En la oscuridad, los ojos que no ven...
En la oscuridad, los ojos que no ven, cuerpo que si siente así se llamaba aquel misterioso bar en el que las vibraciones del sexo salvaje, anónimo y explícito se podían palpar por las calles más recónditas de aquella ciudad.
"En la oscuridad, los ojos que no ven, cuerpo que si siente" (Inicio)
El bar estaba lleno de gente. Nereida y BumBum tomaban algo en una esquina de aquel bar. El ambiente estaba cargado, y hacía mucho calor a pesar de los pobres ventiladores que había repartidos por todo el local.
El KissKissKillKill era conocido por el ambiente tan vintage y por la música que le caracterizaba de los años 50 y 60 que ponían así como rockabilly. La gente que lo frecuentaba se caracterizaba, por lo que parecía que ese bar se había quedado anclado en aquellos años. Posters de anuncios de la época y hawaianas adornaban las paredes. Incluso el camarero se jactaba por parecerse un poco a Elvis.
Nereida era una mujer de pelo corto y negro, cortado recto y el flequillo en forma de pico. Siempre vestía de negro riguroso que hacía contrastar con su ted blanca y sus gruesos labios rojo carmesí. Ese día había elegido una elegante falda de tubo negra con una chaqueta que descansaba en la silla y una blusa de mangas cortas semiabierta. Sus infinitas piernas estaban decoradas con unos preciosos y altos tacones negros con un lazo pequeño a modo de detalle. Tenía los rasgos muy marcados y duros, dando aspecto de una"dominatrix" en toda regla.
BomBom era una belleza asiática. Hija de un americano y de una japonesa, había ido de Erasmus hasta España, y en la universidad había conocido a Nereida. BomBom no se llamaba así, en su pasaporte rezaba Yuko Cho, pero en su circulo de amigos nadie la llamaba así desde que en unas prácticas había explosionado por error unas pequeñas cantidades químicas produciendo un agujero en la mesa. Hoy iba vestida con unos pantaloncitos vaqueros cortos, unas sandalias rojas con cuadros haciendo juego con su blusa de manga corta. Su melena negra estaba recogida hacia tras con un pañuelo rojo.
Llevaban toda la tarde bebiendo y parte de esa magnífica noche de primavera. El bar estaba situado en el centro de la ciudad, en una calle donde había varios bares alternativos. Cuando por fin acabaron aquel Sex on the Beach que habían pedido cada una para darle la guinda a una ronda de mojitos, cubatas y caipiriñas.
Nere, vámonos ya, al final vamos a llegar tarde como siempre.- dijo BumBum consultando el reloj.
Que se esperen, siempre estamos puntuales y acabamos esperando mínimo una hora. Por esta vez, que los que esperen sean ellos.
Mmm... podríamos ir dando..una vuelta, el centro por la noche en esta ciudad es guay con sus luces y esas cosas- dijo BumBum sacando un mapa de la ciudad.
Llevas aquí medio año y aún vas con ese mapa?- Dijo Nereida recogiendo su chaqueta.
Y te quejarás!- exclamó BumBum mirándola torciendo el gesto- La última vez me agradeciste que tuviese este trozo de papel guardado cuando no sabias por donde se volvía a casa desde aquella fiesta.
Su amiga la sonrió culpablemente y agarrándola de la mano salieron a la calle.
El aire primaveral hacía que no apeteciese ponerse ningún abrigo y disfrutar de esa frescura sin frió.
Nereida tropezó y se empezó a reír agarrada a Bumbum del brazo.
Ay... demasiado alcohol esta tarde...
Jajajaja, Nere, no te descontroles, que perderás tu fama...
Va, ¿y cuando no la he perdido desde que salgo contigo?- preguntó Nere dándola un besin en los labios a BumBum.
Maldita potencia bisexual...-dijo Bumbum entre risas, empezando a caminar.
