En el trabajo (1)

Suceso ocurrido en el trabajo con mi jefe y cuando llegué a casa por la cam.

Hola. Me llamo José y tengo 32 años. Me considero una persona normal y con un cuerpo no muy allá, la verdad es que tengo bastante barriga.

La historia que paso a contarles me sucedió hará unos 10 años cuando tenia 22 años y me encontraba en mi primer trabajo.

Por aquel entonces trabajaba en una pequeña empresa de informática y mi trabajo consistía básicamente en hacer páginas Web. No éramos  muchos los que conociéramos del tema, no estaba el mercado muy saturado de este tipo de empresas y no eran muchas las empresas con Web, así que faena no nos faltaba.

En la empresa no éramos muchos, estaba Juan, que era el dueño de la empresa, una persona de unos cincuenta y pico de años con el pelo bastante canoso, barba cortita también canosa, con barriga, no muy alto, que se dedicaba a tratar con los clientes y también hacia cosas de administración. También estaba Teresa, una chica de unos 25 años, morena, de un metro ochenta aproximadamente, con unas curvas impresionantes y unos pechos bastante generosos, que hacia de comercial e iba ofreciendo nuestros servicios por otras empresas, una vez que Teresa tenia al cliente convencido de contratar una Web éste pasaba a hablar con Juan y aquí acababa la faena de Teresa. Tres chicos más haciendo paginas Web y lo poco que saliera de programación, éramos Tomás, Andrés y yo. Y finalmente otra chica, María, que se encargaba un poco de administrar los sistemas informáticos, telefónicos y un poco de recepcionista cuando Teresa no estaba.

El caso es que prácticamente estábamos todos trabajando en la misma sala, era una sala grande. A la entrada se situaban Teresa cuando estaba y María. Hacia el centro estábamos nosotros tres en fila con nuestros equipos informáticos y en frente de nosotros teníamos los servidores de forma que entre nosotros y los servidores había un pasillo por donde pasaban los que querían dirigirse al despacho del jefe que estaba al final del local. Al lado del despacho del jefe había otra sala un poco más grande donde podíamos reunirnos y tratar algún tema o a descansar un rato y los baños.

A pesar de no tratar directamente con ningún cliente siempre el jefe nos había pedido que fuéramos arreglados de ropa ya que los clientes normalmente tenían que pasar por delante de nosotros para dirigirse al despacho su despacho, así que todos en general íbamos con una camisa o un polo y unos pantalones vaqueros o de vestir con zapatos. Teresa solía ir más arreglada que el resto ya que ella si que trataba con los clientes y tenia que dar buena impresión. Normalmente llevaba algún vestido o un traje de chaqueta y pantalón. María iba con camisa y falda o un pantalón, también arreglada pero más discreta que Teresa.

El caso es que nosotros estábamos siempre esperando a que Teresa llegara a la oficina para ver cómo iba ese día. Raro era el día que no fuera despampanante y nos ponía bastante burrotes ver su las curvas de su cuerpo contonearse hasta el despacho del jefe para comentarle los avances en la captación de clientes. Todos pensábamos que debía ser bastante facilona y guarrilla y por eso tenía tanto éxito entre los clientes y conseguía tanto trabajo así que cada uno tenía sus fantasías sexuales pensando con Teresa.

