En el viaje
Como una madre se ve forzada por su propio hijo, cuando van a ver a su marido.
Hacía ya casi seis meses que Isabel no estaba con su marido, durante ese tiempo las ganas de sexo se las había aplacado a solas con sus manos. Ese 10 de julio iba por fin a verlo con su hijo de 18 años, aún faltaba bastante para que volviese de nuevo ya que la empresa le seguía necesitando ahí ella tenía ganas de estar con él y que la follase de arriba abajo .
Para aprovechar el tiempo cogió el mismo día que ella quedó de vacaciones, por lo que salio bastante tarde, hacia bastante calor por lo que llevaba una faldita y una blusa que se desabrocho los botones en principio algo más de la cuenta para paliar algo el calor pero no le importaba eso, dado que en el coche solo iba con su hijo, mientras iba conduciendo iba pensando en su marido y en lo caliente que estaba, tenía ganas de volver a sentir una polla dentro de ella,.
Se percató que su hijo iba mirando de vez en cuando su escote pero no le dio importancia, ni tampoco se la dio cuando su falda muy por encima de sus rodillas estaba mostrando sus bonitos muslos mientras conducía, casi mostrando sus bragas. Juan su hijo no pudo por menos de dejar de ver el escote de su madre se fijaba en el comienzo de sus pechos en su respiración como se movían y mostraba su sujetador, quizás fuese curiosidad. Su vista bajó y vio perfectamente las piernas de su madre, joder es mi madre pero que buena está, pensó. Mientras Isabel notaba como poco a poco su coño se iba humedeciendo mientras pensaba en los polvos que le iba a echar su marido.
Juan no se dio cuenta cuando su polla empezó a crecer dentro de su pantalón, la que si se dio cuenta fue su madre que en unos rápidos segundos sin saber porque, se fijo en su entrepierna y pudo notar el enorme bulto que tenia su hijo. En un principio no supo que había sido por ella. Joder menudo bulto tiene mi niño, el muy cabrito esta empalmado, se sonreía mientras lo comentaba con ella misma. Juan mientras tanto no dejaba de ver para las piernas y pechos de su madre.
Tal como estaba previsto hicieron noche de camino, la suerte fue que en donde pararon estaban de fiesta y pudieron encontrar solo una habitación con una cama. Cuando fueron al restaurante del hotel su hijo la sujeto por la cintura y ella le encantó. Ya en la habitación le preguntó a Juan si quería ir el primero, no mama vete tu antes que debes de estar cansada, buscó en el bolso de viaje y se dio cuenta que no llevaba nada para pasar la noche, solo lencería, se arrepintió de no haber metido por lo menos un camisón iba a estar en la cama con su hijo y no iba a dormir vestida. Bueno que se la va hacer se dijo mientras cogía unas braguitas y un sujetador para cambiarse en el baño,
Al meterse en la ducha se dio cuenta que estaba muy caliente, se enjabono los pechos y se los apretaba mientras con con la otra mano bajaba hasta su coño y empezaba a masturbarse, en pleno placer no se dio cuenta que estaba gimiendo en alto. Juan creyó oír que lo estaba llamando y fue abrir la puerta, pero se paró cuando escucho, oooh, uuuf, gemidos de placer de su madre. Estuvo tiempo escuchando con la oreja pegada a la puerta, hasta que dejó de oírlos.
Estaba empalmado como un burro, era la primera vez que escuchaba a una mujer gemir de placer, esperó un poco y cuando escucho el secador entró de improviso, vio a su madre completamente desnuda, había tenido un orgasmo pero todavía seguía excitada. Tenía los brazos en alto mientras se secaba su rubia melena joder casi le da algo a Juan, estaba más buena de lo que pensaba, tenía unos pechos más bien grandes pero aún se veían duros, coronados con unos pezones como dos almendras y rodeado de unas aureolas marrones claras y tenía una bonita figura, y con el coño completamente rasurado mostrando una raja casi abierta y sonrosada mostrándose apenas un pequeño bultito de entre sus labios, Pero que coño haces, dijo Isabel toda cabreada mientras trataba de tapar su desnudez como podía. Se veían sus pechos salir por entre su brazo que trataba de taparlos inútilmente mientras que con la otra mano tapaba su sexo mojado, al mismo tiempo que se encogía para mostrarselo menos posible, Su hijo se quedó de piedra sin poder reaccionar mientras vería el precioso cuerpo desnudo de su madre que brillaba con la luz del baño, se dio cuenta de la mirada lujuriosa de su hijo, como la miraba de arriba abajo tratando de abarcarla toda con los ojos. ¿ pero que coño haces, hijo? Perdón perdón, mamá, no pensé que estuvieses desnuda, Pues vete no ves como estoy, Estuvo tentado de decirle muy buena, estas muy buena mamá.
