En la fiesta con Judith

Fuí a la fiesta con mi novia y encontré a su compañera de clase que tiene el mejor par de pechos que he visto.

Aquella noche se estrenaba la casa de una compañera de clase y amiga de mi novia, al principio no quería ir pero al final terminé accediendo. Al llegar en la puerta nos esperaba la anfitriona, una tía un poco gilipollas bastante fea pero con una boca que hacía honor a su fama de zorrona. Pero no fue ella la que me alegró la noche, nos tomamos unas copas y al rato entró ella, Judith, una maciza con un vestidito ajustado con un enorme escote que dejaba ver todo el esplendor de sus pechos, no llevaba sujetador y sus dos pezones como galletas maría estaban bien duros por el frío de la noche.

Nada más verla una idea se me pasó por la mente, a esta tía me la tengo que follar hoy como sea. En ese tipo de cosas me pongo muy cabezón y termino consiguiendo lo que me propongo.

Al presentarnos no perdí la oportunidad de tocar esos pechos que fueron mi obsesión toda la noche. Durante la conversación no quitaba ojo de esas tremendas tetas, ella se dió cuenta y me sonrió guiñandome un ojo, esta putita quería juerga y yo estaba dispuesto a dársela.

Mientras mi novia estaba hablando con dos de sus amigas y yo aguantaba la conversación de un plasta de turno pude ver como Judith se dirigía a los servicios del pisito, sin pensarmelo dos veces me dirigí hacia el aseo, y tuve una excelente visión del culo que más tarde probaría, con ese vestido tan ajustado se le marcaban las dos nalgas perfectas del culo, y hasta la tirilla del tanga.

Cuando entré me encontre una escena sensual, ella con las bragas bajadas y sentada en la taza, con el ruido de la música ella no se había dado cuenta, cuando se levantó y se limpió el coñito, mi polla se puso como una estaca, lista para atacar. Mientras se estaba arreglando frente al espejo me acerqué por detrás y pegue mi polla a su culo agarrando a la vez su par de tetas, ella se asustó en un principio pero su cara se convirtió en puro vicio al comprobar que era yo quien la asaltaba.

Me quedé un rato sobando aquellas preciosas tetas a través del vestido, pero pronto le bajé los pequeños tirantes, dejando a la vista frente al espejo sus maravillos pechos, Judith es morena de piel, con pelo castaño, aproximadamente 1'60 e altura, y un culo tremendo, redondo con volumen, como pidiendo que se la metan hasta el fondo, tiene unos ojos languidos, sensuales y una boca con unos labios de viciosa que me ponen loco. Cuando le quité el vestido se quedó solo con el tanguita, la giré para lamer esos inmensos pezones, quería comermelos enteritos, cogerlos, estrujarlos, chupar y chupar esos pezones duros y grandes, lamí y chupe la base de los dos pechos, ella mientras gimiendo de placer mientras se metía los dedos por debajo del tanga, los saco y lo puso en mi nariz, un olor a coño dulce e intenso, que despues metió en mi boca, para que saboreara. Seguía cogiendo sus pechos eran y son mi obsesión.

Después la puse de espaldas y le baje de un tirón el tanga(que me guardé de trofeo y aun huele a su coño)lo metí en mi bolsillo, y ella se inclinó hacia delante dejando ver su coñito rapado reluciente, húmedo, con un ano perfecto un poco abierto, seguro que está acostumbrada a que se la metan por ese lindo culito.

Me lancé a comerme ese tremendo coñito, lo tiene como me gusta, rapadito, con unos labios mayores gordos, abultados, como diciendo que te los comas, recorrí todo su coño metiendo mi lengua por su húmeda vagina, me comí su clitorix una y otra vez no paraba de soltar un flujo exquisitamente sensual, también no pude resistir comerme su culito de putita, saqué mi polla y la puse en la entrada de su culo, de una sola vez se la metí hasta el fondo, ese culo era de una puta, no había duda, mi polla se ajusto sin problemas y esos que la tengo gruesa, la zorra de Judith se quejaba de placer, no paraba de pedirme más y más, estube entrando y saliendo un buen rato, su culo se dilataba más y más en cada embestida, menuda hija de puta viciosa, me puso a mil no quería correrme, quería que disfrutara también su coñito que estaba húmedo y abierto como una flor.

La saqué de su culo y la metí a la fuerza en su coñito, que calor más maravilloso el del culo de putita que tiene, disfruté una y otra vez, una vez más, no podía para de metérsela, ella mientras me recordaba el morbo que le daba que se la estuviera metiendo el novio de su compañera y amiga, yo comencé a metérsela entonces con más fuerza, y le dije:- Si putita??te da morbo??? pues quiero que te bebas mi leche!!!

Se la volví a meter por el culo, quería que aquella zorra probará el sabor de mi polla y mi leche mezclado con su propia mierda, la metí más profundo que antes, sacando mi polla manchada con su mierda de puta, se arrodilló ante mi, y después de una sola vez se metió mi polla manchada con su mierda en la boca, relamiendo bien, limpiandola toda, menuda guarra es esta tía, pero que buena está chupó mi polla con fuerza mientras me masturbaba, hasta que no pude aguantar más y cuando mi polla estaba en el fondo de su garganta, esta tía la mamaba como me gusta, mamada extrema hasta la garganta, con el capullo rozando las paredes de su garganta, me corrí con un gran chorro de leche, que engulló perfectamente, grandes chorros bajaron por las paredes de su garganta, siguió mamando hasta que me vació por completo limpiando muy bien mi polla.

Cuando terminó, la levanté, se puso el vestido y le di una palmadita en el culo sobándolo de nuevo, salió del servicio y después salí yo. Cuando llegue donde estaba mi novia vi a Judith hablando con ella y riendo, y Judith besó a mi novia en la boca un beso con lengua, es que son muy amigas, a si que mi novia ya sabe como sabe mi leche mezclada con la mierda de Judith, creo que le propondré un trio con Judith, mi puta favorita.