En el Seminario

Lo que sucede en el seminario con otro del seminario...

Este relato que voy a escribir es medio fantasía medio verdad, ya que  tengo pues un amigo mío  que era seminarista y conocí a alguno que estaba de toma pan y moja…

Un seminario es un lugar donde se forman los futuros sacerdotes, mi amigo era uno de esos hasta que decidió dejarlo porque le gustaba más un falo que a un tonto un lápiz, al cual yo me he tirado más de una vez.  Pues llego septiembre y entre al seminario.

En el seminario cada uno tenemos nuestra habitación y tienen un baño incorporado completo. Yo llegue y fui haciendo mi vida de joven y tal pero había cada cual por ahí en el seminario que aparte de perder aceite, se le veía que le iban un poco los tíos… Uno de ellos era Javier, un chico alto, musculado pero no mucho, con una cara preciosa, se decía del mismo que era el típico que tenía a todas en el bolsillo. Y así era pues incluso tenía a varios del seminario, cosa de la que me entere después.

En el seminario podíamos ir a la piscina a un polideportivo que había cerca y yo seguía yendo y hacía dos cosas: me mantenía en forma y luego inspeccionaba a los tíos que allí estaban. Un día mirando a los tíos sus espaldas bien formadas entraron dos homosexuales que se iban metiendo mano, cosa que me excito mucho. Uno de ellos tenía barbita y unos músculos impresionantes que salían de la camiseta los pocos que se veían.  Acto seguido entro Javier y me saludo y nos empezamos a cambiar no pude dejar de observarle por el rabillo del ojo. Se le veía fuerte y con unas buenas piernas y brazos y unos abdominales marcados. Era curioso tenía depilado de rodilla para arriba incluida la polla, pues cuando se quito el calzoncillo lo mire y se gasta una buena tranca, que pena que no la usase pensaba yo. Terminados de cambiar nos fuimos a nadar y el cómo tenía clase se fue más pronto yo me quede un poco más.

Al salir me fui directo a la ducha y allí solo estaba el homosexual de la barba de antes que entraba en la ducha. Llevaba un bañador de slip con lo cual vi su cuerpo supermusculado y me lego una erección muy grande, a la cual le eche agua fría para ducharme sin ser cantoso. Cuando se relajo me metí a las duchas y allí estaba ese Adonis perfecto enjabonándose sin el slip. Era la hora del cierre asique solo quedábamos él y yo. Y al entrar me puse de espaldas a él y el se seguía enjabonando de una manera muy sexy, de vez en cuando me giraba una vez aclarado le vi su polla muy grande. Salió de la ducha y yo espere a que se bajase la segunda erección del día. Salí y me seque y al sentarme viene hacia mi desnudo y me dice:

D- Te gusta esto que me cuelga no, porqué no has parado de mirarme…

Y- Bueno, un poco…- me volvía loco esa cosa monstruosa- perdón si ha molestado

D- Tranquilo perdón pero te va a costar algo

Y- ¿qué me va a costar?

Acto seguido me dio con toda la polla en la cara y me la puso en la boca, yo encantado empecé a lamer ese rabo. Pero mi boca no abarcaba todo lo que ella ocupaba, fácilmente serían unos 22-23 centímetros. Me levanto y me llevo a las duchas de minusválidos que son grandes y tienen puerta. Empezamos a morrearnos y a magrearnos. Hicimos un 69 y nos estuvimos mamando las pollas hasta que oímos que alguien decía: “en 10 minutos cerramos el edificio”. Nos mamábamos más las pollas y nos corrimos el uno en la boca del otro y para terminar nos morreamos. Mientras nos vestíamos me dio su móvil y yo el mío y para despedirse me dio un beso y me dijo

D- Lo haces mejor que el otro chico… ah por cierto me llamo Diego -se fue dándome una palmadita en el culo y yo me quede pensativo…

Al volver al seminario estaba muy pensativo y no sabía que querían decir esas palabras, pero bueno. Seguí con mi vida normal y desde el día siguiente Javier hablaba mas conmigo, era como más cercano. Antes no me decía ni hola casi, ahora me saluda y me preguntaba que tal.