Cuando su hijo se metió en la ducha se hizo una paja a cuenta de su madre, al salir su madre ya estaba en la cama de espaldas, hacía calor por lo que tenía solo una sabana encima, mostraba el contorno de la figura de Isabel, se metió en cama, levantando la sábana más de la cuenta para verla mejor, Estaba con unas bragas y con el sujetador puesto. Apaga la luz cariño le dijo Isabel, hay que dormir que yo estoy rendida,
Juan no era capaz de dormir el tener a su madre, esa hembra preciosa a su lado, oler su perfume, notar la tibieza de su cuerpo cerca y el haberla visto desnuda, estaba completamente excitado, Al cabo de un tiempo sacó la polla fuera del calzoncillo y empezó a tocarse, hasta que se los quitó por completo, sintiendo una agradable sensación, el estar desnudo y al lado estaba su madre, lo ponía como una moto.
Casi sin darse cuenta se fue arrimando poco a poco, hasta que quedó a pocos centímetros de su madre, notaba su calor y su aroma aún más acentuado, Isabel no podía dormir, pero era porque no podía dejar de pensar en lo que había sucedido y en la forma de que su hijo la miró, tanto el el coche como en la ducha, completamente desnuda algo en ella todo eso la excitaba, notó como su hijo se movía en la cama pero no le dió mayor importancia. Se sentía un poco culpable de ello, él era un adolescente y sabía que las hormonas a esa edad andan como locas, por lo que debió de tener algo más de cuidado.
Estaba con sus elucubraciones, cuando notó algo duro que le tocaba el culo, se quedó quieta y casi sin respirar, Juan al llegar cerca de ella puso su polla contra las nalgas de su madre, la sensación fue tremenda, estuvo algún tiempo haciendo fuerza como si de un ariete se tratara, su madre no se movía, pensó que igual estaría ya dormida, no quería aprovecharse de su madre pero tenía muchas ganas de correrse.
Isabel al poco rato notó como la polla de su hijo la empujaba con más fuerza y poco a poco empezaba a golpearla rítmicamente, Quedó completamente sorprendida, no era capaz ni de pensar, solo notaba una y otra vez la polla de su hijo como le golpeaba las nalgas una y otra vez con fuerza. Tenías los ojos abiertos y estaba sorprendida.
La excitación de Juan aumentaba más y más, ya no se podía aguantar las ganas solo con golpear con su mazo el culo de su madre ya no le era suficiente,, necesitaba tener algo más. Con delicadeza apartó la braguita de su madre hacia un lado.
Isabel notó como su hijo le separaba la braga notaba el cabezón caliente entre sus nalgas tratando de abrirse paso entre ellas, Pensó que lo mejor sería hacerse la dormida y dejar que su hijo se corriese y que la dejase tranquila. Notaba la respiración agitada de su hijo y como empujaba una y otra vez su ariete entre las paredes de su culito, solo quería que se corriese de una vez y cuanto antes mejor, aún que luchaba contra ello, estaba cada vez más húmeda, Notó como se desabrochaba el sujetador, dejando sus pechos prácticamente sueltos y como una mano le entraba por debajo de dicho sujetador hasta alcanzar uno de sus pechos, le costaba hacerse la dormida pero no podía hacer otra cosa sin que fuese todo más horrible .
Juan cuando le toco el pecho a su madre, notó una piel delicada, se los apalpo y apretó con delicadeza, notaba que eran blandos pero al mismo tiempo consistentes, se los apretaba y volvían de nuevo a la misma posición, le recorrió con su dedo la aureola algo rugosa y le pellizco un poco su duro pezón, mientras empujaba la polla entre las nalgas de su madre.