Sabes, siempre me ha hecho gracia que la primera frase que te escuché decir en perfecto castellano fue esa frase y referida a mí...
Por que será...
Ay...BumBum, que pena que no seas más lesbiana...
Y siguiendo con la conversación y entre risas se encaminaron a la otra parte de la calle, donde en un pequeño parque habían quedado con sus compañeros de universidad para salir de fiesta.
Pero antes de llegar, BumBum se fijó en un bar donde solo había un cartel "en la oscuridad ,los ojos que no ven, cuerpo que si siente y una puerta negra.
-Nere... mira ese bar, ¿alguna vez lo habías visto antes?
Nereida se paró y miró en la dirección donde su amiga le indicaba. Arrugó el ceño.
-No me había parado nunca a fijarme... ¿quieres ir a ver?
-Es un poco siniestro...- comentó BumBum cautelosa. Pero se encaminaron hacia allí.
Abrieron la puerta y encontraron un habitáculo muy pequeño, con una mujer sentada leyendo un libro con unas gafas de media luna en su cara. La mujer no debía de rondar más de los cuarenta. Iba vestida con un vestido corto y ceñido, de una tela brillante.
Al verlas levantó la vista del libro.
-Bienvenidas, ¿Qué buscáis?
Acabamos de ver el cartel... y nos ha intrigado, ¿Qué sirven aquí?
Depende de lo que vengáis buscando...- dijo la mujer sonriendo amablemente. Su cabello recogido en un moño le daba un aire muy elegante.
¿Que quieres decir?- preguntó BumBum con mucha curiosidad.
Este es un bar un poco...peculiar. Cada dos semanas abrimos dos noches seguidas, y en el... podréis encontrar cualquier placer que os podéis imaginar. No hay restricción ninguna más allá de lo que la otra u otras personas os permitan. Todo desde la discreción y el anonimato otorgado por las salas sin luz o apenas luz.
Ambas miraron estupefactas a la mujer.
Oh... muchas gracias...nos lo pensaremos.
Es una pena que no queráis probar..-dijo la mujer mirándolas- pero sois libres de hacer lo que queráis- añadió colocándose de nuevo las gafas de media luna y prosiguiendo con la lectura.
BumBum y Nereida salieron y no dijeron ninguna palabra más hasta llegar donde sus amigos y al cabo de unas horas la noche se dio por finalizada.
Nereida no dejó de darle vueltas en toda la mañana cuando amaneció en su pequeño departamento. Solo de imaginar las cosas que se harían allí dentro hacia volar su mano hasta su sexo. Introdujo la mano en su cultote negro y empezó a acariciarse soltando su imaginación... por encima, superficialmente, hasta que finalmente buscó su clítoris y empezó a moverlo con dos dedos, haciendo una suave presión en él. Tanteó con la mano libre hasta su mesilla y sacó un consolador de el. Era negro y suave, con un tacto muy parecido al de la piel. Iba a introducírselo su teléfono móvil sonó. Era BumBum.
Hola .
Buenas Nere... ¿Que tal amaneciste?
Más bien atardeciste... son casi las 5-dijo Nereida mirando el reloj de la pared.
Jajaja, si... yo también me acabo de despertar. Oye...Nere... ¿has pensado algo sobre... aquel lugar?
Mas o menos...-dijo Nereida mirando el consolador de su mano.- Te pica la curiosidad ehh...
Un poco... pero me da reparo, a saber la gente que debe de ir a esos sitios...oye, ¿quedamos esta noche?
No lo se, esta noche pensaba quedarme en casa, que mañana voy a levantarme pronto a estudiar.
Bueno, si sales me llamas, estaremos por el Kiss.
Vale, un beso bombón-se despidió Nereida.
Levantó el consolador y se quedó mirándolo pensativa. Aquel sitio...
Mordiéndose el labio se levantó de la cama. Un impulso morboso y cargado de hormonas la dominó en ese momento. Iría esa noche.
