En la playa

En la playa pude follar con mi madre. Luego la cosa siguió.

EN LA PLAYA.-

La verdad es que los dos lo necesitábamos. Mis padres se habían separado, y de una forma bastante traumática. Problemas de cuernos y eso, pero bueno…la vida sigue.

Después de unos meses muy malos en casa, llegó el verano y mi madre dijo que nos merecíamos unas vacaciones. Fue a la agencia y volvió con una reserva para ir a Mallorca durante dos semanas. La cosa es que mi madre solicitó una zona tranquila, lejos de las aglomeraciones de ingleses o alemanes. Fuimos a un lugar llamado Colonia de Sant Jordi.

El sitio estaba bastante bien. Teníamos un apartamento bastante completo, alquilamos un coche y …a pasarlo bien.

Antes de seguir, yo me llamo Álvaro, y mi madre Sofía. Tenemos 18 y 38 años. Ella trabaja en la Administración Pública y yo estudio en la Universidad.

Bueno, para no aburrir con preámbulos me centraré un poco en los hechos que nos interesan.

Los primeros días fuimos a la playa que está al lado de nuestro apartamento, donde había bastante gente y he de decir que unos bellezones de impresión. Muchas mujeres iban en topless y otras con bikini. Pocas usaban bañador tradicional. La verdad es que cuando veía algunas chicas enseñando las tetas me ponía como una moto, pero me tenía que controlar porque llevaba a mi madre al lado, pero yo creo que se daba cuenta. Ella usaba un bikini, negro, normal, con bastante tela.

La cosa cambió cuando al tercer día mi madre propuso ir a una playa que le habían recomendado mucho, muy cerca de donde estábamos, la playa de Es Trench (no se si se escribe así, pero es como lo llaman). Preparamos unos bocadillos, unos refrescos y fuimos a pasar el día.

Al llegar la verdad es que la playa nos encantó, y eso que había que caminar un poco desde donde dejas el coche, y eso a mi no me gusta mucho. La playa es bastante grande y decidimos ir lejos de la entrada, para evitar las aglomeraciones de las que huimos.

En esa primera parte de la playa la cosa estaba como en Sant Jordi, con bikinis y topless, pero más de esto último, pero cuando más te alejabas de la entrada la proporción cambia, pero en sentido que había mucho topless, menos bikini y …nudismo. Yo pensé que mi madre daría la vuelta a la parte más tradicional, pero no, vio un sitio más o menos libre de gente y allí se dirigió. Planté la sombrilla y extendimos las toallas.

El sol estaba en todo lo alto, y nos pusimos protección contra el sol. Al cabo de un rato me puse boca abajo, y mi madre me puso más loción en la espalda, para que no me quemase. Al cabo de un rato fue ella la que se puso en esa posición, y después de desabrocharse la parte posterior del bikini dijo que le pusiese un poco de protección. He de reconocer, como en la mayoría de los relatos que a mi madre solo la había visto como objeto sexual en una parte de la primera adolescencia, en la que un palo con faldas te pone a tono, pero después de esa fase a los 13-14 años, ya era solo mi madre. Pero después de ponerle la loción me fijé que tenía un cuerpo bastante potente, con un culo firme, poca grasa y un buen par de tetas, la verdad es que eso si que es algo en lo que siempre me había fijado, he de reconocerlo.

Seguimos un rato tomando el sol, durante un rato, no se precisar cuanto tiempo. Fue mi madre la que me sorprendió, por primera vez en mi vida de esa manera, ya que sus respuestas a todo son más previsibles que el final de "Titanic".

-"Álvaro, has visto que aquí casi todo el mundo va más ligera de ropa que yo"

-"Si, ya me he fijado"

-"Es que verás, me he animado a hacer un poco de topless, si es que no te importa"

-"A mi?, es a ti a quien le tendría que importar"

-"Lo decía por si te molestaba"

-"Para nada, además, tienes buen cuerpo para lucir"

-"Gracias, cielo. Bueno, pues si no te importa, hala!"

En ese momento mi madre se dio la vuelta y fue la primera vez que le vi las tetas a mi madre. Como sospechaba son bastante grandes, una 100, y con unas areolas normales, oscuras, y con un pezón que al verlo lo primero que piensas es "yo quiero chupar esos pezones", grandes y como digo, totalmente chupables, grandes, o incluso más. Eso si, estaban bastante blancas.