Un día Teresa llegó excesivamente provocativa, dijo que tenia un buen cliente entre manos y que no quería perderlo, entró a hablar con el jefe y conforme pasaba delante de nosotros pudimos ver el escotazo que llevaba marcando un poco los pezones y la faldita tan corta que llevaba que incluso se veía el final de las medias y cómo el liguero cogía las medias. Mientras estaba Teresa hablando con el jefe a mi me surgieron unas dudas de cómo debía enfocar el tratamiento de unos datos de la Web que estaba haciendo y esperé a que Teresa saliera del despacho. Acto seguido entré yo y conforme cerraba la puerta solté un resoplido y comenté en voz no muy alta que cómo había venido hoy la muchacha, a lo que el jefe que estaba dejando unos papeles en el primer estante del armario me dijo que menuda pájara era y que mirase cómo le había dejado, que eso que tenia en la entrepierna no era el móvil. Miré donde él estaba y pude ver un bulto considerable en su pantalón. Me dijo que me sentara mientras acababa de dejar los papeles en el estante y así lo hice, pero no pude dejar de mirar ese bulto que se marcaba tanto y estuve un buen rato mirándolo sin darme cuenta de que mi jefe ya no estaba guardando ningún papel y simplemente se había dado la vuelva y estaba viendo cómo yo le miraba el paquete y cómo intentaba disimuladamente rozar mi paquete con la mano mientras hacia que aguantaba los papeles donde tenía mis dudas apuntadas. Juan, que se dio cuenta de mi situación se acercó un poco a donde yo estaba, entonces me di cuenta de lo que estaba pasando, cambié la mirada, me puse rojo y dejé de rozarme. Comencé a tartamudear mientras intentaba decirle que tenia un problema con el tratamiento de unos datos, de repente llegó junto a mi y apoyó su culo sobre la mesa sin llegar a sentarse y me preguntó que me pasaba, que no tenia que ponerme nervioso por nada, que si me había excitado ver al jefe con una erección no pasaba nada, eran cosas normales y no había porque preocuparse. Estas palabras hicieron que bajara la vista a su entrepierna. Juan dijo que seguramente estaría deseando ver su polla sin ropa por miedo pero que cómo él era el jefe que me daría corte pedírselo, así que fue él mismo el que me lo ordenó, me dijo que con delicadeza bajara la cremallera de su pantalón, que metiera la mano, apartara sus calzoncillos buscando su polla y que se la sacara para que pudiera verla. Yo con la cabeza baja no sabia que hacer así que me insistió diciéndome que a que esperaba, que se le iba a pasar la hinchazón y me dio un golpecito en la cabeza. Lentamente llevé mis manos hacia su entrepierna, bajé la cremallera despacito, abrí el agujero y metí la mano. En ese momento pude notar el bulto en mis dedos, bajé el calzoncillo, lo tiré hacia abajo y saqué la polla del pantalón ayudándome de la otra mano para dejarla bien fuera con huevos y todo. Una vez que la tenia fuera quité las manos y me quedé mirándola fijamente. Era larga y bastante gordita, con pelos en los huevos y de un color marrón más bien oscuro, se le marcaban un par de venas por el cuerpo de la polla y tenia el capullo tapado por la piel. De repente mi jefe me dijo que allí la tenia que la podía observar todo lo que quisiera y que esperaba que me gustase, me dijo que me la presentaba, que él la llamaba pequeña juanita y me dijo que le diera dos besos, que era lo que normalmente se hacía en las presentaciones. Así que yo sin pensármelo dos veces incliné mi cabeza hacia su polla y le di dos besos. Mientras la besaba me dijo que también podía besarle los huevos aunque éstos no tenían nombre, así que apoyé su polla sobre mi cara tapándome un ojo y besé sus huevos. Entonces me separé. Mi jefe viendo que me había parado me dijo que ahora le había calentado muchísimo y que iba que tener que aliviarle, me dije que haría lo que tuviera que hacer. Él me acarició la cabeza y me dijo que muy bien, que le gustaba que fuera sumiso y me dijo que me arrodillara delante de él, que eso era una imagen que le excitaba mucho y que poco a poco le fuera lamiendo la polla, así lo hice, de rodillas, saqué la lengua y la comencé a pasar por su polla, luego metía la lengua para mojarla bien con saliva y seguía lamiéndole la polla. Mientras tanto Juan se desabrochó los pantalones,  dejó caer los calzoncillos y me dijo que mientras le lamia la polla que le sobara y cogiera los huevos. Así hacia yo, le cogía los huevos y le lamia la polla hasta que me dijo que me dejara ya de tanto chupeteo y le se la descapullara, se la cogiera con la mano y mientras le hacia una mamada que fuera pajeandole. Así lo hice, le cogí la polla, saqué su capullo y me la metí en la boca, poco a poco iba chupando y lamiendo su polla con mi lengua moviéndola por toda la polla intentando no dejar ni un solo rincón, bajaba bien la piel y recorría con la lengua todo el capullo y saboreaba bien su polla mientras le pajeaba lentamente y le sobaba con la otra mano los huevos. Entonces noté como mi jefe so ponía rígido y me pidió que se la mamara con fuerzas y le pajeara rápidamente. Así lo hice, ensalivaba todo lo que podía esa polla y masturbaba con rapidez hasta que noté que empezaba a tener contracciones y noté como Juan me cogía la cabeza para que no me apartara y se corría en mi boca. Enseguida se me llenó la boca de semen y tuve que trabar parte de él para que no me chorreara y me manchara, cuando acabó de correrse me soltó la cabeza, me separé y tosí un poco. Me dio la enhorabuena por el trabajo realizado y me dijo que le limpiara la polla con la lengua, así lo hice, después me dijo que le subiera los calzoncillos y los pantalones. Le subí los calzoncillos, los pantalones, le abroché el pantalón y le subí la cremallera. Luego me pidió que chupara un poco de semen que había caído al suelo y que me levantara. Una vez de pie mi jefe vio que tenía la polla durísima y me dijo que así no podía salir del despacho y que me hiciera una paja delante de él y que me corriera en la papelera, así que me saqué la polla, acerqué la papelera y empecé a masturbarme delante de él, le dije que me había gustado y que cuando él me ordenara me correría para él. Me ordenó que me corriera ya y que no tirase nada al suelo, así que me corrí en la papelera. Cuando acabé acercó su mano a mi polla, cogió un poco de semen que quedaba en la punta con el dedo y lo chupó. Luego me dijo que me vistiera y que fuera a hacer mi faena. Me dijo que a él también la había gustado la sesión y que estaba contento de tener dos putitas en su empresa, que ya me llamaría cuando tuviera alguna necesidad. Así que me vestí y me fui con las dudas sin resolver.