El resto de la tarde pasó y llegaron las nueve. Nereida se vistió con una falda negra más corta vaquera, unas botas altas y una camisa encima de una camiseta negra. Cogió el pintalabios y con unas diestras pasadas, se pinto sus carnosos labios de rojo fuego.
Salió de casa y en poco más de media hora llegó al lugar, y la misma mujer, esa vez con un vestido violeta y el pelo suelto la recibió.
Tenía la grata intuición que volverías...
¿Cuanto hay que pagar?- preguntó Nereida directamente.
Suave cariño, aquí nada se hace con prisas...-dijo la mujer riéndose mientras dejaba el libro encima de la mesa abierto por la página por a que estaba.- Son 400 euros, pero no pongas esa cara preciosa, porque es un abono para tres meses. La primera vez, es totalmente gratuita. Entras, pruebas y si te gusta pagas, si no, no vuelves y te marchas a casa.
¿Y que me voy a encontrar?
Lo que tu lujuriosa mente quiera... solo tienes que ponerte un alias, ponerte esta pegatina-dijo señalando un taquito de pegatinas negras al lado de un rotulador permanente plateado- y entrar. La primera sala está iluminada. Allí puedes tomar algo, charlas.. lo que quieras. Luego hay más salas, dependiendo de lo que busques... Entonces... ¿quieres probar?- pregunto sonriendo la mujer de un modo misterioso.
Por que no...-dijo resuelta Nereida. Cogió en rotulador y puso en su pegatina "Aracne"
Bonito mote...-comentó la mujer mientras veía como se lo colocaba en la camiseta. Nereida solo la sonrió, y tras un gesto a modo de despido se adentro en la puerta que estaba medio camuflada a su mano izquierda.
El bar era morado, negro y rojo. A excepción del suelo y la barra, todo era de terciopelo. Butacas, sofás y sillas se extendían por aquel lugar. Un poco gente charlaba animadamente. Nereida o Aracne ahora, dudó pero finalmente se dirigió a la barra. Un atractivo camarero de mediana edad la saludo.
-¿Que va a tomar, Aracne?
-Un BloodyMery.
Un par de minutos más tarde, estaba sentada en un taburete morado oscuro bebiéndose el cóctel y pensando muy nerviosa que qué demonios haría allí.
-Tranquila cielo, es normal cuando entras en este sitio- le dijo el camarero sonriéndola al tiempo que limpiaba la barra de madera marrón oscura y lacada.
Ya... también es que nunca había entrado en un lugar como este.
Hay pocos como estos. Es decir, hay fiestas alocadas, quedadas con amigos en busca de sexo, internet... pero como estos... hay pocos.
Nereida sonrió y se volvió al camarero.
-¿Y cual es tu mote?
-Barman, por supuesto.-dijo riéndose. La risa de Nereida se le unió relajándose visiblemente. Inspeccionó bien a su interlocutor. Debía de tener treinta y muchos. No era extremadamente guapo pero era muy atractivo. Con el pelo no muy corto y despeinado, ancho de espaldas, ojos color miel y unas manos trabajadas.
¿Y que buscas exactamente, por si te puedo ayudar?
- Pues... no lo se exactamente.
Para empezar te aconsejo la puerta numero uno. dijo señalándola con la cabeza.
¿Qué hay?
Eso es una sorpresa, pero está bien cuando estás empezando, para pillarle el morbo y empezar un poco despacio... siempre y cuando sepas donde estás.
Muchas gracias Barman- dijo Nereida acabando la bebida de un golpe.
Suerte.
Nereida fue titubeante hasta la puerta. Miro en rededor, pero nadie la prestaba atención.
La puerta numero 1.
