En la planta de traumatologia
Hola: soy Eva de nuevo, hacía tiempo que quería volver a contaros alguna de mis excitantes experiencias. Como ya os dije en mi anterior relato ahora tengo 19 años y estoy haciendo segundo año de enfermería, hace poco hemos empezado a hacer prácticas en Hospitales y Centros de Salud, acompañamos en los turnos y en las guardias, es la forma de aprender cómo se hacen algunos tratamientos, curas, vendajes, etc etc.
Hola: soy Eva de nuevo, hacía tiempo que quería volver a contaros alguna de mis excitantes
experiencias.
Como ya os dije en mi anterior relato ahora tengo 19 años y estoy haciendo segundo año de
enfermería, hace poco hemos empezado a hacer prácticas en Hospitales y Centros de Salud,
acompañamos en los turnos y en las guardias, es la forma de aprender cómo se hacen algunos
tratamientos, curas, vendajes, etc etc.
Los primeros días de prácticas estuve estudiando el terreno y la forma de actuar de mis
compañeros y compañeras, había pedido trabajar en la planta de traumatología, así podría
trabajar con Fer, mi primo, al menos estaría protegida por él, que ya era veterano en el hospital,
llevaba trabajando en esa planta 6 años desde que tuvo un accidente de tráfico.
Con el ocurrió algo muy curioso, después de estar ingresado en esa planta 5 o 6 meses, dejo los
estudios casi terminados de una ingeniería y saco las oposiciones para celador y tanto debió
gustarle que sigue ahí, es un hombre delicioso suave en el trato y muy simpático, después del
accidente le quedo una ligera cogerá en la pierna derecha.
El día que me vio entrar por la puerta me recibió con una sonrisa inmensa y me abrazo con
fuerza, siempre me trato como a si fuera su hermana pequeña, pero cuando se entero que me
quedaría a trabajar allí, creo haber notado una extraña mueca en su cara.
Los primeros días trabaje con normalidad, si bien note algún comportamiento un tanto raro, todas
las mujeres que trabajaban en la planta, médicos, enfermeras, auxiliares, celadoras, limpieza,
todas si excepción llevaban una falda corta, otro detalle que me llamo la atención es que
ninguna llevaba sujetador y cuando nos cambiábamos pude ver que ninguna llevaba bragas, a
veces me excite mirándolas cuando se cambiaban.
A los dos o tres días, Fer me llamo y me dijo que esa tarde tomaríamos café, teníamos que
hablar, no le di mayor importancia y esa misma tarde nos reunimos en una cafetería próxima al
hospital, la cafetería era un salón grande con grandes ventanas, estaba llena de pequeñas
mesas con cuatro sillas cada una y un jarroncito en el centro con una flor fresca, me encanto el
detalle, al entrar busque a Fer y le vi sentado al lado de un gran ventanal que daba a la calle, se
levanto para recibirme y me dio un beso muy sonoro y un fuerte abrazo, como los que solía
darme cuando nos veíamos.
Siéntate primita, tenemos que hablar, espero que no te moleste lo que te voy a decir.
Yo no sabía que pensar pues vi que tenía el gesto un poco serio, comenzó diciéndome algo que
me quedo boquiabierta, pero a la vez me pareció excitante.
Como habrás visto las chicas de la planta van todas sin ropa interior.
Si ya me he fijado, conteste.
Te explico, es una norma que tenemos impuesta, si te molesta o no te gusta me lo dices y hare
que te cambien de planta.
¿Pero porque no llevan ropa interior? Pregunte.
Como te lo diría…….. en esta planta no queremos que nadie tenga necesidades de tipo sexual
nunca y tanto hombres como mujeres tienen que estar dispuestos para el sexo siempre y en todo
momento, así evitamos tensiones innecesarias, contigo he tenido la deferencia de comunicártelo
yo, por ser mi dulce primita, solo podrás llevar braguitas cuando tengas el periodo, además, hay
gente en la planta que se ha interesado por ti.
No me digas, ¿quien se ha interesado?
Sin contestarme me pregunto, ¿Lo has hecho alguna vez con una chica?.
Bueno no sé qué decir, si claro, conteste.
