En la capital (2)

Continuacion de "En la Capital".

La primera semana del nuevo curso ha pasado sin que me entere. Claro, solo pienso en Rubén y en lo vació que esta mi culo sin él.

Es viernes he acabado de comer y no puedo esperar más. Cojo el teléfono y llamo a Marcos.

-Marcos, este fin de semana jugáis partido, verdad, ¿Cuándo es?

-Jugamos mañana a mediodía, ¿pero vas a venir?

-La verdad que el entrenamiento del otro día me gusto bastante y me gustaría ver un partido.

-Ya se que lo del sábado fue un rollo para ti, pero por que no te vienes hoy y pasas aquí el fin de semana. Todavía tienes tus cosas de la semana pasada y te prometo que te divertirás.

En esas hemos quedado. Mi primo no sabe lo equivocado que esta. Para mí el sábado pasado fue genial y tengo que buscar la forma de repetirlo, si no todo, si en parte.

Me voy para la capital con la ropa de mi primo puesta y una mochila con mis mejores galas, para no desentonar con sus amigos.

-Veo que te han gustado esos pantalones, mira, quédatelos que a ti te sientan bastante mejor que a mí.

-Gracias Marcos, la verdad que no sabia como, pero te los iba a pedir. Me gustan mucho.

-Pues nada. Vamos a dar una vuelta y a ver a los chicos.

Yo estoy encantado, por supuesto solo quiero ver a uno. Allí están todos. Empiezan las bromas típicas de críos. Se meten con mis pantalones diciéndome lo que yo me temía, que son de chica y que ya no se llevan. Pero a mí me da igual. Me siento súper cómodo con ellos y por que no decirlo, me excitan solo de llevarlos. Rubén como siempre esta en una esquina callado, pero cuando le miro, me dedica una medio sonrisa cómplice que solo yo entiendo. Cada vez que le miro me convenzo más de lo guapo que es y de lo que le quiero. Espero que el sienta lo mismo.

En cuanto tengo oportunidad me pongo a su lado y charlamos.

-Me ha dicho Marcos que mañana jugáis.

-Si, ha mediodía, ¿vas a venir a verlo?

-No me lo perdería por nada del mundo. ¿Por que te crees que estoy aquí aguantando a estos?

-Espero que por algo más que el partido de basket.

-Por supuesto.

Los chicos están cerca y no es cuestión de que nos pillen, al menos por ahora.

La hora va para adelante y hay que volver a casa, así que quedamos por la mañana en el partido.

A la mañana siguiente Marcos prepara su bolsa para el partido, y yo la mía.

En ella meto mi peto y me visto con mi ropa que había traído en la mochila.

-¿Donde vas con la mochila?

-Es para darle a Rubén unos discos y cosas que me ha pedido.

-Tú y Rubén os habéis hecho muy amigos, ¿no? No te estarás volviendo raro, no Iker.

-Que cosas dices, es un tío con el que se puede hablar, no como los demás amigos tuyos. Además si me cae bien, a ti que te importa.

-No si me parece genial. Ya es hora de que tenga un amigo. Y si tú así estas a gusto, pues mejor.

Llegamos al campo y el partido va normal. Yo tengo mi plan preparado y espero que no falle. Cuando se acerca el descanso, me acerco hacia la puerta del vestuario y le hago una seña a Rubén, que en ese momento esta en el banquillo, que entiende a la primera. Según suena la bocina se acerca al entrenador y le dice algo, este le da una llave y se viene hacia mí.

-¿Qué le has dicho?

-Que estoy un poco flojo y tengo que ir al baño, me ha dicho que vuelva en cuanto pueda.

Nos metemos al vestuario y cerramos por dentro.

-Recuerda que me debes la mamada prometida.

-Si pero tú me tenias que dejar algo a cambio.

Yo saco los pantalones de mi mochila, y a él se le alegran los ojos y sonriente me dice:

-Ven aquí que te vas a enterar.

Me baja los pantalones y sin tiempo a reaccionar ya me esta chupando toda mi hermosura. La verdad que en una semana ha perfeccionado la técnica bastante. Me ha dejado exhausto e intrigado

-Lo que has aprendido, ¿has practicado mucho?

-Eres tonto, ¿con quien? Me he pasado toda la semana leyendo relatos para aprender, ¿a que esta bien?

-Ha sido genial.

-Tengo que volver al partido. Luego hablamos.

