En la cuarentena III

La continuación de lo que paso con mi padre en la cabaña

hola vuelvo a escribir nuevamente después de mucho tiempo y para recordarles soy una chica de 20 años, delgada ya que me encanta el ejercicio, tengo unas nalgas bien formadas y mis pechos son grandes la verdad, no tengo experiencia en el sexo y aun soy virgen, esta historia ocurrió con mi padre hace tiempo y quería continuar ya que muchos me estuvieron pidiendo y preguntando que paso después de la conversación que tuve con él.

Después de hablar con mi padre pasaron un par de días y el ya no hacia nada de masturbarse o gemir durante la noche y me quedé más tranquila, me dije a mi misma que hice bien haber hablado con él para que las cosas vayan mejorando y ambos nos sintiéramos más cómodos.

Una mañana desperté a preparar el desayuno ya que hacia bastante calor, note que mi padre seguía dormido así que me fui a nadar un poco para calmar el calor, llegué al pequeño rio cerca a la cabaña y me fui quitando el short y top, aun permanecía un poco oscuro y como estaba sin brasier me quite el top y solamente me quede en ropa interior que suelo usar cachetero de encaje, nade un poco de la forma más normal, me sentía muy cómoda hasta que el sol empezó a salir y salí del agua cuando vi que mi padre se iba rápidamente a la cabaña, efectivamente no se desde que momento mi padre me estuvo espiando y pensó que no me había dado cuenta, volví a la cabaña pero el salía del baño como si recién se hubiera despertado, no le dije nada en ese momento y deje que el día transcurriera.

Al llegar la noche me quede dormida y desperté para nuevamente escuchar unos leves gemidos de mi padre, pero a diferencia de las otras noches los gemidos tenían algo más raro, decía mi nombre despacio mientras gemía, me asusté la verdad, no sabía si levantarme y decirle que estaba haciendo o quedarme callada, pero recordé la conversación que tuve y que él tiene necesidades y es una forma de aliviarse así que lo deje e intenté dormir.

A la mañana siguiente hice el desayuno y al momento de estar en la mesa hablé con el:

YO: papi no se como decirte esto, pero anoche escuche nuevamente unos ruidos de ti.

PAPÁ: lo siento hija – lo dijo muy nervioso y agachando la cabeza – no pude aguantarme y como la vez pasada te explique es una forma de calmarme.

YO: papá yo no te juzgo, pero me molestó un poco que dijeras mi nombre, no sé en qué estarías pensando para hacer eso y me pone mal haber escuchado eso de mi propio padre.

PAPÁ: hija sabes que yo no quiero mentirte, pero es que esta soledad me tiene así, además mírate, has crecido mucho y ya no eres una niña, eres toda una mujer muy guapa y sexy, no se que me pasa, pero últimamente te veo mucho.

YO: papá, pero soy tu hija, eso que dices y piensas esta mal, piensa en como me siento yo también.

PAPÁ: nena lo siento mucho pero solamente te digo la verdad y lo que siento en realidad.

YO: ¿dime algo y quiero que me digas la verdad, ayer en la mañana yo fui a nadar y no se si fue mi imaginación, pero me estabas espiando?

PAPÁ: ehm hija discúlpame, yo salí a bañarme y te vi nadando y no pude evitar ver la mujer en la que se ha convertido mi hija, nena debes pensar lo peor de mi, pero en mi cabeza estas tú – me vio directamente a mis pechos – no se hija, me calmare pronto, este encierro tampoco ayuda.

YO: te entiendo un poco papá, pero no es bueno que me espíes y si quieres masturbarte hazlo en algún lugar donde no pueda oírte, por favor papá.

PAPÁ: gracias por ser tan comprensiva y me alegra que nos estemos entendiendo bien, déjame decirte que eres una mujer muy guapa y muy inteligente.

YO: gracias papi, se que tienes problemas, pero eres un buen padre y no quiero verte triste o solitario, en mi tienes a una hija y una amiga.

PAPÁ: una hija muy guapa y una amiga sexy jajajajaja

YO: basta papá – me sorprendió que dijera eso, pero me parecio divertido – bueno papi que disfrutes tu desayuno.

PAPÁ: gracias hija, disfruto más la compañía que el desayuno mi amor.

Me fui de la mesa a caminar un poco y me sentía más tranquila después de haber hablado con mi padre, pero aun tenia una espina dentro de mí, tenía sentimientos revueltos entre ellos miedo, nervios, tristeza por mi padre así que hable con un amigo para pedir algún consejo y después de tanto pensar acepté ayudarlo, pero no teniendo sexo con el porque en mi mente estaba que eso jamás pasaría sino ayudarlo un poco a que me viera algo más sexy.

Al día siguiente me levante temprano a hacer el desayuno y me puse un short ajustado y solamente brasier, puse el desayuno en la mesa y mi padre despertó y cuando vino a la mesa me vio y se quedo con los ojos en blanco viéndome vestida así por primera vez, lo salude y le dije que el desayuno estaba listo y que empezará ya que yo iría a vestirme, me puse muy pero muy nerviosa, bueno amigos la siguiente parte la contare pronto, gracias por todo.