En la espera
Aguardando a que llegues.
En la espera
En el instante en que me abandonaste,
dejaron de volar los pájaros
y el tiempo se detuvo, acuchillado por la melancolía.
Desde entonces, a mis ojos,
el sol vaga sin rumbo ni destino:
es una piedrecilla,
en un bote azulado de hojalata,
que agita un niño loco.
En el momento en que me dejaste,
la ley de la gravedad se adormiló en un rincón cualquiera
y las montañas volaron como serpentinas.
Ahora
el aire se come en la mano
y la ilusión se muerde las uñas impaciente,
porque sé, amor,
que ya estás en camino
y vienes hacia mí con uno u otro rostro,
con unos u otros besos,
con una u otra traza.
Abriré mis poros y mis muslos
para recibirte, amor.
Serás en mí
latido, savia, oasis,
me llenarás la sangre de nidos y hojas verdes.
El universo entero
recobrará su ley y su estructura,
y todo estará en orden, cuando llegues.