Y guardando los pantalones en su bolsa, me dice que salga yo primero con cuidado.

Una vez en la grada, veo que Rubén vuelve al campo y le da la llave al entrenador, volviendo al banquillo, aunque esta poco tiempo, ya que es fundamental en el campo. Yo cada vez que encesta o roba un balón se que me lo esta dedicando y se me pone dura al instante.

Terminado el partido, los chicos se van al vestuario y yo espero a Marcos, que no tarda en venir.

-Que, ¿vamos a comer? Tengo hambre

-Bien, ¿has quedado para la tarde?

-No la verdad que la gente no esta por salir, con eso de los deberes y que es la primera semana los padres los tienen controlados, ya sabes.

-¿Y que vamos ha hacer?

Con la mamada que me ha dado Rubén en el vestuario me ha dejado conforme por el momento, pero no me hacia a la idea de pasar el fin de semana sin probar su herramienta.

-Pues si te apetece podemos ir al cine.

Yo no lo he visto llegar, pero aparece Rubén y sin mirarme a la cara, le dice a Marcos

-¿Vais a ir al cine? Pues si no os importa, os acompaño, no tengo nada que hacer y parece que nadie más va a salir hoy.

Yo, por supuesto estoy encantado, pero no digo nada y Marcos y Rubén quedan entre ellos para la película y la sesión.

-Pues ya somos tres, ¿de verdad te apetece? –le digo a mi primo.

-Si, esta bien, por mi perfecto.

A la hora convenida estamos delante del cine. Por fin aparece Rubén. Lleva su sudadera amarilla con gorro que tan bien le queda y OH! Dios si no me equivoco lleva los pantalones de peto que le he dado a la mañana. Me pongo súper nervioso, como se de cuenta mi primo me va a pedir explicaciones y no se que le diré.

Mi primo nos pide el dinero y se va a sacar las entradas.

-¿Te los has puesto?

-Si, ¿Qué te parece? me quedan un poco más ceñidos que a ti, pero me gusta, son guapos.

-Pero estás loco. Si mi primo se da cuenta que le vamos a decir.

-Pues la verdad. Que me los has prestado a cambio de una buena mamada.

En ese momento aparece Marcos de nuevo y nos interrumpe. Parece que a Rubén le divierte la situación. Sobre todo lo incomodo que estoy yo. El no sabe que esos pantalones eran de Marcos y que el los conoce perfectamente.

Parece que la cosa se calma. Mi primo no dice nada y entramos en el cine. Rubén da una vuelta de tuerca más y de quita la sudadera, dejando a la vista el pantalón al completo y la desnudez que reina debajo de el.

Marcos le mira, pero no dice nada. Antes de empezar la película, Rubén se va al baño y entonces Marcos me dice:

-Cada día este esta más raro.

Yo hago como que no me entero y sigo con los anuncios y las palomitas.

Cuando vuelve Rubén, empieza la película. En cuanto se ha ido luz, ha empezado a sobarme disimuladamente. A mi otro lado esta mi primo que mira la película, por lo que yo me animo, y acerco mi mano a Rubén. El coge mi mano y la dirige hacia el lateral del pantalón, donde estando sueltos los botones, se tiene acceso fácil al interior. Para mi sorpresa, descubro que entre mi mano y su pene duro no encuentro ningún impedimento.

-Ya sabes que me debes un par de calzoncillos. –me cuchicheo al oído.

Se me pone tan dura que de poco me corro allí mismo.

Mi mano sigue dentro del pantalón pero no me atrevo a moverla. Marcos mira a la pantalla. Poco a poco mi dedo índice comienza a juguetear con el glande de mi amado. Voy cogiendo confianza y mi mano empieza suavemente a masajear esa polla tan caliente que contiene. Rubén se tumba un poco más en el asiento y abre un poco las piernas. Yo miro a Marcos. Alargo mi brazo y alcanzo las bolas de Rubén. Están sueltas e hinchadas. Me atrevo un poco más y sin dejar de mirar de reojo a mi primo deslizo mi dedo por la parte baja de mi compañero de juegos y toco su ano. Rubén da un pequeño respingo que me hace quedarme quieto. Regreso a su glande y termino mi trabajo. ¿No estaba juguetón? Pues a ver como lo hace de bien cuando llegue el final de mi paja, para que no se entere nadie. Saca un pañuelo del bolsillo y lo coloca sobre mi mano sodomizante justo en el momento en que se esta corriendo. Lo se porque su vientre se a contraído. La verdad que ni siquiera a soltado el más mínimo ruido. Poco a poco mi mano vuelve al reposabrazos del asiento. Rubén coge palomitas del tanque que sujeto con la otra mano. Momentos depuse me ofrece una en mi boca que gustoso acepto. Esta húmeda y tiene un sabor amargo. Me recuerda al sabor de su pene y en ese momento estallo dentro de mi pantalón. Voy a llegar a casa todo mojado.

