En la obra
Este fue uno de los primeros relatos que escribi con el cornudo de mi marido, se publico hace años en una conocida revista del sector. Trata sobre mis primeras aventuras en el sexo y aunque es fantasía, es verdad que en aquella época yo pasaba cada día por delante de una obra en mi barrio.
Un dia que iba de compras pase por delante de unas obras. Llevaba una falda de esas que se atan a la cintura y un golpe de viento hizo que se abriera. Mis piernas quedaron al aire por completo y los operarios pudieron verme, por un momento, incluso las bragas. Me dijeron de todo lo imaginable. Acelere el paso pero una idea empezaba a rondarme por la cabeza. Y por mi coño que lo notaba empapado solo de pensarlo.
El lugar de la obra era un sitio perfecto. No me pillaba cerca de casa. Al dia siguiente volvi, por la tarde, esta vez con minifalda y me pasee descaradamente delante de ellos.
Algunos, al estar metidos en una zanja pudieron verme claramente las bragas e incluso los pelos del coño que me salian por los lados del minusculo tanga que llevaba. Se quedaron tan asombrados que no atinaron a decir nada, auqnue con la mirada ya lo decian todo.
Me di la vuelta para que pudieran verme el culo y me fui dejandolos con un palmo de narices y bien calientes.
Al dia siguiente volvi a la obra. Justo al pasar por delante me “cai” al suelo. Al instante se acercaron tres a ayudarme a levantar. Me preguntaron si me habia hecho daño y les dije que me dolia un poco el tobillo. Les pregunte si podia sentarme un momento para descansar y me acompañaron a una de esas barracas amarillas que tienen todas laso bras. Era su vestuario.
Me sente en el banco tocandome el tobillo. Uno de ellos se arrodillo delante de mi y con la excusa de darme un masaje, separo ligeramente mis piernas para verme bien el coño, sin demasiado disimulo. Me masajeaba el tobillo, pero no apartaba los ojos de mi coño, bien a la vista al ser las braguitas completamente transparentes.
Llevaba una minifalda tejana, con corchetes, y al separarme la piernas se me habian abierto casi todos, quedando solo los dos de la cintura. Los otros dos no me quitaban ojo de encima, hasta que uno de ellos dijo que a lo mejor me habia dado un golpe en otra parte del cuerpo y que seria mejor comprobarlo. Me levante y les diej que si, que esos golpes era mejor examinarlos bien.
En un instante me quitaron la falda, al intentar quitarme la camisa me rompieron un boton asi que les hize para, tenia que salir vestida de alli, yo misma me fui desabrochando la camisa, boton a boton, mientras ellos ya se habian desnudado. Pude ver tres cuerpos peludos y sudados, pero con unas buenas pollas que ya estaban bastante tiesas.
Me acabe de quitar la camisa dejandola en el banco, cuando uno de ellos dijo que ya estaba bien de tonterias y me arranco de un tiron las bragas. Fue como un disparo de salida. Los tres me rodearon sobandome con fuerza. Metian sus dedos en mi coño y en mi culo. Desde luego si queria poco refinamiento lo iba a tener.
Dos de ellos me hicieron arrodillar y chuparles la polla. Me las metia en la boca, pasando de una a otra, como si fueran polos. En eso estaba cuando escuche a uno de ellos gritar desde la puerta a otros compañeros para que vieran lo que tenian y pronto tres mas se sumaron a la fiesta. Queria marcha, pero aquello se mei ba de las manos, pero ya no tenia salida. Estaba en pelotas delante de ellos y nada podia hacer. No tuve mas remedio que seguir adelante. O siguieron ellos, porque desde ese momento fui como una muñeca hinchable en sus manos.
Me tumbaron en el suelo y separandome las piernas, uno de ellos me la clavo hasta dentro de un solo golpe, mientras otro me acercaba la polla a la boca para que se la chupase. Los otros cuatro tocaban lo que podian, me estrujaban las tetas y pellizcaban mi coño, cuando note una gran corrida en mis entrañas, el tio se retiro, pero ocpo enseguida su lugar follandome con la misma violencia.
Tenia el cuerpo deshecho cuando el de mi boca se corrio en ella, haciendome tragar toda su corrida. El semen me caida por los labios. El que me esta follando salio de mi y se tumbo en el suelo, me hizo poner encima de él, clavandome su polla hasta los cojones, asi mi culo quedaba a la disposicion del siguiente, pero cuando esperaba sentirla en mi ano, note como su capullo se apoyaba en la entrada de mi coño, que ya estaba ocupado. Apreto hata que senti su capullo entrar en mi, me dolia mucho, gritaba, pero siguio apretando hasta metermela toda dentro.
Tenia dos pollas en mi coño. Veia las estrellas de dolor, pero tambien de placer. Realmente me encantaba aquello, disfrutaba con mi dolor. Otro me la acerco a la cara y sela chupe. El que ya se habia corrido se acerco a mi culo y sin yo esperarlo empezo a darme manotazos en mi culo. Los golpes resonaban en la barraca, todo me dolia horrores, el coño, el culo, mis pezones que eran estrujados con saña por el tio al que le estaba chupando la polla, pero el placer tambienera enrome y no sabia las veces que me habia corrido.
Los del coño se movian cada vez mas depirsa haciendo que mi dolor y mi placer aumentaran, hasta que se corrieron los dos practicamente a la vez, dejandome el coño inundado de la leche de los tres tios que por alli habina pasado y abierto como una cueva. Pero el de mi boca no se habia corrido, asi que me la saco y me la metio en el coño, pero sus amigos lo habian dejadotan abieto que decia que no me sentia.
-Aquí debe caber una mano. Exclamo
Los otros le animaron a hacerlo, yo me negaba, pero dos me sujetaron y separaron mis piernas mientras el otro, de rodillas delante de mi emepzo a meter dedos. Primero dos haciendolos girar. Los saco y juntandolos todos empezo a apretar con fuerza. Uno de los que estaba mirando, se me acerco y empezo a tirarme de los pelos del coño. Nuevamente gritaba de dolor y de placer , mientras sentia como la mano entraba en mi. Los demas le gritaban animandolo hasta que escuhe a uno exclamar:
-La muy zorra la tiene metida hasta la muñeca.
No la veia, pero sentia los dedos moverse en mi interior, tuve un orgasmos tan fuerte que crei desmayarme.
Cuando me saco la mano los seis se fueron turnando para qle les dejara la polla limpia como los chorros del oro.
Nos vestimos y me dejaron salir de la barraca, volvi a casa como pude, me dolia el coño, pero el placer habia sido increible.