Isabel, sentía como su hijo le manoseaba sus pechos le pellizcaba los pezones, su cuerpo estaba pegado al de ella, una mano empezó a acariciarla desde sus pechos pasando por su vientre y entrando por debajo de la braga,
Juan notaba la delicada piel de su madre mientras la acariciaba de arriba abajo, metió la mano hacía abajo buscando su coño, quería meterle mano, necesitaba tocarla sentir el coñito de su madre, estaba ya muy salido y tenía unas ganas locas de follarla.
Notó como el dedo de su hijo se metía entre sus labios vaginales, la sensación era placentera ¿ que hacer? Eso ya no se lo podía consentir, no podía dejar que le metiese mano, era su madre, Mientras se debatía en saber lo que tenia que hacer, Notó como su hijo cogía las bragas con las dos manos y empujaba hacía abajo, fue tan rápido que enseguida le llegaron a los tobillos, dejándola completamente sin nada.
Juan se pegó más al caliente cuerpo de su madre, notaba su calor y su aroma suave a hembra, cogió la polla, estaba tan dura que hasta le dolía. Trató de meterla por detrás al mismo tiempo que atraía sus caderas hacia él para buscar mejor posición, le tocaba con sus dedos y notaba esa vagina mojada y suave, sus dedos resbalaban como en un tarro de vaselina, Entonces su madre se dio la vuelta enseguida al mismo tiempo que encendía la luz quedando enfrente uno contra el otro,le miro sus preciosas tetas doradas ¿pero que haces hijo? Déjame, respeta a tu madre, es que estoy muy caliente mamá y no puedo aguantar, tengo ganas de follarte. Pero tu estás loco o que te pasa cielo, anda dejame, no seas malo con tu madre. Veía a su madre con el pelo en la almohada sus bonitos bonitos hombros sus pechos estaba de lo más deseable y él estaba junto a esa hembra que estaba desnuda frete a él y pegada a su polla, tengo ganas de ti, es que estas muy buena, anda dejame hacértelo una vez aunque sea, en el baño te masturbaste, ¿porque no quieres follar? Dejame darte placer, sé que lo deseas, estás loco, como puedes decir semejante cosa,
Isabel no sabía que hacer, su hijo la había sujetado, sus brazos la asían contra él y su cuerpo estaba aplastado contra el suyo, notaba la polla dura como una piedra contra su cuerpo y sus pechos aplastados contra el cuerpo desnudo de su hijo. Déjame hijo por favor, le pidió varias veces, con las lagrimas en los ojos, pero su hijo se apretaba cada vez más contra ella, sin dejarle ningún movimiento, estas buenísima mamá,dejame follarte, anda, solo echarte un polvo aunque sea. Pero que dices, estas loco o que te pasa cielo, Isabel ya no sabía como salir de esto estaba en una posición bastante crítica, por lo que se lo ocurrió algo para salir del paso ¿ si tanto lo necesitas, dijo haciendo una pausa para darle mas énfasis luego, te hago una paja cariño, o lo que quieras? Pero por favor no me folles no me la metas, ¿no querrás violar a tu madre cielo,? Llevó sus temblorosas manos al pene de su hijo, pensó que si se lo tocaba y le hacia una paja la dejaría tranquila después de que descargara. Se lo tocó pudo comprobar lo dura que la enía y lo grande que era, si se la metía la iba a notar bastante, pensó,
Los labios de su hijo estaban pegados contra los suyos, mientras Isabel apartaba la cara de un lado a otro para evitar que se los besara y no verle a los ojos. Durante unos segundos Juan quedó pensativo y parado mientras su madres le manoseaba nerviosamente su miembro, notaba sus delicados dedos como se deslizaban de arriba abajo por su pene tratando de darle placer para que se corriese, incluso dejo que su hijo le besase en la boca varias veces, notando la lengua como entraba y se movía dentro de ella, mientras ella trataba de responderle para que estuviese contento y se corriese cuanto antes, notaba también los dedos de su hijo acariciándola y tocándole los pechos, hacia fuerza mental para que no le gustase nada de lo que estaba pasando, trataba de pensar en que era asqueroso .
