En la playa con el taxista

Una aventura en una playa virgen, con un taxista delicioso

Soy una mujer de 55  años, que para mi edad me conservo estupendamente, con un culito respingón y un par de tetas que levantan suspiros. Estoy casada con un hombre maravilloso que me apoya en todas mis fantasías y me ayuda a llevarlas a cabo, esto que voy a contar sucedió hace unos 6 años.

Por motivos de trabajo mi esposo fue trasladado a un hotel en la playa como gerente, esa parte de la costa Michoacana está lleno de  playas vírgenes y pequeñas caletas, maravillosas para pasar ratos agradables sin la preocupación de ser vistos.

Normalmente acudía acompañada de mi esposo, quien además de llevar la gerencia del Hotel también se encargaba de hacer visitas de promoción a diversas compañías a fin de atraer a más visitantes y me veía obligada a pasar muchos ratos a solas.

Dentro de los proveedores del hotel estaba Matías, un taxista de toda la confianza de mi esposo y que daba servicio a los huéspedes y a quien le había encargado que me trasladara a donde yo necesitara.

Matías era un hombre de unos 40 años, con el cabello ensortijado rubio y con unos ojos azules verdaderamente encantadores.

Desde que lo conocí me encanto y a él tampoco le pase desapercibida, pero siempre muy respetuoso por la relación con mi marido.

Mi esposo llevaba fuera ya 3 días por lo que estaba aburrida, así que decidí llamar a Matías para que me llevara a una playa cercana donde regularmente acudía con mi esposo y podía nadar desnuda.

Me prepare y me coloque mi biquini y en mi bolso guarde mi toalla y  una botella de vino Solo me puse una minifalda un sombrero mis lentes de sol y mis guaraches.

Al llegar Matías sus ojos me recorrieron de arriba a abajo, se bajó a abrirme la puerta del  taxi y al acercarse a mi aspire su loción, mmmmm olía riquísimo. Subí al taxi y me pregunto a donde me llevaba, le dije quiero ir a la Playa de las Calabazas, Matías. Pero necesito que  me esperes para regresarme, Claro señora yo la espero.

Arranco el coche y nos dirigimos hacia la playa, en el camino me pregunto por mi esposo ya que no lo había visto y le comente que regresaría por la noche, me dijo con todo respeto que bien se ve señora, a lo cual conteste muchas gracias pero ya ves de que me sirve si me dejan sola. Y él me dijo ya sabe que yo estoy a sus órdenes para lo que se le ofrezca…

Para lo que sea Matías??

Claro señora usted solo pida.

Gracias lo tendré en cuenta.

Durante el camino me sonreía por el retrovisor y no perdía detalle de mí, lo que  me iba calentando.

Llegamos a la playa, bajamos las cosas y el saco de su cajuela una silla de playa y se sentó a esperar.

La playa esta hermosa, me meto a bañar y lo invito a que entre a refrescarse, entonces se quita la playera y se mete al mar se acerca a mí y me abraza me pide disculpas pero me dice que ya no podía aguantarse de tocarme al tenerme tan cerca, le dije yo también por eso planee este paseo contigo así que vamos a disfrutarlo, me abrazaba y me quita el brasier del bikini me comienza a besar las tetas y empiezo a sentir su erección, sus manos recorren todo mi cuerpo me toca el culito, las tetas, la espalda.  Yo acaricio esa verga que tanto deseaba.

Me carga para sacarme del agua y me lleva a la playa, me dice dame un momento y saca del carro un tapete y una toalla la extiende en la arena me acuesta y empieza a besarme todo el cuerpo hasta llegar a mi conejo que lo acaricia con su lengua, me gusta como lo hace con mucha delicadeza pero firme a la vez, mientras yo disfruto mucho la situación no pienso en nada sólo en disfrutar lo que me está pasando. Casi llego al orgasmo con su lengua pero yo quiero sentir esa verga que tomo en mi mano y la empiezo a sobar para llevarla a mi boca y me la como con muchas ansias, la succiono de manera constante y él está en éxtasis me dice ahhh lo haces muy bien eres grandiosa con la boca le digo ahora permíteme que necesito llevarme mi trabajo al conejo

No es tan cabezona como la de Miguel (esa es otra historia) pero si es gorda su verga así que me monto en él y con mi mano dirijo a mi conejo su verga y le digo que la meta poco a poco para sentirla todaaa, Empiezo a mover las caderas y él a bombearme mmm esta riquísimo, empuja muy rico y yo moviéndole las caderas le pido que siga, en eso la retira y me pone de perrito y me la mete asi me bombea muy rico y me acaricia las bubis a la vez me da con mucha fuerza riquísimo yo estoy a punto de terminar y él también sigue empujando riquísimo y yo estoy a punto del orgasmo.

Me dice que si me puede dar lechita en la espalda le digo que si que me la de como quiera y siento en mi espalda su leche tibia y mucha, terminamos muy rico me acuesto a procesar lo que acababa de hacer y me quedo dormida.

Después de un rato me despierta y me dice que todavía es temprano y que me va a llevar a otro lugar, agarramos carretera y me lleva al camino de las pocitas.

Es un lugar de aguas termales con pozas naturales que solo los habitantes conocen ya que no está permitido al turismo.  Nos metemos a nadar desnudos, el agua esta deliciosa y me quito los residuos de arena, me abraza y empezamos a cachondear otra vez. Lo tomo de la verga y me dispongo hacerle un bucito reacciona de inmediato se pone muy entusiasmado me toma de las bubis y me sube para besarlas. Me dice que ya está otra vez listo para metérmela que quiere sentir otra vez su verga entrando en mí,  salimos de la poza y nos vamos al temazcal y ahí sentado me monto en él y empieza a bombear.

Me excito demasiado y comienzo a pedirle que siga así, que me está cogiendo delicioso yo le estoy moviendo el culito y de repente se detiene para voltearme y darme de perrito me encanta como me está dando me agarra las bubis y empuja su verga dentro de mí, le pido que me siga dando que está muy rica su verga, que quiero terminar con él, así que me da con todo y yo disfruto cada empuje de su verga, así que empezamos a jadear más fuerte y a gritar los dos y termino junto con él en un orgasmo riquísimo.

Abrimos la botella y mientras disfrutamos del vino noto que su verga vuelve a reaccionar por lo que dando un trago de vino me acerco a darle una mamada con el vino en la boca y noto como le gusta.

Me acuesta en  la banca del temazcal y empieza a bañarme de vino y con su lengua  a lamer todo mi cuerpo pasa por mis tetas mi vientre hasta llegar al conejo y me empieza a lamer y a succionar hasta hacerme venir, tomo su verga con mis manos y la acerco a mi boca y empiezo a recorrerla de arriba abajo la meto a mi boca y empiezo una mamada lenta pero profunda y cuando esta a punto de terminar la saco para que me llene las tetas de leche.

Terminamos de bañarnos y nos vestimos para regresar al  hotel, mi esposo esta ya esperándome y solo de ver mi cara veo cómo surge una sonrisa imaginándose lo que paso. Agradece a Matías el haberme cuidado  le paga y le da una generosa propina. Se acerca a mí y tocándome el culo me dice  Prepárate mi amor porque quiero que me cuentes…