Un día volviendo de la piscina vimos a Diego que entraba y saludo hacía nuestro lado y los dos le respondimos. Nos quedamos mirándonos, ahora lo comprendía. A la vuelta al seminario me conto que lo había hecho varias veces con Diego y me dijo que con varios del seminario, los cuales había conocido por Diego. Eso me encanto y me dijo que desde el primer día me quería follar pero que tenía que pasar la prueba de Diego. Según me entere Diego la noche en la que nos liamos le dijo que tenía un nuevo alumno, y por eso soy más amable. El dormía enfrente de mí en el seminario. Asique esa noche hablamos sobre los tíos y luego porqué estábamos en el seminario.  Casualmente en una convivencia que había en el seminario nos pusimos malos los dos y nos quedamos solos en el seminario y ya podéis imaginar lo que paso esos dos días.

El primero fuimos nosotros dos solos conociéndonos y follando a todas horas muchas posturas en su habitación, en el baño. Me encanto su polla unos 20 centímetros depilada y gordita…

La vez que más me gustó fue cuando lo hicimos en su habitación, fue impresionante, era la primera vez que me penetraba alguien el culo por lo que estaba asustado. Pero nada más entrar me tranquilizó con un buen morreo. Tras el morreo nos quitamos las camisetas y estábamos sudando porqué era mayo y hacía calor asique sus brazos y su pecho brillaban y olían a hombre. No tocamos todo el rato y me tiro en la cama y me desposeyó de mis pantalones y de mis calzoncillos y al segundo tenía mi polla en su boca. Debía de practicar mucho pues sabía muy bien lo que hacía. No aguante más y le disparé tres trallazos de semen en la boca, limpio mi polla y me morreo con mi semen en la boca, algo que me encanta. Primero le folle yo a horcajadas y después con el culo al filo de la cama y con las piernas en V en mi cuerpo y cuando termine se corrió en su cuerpo, nos tumbamos y descansamos. Al rato dijo que era su turno. Lo había preparado todo con lubricante para que fuese más fácil la cosa. Empezó mamándome la polla y a la vez me iba masajeando el culo y mi ano para que se dilatase. Me volteo y me puso a cuatro patas en la cama y el de rodillas, me hizo un beso negro y note como iba entrando la lengua, me metía un dedo, luego dos y así hasta cuatro. Cuando vio que se podía penetrar con facilidad no lo pensó dos veces se puso el condón y de una embestida me la metió entera. Chille de una forma brutal y se paro dentro de mí y me abrazo y me dijo al oído: “Cuanto he esperado este momento” Y se quedo abrazado y dándome besos hasta que noto mi cara de alegría. En ese momento empezó a dar embestidas cada vez más fuertes y con más placer para mí. Así estuvo un rato y cuando note que se iba a correr saco la polla corriendo, se quito el condón y me giró. Se pajeo y se corrió en mi cara una parte caía en el cuerpo y otra caía en mi cara y recogí las últimas gotas con mi boca y me encanto el sabor.  Nos fundimos en un beso y nos quedamos abrazados durmiendo.

Me dijo, a la mañana siguiente, que esto lo podíamos repetir muchas veces pero con más gente, incluso más seminaristas que el ya se había follado.

Como había más follables en el seminario lo hice con más. Aunque al estar todos debíamos ser cautos, aprovechábamos para hacer que nos duchábamos  y follábamos. Pero Javier era el que ocupaba un sitio especial, por que cuando queríamos teníamos paja o mamada a solo dos pasos de nuestra puerta.

Si hay algún joven hasta 25 años, si es español mejor, que quiera hablar conmigo o que quiera que nos veamos que me agregue al skype: aitor.lopez19