Isabel pensó que lo había logrado que podía evitar el ser forzada por su hijo y que haciéndole una paja y dejándose manosear quedaría conforme. Entonces su hijo aparto la cara unos centímetros de ella y le dijo, me está gustando mamá y lo estoy pasando bien y creo que a tí también te esta gustando. Por lo que no quiero que me hagas una mamada ni una paja quiero follarte, al mismo tiempo que le decía eso con fuerza la volteo dejándola de espaldas contra el colchón, con la rapidez de un gato su hijo se puso encima de ella, se dio cuenta que lo que hizo no valió para evitar nada, si no todo lo contrario .
Me va a violar mi propio hijo, como puede ser esto Dios mio, ayudame, dijo , trato de evitarlo empujándolo cerrando los muslos, pero su hijo tenía más fuerza que ella. Le golpeaba el pecho con sus manos, hacia fuerza para retirarlo, pero su hijo no se rendía, hasta le escupió, le dio un par de bofetadas, me das asco, déjame cabrón, sal de encima, decía mientras peleaba con su hijo y este le trataba de sujetar las muñecas como podía, mientras empleaba el peso de su cuerpo para sujetarla contra el colchón,
Isabel notaba como cada vez su coño se humedecía más sin poder evitarlo mientras las manos de su hijo le tocaban una y otra vez en su coño y sus dedos se introducían en el interior profanando su vagina, mientras ella trataba de retirarlos de su coño palpitante y le pellizcaba la mano, tenía ganas de que la follaran, pero no su propio hijo y a la fuerza, por lo que se revelaba contra todo ello y luchaba contra su hijo y contra ella misma para que no pasara,
Juan notaba el sudor de su madre como cubría su cuerpo, mojandolo también. Sus manso notaban otra humedad más espesa la humedad de su vagina estaba excitada y chorreaba lo notaba en sus dedos, ese precioso coño tenia que ser mio se decía mientras la forzaba, sus pechos se movían con fuerza de arriba abajo, haciéndolos aun más deseables y era por lo que no cedía.
Isabel hacía fuerza cerrando sus muslos para evitar que no se los separara, él empleaba las manos y sus piernas para abrirle la barrera, Isabel cada vez le costaba más el evitarlo, notaba cansancio y que no podía con la fuerza de su hijo. Notaba el peso de su hijo encima de ella como una losa que la impedía moverse, pero aún asi se revolvía como una serpiente, no quería hacérselo fácil pero no podía con él. Lo empujaba con todas sus fuerzas. trataba de retirarse de encima, mientras él respondía haciendo más fuerza, Lucharon durante un rato hasta que compendió que no podía ya evitarlo y tenia miedo que su marido notase la marca de los dedos de su hijo en su cuerpo y que se diese cuenta de que había estado con otro hombre, su piel era muy suave y enseguida le quedaba cualquier marca, Se relajó,, retiró los brazos que estaban sirviendo de barrera hasta el momento. Así mamí dejate hacer, ya veras lo bien que lo vamos a pasar le abrió las piernas ayudado con las suyas, ya sin ninguna oposición, quedando completamente abierta en espera de recibir de una vez la polla de su hijo dentro de su mojado coño.
Me vas a violar cielo, aún estas a tiempo, te puedo hacer una mamada o lo que quieras, pero no me penetres, recordaba lo que le gustaba a su marido que se la chupara, ella era una experta en ello, Juan ni se movía, o si quieres penetrarme dame por el culo, pensó que cualquier cosa seria mejor que tener la polla de su hijo dentro de su coño, eso era lo peor. Fue lo último que dijo, antes de notar como la cabeza de la polla de su hijo le habría la vagina y entraba de golpe, ahora si, la había forzando, ya nada importaba, notó algo de dolor y al mismo tiempo placer. Abrió los ojos como platos mientras la penetraba notaba como la polla de su hijo se deslizaba dentro de su vagina hasta que las dos pelvis se pegaron una contra la otra, ya estaba dentro, ya había pasado, no había vuelta atrás, su hijo la estaba follando, cerró los ojos y decidió disfrutar de ello.
