En la parcela 2
- Si, verás, esto es una pequeña sorpresa que me ha dado mi Amo y ahora me gustaría corresponderle, sé que le gustará mucho que estés aquí y que yo te enseñe como comportarte delante de él. - Pero que dices? tu sabes que yo no tengo esos gustos que tu tienes. - Venga ya, tu eres igual de zorra que yo, no me niegues que no te da morbo la situación, si seguro que mientras estamos hablando ya has mojado las bragas.
A la mañana siguiente, ella se despertó temprano, pues acostumbraba a dormir poco, se levantó y fue al salón a ver la tele un rato, para no molestar a su Amo y dejarlo dormir un poco más. Durante la noche, una idea le estuvo rondando por la mente, así que cogió el móvil y llamó a su prima. - Si?. - Te he despertado?. - Que va, estaba peinando a mi madre que va a salir ahora. - Vale, mejor, estaba pensando una cosa y por eso te llamaba. Estoy en una parcela con piscina, increíble, es preciosa, te apetece venir? estaremos hasta esta tarde, creo, así puedes aprovechar y darte una baño en la piscina, que yo se lo mucho que te gusta, jeje. - Ummm......... no es mala idea, no. Donde esta la parcela? le digo a mi hermano que me deje allí. Le dio la dirección y tras un rato de conversación banal y unas risas, colgaron despidiéndose con un: - en un rato estoy ahí. Ella contenta, se dirigió nuevamente a la habitación y volvió a meterse en la cama, abrazándose a su Amo. El hecho de estar cerca de él, la ponía caliente y sin poder evitarlo, empezó a acariciarlo, por el pecho, bajando por el abdomen, hasta llegar a una de las zonas del cuerpo de su Amo que más le gustaban, su poya, comenzó a acariciarla, primero pasando su mano abierta por los huevos, para luego recorrerla con su palma, hasta llegar a la punta, donde la rodeó con su mano y la apretó. Bajó su mano sin dejar de rodearla y luego la volvió a subir, ese mismo movimiento, lo hizo varias veces, siempre muy lentamente y sin dejar de mirar la expresión de su Amo, el cuál había empezado a despertarse con unos tímidos gemidos. Abrió los ojos y la miró sonriendo, sigue perrita, sigue, le dijo, pero sigue con tu boca de comepoyas y ella obedeciendo, se metió bajo las sabanas, acomodándose entre sus piernas y aproximando su boca a la poya de su Amo, sacó la lengua y empezó a lamerla, mojándola con su lengua, para luego una vez más, metérsela en la boca de manera ansiosa, a lo que su Amo respondió agarrándola de la cabeza. - Tranquila perrita, que quiero disfrutar y despertarme relajadamente, sin prisas, no pares, pero no vayas rápida. Y ella se afanó en comerle la poya lentamente a su Amo para despertarlo poco a poco, aunque como estaba impaciente, pues su Amo aún no sabía nada de la llamada que había hecho, no tardó en apresurar sus movimientos, antes los cuales, él gimió más fuerte y no le puso ninguna objeción a ese cambio de ritmo. Tras un rato notó como las piernas de su Amo se tensaban, para después tensar todo su cuerpo, hasta que un chorro de leche chocó en su garganta y luego otro y otro, mientras el cuerpo de su Amo se relajaba poco a poco. Asomó la cabeza por entre las sabanas, relamiéndose, mientras su Amo le dedicaba una gran sonrisa y le decía: - Ya tenías ganas de desayunar, no perrita? - Ohh! si Señor, estaba sedienta y tenía ganas de una buena ración de leche calentita. Que ri....... Les interrumpió el timbre de la puerta. Y la sonrisa y rapidez de ella al levantarse, lo hizo sospechar. Lo dejó sorprendido y aún en la cama y se acercó corriendo hasta la puerta. - Hola Marta! que pronto llegas, pensé que tardarías más, esas son las ganas que tienes de meterte en la piscina, no? jajajaja. - Jajajaja, estoy deseando, con lo que me gusta una parcela con piscina lejos de las miradas de curiosos, como me