En el Taxi haciendo parada

Encuentro rápido y morboso con un compañero desconocido

Llevaba 4 sudokus, un autodefinido y cuatro partidas al brain training y todavía estaba en décimo octava posición de esa maldita parada. Era sábado por la tarde, hacía un día espléndido, las temperaturas habían subido, lo noté justo al levantarme, por eso opté por ponerme una falda larga holgada con un aire un poco hippie y encima vestía una blusa blanca también del estilo.

Estaba aburridísima, ya no sabía como ponerme, me dolía todo el cuerpo así que decidí salir del coche para estirar un poco las piernas. Mas adelante había varios compañeros charlando; De vez en cuando conversaba con ellos pero ese día no estaba de humor, anduve unos pasos hacia la parte posterior de la parada, y observé que los coches que tenía detrás parecían estar todos cerrados, sus respectivos conductores estaban casi al final de la cola charlando animadamente. Estiré un poco los brazos al mismo tiempo que giraba la cintura y cuando estaba arqueando mi columna para aliviar las molestias, me percaté de que había unos ojos observándome. En ese momento paré disimuladamente y me quedé mirando al taxista que estaba tres coches detrás del mío, no pude evitar una sonrisa, la cual el me devolvió, por cierto, mucho mas amplia, seguidamente salió del vehículo con una actitud muy relajada, era un hombre de unos 42 años, mediría un poco más que yo, era de complexión media pero por lo menos no tenía barriga como muchos del gremio, lo que mas me llamó la atención fueron sus ojos, tenía una mirada inteligente, la verdad que era bastante atractivo. Se acercó un poco y me saludó:

-Menuda tardecita llevamos, en dos horas 4 puestos… que tal llevas tu lo del aburrimiento?

-Vaya no me hables, ya no me quedan pasatiempos y tengo casi el máximo nivel en el Brain training. –Le dije sonriendo animádamente.

-No me digas tienes el Brain training.., me lo enseñas?

-Claro lo tengo en el coche.. espera que lo traigo. –Me di la vuelta para ir hacia el coche cuando:

-Espera, tranquila, no lo traigas ya vengo yo

En eso que cerro rápidamente al coche y con aire energético se aproximó a mi.

Abrí mi taxi y me senté mientras el me sujetaba la puerta entreabierta.

-Sube si quieres y te lo muestro. –Le dije, el obedeció subiéndose en la parte trasera del vehículo.

-Espera. –Le dije. -Que me subiré detrás que desde aquí no verás bien la pantalla.

Me subí por su mismo lado, haciéndole un gesto para que se moviera y me dejara espacio. Cuando me senté y le sentí cerca de mi cuerpo, mis intenciones ya no eran de enseñarle la consola, eran más bien de consolar el aburrimiento.

-Ves.. y así se empieza la partida… le das a este botón y tienes que ir sumando en esta prueba… -Le iba yo explicando.

-Aha, pues hay que ser rápido, parece difícil, supongo que con la práctica uno va mejorando…-Me respondió.

En ese momento noté que no estaba mirando precisamente el videojuego, tenía los ojos concentrados en mi escote. Giré la cabeza le miré a la cara y le dije:

-Creo que podíamos calmar el aburrimiento de otra manera no crees

-Mmmm, si, ya lo creo...

Mientras terminaba la frase ya sentía su mano subiéndome la falda lenta y disimuladamente. Nos enfundamos en un beso apasionado, entrelazamos lenguas, nuestros labios se chocaron y nuestras salivas se mezclaron. Entretanto yo ya notaba sus manos elevarse por mis largas piernas, acariciando suavemente mis pantorrillas, estaba ya excitadísima cuando le dije:

-Espera! No podemos enrollarnos aquí delante de nuestros compañeros

Se me ocurrió una idea y sin esperar su respuesta me dispuse a correr las cortinillas que habían en las ventanas traseras, saque del maletero un chaquetón largo y un parasol el cuál coloqué en la luna delantera, con la chaqueta tapé un poco el reposacabezas de mi asiento para que no se viera nada a través de la ventanilla del conductor y de esa manera improvisada quedamos los dos absolutamente invisibles para los que estaban afuera.