Pues hay alguna que se muere por lamerte el coñito y algún chico también.
No me digas, ¿Quién? La situación empezaba a parecerme excitante.
Entre otros yo, hace tiempo que deseo hacerlo contigo, lo he imaginado muchas veces, ¿Te
gustaría?
No sé quizás, conteste y puse una mueca entre inocente y picara, entonces Fer acerco su silla a
la mía y por debajo del mantel comenzó a tocarme yo no sabía qué hacer, metió la mano debajo
de mi falda, abrió mis muslos y paso su mano por encima de mis braguitas marcando con el
dedo índice la raja de mi coño, que como siempre ardía, me estremecí entera, puse los ojos en
blanco y solté un suspiro, entonces se levanto y me dijo ¿a la tarde entras de turno verdad?
Si a las 15,30.
Ya sabes vete cómoda, te recibiremos con mucho cariño, otra cosa ¿estás depilada?
Si.
A ver enséñame.
Se separo un poco de la mesa para tener más ángulo de visión, volví un poco la silla para
encararme a él, levante mi falda y aparte mi braguita para que pudiera ver.
De ahora en adelante no te depiles, es otra norma y quítate las bragas, antes de salir, fui al baño
y obedecí, no pude por menos que acariciarme, mi coño era un lago mejor dicho un rio que fluía
sin cesar.
Estaba un poco mareada por la excitación, mis jugos corrían por mis muslos hacia abajo, no
podía estar más caliente, solo deseaba que llegaran la 3,30, la gente que estaba a nuestro lado
creo que no se percato de lo sucedido y todo el mundo seguía a lo suyo, excepto una mujer de
unos 50 años, que al salir se levanto y me dijo al oído, me has puesto muy caliente, hice como si
no hubiera oído nada, pero me sentí halagada.
Al salir de la cafetería agradecí el aire fresco que me daba en la cara y de paso en mi
entrepierna, que ahora estaba totalmente al descubierto.
A las 15,25 en punto estaba entrando por la puerta del hospital, Lucia es una enfermera rubia,
alta, con larga melena, unos pechos enormes y unas caderas que impresionan, me sonrió y al
pasar a mi lado sin ningún disimulo me dio un cachete en el culo, seguí adelante sin mirar y vi
como me seguía, al llegar a la altura de los vestuarios entro conmigo, Eva quiero ver si cumples
las normas, abrí mi la bata de trabajo y mostré mi coño, enséñame los pechos, me dijo, abrí
toda la bata para que me viera, yo ya estaba muy caliente y la pedí que hiciera lo mismo, abrió
su bata y pude ver un hermoso cuerpo, tenia los pechos grandes como melones, una gran
aureola y los pezones sonrosados, una mata de pelo rubio que la cubría el pubis.
Me acerque a ella y le acaricie los labios e introduje un dedo en su boca, ella lo lamio como si
fuera un caramelo y me dijo, eres una zorrita, vas a disfrutar mucho aquí.
Durante toda la mañana estuve ayudando a mis compañeros.
Luis, que es un medico de la planta, me llamo para que le ayudase con una paciente, al entrar
en la habitación que estaba ocupada por una mujer que tenia los brazos escayolados, me
presento a Sonia, tenia unos 30 años morena, había tenido un accidente de tráfico y estaba
tumbada boca arriba con los brazos sujetos con unos soportes metálicos que sobresalían de la
cama.
Luis al entrar en la habitación, me dijo agáchate, se puso detrás de mí y sin más miramiento,
levanto mi bata y me manoseo el culo, acaricio mi vulva que había quedado expuesta y me dijo,
veo que estas preparada, Sonia nos miro y se sonrió, Luis la beso en los labios e introdujo toda
su lengua en la boca de Sonia, tiro de la sabana que la cubría para atrás y quedo ante mis ojos
todo su cuerpo desnudo, tenía unos hermosos pechos y una mata de pelo considerable en la
entrepierna, vi como Luis se bajo el pantalón y puso su miembro a la altura de la boca de Sonia
y se lo dio a mamar, cómela el coño me ordeno, yo aparte aquella mata de pelo y separe con los
dedos sus labios mayores, tenía el coño totalmente empapado, comencé a lamerla, con los
dedos le acariciaba el clítoris, notaba las contracciones de su vagina en mi lengua, en ese
momento note que una mano se posa sobre mi culo que está en pompa, con el dedo índice
tantea la entrada de mi ano y comienza a pasar el dedo de arriba abajo pasando por mi rajita ya
totalmente inundada, por un momento dejo de lamer a Sonia y miro hacia atrás , quería ver la
cara de quien me estaba dando placer, era Fer mi primo , con una mano me sobaba la
retaguardia y con la otra manoseaba su polla, no se la pude ver por mi posición, pero por la
forma de mover la mano el tamaño tenía que ser considerable.
