En la luna de miel perdimos el control
El desgraciado se giró y en un movimiento que ninguno de los dos alcanzamos a detener, pezcó de las tetas a mi esposa y comenzó a apretarselas.
Era la segunda semana de nuestra luna de miel, mi ahora esposa y yo habíamos ido a varias ciudades de los Estados Unidos, entre ellas la ciudad de New Orleans, donde coincidimos con el famoso festival Mardi Grass, que es conocido por ser un despliegue de degenere bastante fuerte. Y ese año no fue la excepción.
Caminabamos como a las 11 de la noche por la calle Bourbon, yo estaba extremadamente entretenido, había visto unos 20 pares de tetas y algunos cuantos traseros femeninos al aire en los pasados 20 metros, cosa que no le agradaba mucho a mi esposa. Nos detuvimos en un grupo de gente que hacía un circulo y nos fuimos colando hasta el frente. Este círculo era diferente a los demás, ya que normalmente las chicas estaban al centro y los chicos de alrededor les iban colgando collares para que ellas enseñaran su par - en este caso era alrevés - Un grupo de jovenes de entre unos 20 y 28 años calculo yo, estaban al centro del circulo. En las manos tenían una cantidad enorme de collares de todos colores - casi no podían con tantos en la mano - y ellos eran los que escogían a quien de las mujeres que los rodeaban le ofrecerían collares por enseñar - por un momento quice ser uno de ellos -
Llevabamos unos minutos en el círculo, habíamos visto ya a 3 chicas mostrar sus senos y moverlos para recibir el mayor número de collares, inlcuso la última de ellas ofreció mostrar su trasero por 5 collares más, a lo cual el chico había accedido - ese trasero enfundado en una tanga color púrpura me puso bastante caliente cuando lo vi -
No había terminado de ver a la chica cuando noté que un joven de color, de unos 25 años se acercóa mi esposa y le ofreció un collar - el hecho me causó mucha gracia - mi esposa le hizo una señal de no con la cabeza, a lo cual el chico respondió ofreciendole un collar más. Mi esposa volvió a hacer la señal de negativa, mientras en el grupo se comenzaban a escuchar gritos en inglés que la motivaban a mostrarlas. - la realidad es que de entre las que estaban ahi mi esposa era de las mejor dotadas, eso es algo que a mi me encanta de ella, es una copa C muy bien formada. - Yo sabía que ese día en vez de llevar bra, llevaba una de esas blusitas interiores que levantan muy bien los senos, asi que me acerqué a ella y en el oído le dije: Anímate, al cabo no conocemos a nadie. Mientras yo le decía eso y ella con cara de sorpresa me miraba, el chico le ofreció dos collares más. La gente de alrededor seguía motivando, asi que decidí tomar la iniciativa yo.
Me puse detrás de mi esposa y tomé su blusa de arriba de su cintura, hice la finta de que la iba a levantar y el grupo pegó tremendo grito, además de dar algunos aplausos. Mi esposa comenzó a reír y me gritó: ¿qué te pasa?. A lo que yo respondí: Te las voy a sacar, vamos a ver como reaccionan - mi esposa solo se comenzó a reír - Le pegué un jalón hacia arriba a su blusa y el par de tetas de mi mujer quedaron al aire moviéndose de un lado a otro. La multitud que nos rodeaba comenzó a aplaudir y mi esposa a reír más fuerte. La tomé de la cintura y comencé a mover su cuerpo de un lado a otro para pasear sus tetas al aire, y luego ella misma se comenzó a mover de arriba a abajo para que le temblaran. Los aplausos no paraban, asi que decidí continuar el espectáculo. Subí las manos por el estómago de mi esposa y empecé a sobarle los pechos entre una serie de gritos de la gente a nuestro alrededor. Cuando la solté quedamos los dos en un mar de risas por lo que acababamos de hacer, ella se quedó con las tetas de fuera y el chico se acercó a colgarle los collares que le había ofrecido. - pero entonces cambió nuestro panorama de risa -
El chico le colgó los collares a mi esposa, se giró hacia mi y me entregó 3 collares a mi. - no entendí lo que buscaba - se los acepté y fruncí el ceño como en señal de duda, misma que me disipó en un segundo. El desgraciado se giró y en un movimiento que ninguno de los dos alcanzamos a detener, pezcó de las tetas a mi esposa y comenzó a apretarselas - el grito de la gente fue aun más fuerte - Y apesar de que mi esposa hizo por soltarse, el joven continuó manoseandola, se acercó a ella y comenzó a hacer un baile con movimientos sensuales rozando su miembro contra mi esposa. Mi reacción no fue violenta, sin embargo tomé a mi mujer del brazo y la jalé hacia mi para llevarmela de ahi cuanto antes.
