En la casa del pueblo
Mi amiga, mis dos primos y yo. Sólos en una casa, y borrachos...¿Qué puede pasar?
Todos los veranos iva con mis tios y mis dos primos a su casa del pueblo, a pasar dos semanas. Y ése verano en especial llevé a una amiga. Las dos teníamos 17 años. Élla se llamaba Noelia y yo Laura. Mis primos eran Carlos, el mayor (19), y Alberto, (17) pero al que todos llamabamos Berto.
Como la casa era muy grande, dormíamos los cuatro en una sola habitación, ya que cabían perfectamente 4 camas.
El primer día lo habíamos pasado muy bien, y mi amiga Noe, que era una salida, empezó a decirme que quería enrollarse con primo Carlos y que si tenía la oportunidad, se lo follaría.
Esa noche, nuestros tíos se fueron de parranda, asi que fuimos al supermercado y compramos bebidas. Empezamos a beber y beber, hasta que ya estabamos bastante borrachos, y entonces fue cuando a ella se le ocurrió jugar a prendas. Al principio jugamos todos ya que las pruebas eran del estilo de quitarse ropa y todo eso, y como eran mis primos, no me daba corte. Pero depués pasaron de ser del estilo de sobarle la polla nosecuantos segundo a quien te toque, o el coño. A mí al principio me daba un poco de reparo porque eran mis primos, pero con la borrachera que tenía encima, acepté. Me tocó sobarle la polla 30 segundos a Berto. Al principio, como la cosa era entre primos, pues no pense que eso pudiera excitarme tanto. Pero me equivocaba. Eso me excitabna mucho. Sentir la polla de mi primo, con el que había jugado toda mi vida desde que eramos pequeños... Y a él también parecía gustarle, pues se empalmó enseguida.
Con tanta prueba todos nos excitamos muchisimo. A la media hora, mi amiga y mi primo Carlos, ya se estaban enroyando en una de las camas, medio desnudos, y apunto de follar.
Yo me senté en otra cama a observarlos, y a reirme de ellos, ya que apenas me tenía en pié. La visión de mi amiga y mi primo sobandose, comiendose todo mutuamente, me excitaba mucho, tanto que ya estaba empapada. Empecé a meter la mano por dentro de mi tanguita para masturbarme un poco, cuando derrepente sentí un cuerpo que me abrazaba por detrás, y a la vez que me masajeaba los pechos, me daba besos en el cuello. Al principio no reaccioné, me sorprendio. Pero al rato, no podía más de lo caliente que estaba y le seguí el juego. ¡No me lo podía creer! ¡Yo enrollandome con mi primo Berto! Nunca me lo hubiese esperado.
Me puse en pié. El seguía abrazado a mí por detrás, y seguía masajeandome los pechos. Pero al ponerme depié note un gran bulto que se me clavaba en el culo. Eso me puso a 1000.
Me dí la vuelta y le besé. Su lengua contra la mía hacían círculos, y se perdían en la boca del otro. Poco a poco le fuí echando contra la cama, y le empecé a besar echada encima de él. Desde donde estábamos se oían los gemidos de mi amiga. Con lo concentrados que estaban, no se habían dado cuenta de lo que estabamos haciendo nosotros.
Seguí besandole por el cuello, y bajé, hasta encontrarme con sus calzoncillos. Se notaba un gran bulto en ellos. Los bajé y le agarré la polla con una mano. Y derrepente, y sin esperarlo, el me agarró del pelo y me empujó hacia adelante, hasta que la tube bien metida en la boca. Eso me gustaba, me gustaba sentirme un poco dominada. Así segui un rato, chupando, absorbiendo, y lamiento toda la polla y los huevos de arriba abajo. Derrepente, sentí que se corria en mi boca. A mí no me gustaba mucho su sabor, pero si juguetear con su leche en mi boca.
Yo seguía muy cachonda, y mientras el se reponía,me dedicaba a meterme dos o tres dedos. Al rato, su polla volvió a levantarse. me cogió las piernas, las puso en sus hombros, y comenzó a lamerme el coño cuando derrepente me dijo: "Mira por donde, mi primita no es virgen. ¡Si tiene el coño mucho más abierto de lo que me esperaba!". Y sin darme tiempo a contestar comenzó a pasar la lengua por el clítoris, así que solo le pude contestar con un gemido de placer. Después bajó, y empezó a lamerme el ano. Eso me encantaba. Sentir su lengua alrededor de mi único agujero virgen. Sin previo avisó, escupio en mi ano, e introdujo un dedo. La sensación me resultó muy extraña. Después subió otra vez, y siguió lamiendome el coño, y haciendome dedos hasta que llegué a mi primer orgasmo de la noche.
Mi primo mayor y mi amiga seguían a su labor, así que nosotros no perdimos el tiempo.
Berto me levantó y me puso a cuatro patas. Y derrepente, me penetró, de un solo golpe. Su arremetidas eran muy fuertes, pero a la vez eso me gustaba mucho. Llevaba un ritmo muy rápido, pero cuando yo estaba a punto de llegar al orgasmo, paró. Yo no sabia lo que hacía, pero derrepente sentí la punta de su polla rozando mi ano. "Berto, por aí no, sin lubricante,ni nada, por ahí nunca me han dado" dije yo. "Tranquila primita, que yo te voy a cuidar muy bien" me dijo él. Nunca había pensado que mi primo fuera asi, tan bueno en el sexo, y a la vez tan dominante. Su carácter normalmente solía ser timido y tranquilo, nada que ver con ese momento.
Empezó despacio, muy despacio, pero en cuanto su polla entró en mi culo sólo sentía dolor. Al rato las penetraciones se ivan haciendo más profundas y rápidas. A mi eso no me molaba nada, pero después de un rato enpecé a sentir un placer que nunca había sentido, que seguía que siguiera más y más. Empecé a gemir de placer, pero el orgasmo llegó a su totalidad hasta cuando sentí a mi primo explotar dentro de mi culo, llenarme con su leche. Sacó su polla de mi culo. Entre mis piernas caían hiliyos de lefa.
Así seguimos por la noche, enroyandonos, hasta que no podiamos más.
Al día siguiente nos despertamos los cuatro agotados después de haber estado toda la noche follando, y con una resaca descomunal.
Desde entonces sigo manteniendo esas relaciones con mi primo, y cada día me sorprende más.