conoces, cabrona, jeje. - Se lo mucho que te gusta, por eso te llamé, pero hay una pequeña condición si te quieres bañar. - Ah! si? - dijo toda extrañada. - Si, verás, esto es una pequeña sorpresa que me ha dado mi Amo y ahora me gustaría corresponderle, sé que le gustará mucho que estés aquí y que yo te enseñe como comportarte delante de él. - Pero que dices? tu sabes que yo no tengo esos gustos que tu tienes. - Venga ya, tu eres igual de zorra que yo, no me niegues que no te da morbo la situación, si seguro que mientras estamos hablando ya has mojado las bragas. - Bueno, la verdad es que si que me he puesto un poco cachonda al pensarlo, me da un poco de morbo la situación, pero es que tú eres mi prima. - Ya, pero por hoy no lo seré, hoy te enseñaré a complacer a mi Amo, así que ya estás moviendo ese culo de cerda al salón y quitándote la ropa, zorra. Sin dar crédito a lo que había oído de labios de su prima, se dirigió al salón, se quitó la ropa y se sentó. Cogió un cojín y se tapó lo más que pudo, pues no era muy grande, se sentía expuesta, indefensa, desprotegida y estaba deseando que su prima volviera porque se sentía sola en un sitio extraño y no le gustaba la sensación, aunque no pudo evitar el palpito que su coño sintió y lo excitada que se puso ante tal situación. - Amo - dijo, entrando en la habitación - tengo una sorpresa para Usted, en agradecimiento por haberme traído aquí, hay alguien esperando en el salón y estoy segura de que le va a gustar, me acompaña? - Claro que sí, pero ven - dijo cogiendo el collar. Se lo puso, cogió también la correa y le dijo mientras la enganchaba al collar. - Quiero que vayas a la par mía, sin separarte de mi pierna. - Si Señor - dijo ella mientras giraba la cabeza y le lamía la mano. Cuando entraron por la puerta del salón, él se quedó muy sorprendido de ver a Marta allí sentada y sin ropa. - Señor, me da permiso para levantarme? - Claro que sí, perrita, es tu sorpresa, haz lo que creas. - Muchas gracias, Señor, si quiere, podría sentarse en ese sillón, estará mucho más cómodo. Se levantó y se dirigió al sofá donde estaba su prima sentada, la agarró del brazo y la levantó tirando de ella. - Quien dijo que podías sentarte, zorra estúpida? te dije que te desnudaras y me esperaras en el salón, nunca dije que te sentaras. Marta se sorprendió y no supo reaccionar, se levantó y se dejó hacer, su prima la obligó a ponerse de rodillas, arrancándole el cojín del regazo, cosa que hizo que se sintiera mas expuesta aún, sobre todo delante de aquel extraño que la observaba con cara de vicioso, se notaba que estaba encantado con la escena, advirtió una enorme erección bajo la bata que llevaba, dedujo que no llevaba ropa interior y extrañada se volvió a excitar. - Has visto como pusiste el sofá? está todo manchado, no dirás que no estás excitada y caliente, verdad cerdita? anda ven - dijo tirándole del pelo - lámelo y déjalo bien limpio, que no es nuestro y no me gustaría que mi Amo pasase vergüenza alguna por culpa de una puta viciosa que no supo controlarse. La dejó lamiendo el sofá y se acercó a su Amo, al cual vio refregándose la poya con su mano, vio la erección que tenía y no pudo evitar una sonrisa triunfal, al ver lo mucho que le estaba gustando. Se puso de rodillas delante del sillón y él se acercó a ella, la cogió de la barbilla y la besó. - Me gusta mucho tu sorpresa, perrita, sabes que estoy deseando? que traigas a la cerda de tu prima hasta aquí y le enseñes a ser una buena comepoyas como tú. - Ahora mismo, Señor, solo me acerqué a preguntarle si le gustaba la sorpresa, pero ya me contestó sin haberle preguntado, gracias - y se inclinó dándole otro beso. Volvió a levantarse y se dirigió a su prima, que aún seguía lamiendo el sofá, le acarició