Cual sería mi sorpresa que entre mi brazo y mi mujer se metió una tremenda rubia, más alta que yo, y de unas formas espectaculares. La presencia de la chica hizo que soltara a mi esposa, y la rubia comenzó a bailar también sensualmente frente a mi mientras se levantaba la blusa. Entre todos los collares que llevaba puestos enseñó un par de tetas más grandes que las de mi mujer, y aunque les faltaba un poco de firmeza, tenían unos pezones hermosos. Sin dejarme revirar comenzó a golpearme el pecho con sus tetas mientras con sus manos inspeccionaba mi cuerpo de arriba a abajo. - la gente aplaudía y gritaba como loca ante aquel espectáculo - Yo tenía la preocupación de mi esposa, asi que evadía a la rubia para observar en donde estaba ella. Lo poco que pude ver fue que mi esposa estaba de frente a mi, viendome, con el chico detrás de ella y sus dos negras y grandes manos manoseando a placer las tetas de mi mujer. - parecía estar disfrutandolo ya que me sonrió cuando nuestros ojos se encontraron. -
El círculo se cerró encarcelandonos a ambas parejas y quedamos con un espacio pequeño donde los 4 nos tocabamos a placer. La rubia jugaba con mi cosa sobre el pantalón mientras yo ya había comenzado a manosear sus tetas. En menos de un minuto la rubia se dejó caer al suelo de rodillas y comenzó a desabrocharme el pantalón. - No opuse resistencia al movimiento. Cuando mi visión quedó libre al quitarse la rubia de enfrente, vi a mi esposa y al chico fundidos en un tremendo beso lleno de pasión, manoseandose, mi esposa con el torso desnudo y el chico con una visible erección que no se cansaba de tallarla contra la humanidad de mi mujer. Me recorrió una sensación que nunca había sentido antes, era entre coraje y una tremenda excitación por lo que estaba viendo. En un despliegue de rabia ayudé a la rubia con su trabajo y terminé de desenfundarme el pene - se escucharon gritos muy fuertes - la tomé del cabello y prácticamente se la metí toda en la boca. La rubia comenzó a darme un placer enorme, era una experta con el sexo oral. Mi posición me permitía disfrutar de lo que me estaban haciendo mientras disfrutaba también de ver a mi esposa con el chico.
El joven puso a mi esposa de espaldas, la agachó un poco y comenzóa bombearla sobre la ropa como simulando estar teniendo sexo de pie, mientras le daba una nalgadas en cada bombeada que hacía. Mi esposa estaba detenida de las manos de otra chica que la ayudaba a no irse hacia el frente mientras jugueteaban con ella. Luego, él comenzó a jalar la falda de mi esposa hacia abajo, queriendo bajársela, pero el cierre, que estaba por enfrente no lo dejó, asi que se la subió hasta la cintura dejandola solo en las panties rosas que traía puestas.
Al mismo tiempo la chica seguía chupandome la cosa mientras jugaba con mis bolas. Por detrás de mi sentí al menos unas 4 manos diferentes que pellizcaban mis nalgas - desgraciadamente nunca pude ver si eran de hombre o de mujer - Tomé a la rubia del cabello y la jalé arriba indicandole que se pusiera de pie, y asi lo hizo. Y dandole la vuelta a la chica copié el movimiento del muchacho, le subí la falda, y le tumbé las braguitas hasta media pierna. Comencé a golpearle las nalgas a la rubia con mi cosa dura - todo esto entre una serie de gritos de la multitud, algunos ya se escuchaban violentos, pero no podía ver entre tanta gente -
Volteé de nuevo con mi esposa y seguían en lo mismo, vi que el chico aun tenía guardada la verga, asi que decidí hacer un movimiento antes de que mi esposa fuera más profundo en esto: Jalé a la rubia hacia donde estaban mi esposa y el joven y la empujé contra el para que la tomara en sus brazos. Sin mover a mi esposa de posición tomé sus panties y tallandole la verga en sus nalgas comencé a bajarselas. - la gente emitía ya gritos que no dejaban oir nada más - Pasé la mano por la rajita de mi esposa y la sentí completamente mojada, asi que no dudé ni un minuto y en frente de más de 50 personas se la metí. Mi esposa pegó un tremendo grito de pasión e inmediatamente comenzó a sacudirse para sentirla mejor.
Mientras tanto giré mi cabeza para ver a nuestros competidores. El negro ya tenía en el suelo a la rubia, y en posición de perrito la comenzaba a penetrar fuertemente.
Por más de 20 minutos le dimos a la gente un espectáculo gratis que no habrían visto en el mas degenerado de los lugares de alrededor. El primero en terminar fue el chico, seguido inmediatamente por mi y mi esposa. La rubia estaba tan ebria, que probablemente no sintió nada de lo que le hicieron.
Al cabo de un minuto el circulo se desintegró, nos vestimos los 4 y tomamos caminos separados. Mi esposa y yo no volvimos a recordar ese episodio nunca más en la vida.