-Que apañada eres chica. –Me dijo con sonrisa picarona

Yo ni le contesté, le miré y me abalancé sobre el metiéndole la lengua hasta el fondo de su garganta, me correspondió manoseándome todo el culo por debajo de la falda, apretaba mis nalgas fuertemente mientras rozaba su enorme paquete contra mi cuerpo. Empecé a bajar las manos en dirección a su bragueta, hábilmente en cuestión de segundos le desabroché el cinturón y todos los botones del vaquero. Él elevó su pompis un poco para ayudarme a bajárselos, dejándoselos justo debajo de las nalgas. Llevaba unos slips negros muy modernos que tardé poco en apartar, saqué su duro miembro al exterior y contemplé esa polla que estaba como una piedra. Mojé un poco la punta de mis dedos para luego humedecerle el glande y posteriormente con la palma de mi mano lo froté suavemente para limpiarlo. La agarré con ganas mientras le miraba, sus ojos chispeaban y me pedían a gritos que me metiese esa dura polla en la boca. Empecé lamiéndole el tronco de arriba abajo, alternando con besitos en la punta, sacando la lengua para luego golpearla repetidamente, chupeteando todo el falo hasta llegar a los huevitos, introduciéndolos uno por uno en la boca, para luego volver a subir y recorrer todo ese miembro erecto, abrí mis labios y comencé a chupar esa deliciosa polla, absorbía efusivamente, quedándome casi sin aliento, el mientras tanto me acariciaba el cabello y se quejaba de gusto:

-Ohhhh….mmmm…que bien lo haces..mmmm..siiii, cómetela asiii…siiii oohhmmm

Yo sacaba y metía la punta constantemente en la boca, mirándole a los ojos con cara de guarra, parecía que eso le gustaba. Con mi boca y su glande hacía "pop" , sus gemidos iban en aumento cuanto mas guarra era yo con su polla, mas jadeaba, ecupí y con un movimiento rápido de vaivén de muñeca se la empapé toda, el me tocaba las tetas y yo seguía chupándosela excitadísima, mis bragas estaban chorreando, tenía unas ganas de que ese tío me follase, aunque sintiera nervios por si nos pillaban pero estaba tan cachonda que me daba igual, me encantaba comerle la polla a ese hombre y ver como disfrutaba el muy cabrón, que por cierto llevaba una alianza en el anular, seguro que estaba casado, eso me dio aún mas morbo así que seguí chupándosela y meneándosela, cada vez más rápido, abrazando las paredes de mi boca a su tronco, sintiendo sus venas hinchadas rozar mis labios y su glande rojo al que yo recorría incesantemente con mi mojada lengua. Al acelerar el ritmo esa polla comenzó a latir, entonces yo no podía parar, me la tragaba hasta el fondo, desaparecía en mi garganta, mis labios tocaban su pelvis, -Ohhhhhh siiiiii putaaaa, mmmmm como la comes, siii que me corro, ven aquí, mmmmmm.

Me apretaba la cabeza hasta abajo y me la levantaba estirándome de los cabellos.

–Chúpala…mmmm vamossss…..siiii….ohhhh siiiiii ohhhh que me corro siiiiii….oohhhhmmmmmmmmm

En ese mismo instante sentí su semen inundar mi boca, haciéndome tragar un poco de esa sustancia amarga, el resto lo dejé en mi boca y sacando la lengua le seguí lamiendo el glande. A continuación escupí dentro de una servilleta sin parar de acariciar esa hermosa polla.

-Ven aquí. –Me dijo, elevándome para acomodarme en el asiento, a continuación metió su cabeza bajo mi holgada falda, separó mis piernas dulcemente para hurgar mis partes todavía cubiertas por mi lencería mojada, me bajó las braguitas hasta los tobillos y empezó a lamerme las ingles, primero una y luego la otra, consiguiendo que todo mi cuerpo se erizara, sentí su aliento acercarse a mi vulva y con su lengua me pegó un lametazo de esos que hacen historia, me siguió lamiendo como si mi coño fuese el último en la tierra, me introdujo la lengua en la vagina, para luego sustituirla por un dedo, mientras la húmeda ocupaba mi botoncito y me lo estimulaba, su dedo iba follándome, seguidamente se sumo otro y otro, ya me estaba metiendo tres dedos, yo gozaba, mi coño chorreaba, me pellizcaba los pezones que asomaban tímidamente por mi escote, continuaba lamiendo mi clítoris a una velocidad brutal sin parar de penetrarme con esos tres enormes dedos, cuando menos me lo esperaba, de repente surgió un ardor en mi cuerpo, mis músculos se tensaban, mi vulva palpitaba y con mi espalda arqueada le agarré fuertemente del pelo, empujándole hacía mi clítoris.

.-Ohhmmmm…sii…sigue..mmmm no pares.. mmmm sigue sigue..ohhhhhhhhhh siii que me corro, siiii.. mmmmmm ohhhhhhhhh

Cuánto mas gritaba yo mas me chupaba, devorándome toda la vulva, bebiendo todo ese jugo dulce que mi cuerpo soltaba; Me encontraba totalmente extasiada, mis piernas temblaban, mi brillante joya estaba totalmente delicada, empapada por ese río cálido recién arrojado.

Al minuto, bajo mi falda y me dedicó una agradable y sincera sonrisa, yo me subí las bragas y me coloqué el pelo mientras el se abrochó el pantalón.

Ahí quedó la cosa, Salió del vehículo y se quedó mirando el número de mi licencia mientras yo me dispuse a desmontar el picadero.