el pelo y le dijo que lo había dejado muy limpio, luego la agarró fuerte y tiró de ella, haciendo que la siguiera a 4 patas hasta donde estaba su Amo. - A ver, cerda, a mi Amo le gusta mucho una buena comepoyas y yo estoy segura de que tienes potencial para serlo, seguro que te gusta tragar poyas, así que ahora mismo, lo que tienes que hacer es acercarte a 4 patas hasta mi Amo, te colocas entre sus piernas y cogiéndole la poya con delicadeza, te la llevas a la boca y te la tragas hasta el fondo, lentamente, luego la vas a sacar de tu boca de puerca y la vas a lamer despacito y estarás así un buen rato, lamiendo y tragando poya, hasta que lo hagas bien o hasta que mi Amo te diga otra cosa y para que veas y aprendas, te voy a hacer una demostración. Se colocó y llevándose la poya a su boca, bajo la atenta mirada de su prima, se la metió hasta la garganta, aguantando la arcada, luego la lamió y miró a su Amo y aunque no pudo evitar querer ser ella la que siguiera comiéndole la poya a su Amo, se controló y se separó, haciéndole un gesto a su prima para que se acercase y empezase con su tarea. - Ah! si te da alguna arcada, te la aguantas, pero no dejes de tragar poya, vale perra? y si en algún momento, mi Amo se dirige a ti y te hace alguna pregunta, tu contestarás con respeto y lo llamarás Señor. Mientras su prima se afanaba y aprendía como ser una buena comepoyas, ella se colocó de rodillas al lado del sillón. - Perrita, tú no, zorra estúpida, no te he llamado a ti, quien te dijo que pararas? - Si, Señor? - Date la vuelta y ponte a 4 patas, quiero jugar con ese coño de cerda que tienes, que seguro que estará todo mojado y chorreando, deseando que lo folle, verdad perrita? - Ohh! claro que si Señor, mi coño está chorreando, deseando que Usted lo folle. Así, que mientras su prima aprendía a comer poya, ella estaba disfrutando de su merecido premio, con los codos apoyados en el suelo y las piernas bien abiertas, su coño todo mojado estaba bien accesible para su Amo, el cual se lo estuvo follando con un par de dedos, mientras ella no dejaba de moverse. Después de unos minutos, sacó los dedos de su coño y le dedicó unas caricias a su clítoris y los gemidos de ellas se elevaron mas fuerte. - Señor, tengo muchas ganas de correrme, deja que me corra? - Ohh!! has sido buena y te estás portando muy bien, pero aún no tienes permiso para correrte, así que ni se te ocurra. - Ohh!! por favor, Señor, se lo ruego, deje que me corra. - He dicho que no, perra, date la vuelta, ven y limpia mis dedos, bueno, mejor no, se los daré a tu prima. Agarró a Marta del pelo, que aún seguía en su tarea y le acercó los dedos a la boca. - Estás aprendiendo muy rápido y bien, tienes una buena maestra, me ha gustado mucho como lo has hecho, aunque aún tienes que mejorar. Déjamelos bien limpios, anda, zorra estúpida. - Si, Señor - dijo ella tal y como su prima la había instruido anteriormente. - Muy bien zorras, ahora me apetece salir al jardín, así que seguidme a 4 patas. Antes de salir, rebuscó en los cajones de un aparador que había en el salón y cogió lo que andaba buscando, se dirigió al jardín y se paró al lado de un árbol, se acercó a su perrita y le ofreció un rotulador, sin necesidad de decirle nada, ella supo que hacer y bajo la atenta mirada de su Amo le dijo a su prima: - Muy bien, zorra, de momento has sido una buena comepoyas, a mi Amo le ha gustado lo bien que has aprendido, ahora quiere usarnos como su retrete y este rotulador es para un juego, voy a pintarte unas puntuaciones y luego me las pintaras tu a mi, así mi Amo se divertirá apuntando , tu tendrás que quedarte muy quieta, para que él no falle, no rechistarás y cuando termine, tendrás que decirle la puntuación. Le dibujo un 5 en cada brazo, en