Cuando salí del despacho estaba un poco nervioso y salí con la mirada fija en el suelo, mis compañeros enseguida me miraron y me dijeron que había tardado un poco en salir, yo con una sonrisa nerviosa simplemente les dije que el jefe tenía ganas de charlar. Llegué hasta mi sitio, me senté e intenté ponerme a trabajar, pero no podía dejar de darle vueltas a lo que había ocurrido momentos antes.

Llegaron las 20h y salimos todos disparados hacia casa, yo tenía que coger un par de autobuses antes de llegar así que salí de prisa para llegar pronto a la parada. Estuve esperando unos 5 minutos, llegó el autobús y venia lleno, así que subimos, usamos el bonobús y nos adentramos entre la gente hasta encontrar un pequeño espacio donde estar un poco más cómodo. El autobús arrancó y volví a comenzar a pensar en lo ocurrido en la oficia ese día. Entre mis pensamientos, los roces con las personas que estaban alrededor mía y el vaivén comencé a empalmarme, joder que situación más incomoda, aunque me gustaba estar empalmado reconocía que en el autobús y con tanta gente no era el mejor sitio donde sufrir una experiencia de estas, así que intenté pensar en otra cosa para que se me pasara el calentón pero la cosa se resistía así que intenté buscar un rincón para no estar rodeado de muchas personas y me quedé allí esperando a que se me pasará. Después de unos momentos se puso un caballero delante de mí esperando a bajar del autobús. Éste hombre comenzó a mirar a todos lados y en un instante se cruzaron nuestras miradas, acto seguido bajó la mirada y se  quedó mirando el suelo. Yo intenté taparme con lo que llevaba en la mano para que no notara mi paquete abultado pero fue inútil, el hombre este vio lo que me sucedía, me miró, se sonrío y se dio la vuelta de forma que me daba la espalda. Aprovechando que el autobús frenó en un semáforo y luego se puso en marcha se echó un paso atrás pegándose más a mi cuerpo y rozando con su trasero mi polla. Esto me puso nervioso al verme en esta situación pero sin mucho que poder hacer, ya que estaba al final del autobús, de pie, con las paredes del autobús a mis lados ya que estaba en la esquina, éste hombre delante de mi rozándose conmigo y rodeado de gente. De vez en cuando notaba cómo este hombre empujaba su culo hacia mi polla y esto hacia que cada vez mi polla estuviera más dura, yo intentaba disimular para que nadie más viera lo que estaba sucediendo, con una mano me agarraba a la barra superior que el autobús llevaba para que no cayésemos y con la otra intentaba tapar un poco la situación para no nos llamaran la atención por montar el numerito y poco después noté como el hombre se separaba un poco y cómo una mano comenzaba a tocarme la polla por encima del pantalón, palpándola bien y por todos lados, era el mismo hombre que se giró un poco, se pegó más a mi y me estaba tocando todo lo que quería, yo comencé a sudar, sabía que era muy posible que alguien nos viera así que intenté tapar un poco la situación con el jersey que llevaba en la mano por el calor que solía hacer en los autobuses. El hombre, al ver que estaba usando el jersey para tapar la situación fue más allá y con un poco de dificultad consiguió meter su mano por dentro de mi pantalón sin ni siquiera desabrocharlo y comenzó a tocarme la polla directamente sin nada por medio y estuvo pajeandome un rato. De repente sacó la mano lentamente, se la llevó a la cara para olerla, me sonrió y me susurró que si quería que acabásemos la paja en otro momento que le llamara y me dio una tarjeta donde estaba su número de teléfono. Entonces se abrieron la puerta del autobús y el hombre rápidamente se bajó. A mi aún me quedaban tres paradas afortunadamente para que se me pasara un poco el calentón y poder bajar sin llamar mucho la atención. Así que empecé a pensar en cómo tendría que resolver el problema que mi jefe no había llegado a darme la solución, qué opciones coherentes tendría y se le fue bajando poco a poco la inflamación de forma que cuando llegó mi parada ya no se notaba mucho aunque todavía tenia la polla morcillota. Bajé y me fui a coger el siguiente autobús que me llevaría a casa.

