En familia (Musculos y Sexo 3)

Continúa la historia de Jordi,el joven fisicoculturista. Esta vez se reencuentra con su primo que viene de España. El primo encontrará la manera de darle a Jordi el impulso que le faltaba para llegara ser finalemente el campeón.

SEXO EN FAMILIA ( Músculos y Sexo 3)

A mis únicos primos, Alex y Luisa, los hijos del hermano de mi madre los había visto muy poco ya que vivían en España desde hacia más de 10 años y antes de eso habían vivido en Arequipa y nos veíamos sólo durante las vacaciones cuando éramos niños. Por eso, fue toda una sorpresa cuando me dijeron que iban a venir para celebrar la Navidad y quedarse un par de meses en Lima. Fui con mis padres al aeropuerto a recibirlos. Mientras esperábamos el avión pensaba en como sería ahora Alex. Cuando se fue, tenía 13 años.

El avión aterrizó y vimos descender a los pasajeros. Reconocí a mi tío Alejandro , a mi tía Rosaura, a Luisa ¿y Alex?. De pronto vi que se acercaba a los demás un joven alto, delgado, con el pelo corto teñido de rubio y un arete en la oreja. ¿Era el?...Si, era el.

El recibimiento fue muy cordial, con abrazos y lagrimas. Cuando Alex se me acercó me guiñó un ojo y me susurró al oído, " Me habían dicho que estabas hecho todo un Mr. Perú...me moría de curiosidad por verte" . Había un toque afeminado en su voz y también en sus ademanes.

Fuimos a casa y pasamos largas horas charlando. Mi madre insistió que se quedaran en casa, había espacio suficiente. Mis tíos fueron al cuarto de huéspedes, Luisa se acomodó en la habitación de mi hermana y Alex en la mía.

Al llegar las noches nos encontramos allí finalmente los dos solos.

  • La verdad que estas hecho todo un cachas primo, anda déjame verte bien...quítate la camisa.

Y tu primo, luces muy diferente ¿qué onda te traes?

¿Qué no es obvio? ...pues a mi me van los tíos, los tíos cachas, así musculosos como tu... me dijo acercándose y poniéndome una mano sobre el pecho desnudo.

Y lo saben tus padres?? Pregunté un poco intimidado.

Pues claro...ellos saben mi rollo y no se meten.

¡Qué suerte!

¿Por qué?

Porque si mis padres supieran lo mío me matan

¿Qué a ti también te gustan los hombres?

Ajá...parece que eso es de familia ¿no?

Nos pusimos a reír y empezamos a tocarnos. Tenía un cuerpo delgado, con una cintura muy estrecha. Seguimos explorándonos mutuamente...el se mostraba encantado con mis pectorales y bíceps...yo lo encontraba atractivo pero nada especial. Fuimos denudándonos y, cuando dejó caer el bóxer holgado que llevaba puesto, quedé absolutamente impresionado. Su verga era enorme, debía medir fácilmente unos 25 cm. Se lucía gruesa, rosada y erecta montada sobre unos testículos que parecían tan grandes como bolas de billar.

Alex notó mi turbación y me dijo: ¿Te gusta primo?

Claro que me gusta...es...es...¡fabulosa! fue lo único que acerté a decir antes de tomarla en mis manos y empezar a explorar cada centímetro de ese pene que parecía invitarme a someterme a su poder.

Primero con mis manos, luego con mi boca...no me importaba que toda mi familia estuviera cerca...Alex me había hechizado, me había sometido por completo y parecía disfrutar al máximo del dominio que ejercía sobre mi. Pasó su verga sobre mi con los ojos cerrados usándola como una antena para elaborar mentalmente la topografía de mi cuerpo. Recorrió mi pecho, anidó unos momentos en el profundo surco que separa mis pectorales, bajó por mi vientre cabalgando las suaves lomas de mis abdominales . Luego hizo que girara y empezó a recorrer mi espalda, desde las cimas de los deltoides hasta el extremo de los dorsales, fue reconociendo cada músculo. Su pene parecía tener vida propia, parecía tener la capacidad y delicadeza de movimientos de una trompa de elefante, pues podía sentir como exploraba cada rincón provocando en mi una excitación que crecía más y más. Finalmente empezó a deslizarse entre mis nalgas. Se detuvo un instante y con un rápido movimiento se colocó un condón y prosiguió. Su enorme ariete buscaba quebrar las defensas de mi castillo que, la verdad, hace rato estaba ya más que dispuesto a dejarlo entrar. Finalmente ingresó, sin producirme gran dolor porque la excitación había hecho que me dilate totalmente. Lo sentí avanzar por mis entrañas mientras el placer iba nublando mi razón. Nos colocamos en muchas posiciones. El disfrutaba estrujando los músculos de mi pecho, jugando con mis pezones y también apretando mis nalgas. Me dijo, un poco en serio y un poco en broma, que tenía las mejores "tetas" y el mejor "culo" que había visto en su vida.

Luego de un rato y de muchas poses Alex aceleró el ritmo. Sentí como su verga se agitaba en mi interior lista a liberar toda la carga de sus enormes huevos y empecé a correrme. Alex lo notó y también se corrió en seguida.

