100 hombres de todas complexiones y de todo tamaño de penes.

Su hija pense

No, no podía ser su hija, que debo reconocer a pesar de su tierna edad ( misma que no mencionare para no ofender a las buenas conciencias) era una mujercita muy hermosa, no podía ser ella pues aun que era hija de una prostituta, ella aun era muy pequeña para tener precocidad o lascivia, pensé que quizá alguna amiga de su madre o incluso en caso de ser la niña, se había asomado accidentalmente y un accidente no tenia por que trascender.

Debo de reconocer, que de solo recordar la experiencia de ser espiado, por un lado me volvía a poner nervioso, por otro algo en mi subconsciente comenzó a reaccionar con excitación, asi que me decidí por volver a bañarme al dia siguiente en el mismo departamento a ver que pasaba y paso, a la misma hora y en el mismo lugar, mi espía anónima volvió a llegar a nuestra cita.

Volví a ponerme algo nervioso, pero a diferencia del día anterior, controle mis nervios y le regale una sesión exhibicionista, que llego a su clímax con una eyaculacion escandalosa de mi parte después de haberme masturbado, evite no voltear al puesto de mira de mi espia, para que realizara su sesión vouyer a gusto, pero después de la eyeculacion hice el suficiente ruido para que entendiera que estaba por terminar.

Volvió a retirarse discretamente .

En nuestra tercer cita, yo coloque un espejo que me permitiera ver quien era mi espía sin que ella lo descubriera y para mi sorpresa era la niña, yo sabia que estaba mal que a su corta edad, me anduviera espiando y mas me causaba confusión tratar de entender su precocidad, sin embargo me gano la excitación y le obsequie otra sesión exhibicionista con mi respectiva masturbación.

Con el agregado de que a la hora de la eyaculacion, me coloque en una posición que provoco que un poco de mi semen fuera a parar a su angelical rostro. No hablamos, no dijimos nada, se levanto tan pronto reacciono, yo termine de bañarme y me fui a la escuela hubo secuelas de esta experiencia, si si las hubo, pero esa es otra historia, que quizá después comparta con ustedes.

Pd: si desean hacer alguna pregunta o comentario – positivo o negativo - sobre este relato pueden escribirme al siguiente correo dogma0095@hotmail.com , con gusto leeré y responderé su correspondencia.