En la finca de mi tio
Pase una excelente estancia en la finca de mi tio, donde mi primo me calentaba todas las noches.
Les contare algo que sucedió hace mucho tiempo, pero que aun lo mantengo en mi mente como si fuese sido ayer, pues resulta que siendo todavía un chaval, cometí el gran error de tomar el carro recién sacado de la agencia a mi padre, con resultados que no se pueden imaginar, el carro quedo semi destruido, pero afortunadamente yo no tenia ni un rasponcito. Pero mi padre se puso tan furioso y que me envió a trabajar a una finca de café de un tío con quien casi no tenía relación, y como en ese momento no sabia lo que ocurriría lo considere el peor castigo que me podía poner.
Pues todo ocurrió sin ninguna novedad me alojaron en el cuarto de un primo que en ese momento no estaba, el cuarto era bastante cómodo solo que como era una zona montañosa hacia un frió increíble que la pequeña cama se me hacia gigante cuando era de madrugada, en la época de cosecha de café hace mucho frío en mi país, y mi tío por instrucciones de mi padre me levantaba a las 5 de la mañana.
Cuando mi primo al que no conocía llego de su viaje, me cambio mi estado de ánimo, porque era el tipo con el que yo había tenido todos mis sueños húmedos hasta esa fecha. Pues el me dijo que le fuera desocupando la cama y que allí había una pequeña colchoneta, en la que me podía acomodar, me dio tanta rabia, pero termine aceptando pues no tenia otra salida, mi primo era unos 5 años mayor que yo y era musculoso trigueño ojos verdes, bueno el tipo era un adonis.
La primera noche hacia tanto frío que me levante y le suplique que me dejara subirme a la cama pues no podía aguantar mas, se sonrió maliciosamente me dijo que si eso es lo que quería pues que apagara la luz y me acostara, sin imaginar lo que pasaría me acosté en una orilla y el casi de inmediato me arrimo el pene a la pierna y empezó a frotarse contra mi, seguramente el pensó que yo me apartaría pero hice todo lo contrario, le agarre aquel enorme pedazo de carne y lo empecé a acariciar, con una mano lo acariciaba a el y con la otra me masturbaba yo que ya estaba a mil, el me dijo al oído que si quería mamarlo, yo no le dije nada solamente me baje y sin muchas vueltas me metí aquella delicia en mi boca, el solo gemía y me acariciaba el cabello, no me decía nada mas hasta que me dijo fuerte que ya se iba a venir, mi reacción natural fue que retire mi boca, pero el sostuvo mi cabeza fuertemente hasta que acabo dentro de mi boca, luego me vine yo que hasta ese momento había rosado mi pene con sus piernas, me trague toda aquella delicia abundante que salio de esa hermosa verga.
Pase una hermosa estancia en la finca de mi tío porque mi querido primo me quitaba todas las noches el frió de una manera que jamás podré olvidar siempre que terminábamos de tener sexo me dormía placidamente en sus brazos