En la biblioteca...
...cada vez que lo veia venir mi cabeza empezaba a imaginar como sería que me cogiera...
Yo conocí a Eric en la escuela, desde la primera vez que lo vi me pareció muy guapo alto, cabello castaño, moreno, ojos cafés y una boquita justo como a mi me gustan; pero como venia acompañado de una chava pensé que era su novia, con el paso del tiempo me di cuenta de que a pesar de estar siempre juntos solo eran amigos.
Un día estudiando en la biblioteca, me saludo y comenzamos platicar sin darnos cuenta el tiempo pasó y se nos hizo de noche, el guardia nos había avisado que iban a cerrar en 5 minutos, pero ninguno de los dos prestó mucha atención, por lo que cuando finalmente nos dimos cuenta de la hora y fuimos hacia la salida, las puertas estaban cerradas, por supuesto los dos estábamos un poco asustados, buscamos el teléfono mas cercano, para llamar a la seguridad del campus, pero para variar el teléfono no funcionaba.
Estuvimos en silencio, pensando en una posible solución, hasta que nos dimos cuenta de que el pasar la noche juntos era inevitable, así que nos pusimos en marcha y fuimos a buscar un lugar para pasar la noche lo mas cómodos posible. Finalmente decidimos que el segundo piso era la mejor opción dado que era donde se ubicaban el área de estudio en grupos, la cual tenía amplios y cómodos sillones.
Yo llevaba puesta una blusa, falda y botas negras, con un cinturón rojo grande atado a la cintura; el por su parte estaba vestido mas casual con una playera, mezclilla y chanclas. Estábamos ya en el segundo piso cuando yo comente que me dolía la cabeza y la espalda y él se ofreció a darme un masaje con la condición de que al terminar si yo estaba complacida con el servicio le devolviera el favor, y yo estaba tan tensa que acepte. Él ni tardo ni perezoso puso manos a la obra y puso sus manos en mis hombros, cosa que me hizo temblar, él sin inmutarse comenzó con el masaje primero los hombros y poco a poco fue bajando por la espalda, para que yo estuviera mas cómoda, me dijo que me quitaría las botas por lo que se arrodillo y bajo el cierre de ambas, y las coloco a un lado, después me quito los calcetines que traía puestos finalmente tomo uno de mis pies y le comenzó a dar masaje cosa que me hizo relajarme un poco mas y olvidarme de la situación, deje que mi cuerpo se relajara y me rendí al placer que sus manos me daban, y sin sentirlo me dormí por unos minutos.
El calor que sentí me hizo reaccionar, aun medio dormida trate de abrir los ojos y lo vi dándome masaje en las piernas, pero sus manos comenzaban a meterse debajo de la falda, él seguía concentrado en su trabajo y no alzó la mirada, pero dado que la falda le estorbaba, tomo el borde y lo puso a la mitad de mis muslos, cuando lo hacia levanto la mirada y yo cerré los ojos y aparente estar dormida, sentí como sostenía su mirada en mi y comento en tono entre serio y divertido
con que ya se me durmió la paciente?
Yo no me moví para nada, por lo que él siguió con el masaje solo que esta vez sus manos subían un poco más y más hasta que llegaron al borde de la falda de nuevo, tímidamente sus dedos se movieron debajo de la falda, esperando mi reacción, pero yo seguía sin moverme, por lo que sus manos comenzaron a avanzar de nuevo, yo solo podía pensar que era un tormento, poco a poco yo sentía que el calor iba subiendo y me costaba mas trabajo controlar mi respiración.
Finalmente él bajo su cabeza y por encima de mis pantys comenzó a besarme y soplar aire caliente, en ese momento yo abrí los ojos y lo mire fijamente, él sintió mi mirada y levanto su cabeza, trato de decir algo, pero yo puse mi mano encima de sus labios, para hacerlo callar, tome su cara entre mis manos y lo dirigí nuevamente a mis pantys, el sonrió y metiendo las manos bajo mi falda comenzó a buscar mi cintura metió sus dedos en la orilla de mis pantys y comenzó a tirar de ellas, poco a poco sin prisa, hasta que las pasó por mis pies, tomó el borde de mi falda y la volvió a alzar esta vez hasta mi cintura sonrió y bajo su cabeza de nuevo.
Yo sentí una explosión de placer cuando comenzó primero a soplar aire caliente de nuevo y poco a poco a besar, toda mi cosita, hasta que llegó al clítoris y comenzó a darme un gentil masaje con su lengua, yo nunca había tenido sexo oral y las sensaciones eran nuevas para mi, por lo que comencé a mover mis caderas y el tuvo que tomar mi cintura, para que no me moviera tanto, él lamía mi panochita con paciencia, pasaba su lengua por mis labios vaginales, la metía en mi vagina, mi clítoris, lo tomaba con su mano y separaba los labios vaginales para lamerme mejor, una y otra vez hasta que mis jugos vaginales comenzaron a fluir, yo estaba sin darme cuenta, gimiendo de placer, y el sin previo aviso me introdujo dos dedos en mi vagina, yo gemí por el placer y la sorpresa que eso me provoco, por lo que los comenzó a meter y sacar, meter y sacar una y otra vez, cada vez mis caderas se movían mas y yo le imploraba que no parara, yo estaba a punto de llegar al orgasmo, mas sin embargo lo hizo y me dijo que era mi turno de devolver el favor.
Pero eso lo platicare en mi próximo relato