Antes de acabar la peli, se vuelve a colocar la sudadera y abrocha el pantalón.

Salimos del cine.

-¿Qué hacemos ahora? –Dice mi primo –todavía es pronto.

-Lo que queráis -responde Rubén –pero esperarme que voy al baño.

Marcos me mira y me dice:

-Vaya, con que al final si que te has vuelto raro.

-¿A que te refieres? –le pregunte entre nervioso y asustado.

-No me dirás que te ha gustado la película, por que no creo que hayas visto mucho. Te crees que no me he dado cuenta de lo que andáis. Además ¿esos que lleva no son mis pantalones? Sin duda te quedan mejor a ti.

-Creo que te confundes –tartamudeo -serán unos parecidos, los otros están en casa.

En eso vuelve Rubén.

-Chicos, -dice Marcos – Si os parece vamos a mi casa y jugamos a la Play.

Yo viendo la trampa que cae sobre mí intento decir algo, pero Rubén se me adelanta

-Fantástico, así mataremos el tiempo y nos lo pasaremos bien.

No se que hacer. Acabo de mentir a mi primo y seguramente en cuanto lleguemos a casa me exigirá que le enseñe los pantalones.

En el ascensor todavía voy dándole vueltas y no veo la salida. Nos ha pillado en el cine metiéndonos mano. Sabe lo del pantalón y algo esta tramando para dejarnos en ridículo. Que voy ha hacer.

Entramos en el piso. Marcos se adelanta. Seguro que va a mi cuarto a rebuscar en la mochila, pero no, vuelve enseguida diciendo:

-Parece que estamos solos, si alguien quiere algo de merendar, se lo va a tener que hacer él. La Play esta en mi cuarto.

Y se mete en el. Se quita la chamarra vaquera y la tira en una silla, encendiendo la tele.

-¿No tenéis calor? -Pregunta.

Pone un jugo de coches y empieza una partida.

¡A que esta jugando! Yo estoy intrigado y expectante a cualquier movimiento. En eso Rubén se quita la sudadera y la tira en la silla, sentándose al lado de Marcos en la cama y empezando a jugar a la consola tan normal.

Allí están los dos. Mi primo Marcos, sentado al lado de Rubén. Este con mis pantalones puesto y nada más debajo y parece que ninguno de los dos le da la mayor importancia.

La verdad que la situación en lugar de asustarme empieza a excitarme. Rubén es el amor de mi vida, y aunque nunca he visto a Marcos con ojos de deseo, ahora, al saber que conoce la situación y que esta jugando con ella, me empieza a motivar. Además Marcos es un tío aparente y guapo. Las chicas se mueren por el y el juega a menudo con alguna de ellas. Por que no iba él a ponerme nervioso al menos.

En esas estoy, cuando Marcos se arranca y dice:

-Bueno, esto es un poco aburrido, ¿que os parece si cambiamos a algo más entretenido?

-¿Que se te ocurre? –contesta Rubén expectante.

Marcos apaga la consola, enciende el video y de un cajón saca una cinta.

La película por supuesto es guarra. En ella salen escenas de sexo entre hombres y mujeres que hacen de todo.

-Si no os gusta la quitamos ¿eh? –dice entre sarcástico y divertido.

Yo no se que hacer. La verdad que la verga esta empezando a reaccionar, pero no por la película, si no por las expectativas que se avecinan.

-No, no, déjalo, a ver que hace esa ahora con eso tan grande. –Dice Rubén divertido y con una evidente erección- ¡Ala! Es imposible que eso tan grande le entre ahí, a pues si que entra, si.

Yo me muero de risa con sus comentarios.

-Marcos, ¿te importa que me la menee en tu cuarto?

-No, hombre, para eso la hemos puesto, ¿no?