Seguimos tomando el sol un buen rato, hasta que decidimos volver al apartamento. Al llegar mi madre se duchó y dijo que salía un rato, que tenía que comprar. Yo por mi parte me fui a una hamaca después de la pertinente ducha. Cenamos fuera del apartamento y volvimos a dormir.

Al día siguiente mi madre dijo que la playa de Es Trench le había encantado y quería volver, sugerencia que secundé encantado. Al llegar a la playa, más o menos en el mismo sitio del día anterior extendimos las toallas y me llevé la segunda sorpresa. El clásico bikini de mi madre había sido desterrado y en su lugar se había puesto otro que había comprado la tarde anterior. Era impresionante, la parte de arriba mucho mas escueta que su predecesor y en la da abajo no digamos. Pasó de la braga de abuela a un tanga. Pero de las cosas más sorprendentes para mi era el dibujo de la tela, que era de tipo leopardo. Mi cara debía ser un poema, pero mi madre no dijo nada. Directamente se quitó la parte de arriba de ese mini-bikini y volvió a liberar ese par de preciosidades que tiene por tetas.

Ese día estuvimos mucho tiempo, e incluso nos animamos a jugar a las palas, en las que difícilmente podía concentrarme al ver ese par subiendo y bajando. Yo por mi parte seguía con mi bañador que llegaba casi a las rodillas.

-"No te animas a enseñar un poco más, Álvaro?"

-"Es difícil, solo tengo este bañador"

-"Pues quítatelo"

-"Si, claro…"

-"Si te animas a quitarte el bañador, yo también"

-"¿Quéeeee?"

-"Ya me has oído. Te animas o no?"

-"Venga"

La verdad es que el cambio era bestial: de una casi beata no por la iglesia ni nada de eso, sino por su manera de ser, a una liberal dura).Decidí arriesgarme. Como se suele decir, solo se vive una vez. Yo creo que lo tenía ya pensado, porque los pelos del coño los tenía perfectamente depilados, en un pequeño triangulo y todo lo demás rasurado. Ni que decir tiene que al verla se me puso la polla dura.

-"Que pasa Alvarito, nunca has visto a una mujer desnuda?"

-"Menos cachondeo"

Seguimos en la playa, jugando a las palas, bañándonos y jugando.

Esa noche mi madre dijo que iba a cocinar para cenar en el apartamento. Después de ducharme fui a dar una vuelta y cuando se hizo de noche volví para cenar. Al volver todo estaba preparado (incluso mi madre, que se había puesto un vestido veraniego en el que intuía que no llevaba sujetador, porque se le marcaban mucho sus grandes pezones). Había preparado un pequeño festín. Primero un poco de jamón serrano del bueno, luego unas gambitas y unas cervezas bien fresquitas. Luego un poco de ensalada y un solomillo. Cenamos con un buen vino, un reserva, por lo que la botella se terminó con la cena. Una cosa así no se puede dejar en la botella sin consumir. La noche era preciosa, llena de estrellas y salimos un rato a la terracita a tomar algo. Mi madre había pensado en todo y preparé con lo que había traído un par de cubatas. No quise cargarlos mucho, para poder tomar más.

Hablamos de muchas cosas, la mayoría intrascendentes, pero insistía mucho en si tenía novia, o no, ya que yo soy muy reservado en mis temas personales. Seguimos en la terraza hasta que refrescó un poco o esa fue la excusa para entrar en la salita. Seguimos tomando unos tragos y mi madre propuso poner algo de música. Encendí una radio con una emisora de música. Estaba bien, variada, lenta, animada. En un momento dado pusieron la canción de "Nueve semanas y media", de Joe Cocker, muy típica de los streptease. Y para mi sorpresa (no dejaba de dármelas en esos días) se sube a la mesita del salón y empieza a bailar como si fuera una bailarina sexy. Hizo el gesto de sacarse el vestido por encima de la cabeza, pero no solo el gesto, se lo sacó. Quedó con unas bragas y las zapatillas.

-"Vamos, baila un poco conmigo"

Me tendió la mano y me puse a bailar al lado de la mesa. Se movía muy sensualmente. Me cogió la cabeza con las dos manos y la puso entre sus tetas.

-"Te gustan eh?"

-"Sabes que si"

-"Pues chupa, nene, chúpalas bien"

Como es lógico chupé esas tetas objeto de mi adoración. Echó la cabeza hacia atrás y suspiró. Se notaba que le gustaba que le comieran las tetas. Además esos pezones deben ser muy sensibles. No me daba cuenta, pero al tiempo que no dejaba de succionar esas tetas, mis manos fueron subiendo por las piernas hasta llegar a las caderas. No se como pero le bajé las bragas y le puse las manos en el culo. Le manoseaba su trasero y empecé a adelantar las manos hasta llegar a su perfectamente depilado coñito. Mi madre me quitó la camisa y se sentó sobre mí, con las piernas rodeando mis caderas. Nos besamos, como nunca lo había hecho.