La habitación estaba casi insonorizada al sonido del bar. Pero en cambio si que se escuchaba gemidos y susurros y algún que otro gritito. No había apenas luz, y la poca que había daba a ver una gran tela de terciopelo morada oscura, así como el suelo de baldosas negras, que absorbían casi toda la luz. En la tela enorme y larga de terciopelo, había aperturas. Muchas estaban cerradas con una cremallera, y algo se movía dentro, otras estaban abiertas. Se metió en una del medio y cerró la cremallera.
Era un pequeño habitáculo de 2x2 metros, con una luz muy muy tenue que apenas daba a ver las formas del lugar. Había varias aperturas por las telas de alrededor.
-Hola?-dijo susurrando.
Y a modo de contestación apareció un pene enfrente suya por uno de las aperturas. Nereida dio un respingón, y poco a poco lo entendió. Un agujero oscuro...o varios.
Nereida se excitó. Sexo con un desconocido, que no sabes quien es, ni como es, solo lo que importa en ese momento.. placer, lujuria e instintos básicos.
Nereida sonriendo en aquella pálida oscuridad se agachó y agarró aquel miembro. Empezó a masajearlo. Era grueso, como a ella le gustaban.
Al momento una mano apareció a su lado buscando algo...
Nereida se quitó la camisa y la camiseta, y se acercó un poco. La mano tomó su pecho izquierdo y empezó a masajearlo, acariciándole el pezón y dándole pequeños pellizcos. Esto la empezaba a calentar a Nereida. La mano era suave y estrecha, como la de una mujer.
Bajó la cabeza y empezó a chupar aquella polla que había aparecido de la nada. La dio unos lametones suaves, a lo largo de ésta, y se la metió en la boca, moviéndose acompasadamente. La otra persona movía la pelvis un poco acompañándole sus movimientos.
-Oh... vaya labios más suaves tienes...-dijo la voz dueña de aquel falo.
A modo de contestación, siguió succionando aquella verga anónima, ensalivándola entera. Con una mano le inició unas caricias en los huevos, lentamente, mientras pasaba la lengua como si fuera un helado largo de hielo, bajando hasta la base y lamiendo los huevos de el hombre.
La mano de mujer alternaba los pezones, sacando las tetas del sujetador. Se los tocaba, retorcía y daba pellicos.
-Acércate...-dijo una voz femenina que salía de aquella y suave mano.
Sin soltar la polla se movió un poco de rodillas y metió ambas tetas por dos agujeros en la tela. Unos labios que se movían extrañamente hacia delante y hacia tras como si algo..o mejor dicho alguien la estuviese dando por detrás, aprisionaron un pezón y lo succionaron como si bebieran el más rico líquido. Daba pequeños tironcitos en los pezones con los dientes, para luego metérselo en la boca y mover la lengua haciendo círculos. Se ayudaba de una mano para sujetar la teta cerca de la boca.
La mano libre de Aracne masturbaba aquella polla perfecta al mismo ritmo, de los vaivenes de la mujer misteriosa de labios soberbios. Ésta al cabo de unos segundos empezó a succionar con más fuerza ahogando unos gemidos y gritos de placer en las tetas de ella, agarrándolas con fuerza y mordiendo los pezones. Finalmente la mujer tuvo el orgasmo y la soltó.
-Un placer- oyó del otro lado de la tela.
-Igualmente....-pudo decir antes de que otra polla, una más fina pero más larga asomó por la parte trasera.
Aracne estaba extremádamente húmeda. Aquella humedad tenía mojado casi toda la parte baja su cullotte , y sintió un impulso. Metersela.
Se levantó y se quitó la ropa interior para volver a arrodillarse. Arrimó la boca al nuevo falo y empezó a chuparlo. Le cabía en la boca y un poco parte en la garganta. Arrimó su culito a la brillante y ensalivada polla desconocida y se restregó para dar a entender que quería. Su anónimo compañero sexual no se hizo de rogar, y dirigió a tientas su miembro hasta que tras unos pocos intentos se la insertó.
