En la peluquería del brasileño

Conozco a un brasileño pasivo que me invita a su peluquería, pero no a cortarme el pelo...

Soy A. tengo 22 años. Soy un chico alto, ojos claros, cuerpo normalito un poco delgado, y un pelo castaño claro corto. En cuanto a preferencias sexuales soy activo (y no ando mal de entrepierna), aunque en alguna ocasión he hecho de pasivo, pero en excepciones muy contadas.

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Lo que os voy a contar me pasó el jueves pasado por la tarde. Estaba aburrido en mi casa y abrí Grindr. Me escribió un chico brasileño de 26 años que estaba a menos de 500 metros de mi casa. Es peluquero y tiene su propio local. Me invitó a que fuera a cortarme el pelo y así conocernos, pero decliné la oferta. Insistió y me dijo que fuera al cierre (cosa que hice). Tenía una altura de 1,75 aproximadamente, un cuerpo normalito, ojos marrones y rubio. Se notaba que estaba empezando el gym.

Pasó la tarde y cuando se acercaba la hora me duché y fui (ambos sabíamos lo que iba a pasar). Cuando entré estaba terminando de recoger unas cosas. Me senté a esperar, y cuando terminó cerró la puerta para que nadie nos molestara y apagó la luz. Me cogió del brazo y me llevó a una de las salas de masaje y depilación. Comenzó a besarme apasionadamente mientras me decía guarradas para encenderme.

De la emoció del momento se nos olvidó cerrar la puerta de la sala de masaje, cualquiera que pasara al lado del local nos vería, pero por el morbo no hicimos nada, de hecho nos salimos a la zona de peluquería y nos tiramos en el suelo a comernos y desnudarnos (tampoco había mucha luz en la calle, habría que fijarse muy bien). Una vez los dos ya desnudos nos metimos en la sala de masaje, me tumbó en la camilla y comenzó a hacerme una mamada (una muy buena mamada). Mientras lo hacía, llevó mi mano a su culo para que jugara con él y se lo dilatara.

Estuvo como 15-20 minutos jugando con mi rabo cuando se subió a la camilla y se sentó encima de mi, no sin antes darme un condón y un poco de lubricante. Le entró muy bien (20 minutos dilatándole..como para no jajaja). Me cabalgó como si llevara sin follar meses, gemía muy alto, algo que me pone muy cerdo, lo que hizo que mis movimientos de cadera fueran más brutos.

A continuación se tiró al suelo boca abajo. Me pidió que le destrozara el culo, y así hice. Sin dudarlo, se la clavé de golpe y le follé de forma algo bestia, pero al tío le encantaba. Se agarraba a lo que podía del placer que le estaba dando. Le puse la mano en la boca para ahogar sus gemidos, cosa que aprovechó para jugar con mis dedos (no desperdiciaba una).

Después de un rato así, se subió a la camilla boca arriba y se colocó al borde para que pudiera follarle en esa posición. No aguantó mucho así porque tardó poco en correrse (se pringó hasta la cara, salió un buen chorro de leche). A mi aún me quedaba un poco, así que me dijo que le siguiera follando, que le gustaba. Cuando estaba a punto le avisé, se incorporó y puso su cara y boca a la altura, haciendo que me corriera en esa zona. Terminó limpiándose con los dedos y metiéndoselo todo en la boca.

Fue un polvo express, pero a ambos nos vino muy bien.

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Esta historia es completamente real. Agradeceré cada uno de vuestros comentarios. Si queréis poneros en contacto conmigo podéis hacerlo a través de elchicodepapelazul@hotmail.com

Hasta la próxima