Un par de minutos después oímos que golpeaban la puerta del cuarto. Era mi madre que preguntaba ¿Ya se acomodaron chicos, necesitan algo?. Riendo los dos respondimos al unísono Todo esta bien... nos hemos acomodado muy bien .

Luego de esa noche la verga de Alex se convirtió en una obsesión para mi. Me ponía a pensar en como era posible que semejante portento formara parte de un cuerpo tan endeble y como era posible que Alex fuera un tipo tan delicado de maneras, tan afeminado y a la vez tremendo macho en la cama. Era una contradicción que se me hacía muy difícil de entender. Pero, aún así, estaba dispuesto a someterme ante Alex o más bien ante el poder de su falo, cada vez que se diera la oportunidad.

Alex insistió en acompañarme al gimnasio. La verdad me daba un poco de vergüenza ya que sabía que todos iban a notar que era gay, o más bien lo que aquí llamaríamos un "maricón". Pero no podía decirle que no así que nos fuimos juntos. El se inscribió rápidamente y entramos al salón de máquinas y pesas.

Se había vestido con unos shorts muy anchos y una camiseta grande y suelta. De no ser por sus ademanes y el tono agudo que deliberadamente imprimía a su voz hubiera pasado totalmente desapercibido. Al poco rato me di cuenta de las miradas de los demás que estaba entrenado. Su mirada parecía decir y esta mariquita ¿que hace aquí? . Preferí no pensar en eso y concentrarme en entrenar. Al cabo de un rato, terminada su rutina Alex se acercó para acompañarme mientras terminaba de entrenar. Dijo que le encantaba verme así ,sudoroso y con los músculos hinchados por el esfuerzo.

Una vez que terminé de entrenar fuimos a las duchas. Había como siempre unos 5 o 6 chicos bañándose, en la gran ducha abierta con capacidad para una docena de personas. Cuando entramos a la ducha, me di cuenta que todos miraron a Alex y aunque trataron de evitarlo no podían dejar de fijarse una y otra vez en lo enorme de sus atributos viriles. Alex se dio cuenta y ,a propósito, exageró su comportamiento afeminado. Yo me sentí mal pero traté de disimular.

El verano fue avanzando y me acostumbré a la presencia de Alex. Íbamos al gimnasio, a la playa, al cine y claro, teníamos sexo cada vez que podíamos. Alex me dijo que le gustaría verme competir, pero la siguiente competencia el "Mr. Verano" solo sería a fines de Marzo y el se debía ir en Febrero. Al saber eso se las arregló para decirle a mi tío que se quedaría un tiempo más en Perú e incluso se puso a buscar trabajo. Con ayuda de mi hermana consiguió un puesto vendiendo ropa en la boutique de una de sus amigas.

Arreglado ese problema Alex me dijo que se encargaría de mi entrenamiento ya que quería que ganara el concurso. Faltaban 6 semanas así que juntos hicimos un estricto plan de dieta, suplementos y ejercicios. Me sorprendió cuanto sabía del tema. Me dijo que era fanático de las revistas de físicoculturismo y que en España tenía algunos amigos que lo practicaban.

Parte del plan—con la que no estuve de acuerdo-- era que no tendríamos sexo hasta después de la competencia. A partir den entonces, cada noche me mostraba su verga y hasta se masturbaba frente a mi pero no me permitía tocarla... Sólo si ganas primo. Me muero por follarme a un "mister algo", así que si ganas te voy a follar hasta que no puedas más.

Su plan dio resultado, pensado en cual sería el premio entrené como nunca. Por esos días nos quedamos solos en casa ya que todos los demás de la familia se fueron a pasar unos días en la casa de playa, antes que los tíos y mi prima volvieran a España. Fue toda una prueba no tener sexo justo cuando la oportunidad era más propicia.

Finalmente el día de la competencia llegó. Mi cuerpo había alcanzado su mejor forma con 90 Kg., 40 cm de bíceps, 115 cm de pecho, 60 cm. de muslos y una cintura de sólo 75 cm. Me sentía ansioso, el deseo por volver a tener el pene de Alex dentro de mi me tenía acelerado al máximo.

En realidad creo que no me fue difícil ganar...yo era sin duda el mejor entre los 30 competidores. Esa tarde en el teatro, todos me aplaudieron, todos absolutamente todos, público y jurado, coincidieron en que yo era el único y justo merecedor del título de "Mr. Verano". Alex no dejaba de tomarme fotos y de felicitarme.

Terminado el concurso y la breve sesión de fotos para la prensa Alex y yo nos fuimos directamente a la casa de playa. Una vez allí , recibí mi verdadero premio. Durante una semana, mi primo y yo tuvimos el sexo más intenso que se pueda imaginar. Fue tan vigoroso y total que al volver yo había perdido más de 10 Kg. y Alex tenía unas ojeras enormes.

Una semanas después Alex se marchó dejándome recuerdos inolvidables. Desde entonces sólo nos hemos visto una vez más, hace 4 años cuando vino a Lima con su novio rumbo a Australia, donde se iban a vivir.