Al llegar a casa todavía seguía excitado por todo lo ocurrido en ese día así que me hice la cena rápidamente, arroz tres delicias y algo de pollo y me fui delante del pc para chatear un rato. Me metí dentro de los canales que suelo entrar en el irc y comencé a saludar a la gente. En seguida me abrió un privado un chico de 35 años y comenzamos con las preguntas y respuestas típicas, ¿cómo te llamas?¿de donde eres?¿que haces?¿que te gusta?, de dije que estaba cenando y me pidió ver cómo cenaba, así que le di me correo de Hotmail y nos pusimos a hablar por el Messenger. En seguida vio que estaba con la ropa del trabajo cenando mi arroz y mi pollo y me dijo que si no estaba incómodo con la ropa del trabajo, yo le dije que lo mismo me daba así que me pidió que me quitara la ropa del trabajo para estar más cómodo, pero que quería ver cómo me quitaba la ropa. Así que empecé quitándome la parte de arriba lentamente para que lo viera, después me quite los zapatos, calcetines y pantalones. En este momento me dijo que así estaría más cómodo para cenar y me podía seguir cenando. Yo seguí cenando y me dijo que le gustaba ver cómo comía el arroz, me puse un poco nervioso y derramé un poco de arroz sobre mí. Me dijo que quería ver cómo recogía los granos de arroz de mi cuerpo y cómo me los comía, así que enfoqué la cámara hacia donde tenía los granos de arroz y comencé a cogerlos con la mano y a comérmelos, cuando estaba cogiendo los granos que tenia sobre los calzoncillos me dijo que parecía que tenia un poco de bulto debajo de esos granos que estaba recogiendo y le dije que si, que me excitaba recibir ordenes y por eso tenia un poco de bulto. Me dijo que me acabara de comer los granos que había sobre mí y que me desnudara completamente antes de seguir comiendo la cena. Así lo hice, me quité los calzoncillos y seguí comiendo. Juan (el hombre con el que chateaba) me dijo que quería ver cómo comía los granitos de arroz que cayeran en mi polla y que me tirara un poco de arroz en la polla para que me lo comiera, así lo hice, dejé caer unos granos y con los dedos comencé a cogerlos para comérmelos. Juan vio que cada vez estaba más excitado y me dijo que descapullara la polla y pasara los granos de arroz por el capullo para que tuvieran más sabor, tiré la pielecilla del pene hacia detrás dejando mi brillante pene a la vista del hombre y comencé a pasar los granos de arroz por el capullo. Juan me dijo que cogiera un poco del liquidillo ese que asomaba por el capullo y que lo saboreara, así lo hice y cada vez estaba más excitado. Me dijo que quería ver mi culo así que moví la cámara, me levanté y me di la vuelta para que pudiera verme el culo, entonces me pidió que me agachara y lo abriera bien para verme el ano, así lo hice, le enseñé el ano y cuando volví hacia la pantalla para ver que decía vi como me pedía que me metiera primero un dedo por el culo y después dos. Yo me chupé bien los dedos para que entraran de una forma más sencilla y comencé a meterme un dedo, luego el otro y estuve un rato metiéndolos y sacándolos para que pudiera verlo. Entonces me dijo que encendiera los altavoces para no tener que ir a mirar la pantalla mientras me daba ordenes, así lo hice, acto seguido me dijo que si me gustaría meterme parte del muslo de pollo por el culo, yo le dije que nunca me había metido nada tan grande, pero si eso era lo que quería que hiciera para él así lo intentaría. Me dijo que sí, que quería me cogiera el muslo del pollo y comenzara a metérmelo por la parte más fina hasta donde pudiera. Le mostré el muslo de pollo y le dije que era bastante irregular, que no sabría si podría metérmelo y me dijo que tendría que hacer lo que pudiera, que para que fuera más sencilla la hazaña que cogiera un condón y metiera dentro el muslo de pollo para que fuera más fácil meterlo por mi culo. Fui a por un condón, lo saqué de su funda y comencé a meter el muslo de pollo, sorprendentemente