En ese instante acerca su boca a mi oreja y me susurra, que ganas tenia de ti primita, ¿quieres
que te la meta? Si por favor, conteste, ábrete bien me dijo, yo seguía chupando la vulva de Sonia
que ya había perdido la cuenta de los orgasmos había disfrutado, separe las piernas y note que
la polla de mi primo intentaba abrirse paso en mi vagina, la pasaba de arriba abajo yo estaba en
el séptimo cielo, aunque estaba muy mojada a mi vagina le costaba aceptar la dimensión de
aquel miembro, entonces Fer de un fuerte empujón me metió toda aquella carne de un golpe y
sentí como si me hubiera partido en dos, a continuación empezó a moverse dentro de mi
despacito, yo estaba a punto de correrme, pero el dolor que me había producido al entrar en mi
aun era muy fuerte, poco a poco el placer era más intenso que el dolor y estalle en un aparatoso
orgasmo , hacía rato que había abandonado el coño de Sonia, al mirar para ella vi como Luis
estaba subido en la cama, se había colocado entre los brazos escayolados y la estaba haciendo
el misionero de forma suave, aunque a veces aceleraba de repente, al poco tiempo veo como la
embestía de forma salvaje y se corrió dentro de ella, se quedo encima de ella unos segundos,
estaban agotados.
Fer seguía atendiendo mi coño con la lengua, mientras lamia me introducía un dedo en el ano
estaba a punto de perder la conciencia de tanto placer junto, prima me voy a correr dentro de ti,
se pego a mi cuerpo con fuerza, note como su semen golpeaba las paredes de mi útero, yo ya
estaba casi sin sentido y me quede medio adormecida acurrucada en un rincón, al recuperarme
note la humedad que había debajo de mi, eran mis fluidos y restos de semen, que revueltos
estaban pegados entre mi culo y el suelo, casi tambaleándome fui al baño de la habitación y me
duche, al salir mire a Sonia, dormía como un ángel.
En recepción estaban cambiando el turno, me dirigí a los vestuarios y allí estaban mis
compañeras charlando, cuando cerraba mi taquilla se me acerco Clara que es una pelirroja con
cara de viciosa, tiene un cuerpo de infarto me beso en la boca y me dijo, descansa cielo mañana
te gozare yo.
Cuando iba a salir la enfermera de recepción me llamo y me entrego una nota, que decía.
(Espero que hayas disfrutado tanto como yo, eras mi sueño desde hace tiempo,) Un beso. Fer.
Esa noche casi no pude dormir, el coño me ardía, al tocarme el dolor era insoportable y me
sangraba un poco, tenía una pequeña fisura en la vagina.
Llame a Fer y se lo comente.
A la media hora más o menos llamo a la puerta de mi casa, venía muy preocupado, perdona
primita quizás fui muy brusco, a ver enséñame tu cosita, me tumbe en la cama y abrí las piernas
de par en par, el con mucho cuidado abrió mis labios mayores y me confirmo que tenía un ligero
rasguño, al mirarle vi como se sonreía, no sé qué te hace gracia, le dije.
Esta muy mojada, ¿siempre estas así?
Reconozco que me sonroje un poco y asentí con la cabeza.
En ese momento comenzó a masturbarme el clítoris yo estaba en el séptimo cielo, comencé a
gemir con fuerza me estaba corriendo como una cerda.
