En la camioneta

La faena con mi cuñado sigue, y ahora parece no terminar...

Mi faena con mi cuñado continúa, después del episodio en la piscina pasaron un par de semanas hasta nuestro próximo encuentro, que pareciera que el destino quiere que me lo siga cogiendo.

En el trascurso de las semana casi no nos vimos pues yo pase muy ocupada con trabajo de la oficina y el arreglando su regreso a la universidad. Las pocas veces q logramos vernos nos saludábamos con normalidad, y una vez logro darme un apretón de culo cosa que me encendió.

Un sábado por la noche mis suegros se llevaron a mi hija al negocio de ellos para que saliera a distraerse, ya daban casi para las 10 de la noche y aun no la traían de vuelta, ella es muy pequeñita y no me gusta que este fuera de casa tan tarde. No tenía como ir a traerla, hasta que salí al parqueo y me di cuenta que una de las camionetas estaba en casa, así que fui a ver si alguno de mis cuñados estaba disponibles (pues los dos tienen sus novias y siempre salen).

Para mi suerte, José estaba en casa y me dijo que me llevaría a traerla y que solo se pondría una camisa. Yo corrí hacia mi cuarto a echarme un poco de perfume y labial, pues era sábado por la noche y no me gusta salir sin arreglarme. Cuando Salí él ya estaba en la camioneta esperándome, me monte y partimos eran aproximadamente 20 minutos de camino hasta el lugar.

Yo llevaba puesta una camisa de tirantes muy finos y escote pronunciado, y una falda corta de cuero con un zíper en medio y sandalias bajitas, a pesar que me arregle en un abrir y cerrar de ojos me veía realmente espectacular o como suele decirme mi marido como ‘’toda una puta’’.

Al momento de subirme a la camioneta, mi cuñado se quedó boquiabierto y aspiro muy fuerte pues gracias a mi perfume olía divina.

J: Pensé que íbamos a recoger a la niña no a causar erecciones en la ciudad, de echo yo ya tengo una- me dijo posando su mano sobre mi pierna.

Yo: Gracias cuñadito, y eso que me puse lo primero que encontré- conteste tratando de hacerme la humilde.

J: Y déjame decirte que oles deliciosamente DIVINA, me dan ganas de comerte aquí mismo.

Yo: Y que estas esperando? - le pregunte con cara maliciosa.

Inmediatamente detuvo la camioneta a un lado de la carretera que estaba bastante oscura, hizo su asiento para atrás y yo me pase a su lugar, me senté sobre él y empezamos a besarnos mientras yo me restregaba contra su erección que ya se sentía realmente dura.

Hizo los tirantes de mi camisa a un lado para dejar descubiertos mis senos y empezar a comerlos de esa manera que me vuelve loca, yo me levante un poco y logre sacarle la verga pues la tenía muy dura y empezó a sobársela mientras él comía mis pechos.

Cuando ya no aguante más, me levante hice a un lado el hilo que andaba puesto y me ensarte la verga hasta el fondo y los dos gemimos muy fuerte al mismo tiempo. Me quede allí ensartada a él un momento mientras le besaba de forma muy caliente, luego me separe y viéndole directamente a los ojos empecé a cabalgarlo.

Variaba el movimiento de lento y suave a rápido y duro, luego hacia semicírculos y así hasta que no aguantamos más, el empezó a gemir muy fuerte y me agarraba fuerte las caderas mientras se venía dentro de mí y yo inmediatamente empecé a correrme también mientras gritaba como toda una puta.

Nos quedamos abrazados unos segundos mientras nos recomponíamos de nuestro delicioso orgasmo, cuando me separe de  el volvió a besarme pero ahora de manera muy tierna.

Me pase al asiento del copiloto, nos arreglamos la ropa y retomamos camino hacia el restaurante de mis suegros.

Durante el camino el empezó a preguntarme algunas cosas:

J: Ya te han dicho que sos una diosa cogiendo? Me dijo posando su mano de nuevo en mis pernas.

Yo: No pero mucha gracias! Le conteste guiñándole un ojo.

J: Ahora entiendo porque mi hermano esta tan pegado a vos, creo ahora yo tampoco voy a querer soltarte- me dijo.

Yo: Si bueno, hay tener mucho cuidado en la casa de que nadie sospeche nada- le conteste.

J: No hay problema vos solo me decís cuando y yo me escabullo a tu cuarto por las noches si queres.

Yo: Que te parece hoy a media noche? Me he quedado con las ganas de comerte esa polla tan rica que tenes!

J: Perfecto, entonces yo te llamo cuando ya vaya para tu cuarto y me dejas la puerta abierta- me dijo de manera muy animado.

Yo: Esta bien, ahora compórtate y deja de verle el culo a tu cuñada que te vas a meter a problemas- le dije.

J: Es difícil evitarlo con tremendo culazo que te gastas pero hare lo posible.

Nos sonreímos mientras se parqueaba en el restaurante, y nos bajamos a recoger a la niña.

A las doce mi puerta ya estaba abierta para recibirlo, y mis piernas también :)