cupo entero y se lo enseñé, entonces me dijo que debía chupar bien el condón para que fuera más fácil la penetración y que quería observar bien cómo entraba, así que comenzó a darme órdenes de cómo debía hacerlo, me dijo que buscara un cojín, que lo pusiera en el suelo, que me pusiera a cuatro patas delante del cojín y que apoyara la cabeza en el cojín , entonces apoyándome solo con la cabeza tenia que con una mano abrirme el culo y con la otra mano ir metiendo el muslo de pollo en el culo. Así lo hice y al principio no fue difícil meter el principio de la pata de pollo pero poco después el muslo comenzaba a ser demasiado ancho y no era mucho lo que podían meterme, así que comencé a meter y sacar el muslo de mi culo lentamente y lo más fuertemente que podía, a Juan debía gustarle porque no dejaba de decir que lo estaba haciendo muy bien y que empujara más que le estaba gustando mucho. Yo estaba súper cachondo y tenia la polla a mil metiéndome aquello por el culo y así estuve un rato hasta que Juan me dijo que teníamos que hacer algo para que entrara un poco más ese muslo de pollo y que quería verme el ojete bien abierto. Yo empujaba lo que podía pero parece que no era suficiente, así que me dijo que lo dejara, que dejara el muslo medio metido y que me levantara que quería verme la polla bien dura, dejé el pollo medio dentro en mi culo y me levanté para que pudiera verme la polla. Entonces me dijo que quería que me metiera el muslo más y que me pajeara hasta correrme para él. Esto me excitó muchísimo y mi polla comenzó a babear, me dijo que cogiera aquellas babitas con la parte ancha del tenedor y que me lo llevara a la boca para saborearlo bien, así lo hice. Luego me dijo que me sentara en la silla y que dejara caer mi cuerpo para que el muslo de pollo entrara lo máximo posible, comencé a dejar caer mi cuerpo sobre la silla y notaba como el muslo de pollo iba entrando poco a poco en mi culo empujando. Llegó un momento en que me dolía muchísimo y no entraba más, así se lo hice saber y entonces me dijo que era la hora de correrme. Me ordenó que medio pegando saltitos sentado me pajeraza fuerte y rápidamente y así lo hice, estaba excitadísimo y no iba a tardar mucho en correrme y se lo dije, entonces me dijo que me corriera en el arroz que me quedaba y una vez dicho esto dejé caer mi corrida sobre el arroz que me estaba comiendo, la verdad es que debido a mi estado de excitación fue una corrida larga y satisfactoria, poco a poco escurrí lo poco que iba saliendo de la polla y lo dejé caer sobre el arroz. Le dije a Juan que había sido genial y Juan me dijo que todavía no habíamos acabado, me ordenó que sin sacarme el pollo quería ver cómo me comía el arroz y la corrida que quedaba en el plato. Cuando hube acabado me ordenó que chupara el plato. Con el plato limpio me dijo que dejara el plato sobre el suelo y que para sacar el pollo del culo debería hacer cómo si lo cagara, enfoqué bien al plato para que pudiera verlo, me puse sobre el plato de cuclillas y empecé a apretar, no tardó en salir el pollo de mi culo y caer sobre el plato como si de un excremento se tratara. Entonces me dijo que me sentara sobre la silla y que chupara el condón y luego me comiera el pollo. Cogí el pollo y me lo metí en la boca, tenía un poco de sangre y rápidamente saqué el pollo del condón y me comí el pollo. Juan me dijo que había sido un buen chaval y un buen sumiso, que le había gustado la experiencia y que le gustaría que pudiésemos repetirlo otro día o incluso cara a cara sin cámaras por medio. Yo le dije que todo podía ser posible pero que ahora era momento de acabar con el postre, ducharme y ponerme el pijama porque estaba agotado, me dijo que podía hacerlo y que descansara para otro día tener otra sesión. Así que me despedí de Juan, me comí un flan que tenia de postre y me fui al baño. Me dí una buena ducha, me sequé, me puse el pijama, apagué el ordenador y me fui a dormir.