En la piscina de mi amiga

Nunca sabes cuando una tarde tranquila en la piscina de una amiga se puede convertir en algo muy especial.

Zaragoza en Agosto para trabajar es agradable como en la mayoría de las grandes ciudades. No hay atascos, ni problemas para aparcar, ni grandes aglomeraciones en ningún sitio… pero por su situación geográfica, aguantar Temperaturas superiores a 35ºC, en el mejor de los casos, incluso de noche y no tener una playa para escaparte y darte un chapuzón… se hace muy duro.

Por eso es casi imprescindible que en tu pandilla de amigos, tengas alguno que posea tan preciado tesoro: una piscina particular. Donde poder refrescarte y no tener que pasar constantemente por taquilla para disfrutar del agua.

En mi caso, quien posee esa piscina es una amiga que sus padres poseen una casita de campo en las afueras para pasar los fines de semana con una enorme piscina. Es posible que no sea tan grande como os cuento, pero ver junta tanta agua con estos calores, hace que se vea enorme.

Muchos fines de semana quedamos todos para ir a la piscina de mi amiga y pasar el día allí. Incluso entre semana preparamos buenas barbacoas por la noche al lado de la piscina. Por eso no me sorprendió ver un whatsapp de mi amiga donde me escribía: esta noche cena y piscina, mis padres están fuera de vacaciones.

Ese día estaba hasta arriba de trabajo y le contesté: yo llegaré tarde porque tendré que ir a ducharme y coger el bañador a casa. Llegaré sobre las 10.

Casi al minuto me contesta: no te preocupes, hay bañadores de mi hermano y de mi padre. Alguno te valdrá y puedes ducharte aquí. Así llegas antes y me echas una mano .

No me pareció mala idea y la verdad es que siempre era el que estaba con la Barbacoa asando la carne y ayudando en todo lo que se terciase, encima que nos dejaba disfrutar de la piscina, qué menos… así que le respondí un “ OK ” y seguí trabajando.

El día no se me dio tan mal y acabé antes de lo esperado. Sobre las 5 de la tarde termine mi dura y calurosa jornada laboral, pero sabiendo que me esperaba una refrescante piscina y una buena cena, ese día había sido bastante más llevadero que los demás.

Media hora después estaba en la casita de campo de mi amiga. Me recibió con un espectacular bikini sin tirantes y su parte inferior sin ser tanga era muy muy pequeño. Tenía el cuerpo mojado y su pelo empapado hacia que las gotas cayesen por su cuerpo. En pocas palabras, estaba espectacular.

- Veo que hay alguien que no ha pasado mucho calor hoy.

- Llevo todo el día a remojo y aún así sigo teniendo calor. Pasa anda, que te he preparado un bañador y te indico donde tienes todo para ducharte.

Sigo admirando las curvas de su cuerpo, siempre había pensado que era preciosa pero hoy la veía diferente. Sería el calor e intenté pensar en otra cosa. Al fin y al cabo era una amiga y no quería estropear nuestra amistad por un calentón.

Miré alrededor mío y no vi a nadie todavía.

- ¿Soy el primero en llegar?

- Y el último. Unos me han dicho que tengo que avisarles con más tiempo, otros tenían planes y otros han comenzado las vacaciones y no están en la ciudad.

Me dijo con voz de resignación.

- Haberme avisado y lo dejábamos para otro día.

Se giró sobre mí sonriendo y con voz de pícara me contestó:

- ¿No podemos cenar los dos? No me como a nadie… por ahora. Si el resto no quieren venir, que no vengan.

Se echó a reír y me indicó todo para ducharme y donde dejaba mi bañador.

- Estaré abajo tomando el sol. Si necesitas algo grita.

Se fue riendo mientras bajaba las escaleras.

Me di una buena ducha y me puse el bañador que me había preparado. Eran unas bermudas bastante modernillas, así que pensé que sería de su hermano. Baje a la piscina y conforme me acercaba vi que estaba tomando el sol boca arriba… pero sin la parte superior del bikini!

Me quedé parado. Era la primera vez que la veía haciendo topless, pero sin embargo no llevaba marcas, así que no era la primera vez que lo hacía. Continué caminando intentando actuar de la forma más natural posible, si me viese quieto mirándole los pechos podía mosquearse. Aunque tenía claro que iba a ir directo a la piscina, porque las bermudas no iban a poder disimular la reacción que estaba teniendo con esas vistas.

La saludé y me metí al agua. Di unas brazadas y me puse en la orilla junto a ella con los brazos en cruz fuera del agua.

- No sabía que hacías topless.

- Sí que lo hago, pero con la pandilla me da corte, la verdad.

- Gracias por no considerarme amigo.

- Que tonto! Si te incomoda, me lo pongo.

- Tranquila, tú ve como más cómoda estés.

- Si hiciese eso, debería estar desnuda, que es como lo tomo habitualmente. Como aquí no me ve nadie.

Mi corazón empezó a palpitar muy fuerte y aun estando en el agua, lo de abajo también había escuchado lo mismo que yo y no pensaba bajar. Decidí tantear el terreno.

- Haz lo que quieras. Total, aunque lo contase, nadie me iba a creer.

- Viciosillo, con la tontería tu me quieres ver desnuda, jajajajajaja!

- Perdona, pero no he sido yo quien ha sacado el tema.