Y escuchando esto, Rubén comienza a desabrochar los botones de su pantalón. Primero los de un lado. Luego, despacio, los del otro. Marcos lo mira con la boca abierta. Suelta los tirantes del peto, haciéndolo caer en sus piernas y dejando al aire toda la hermosura de su miembro. Comienza a meneársela lentamente, con largos movimientos que recorren todo su falo.

En estas Marcos que no sabe si mirar a la película o a Rubén, suelta la cuerda de su pantalón, lo baja hasta los tobillos con calzoncillos incluidos y empieza a machacársela con desesperación.

-Así te vas a correr enseguida –le dice Rubén.

-Es que esto no me motiva de verdad.

-¿Y que te motiva?

-En el cine me habéis puesto a mil, me he corrido y todo pensando en lo que hacíais.

Yo estaba petrificado. Rubén, sin mediar palabra, deja su auto-trabajo y alargando el brazo agarra suavemente el miembro de Marcos empezando una cariñosa paja.

-Ves, así es más agradable y reconfortante.

Seguido, se agacha y abriendo su boca traga poco a poco el miembro de Marcos.

Yo, entre celoso y envidioso tiro de las piernas de Rubén para colocarlo de rodillas frente a Marcos, me coloco tumbado en el suelo, metiendo mi cabeza entre sus piernas me la meto de un golpe en la boca como el experto chupador que soy ya.

Marcos esta alucinado y complacido, viendo y sintiendo a Rubén comerle el aparato y a mí hacerle lo propio a su amigo.

Al momento se corre frenéticamente y Rubén se la limpia como solo sabe hacerlo él y su lengua. Se gira usando como eje su polla clavada en mi boca y se traga el mío ahora.

-Joder –dice Marcos- esto es la hostia, desde cuando estáis enrollados vosotros.

Yo, sin dejar de disfrutar de la mamada, me saco la polla de la boca y le contesto que desde el Sábado, que no me fui a mi casa sino a la de él. Mientras sigo dando lametones a mi tesoro. Y que nos lo pasamos genial.

Rubén dejo su trabajo y le comento:

-Si quieres podemos enseñarte algunas cosillas que hemos aprendido.

-¿De verdad? ¿Y son igual de buenas que esta?

Nos incorporamos de un salto. Cierro la puerta de la habitación con pestillo por si acaso. Rubén leyéndome el pensamiento, ya tiene a Marcos sobre la cama y le esta levantando las piernas y acomodándole en la nueva postura.

-¿Qué vais ha hacer? He leído que duele mucho.

-Calla y disfruta que no te vas a enterar.

Y agachándose delante de su hoyo comienza a chupárselo con frenesí. Yo mientras tanto hago lo propio con el de Rubén y lo preparo también para la cogida. Al ver que el pene de Marcos comienza de nuevo a reaccionar y que este esta nervioso debido al trabajo de lengua y manos de Rubén y oliéndose lo que se le avecina, me acerco a ella y empiezo a comérsela para relajarlo. Cuando Rubén esta listo y empieza a atacar con su taladro, Marcos gime como una perra. Otro buen trabajo. Yo me pongo detrás de Rubén y en una de sus venidas aprovecho y le ensarto mi carajo. Esta nueva situación complace plenamente a Rubén, que lejos de achicarse, se crece y aumenta el ritmo de sus movimientos y con ello mis entradas y salidas de su culo. Como puedo agarro la polla de mi primo y según se la toco este se corre abundantemente en su propio pecho. Esta ido, con los ojos en blanco y medio inconsciente de placer. Esto provoca una cascada de semen, primero Rubén en el culo de Marcos y luego yo en el de Rubén.

Nos quedamos los tres sin aliento tumbados en la cama. Ha sido increíble. Mi primo recupera el habla y nos comenta lo mucho que ha disfrutado, ninguna tía le ha hecho gozar así nunca.

Como mis tíos no tardaran en llegar, Nos vestimos y seguimos con la consola hasta la cena, hora en que se va Rubén, eso si, antes nos hace prometer que no vamos a jugar nunca sin él. Lo cual cumplimos celosamente. Y a cambio Marcos nos pide que le enseñemos todos los trucos del juego, cosa que prometemos cumplir cuanto antes.

Mis tíos están encantados de que nos llevemos tan bien. Por supuesto ellos piensan que hablamos de la consola, por lo que hablamos libremente delante de ellos, lo cual a mi personalmente me pone súper cachondo.

Pueden comentarme si debo seguir relatando nuestras vivencias o no. Muchas gracias.

ikeradan@hotmail.com