AAyyyy escamó porque notó cierto dolor cuando la penetró, hacia tiempo que no sentía una polla en su coño, Juan notaba el calor de su madre en la polla y como se deslizaba completamente apretada contra las paredes vaginales suavemente hacia dentro, era un placer tremendo, ufff que coño más rico tienes mamá, está muy apretadito, le dijo mientras le salia un pequeño hilillo de baba de su boca. ¿te estoy haciendo daño? Ya no cielo,sigue metiendola y termina, ahora ya da lo mismo.
Notó como su hijo la clavaba con fuerza hasta al fondo y empezó a moverse mientras ella estaba quieta como un maniquí hundida en el colchón, con el peso de su hijo aprisionándola sin hacer nada, aguantando todo su peso encima de ella, No podía gritar ni pedir ayuda, era una vergüenza muy grande que la gente se enterase y su familia se vería afectada con todo ello si se enteraban que su propio hijo la había violado. Eso tendría que soportarlo y no contárselo a nadie, tendría que quedar entre los dos.
No quería notar la polla de su hijo. no quería notar ni el menor sentimiento de placer, su hijo la estaba violando, le había dicho que la dejara pero no le importó, es un cabrón se decía, como me puede estar forzando si soy su propia madre. Pero poco a poco sin darse cuenta fue siguiendo los movimientos pélvicos de su hijo y como su polla entraba y salia dentro de ella. Estaba sintiendo mucho placer, hacia tanto tiempo que no la follaban que casi se había olvidado lo que se siente,unas gotas de sudor resbalaban por su frente. De pronto se olvido de todo y se entrego al placer, ooooh, oooh mi amooor salían sus palabras sin pensarlo, mientras la polla de su hijo la hacía estremecer de gusto a cada embestida que le daba y a la que ella respondía con sus caderas y sus gemidos, ooh, oooh, ooh, ooh, fue buscando el ritmo de su hijo y el le respondió metiendole la lengua hasta la campanilla, sus brazos ya no estaban inertes si no que acariciaba con fuerza a su amante hijo.
Está bien cielo follame, dale placer a tu madre, ya nada me importa,¿te gusta mamá? Calla mi amoooor, tu dalle hijo, follame, rompeme el coñoooo. Uuf..., se llevó la mano abajo, para acariciarle y notar con sus manos como se movía la polla de su hijo dentro de su vagina, se sorprendió de lo dura que tenía su mástil, le apalpo los testículos los notaba hinchados como dos pequeñas pelotas,, uyyy, uuyy que gustooo mi amoooor. me estas haciendo sentir mucho placer hijo mío. Te gustá que te follé mamá, si cielo, me esta encantando que me violes cabronazoooo, uuf, uuuf, follame hijo follame, ooooh, ooooh, ella ya había perdido todo reparo y ya no se sentía violada por su hijo, notaba su polla dura, los besos de su hijo recorrían su cara y cuello, mientras que con sus dedos le tocaban también en su vagina mojada,
Dale más mi amooor, dale que me voy a correr no pares, hazme correr, OOOOH, OOOOH gritaba de placer al sentir el primer orgasmo, pero su hijo, le dío la vuelta y la penetró a cuatro patas, empezó a embestirla fuerte, ella se sujetaba a la cabecera de la cama como podía mientras él la embestía una y otra vez con fuerza, sujetandola unas veces por las tetas y otras por las caderas, Sus cuerpos sonaban al chocar uno contra el otro, el coño hacia chot, chot chot, estaba tan mojado que parecía que estaba chapotendo en un charco se corría de gusto, era mucho placer que que le daba su hijo, ooh, siii, siiii hijo ya me viene, correte, correte dentro de mi cielo, quiero tu leche calentita dentro, si mamí me estoy corriendo dentro, te estoy llenando de mi semen,, UUUUF, UUUUF, Isabel notó como su coño ardía por dentro y le vería el orgasmo al mismo tiempo que a su hijo, OOOH, OOOH mi vida que gustoooo me estas dando mi amooooor, noto tu leche dentro de mi. De pronto se desplomo en la cama, estaba agotada pero satisfecha,