En familia
Puede parecer increible la historia pero fue real.
Mi nombre es Francisco, soy de la ciudad de México y aunque ya tengo tiempo de ser un asiduo lector de las historias, esta es totalmente real y quiero compartirla con tod@s ustedes. Por cuestiones de identidad me reservo los nombres de las personas; en parte para que cada quien se lo imagine y le ponga sus propios participantes.
Recién empezaba el año 99 cuando empecé un noviazgo con una niña de 14 años (en ese momento tenia 22 años); nos conocimos en una fiesta, media 1.50, morena clara, delgada, un cuerpo sin exageraciones pues apenas tenia unos pechos algo desarrollados pero una piernas muy ricas y unas nalguitas muy suaves. Aun no cumpliamos la semana de noviazgo y ya empezamos a tener sexo en su casa pues como vivia sola con su madre, yo iba por ella a la escuela y apenas entrabamos a su casa y era un faje muy muy rico.
Tal vez por la misma calentura no me percate en esos momentos lo bien que le gustaba mamar la verga, al principio solo se lo metia a la boca y lo acariciaba con la lengua pero conforme aumentaban las cogidas lo hacia de otras formas hasta que me gano la curiosidad y me explico que cuando visitaba a una amiga le enseñaba las películas porno de su hermano y conmigo ponia en "practica" lo que veia.
Definitivamente era muy observadora pues como comenzo por ensalivarlo más, por chuparme los huevos en ciertas ocasiones a lamerme el culo (acción que me facinaba como lo hacia). Con todo esto no podia quedarme atrás hacia que le mamaba el clítoris hasta hacerla venir en mi boca, saborear sus jugos mientras le metia los dedos en su panochita y con el tiempo por si apretado culito. Lo unico malo era la selva de vellos que cubria su panochita.
Todo esto paso en aproximadamente 2 meses, tiempo en el cual hacia las visitas de noviazgo para conocer a su mamá, una señora de aproximadamente 35 años (recuerden que a una mujer se le pregunta su edad), bien conservada en algunos aspecto, una cara algo recia pero cuando sonreia te cautivaba; unos pechos que si bien algo caidos estaban en su lugar pero lo mejor eran sus caderas y sus piernas (bendita herencia genetica). Media 1.70 y una voz algo gruesa pero muy cachonda.
Cuando me toco ir a visitar a mi novia ella se había ido con su amiga a realizar un "trabajo" (imagineselo), asi que me abrio su mamá, ella se encontraba lavando la ropa asi que fuimos al cuarto de lavado que se encontraba arriba. Platicábamos de ciertos temas en comun y ella no perdio la oportunidad para hacerme incampie de que su hija merecia todo mi respeto y que confiaba en mis sentimientos. Yo le hacia entender que no estaba jugando con sus sentimientos ni que la buscaba para algo (ese algo ya lo había conseguido).
En un descuido mio ella lo aprovecho para pasar su mano por mi pecho y decirme que alguien tan joven solo pensaba en tener sexo; mi reacción fue natural: sorprenderme del cambio de tono de su voz y de su comportamiento. Enseguida me dijo que ella tenia mucho tiempo sin tener quien la satisfaciera. Acercándose a mi yo me calente de inmediato y la tome de su cintura para plantarle un beso de lo mas ardiente, como si me la quisiera comer entero sus labios. Empezamos a fajar y ella me dijo que fueramos a su habitación. Primero salí yo y luego ella para no despertar alguna sospecha ya que nunca sabes cuando alguna vecina metiche este cerca.
Al entrar a la casa seguimos besándonos y como pudimos llegamos a su cuarto. Yo agarrandole sus nalgas duras, apretar sus tetas y sentir como se ponian mas duros sus pezones. Empezarla a desudar, tirara en la cama y empezarle a comer su panocha demasiado humeda y bien depilada. Sus gemidos me prendian más y con justa razón pues su voz algo rasposa y gemiendo hacian la escena de lo más caliente hasta que me pedia que se la metiera toda la verga. Asi que comence a quitarme la ropa y ella solo espero a ver mi verga para empezar a mamarla toda. Se la comia completa y dentro de su boca jugaba con la lengua, una sensación deliciosa.
Asi empece a cogerme tanto a madre como hija, cada quien en su respectivo momento y por consiguiente las visitas a la casa eran muy frecuentes hasta que al mes y medio de haber comenzado con la madre, en cierta ocasión mi novia llego sin que nos diéramos cuenta, tanto no nos dimos cuenta que nos confiamos y habiamos dejado la puerta abierta asi que vio nuestro numerito. Yo pense que se pondría histerica al ver a su novio y a su madre cogiendo pues en algun momento su cara me parecio verla muy enojada; se acerco y me planto semejante beso que ahora la sorprendida fue su madre.
Ella no dudo en desnudarse. Incledulo pero aun más caliente empece a besar a mi novia mientras la madre al desnudaba. Ya los tres en la cama yo me sentia en el cielo pues ambas me comieron la verga hasta hacerme venir y lamer cada gota de mi leche. Con semejante situación yo solo podia regresarles el favor asi que las acoste y empece a turnarme a mamarles la pucha pero a las dos las tenia ensartadas con los dedos. Debo de admitir que en esa ocasión por lo acupado que estaba nunca me fije si se besaban (ya después si lo hicieron) pero hasta que me encontraba con carga nueva empece a cogermelas. El orden no altera la cogida pero estuvimos toda la tarde y noche cogiendo y cogiendo. Tuve que inventar un pretexto en mi casa para avisar que no llegaria a dormir, y en verdad no dormi con semejantes hembras caliente. La madre falto a su trabajo y ella no fue a la escuela. Semanas y meses fueron de un cogedero entre los tres de lo más maravilloso, incluso me fui a vivir con ellas un tiempo; asi que amigos imagínense sentirse el hombre entre dos mujeres deseosas de verga, y más si esas hembras son madre e hija.
Pero todo tiene un fin. A la madre le ofrecieron un mejor trabajo en un estado de la republica mexicana, estuve a punto de irme con ellas pero desgraciadamente mi madre se encontraba enferma. Fue difícil la decisión pero al final es el mejor recuerdo de mis experiencias sexuales que he vivido.