En la Penumbra

La más rica experiencia, cargada de amor y placer... Para ti. Deje un mensaje al final.

Besé sus labios lentamente, besé su cuerpo, en la penumbra de su cuarto. Al fondo, muy al fondo, en una esquina había una ligera y tenue luz donde admiraba su precioso rostro.

Estábamos parados, besándonos apasionadamente, sus manos recorrían mi cintura, mis senos aún estaban cubiertas por la ropa, él me apretaba a sus brazos con una fuerza que me excitaba enormemente. Me lubrique….

Caminamos unos pasos para llegar a su cama, sin dejar de besarnos, él me tocó con un amor impresionante, como si fuera su muñeca de porcelana, sus caricias me derretían, me alocaba, de verdad me alocaba.

Caímos en su cama, él quitó mi camisa, mi brassier, me arranco el pantalón y la tanga sensualmente negra, inmediatamente sentí sus manos en esos senos perfectamente redondeados, ahí estuvieron dentro de su mano por horas, los apretaba, los lamía y yo sólo gemía de placer, un placer exquisito.

Lo desnudé como quise, que hermoso espectáculo, ver su cuerpo desnudo, me tocó toda, las piernas, el muslo, los glúteos, la cintura y yo solo me chorreaba de placer, me excite tanto con sus labios que no me podía resistir por mucho tiempo.

Toque su miembro duro, largo, parado, me encanto, me aloque más de lo que estaba, sus piernas pesadas, ahhhh se enrollaron con las mías, me hizo presa de su fuerza, sus labios me presionaron más y más, sentí como me mordía el labio ahhh no aguantaba lo quería dentro, mi lubricante salía a chorros por la ingle, estaba extremadamente mojada lista para ser penetrada por él.

Le abrí las piernas dándole la pauta de su entrada y me respondió, primero con amor, y después poco a poco más rápido y gemía y gemía de placer, su lubricante se revolvió con el mío y me pareció lo más rico de este mundo.

Con los ojos le dije que quería estar arriba que moría por hacérselo, me subí, lo agarré y me lo metí, me dolió, solté un quejido tan rico que hasta yo excitaba más y más y cada vez estaba más mojada.

Mi respiración se aceleraba cada vez más, lo besaba con fuerza pero no era suficiente quería más, quería hacerlo mío 5 o 6 veces, cada movimiento de arriba abajo era riquísimo, me raspaba, me dolía pero lo amaba.

Terminó dentro de mí y eso me encanto, me quite me acosté a su lado y lo besé. Entramos a bañarnos pero entre las caricias, me encendió otra vez y después de ahí ya se imaginarán lo que sucedió.

Sé que cuando lo hagas con alguien más te vas acordar de mi, vamos regresa para hacerlo como antes o te da miedo??? Ya sabes mi correo o mi número. Responde si tienes la capacidad de hacerlo….