-Mmmmmmmmmm- se oyó decir a Aracne con la boca llena. Dos manos salieron de ésta y la cogieron de la cabeza.
Hace tiempo que nadie me la comida... así que estoy lleno y cargado, y todo será para ti..
Lejos de asquearse, Aracne apretó el ritmo, al tiempo que era follada, no hay otra palabra más literal para decirlo, por el otro hombre. Su polla embestía salvajemente su sexo, haciendo golpear sus testículos contra el pubis de ella con violencia.
Una mano juguetona salió a espaldas de Aracne del mismo hombre anónimo y empezó a jugar con su agujerito del culo.
Tienes un culo de lo más follable...-comentó pasando el dedo por el.
Puedes meter un par de dedos si quieres... pero más sin lubricación no.-dijo Aracne separándose un momento de la polla amiga invisible.
Como tu quieras- añadió. Con un dedo abrió un poco su ano y lo introdujo con suavidad, cuando estuvo dentro lo empezó a mover sacándolo y metiéndolo.
Aracne se volvió a lamer la verga que tenía enfrente suya. La metía, la sacaba, se metía solo la punta y succionaba, luego hasta la base, llegando a la garganta.
Quieres mi leche? Eh? Lo quieres putita?
Llámame putita de nuevo, y te vas a quedar con el recuerdo de mis dientes en ella...-dijo Aracne sin enfadarse en exceso.
Perdona, Pero sigue mamándomela..estoy a punto de correrme- Aracne se la volvió a meter en la boca y siguió moviéndose con ella en la boca.
El dedo se había multiplicado, ahora eran dos, moviéndose y dilatando su culito...al tiempo que le embestía el dueño de esas manos con su vigorosa verga.
-Oh dios.. si... bébetelo... trágatelo todo... empezó a gemir el otro, haciendo movimientos más rápidos y bruscos. La boca de Aracne se lleno de semen. Era verdad que el hombre estaba cargado. Decidió tragárselo todo y dejársela limpia.
El otro al oír a su compañero invisible correrse aumentó más si cabe sus embestidas y con dos dedos en el culo de Aracne empezó a tener su orgasmo.
Ella notaba el liquido caliente llenándole las entrañas y saliendo por sus piernas. Demasiado semen en una misma noche en un solo cuerpo. Con tanta fuerza, y tanto roce, ella también empezó a sentir que llegaba al sumun del placer, estallando en gemidos y gritos .
-Ohh, siii, mñas fuerte! Oh dios, sigue!!! Hasta el fondo!!- exclamo desatada, sintiéndose follada casi por los dos lados.
Cuando el hombre acabó sacó su falo y con el más semen resbaló por las piernas de Aracne hasta el suelo.
Había sido sublime, morboso, lujurioso, salvaje...y porque no, sucio, pero maravilloso.
Los hombres se retiraron. Aracne se vistió tambaleate y salió. Volvió al bar, allí había gente nueva. Sudorosa , otra con marcas de carmín y arañazos, otros aún abrochándose algún botón. ¿Quienes de ellos habrían sido sus compañeros por media hora?
Se sentó en el sofá.
-Cada sesión de una hora, se pasa y se limpia todo- dijo Barman a su espalda mirándola, y haciendo un esto a su comisura de la boca. Aracne se llevó la mano a ella y se quitó un poco de semen que se le había quedado.
Sonrió con vergüenza, y éste le guiñó un ojo.
Tomó algo de nuevo, pasó por el baño para arreglarse u poco y salio a donde estaba la mujer, que despedía en ese momento a una pareja de mujeres.
¿Y bien?
-Acepta tarjeta?
Siempre- contestó sonriendo muy divertida.
Volvió a casa en taxi... y de camino escribió a Bumbum un sms.
Nena... dentro de quince días te llevo al lugar más parecido a una bacanal que puedes encontrarte en esta ciudad... y solo he visto una puerta.
La contestación de su asiática amiga... no se hizo esperar.