cada pecho, en la barriga y en cada pierna, luego le dibujo un 10 en cada pezón, en el pubis y un 20 en la barbilla, le ofreció el rotulador e hizo lo mismo que su prima le había hecho a ella. - Muy bien cerdas, ahora tendréis que ir diciéndome a que lugar queréis que apunte, pero tened en cuenta que no apuntaré a la que hable, sino a la otra, empieza tú Marta. - Uhmmm.... - dijo nerviosa - en los pechos Y él orinó en los pechos de su perrita, mientras ella se quedaba totalmente quieta. - Ahora tú, perrita, donde quieres que le mee a la zorra de tu prima? - En su barriga de cerda, Señor. Y él dirigió el chorro a la barriga de Marta, mientras ella intentaba quedarse quieta, sin lograrlo, puesto que era la primera vez que alguien la usaba como retrete y no se sentía demasiado cómoda. - A ver zorra estúpida, donde quieres que le apunte ahora a mi perrita? - Pues igual que a mi, Señor, en su barriga de puerca - dijo Marta soltándose un poco más Y nuevamente, él apuntó a la barriga de su perrita. - Espero que llevéis bien la puntuación, sino tendréis un castigo por inútiles, por no saber hacer una simple suma. Venga perrita, donde quieres que apunte ahora? - Señor, apúntele a los pezones, seguro que hasta le gusta a la muy zorra viciosa. Y sin vacilar, comenzó a orinar apuntando a los pezones de Marta - Jajajaja, mira como le gusta, que zorra eres, dime, donde quieres que apunte ahora? - A la boca de la puerca de mi prima, Señor. - Muy buena elección, puta, ya casi estoy a punto de terminar y no quería dejar de orinar en la boca de alguna de las dos, así que venga perrita, abre esa boca de puerca comepoyas que tienes, que ahora la voy a usar como mi retrete. Y tras abrir la boca y sacar la lengua, comenzó a notar como la meaba y como le caía chorreando por el cuello y los pechos. Marta comenzó a sonreír, pensando que se iba a librar. - Tu puerca, no te rías y abre la boca. Sin darle tiempo a reaccionar, comenzó a mearle en la boca, la cual no le había dado tiempo a abrir, llevándose el resto del chorro que le quedaba en los labios y en la barbilla. - Como no te dio tiempo a abrir la boca, zorra inepta, no contaras esta puntuación. Cuanto ha sido, perrita? - 35 puntos, Señor - Y tu zorra, cuantos puntos? dime - 20 puntos, Señor - Ummm..... que poca puntuación, te daré 13 puntos más para que iguales a mi perrita y así no te lleves un castigo, si vienes y me la limpias con tu boca inútil de comepoyas Y Marta se acercó, se puso de rodillas y le limpió la poya con su lengua, hasta dejarla totalmente limpia y sin un solo rastro de orina. - Que divertido ha sido, ahora dejaré que os bañéis un rato en la piscina, que se que os gusta mucho y estáis un poco sucias del césped, así que primero daros una ducha y luego os zambullís un rato en la piscina, en 20 minutos os quiero nuevamente en el salón, que tengo ganas de correrme y lo haré en vuestras bocas de comepoyas y en vuestras caras de puerca, entendido? - Si Señor - contestaron las dos al unísono. Una tras otra se pusieron bajo el chorro de agua que salía de la ducha que había al lado del borde de la piscina y luego se metieron en la piscina. - Joder, tia - dijo Marta - ya te vale, estoy de lo más cortada. - Y? acaso lo has pasado mal?, no, verdad? si estás de lo más caliente y de lo más cachonda, perra. - Jajajajajaja - rieron las dos a la vez. - Anda, luego volveremos a bañarnos, vamos para adentro, que mi Amo nos estará esperando y le gustará que lleguemos antes de que hayan pasado los 20 minutos que nos dejó para bañarnos, pero tenemos que entrar a 4 patas y nos dirigiremos hacia él y nos colocaremos delante suya, de rodillas, sentadas sobre los talones, las manos a la espalda y esperaremos a que nos de una orden, seguramente querrá que