-"Llévame a la cama"

-"Si"

La llevé así cogida hasta la habitación que ella usaba. La puse sobre la cama.

-"Cómeme el coño"

-"Siiiiii"

-"Así, mama el clítoris, haz que me corra"

-"Si, voy a hacer que te corras como nunca"

-"A ver si es verdad. Hace mucho que no me corro. Vas a ver como lo hago"

Le pasé la lengua por todo su coño. Me volvía loco. Y ella también, ya que gritaba todo el tiempo.

-"Así, nene, sigue, me voy, me corroooooo"

-"Córreteeeee"

-"Síiiiiii, me voyyyy, ya, ya sigue un poco máaaaaasssss, me cooooorrooooo"

Creo que los vecinos tuvieron que oír los gritos. Pero, evidentemente no dijeron nada. No sabíamos ni quienes eran. Sin embargo yo seguía con la polla como una estaca, y mi madre se dio cuenta de eso.

-"Nene, voy a hace algo que no he hecho nunca. Te voy a comer la polla"

-"Nunca lo habías hecho"

-"No, tu padre no quería. Era de un polvo el sábado y rápido"

-"Pues aquí tienes una polla para que te estrenes"

-"Si, te voy a dejar seco"

-"Eso es lo que crees. Aquí tengo mucho para darte"

-"A ver si es verdad"

Se puso a chupar como una loca. Se notaba un poco la falta de experiencia, pero no me podía quejar, para nada. Siguió hasta que un torrente de leche brotó de mi polla. Se tragó todo lo que pudo y el resto hizo como en las pelis porno, se lo esparció por la cara. A pesar de todo, y de acabar de correrme mi polla se puso dura enseguida.

-"Quiero que me folles. Estás listo?"

-"Tú que crees?"

-"Ya te veo"

-"Te voy a follar como nadie"

-"Si, si, fóllame, hasta el fondo, quiero tu polla dentro de mi"

La puse como la había llevado hasta la cama, con las piernas alrededor de mi cintura, pero esta vez con la polla hasta el fondo de su chocho. La cogí de su lindo culo y empecé a subirla y bajarla. Me besó

-"Si, sigue, así sigue así, mi amor"

-"Te gusta"

-"Si, me encanta. Follas como los ángeles"

En ese momento me animé a decir algo con lo que soñaba, pero no me había atrevido a decir.

-"Sigue, así lléname el coño con la polla"

-"Así, hasta el fondo. Te gusta, perra?"

-"Sí, cabrón, me gusta, sigue follando, fóllame, fóllame. Dame gusto. Sigue, fóllame"

"Toma, es para ti, para tu chocho"

-"Si la quiero toda para mi"

-"Para ti, perra. Entera"

-"Si, entera, en mi coño. Soy una puta, quiero más, quiero correrme como una perra"

-"Si, puta, toma, toma, tienes un coño que es una delicia"

-"Sí, el coño de una puta en celo, que quiere tenerlo lleno de una polla"

-"Si, eres una puta, follas de vicio"

-"Y eso que estoy sin práctica"

Ya no podía más. La puse sobre la cama para seguir. Sudábamos, estábamos a gusto.

-"Sigue, nene, no pares ahora"

-"No paro, sigo follándote."

-"Me encanta. Sigue así"

-"Mamá, te quiero"

-"Yo también, nene, te quiero, te quiero…"

-"Estoy a punto…"

-"Y yo, aguanta un poco y nos vamos juntos, siiiii…"

-"Si, así, puta, asíiii"

-"Así, nene, así"

-"Mamá, te quiero, te quiero."

-"Y yo…"

-"Me voyyyy…puta, me voy. Mamá, puta, toma leche"

-"Si, cabrón, lléname mi puto coño de leche. El coño que te vio nacer"

Le llené el coño de leche y caímos en la cama rendidos y nos quedamos dormidos. Al día siguiente me desperté antes que mi madre, y me asusté un poco. Sabía lo que había pasado. Pero y si lo de mi madre había sido por la bebida?. Las dudas se despejaron cuando se despertó, me sonrió y me dio un beso.

-"Buenos días, nene. Que tal has dormido?"

Esa fue la primera vez, pero no la última.