Mi mama debió oír algo y abrió la puerta de repente y allí nos encontró a los dos en plena faena,
lejos de asustarse, mi madre se fue al lado de Fer y sin mediar palabra, le desabrocho la
bragueta y comenzó a pasar la lengua por la polla de mi primo, entonces pude ver la dimensión
del aparato que me había desgarrado por dentro.
Mi madre tenía una cara de placer increíble, yo sabía lo que la gustaba el sexo pero nunca
pensé que llegara a tanto.
Fer se separo de mi y comenzó a lamer el coño de mi madre, por la confianza que se tenían
pude notar que no era la primera vez que aquello pasaba, mi madre se puso a estilo perrito y Fer
la metió la polla de un solo golpe, aquella embestida casi me dolió a mí, pero mi madre solto un
gemido de placer, vi como disfrutaba del momento, estuvieron así un rato, mi madre se dio la
vuelta y metió ese inmenso trozo de carne en la boca, note como mi primo se descargaba en la
boca de mi madre, la leche la corría por la comisura de los labios, mi madre no era capaz de
retener toda aquel aluvión que le venía, después de tragarse lo que pudo, con los dedos fue
recogiendo los restos que tenía en la cara y en los pechos, hasta no quedar ni rastro de la
corrida.
Fer le comento a mi madre lo que había pasado, mi madre se volvió hacia mí y me dijo no te
preocupes en unos días te sanara, mi primo me dio una pomada para que me la pusiera dos o
tres veces al día, me sugirió que no metiera nada por ahí en unos días y con eso se me pasaría.
Al día siguiente, cuando entre en el hospital la primera persona que me encontré fue a Clara, con
cara de pena le explique lo que pasaba, no me contesto abrió mi bata y comenzó a lamerme los
pezones, vi como se acariciaba el coño se tumbo en un banco de los vestuarios y me dijo,
chúpame, Clara estaba como una leona en celo, tenía un cuerpo de diosa, caderas anchas
cintura estrecha y unos pechos angelicales, su pubis estaba poblado de un vello pelirrojo
ensortijado, aunque tenía el resto de la entrepierna depilado, mi excitación solo me pedía chupar
con ganas aquel caramelo, Clara se corrió una y otra vez, yo ya no daba más de sí, estaba
agotada de tanto lamer, en ese momento entro Fer y vio la escena, se quedo un rato
observando, en algún momento se acerco y comenzó a besar a Clara en los labios yo chupaba
los pezones de Fer que ya estaba totalmente empalmado, sin ningún miramiento la dio la vuelta
y enfrento su polla al culo de Clara, comenzó a apretar aquella masa de carne contra el ano de
Clara, ella lejos de quejarse se abría los cachetes del culo para que Fer entrara con más
facilidad, en un momento dado la polla de mi primo entro en el culo de Clara que ahora ponía los
ojos en blanco del placer que sentía, Fer la penetraba sin piedad con un mete saca casi salvaje,
Clara comenzó a lanzar unos alaridos no sé si de dolor o de placer que se oían en todo el
edificio, yo viendo la escena no paraba de acariciarme el clítoris, aunque lo que deseaba era que
mi primo me metiera aquella herramienta con la que dios le había premiado.
Estaba a punto de correrme mientras miraba como aquella pareja tenía aquel sexo tan brutal,
cuando Fer saco la polla del culo de Clara, se acerco a mí y me dijo quiero correrme en tu boca,
yo comencé a lamer aquella herramienta de placer y descargo toda su leche dentro de mi boca,
los latigazos de leche que mandaba a mi garganta casi me ahogaban, aquella fuente no paraba
de manar, yo casi asfixiada deje de tragar y comencé a toser,, Clara se acerco a mí, lamio mi
cara y los labios en los que había quedado pegada parte de la corrida de mi primo, Fer se fue al
baño y al salir nos beso a las dos en la boca, nos dio las gracias por el placer que le habíamos
proporcionado, Clara contesto, el placer ha sido nuestro.
Cuando termine la carrera pediré una plaza en la planta de traumatología, porque allí si es un
placer trabajar.
EVA
Por favor chicos, no me mandéis invitaciones al Messenger, solo chicas.
GRACIAS