le comamos la poya hasta que se corra, seguramente antes de correrse se levantará y terminará él pajeándose y apuntando donde quiera correrse, tendrás que quedarte quieta y abrir la boca. Ambas se dirigieron al salón a 4 patas, su Amo estaba sentado en el mismo sillón de antes y las dos se colocaron de rodillas delante de él, sentadas sobre los talones y con las manos a la espalda, tal y como habían hablado anteriormente. Su Amo las miró y sonrió, se levantó y se acercó a su perrita, se agachó y mirándola a los ojos le dijo: - Te has portado estupendamente, la has enseñado muy bien, se nota que conoces como me gusta una buena comepoyas y lo mucho que me divierte usar a una buena zorra como mi retrete particular, ahora quiero que empieces a darle caña a tu coño de zorra, pero antes, quiero que le digas a la puerca de tu prima que se de caña en ese coño de cerda que tiene. - A ver, zorra, mi Amo quiere que le demos caña a nuestros coños de cerdas, ábrete bien de piernas, como una buena puta y dale caña con tu mano. Ambas comenzaron a hacerlo, mientras él se colocaba delante de ellas, se dirigía a Marta agarrándola del pelo - Abre la boca, puerca y trágate mi poya tal y como mi perrita te enseñó, pero no quiero que dejes de darle caña a tu coño de puerca. Marta comenzó a comérsela, mientras él dirigía el movimiento, con la mano en su pelo, haciendo que fuese más y más rápida y metiéndosela hasta el fondo, provocándole varias arcadas. - Perrita, para un momento de masturbarte y cogete un par de coletas, como sabes que me gusta y luego sigue con lo que estabas haciendo. Una vez con las coletas cogidas, se acercó a ella, mientras Marta seguía masturbándose cada vez más caliente y excitada, ya empezaba a tener ganas de correrse, pero de momento no dijo nada, pues sabía que no le darían permiso. Su Amo la agarró de las dos coletas y mientras ella iba abriendo su boca, él le iba acercando su poya, hasta que la alojó totalmente dentro de ella y comenzó a follarla sin parar y sin darle respiro alguno, sabía que ella aguantaría la caña que le diera y así le daría ejemplo y enseñaría a Marta como es una buena comepoyas. Cuando notó que tenía ganas de correrse, soltó las coletas de su perrita y se situó enfrente de las dos, agarrándose la poya, sin necesidad de decirles nada, ellas abrieron sus bocas y sacaron sus lenguas y justo él empezó a correrse, primero en la boca de su perrita, luego en la boca de Marta y por ultimo, apuntó a las caras de ambas. Su perrita se acercó a lamerle la punta de su poya para limpiarlo y una vez que terminó, dijo entre jadeos: - Señor, podemos corrernos? seguro que la puerca de mi prima está igual que yo, deseando correrse. - Claro que si, podéis correros para mi. Y ambas comenzaron a gemir cada vez mas fuerte y alto, mientras se corrían, ambas quedaron agotadas, tiradas en el suelo, entre gemidos, con la respiración agitada, intentando recuperar el aliento. - Lo has hecho muy bien, perrita, la has enseñado muy bien, ahora acompáñala al baño, ayúdala a bañarse y luego vuelve aquí. La dejó vistiéndose, porque llamaron a la puerta, era su primo, que había venido a recoger a su hermana, ya era la hora en la que habían quedado, así que se despidieron y se marcharon. Ella fue a buscar a su Amo, que se encontraba en el salón. - Ven aquí - dijo señalando sus rodillas, y ella fue a colocarse entre ellas en el suelo - no, no, ven aquí - dijo y la acogió en su regazo y la acunó acariciándola durante un rato y luego la llevó y la bañó con él, la ayudó a vestirse, se vistió él y abandonaron la casa. - Gracias, Señor, muchas gracias por traerme a esta parcela tan bonita. - De nada, perrita - le dijo dándole un beso y abriéndole la puerta del coche para que entrara..........