Me giré y decidí hacer unos largos para ver si por agotamiento, conseguía relajarme.

No había acabado de llegar a terminar el primer largo cuando oí una zambullida. Me giré para ver donde estaba y recibí unas buenas salpicaduras de agua en la cara. Mientras la oía reírse. Así que decidí sumergirme para cogerla de la cintura y hacerle una aguadilla… pero vi que se había metido al agua sin la parte de abajo del bikini y sólo acerté a admirarlo y no moverme. Era cierto, que tomaba el sol desnuda, pues no se atisbaba la mínima marca en todo su cuerpo. Me estaba quedando sin aire y tuve que subir.

- Ya te vale. Menuda mirada has aprovechado para darme, eh? Pero esto hay que igualarlo.

Me quedé de piedra al verla que se sumergía y reaccione tarde cuando note que intentaba quitarme las bermudas y para cuando las pude coger ya las llevaba por las rodillas. Al ver que no iba a poder bajarlas más con una mano acarició levemente mi pene que estaba fuera y por acto reflejo solté las manos y me quitó enteras las bermudas y salió con ellas en alto riéndose triunfante.

- Anda que tú en una playa nudista no tienes precio, jajajajajaja!

- Perdona. Pero no estoy muy acostumbrado, tienes razón. Sin embargo a ti te veo muy natural, no?

- Bueno, nosotras podemos disimular más nuestro estado de excitación. Al menos no es tan aparente.

Comenta riéndose y señalando hacia mi entrepierna.

Decido ir a por ella nadando para hacerle una buena aguadilla. Al darse cuenta intenta girar, pero no le da tiempo y la cojo. Para evitar la aguadilla rodea mi cintura con sus piernas y se agarra a mi cuello. Noto sus senos desnudos en mi pecho y la punta de mi pene rozando sus labios inferiores.

- Si me quieres hacer la aguadilla. Tú también deberás sumergirte.

- Sinceramente, ahora no es una aguadilla en lo que estoy pensando.

Se da cuenta de la situación y de la posición en la que se encuentra e intenta zafarse. Pero ahora soy yo quien la tiene agarrada con mis brazos de la cintura, sin dejar que se mueva.

- Ves por qué no lo hago delante vuestro? Sólo pensáis con una cosa.

- A estas alturas, hacerte la inocente no te pega nada.

Dejo que se resbale levemente un poco hacía abajo y mi pene ahora esta presionando entre sus labios y siguiendo todo el contorno de su rajita, debido a sus forcejeos para soltarse. Al notarlo, se muerde el labio y se acerca a mi oído susurrando.

- Si seguimos así no va a haber marcha atrás.

- Hace rato que no había marcha atrás.

Noto como comienza a mover su cintura para notar mi pene rozando con su tesoro. Mientras comienza a emitir leves gemidos. La acerco a una orilla y pego su espalda a una de las paredes de la piscina, para poder dedicarme a lamer sus preciosos senos y darle pequeños mordisquitos en sus hinchados pezones.

- No es la idea que tenía para hoy.

- Y te arrepientes?

- Si tardas mucho en metérmela sí que me voy a arrepentir.

Noto como su respiración se acelera. Está excitadísima y muy cercana al orgasmo. La verdad es que la entiendo porque la situación es muy morbosa para ambos. Hasta yo sin ni siquiera meterla estoy casi a punto.

No le hago esperar y dejo que se resbale hacia abajo rozando mi cuerpo. Noto como entra dentro de ella con facilidad, quizás por la excitación o quizás el agua ayuda a que sea más sencillo.

Cuando la tiene metida entera, emite un prolongado gemido y comienza a moverse de arriba hacia abajo bastante deprisa y con sus senos botando en mi cara. La verdad es que desearía que en ese momento se parase el mundo para poder disfrutar de esa sensación durante horas.

Noto como sus gemidos van en aumento y me agarra fuerte del cuello mientras mueve su cintura haciendo círculos y noto sus flujos calientes resbalando por mi miembro mientras nos fundimos en un apasionado beso.

Su respiración se tranquiliza y nota como mi pene sigue erecto dentro de ella.

- No sabía yo que tenías tanto aguante.

Me comenta mientras comienza a mover su cintura de nuevo.

- Que yo recuerde nunca me lo habías preguntado.

Sigue acelerando el ritmo de su cadera, está decidida a que acabe pronto. Pero la verdad es que yo no quiero que esto acabe. La cojo y la siento en la orilla de la piscina y empiezo a saborear su néctar y a jugar con la punta de mi lengua en su clítoris.

- A este juego podemos jugar los dos.

Me agarra del pelo y me obliga a salir fuera dejándome tumbado en la orilla de la piscina y comienza a comerme la polla como nunca antes nadie había hecho. Siempre mirándome a los ojos para ver mi reacción y aumentar el morbo de la situación.

Coloca mi miembro entre sus senos y succiona con una maestría la punta que sobresale con los movimientos que realiza… que me va a hacer ver el cielo en muy poco tiempo. Intento avisarle de que ya voy a venirme… pero no me da tiempo. Sin embargo en vez de cabrearse, se esfuerza en intentar tragarse todo y en dejar bien limpito mi pene.

- Me parece que hoy va a ser una noche muy divertida.

- Pienso lo mismo aunque no se para que me has dejado unas bermudas.

Nos reímos ambos y nos fundimos en un apasionado beso a la orilla de la piscina.