En el reflejo de sus ojos pardos. San Andres III

...final de la trilogía...No dejes mis labios, no pares de acariciar mi piel por que en el momento que tu calor deje mi cuerpo… cuando deje de escuchar tus palpitaciones las mías se perderán.

El final de la trilogía como siempre les digo al final de todas no se cuanto tiempo le den pero les animo a leerlo hasta el final; en ultimo capitulo encontraran cuatro canciones de Florence and The machine les aconsejo escucharlas en el momento que aparece su nombre le da un gran efecto… reitero mi dedicatoria a RigoSama hijo si apareces en el relato solo encuéntrate te sorprenderá; a taurus182 sos grandioso me impacta y la maravillosa de talento formidable de historia jamás contada, ella tiene la poesía en sus venas ella es musa a su propio vicio Aliss.

CAPITULO III

ANDERSON.

Abrí los ojos permitiendo que poco a poco la luz aclarara mi vista, me sentía muy cansado me acomode un poco apreté la mano en un recuerdo rápido del destino la hoja se arrugo ante mi movimiento sentí tranquilidad por que ahí seguía yo tenia su carta, aun podía estar junto a el… esta carta es lo que no me permite retroceder por que yo se que mi tío me ama y le buscare entre la neblina; le buscare con mi ultimo aliento hasta volver a ver el reflejo de sus ojos pardos, hasta conseguir apreciar nuevamente su sonrisa, hasta que su cuerpo vuelva a tocar el mío, hasta que… hasta que su boca me vuelva a decir que me ama.

-Felipe. Pronuncie su nombre mientras me acomodaba un poco.

♫”All This and Heaven Too, Todo esto y el Cielo” Me dolía la espalda gemí de incomodidad; parpadee un poco y vi la figura de aquel chico recostada junto a mi con mi brazo rodeando su cintura; me ruborice unos instantes sentí como una gran ola de calor invadía mi cuerpo pero el pareció no notar que me acababa de despertar dormía como un niño en este suelo tan duro y tan frio. Intente zafar mi mano pero el la tenia apretada y la verdad su calor me agradaba el corazón me comenzó a latir con mas fuerza. Me comencé a preguntar ¿¡Qué mierda hago si despierta!? Recordé sus palabras de advertencia lo que causo que mi cuerpo comenzara a tensarse –mira marica yo no vine a hacer amigos, mientras mas te mantengas alejado mejor y en cualquier intento que me incomode te parto la cara. ¡Me entiendes! Pedazo de mierda-

¿¡Que hacer!? Si me ofreció su cama por que me baje a al suelo a dormir junto a el; resople un poco de aire, dibuje una sonrisa irónica de alguna manera esto me estaba gustando su aroma impregnado a mi cuerpo, tener su ropa puesta; poder apreciar su espalda descubierta trague saliva su piel blanca cubierta por algunas cuantas pecas, baje un tanto la mirada para apreciar entre sabanas su cintura, su culo apretado entre el bóxer. Mi polla dio un brinco no me había percatado pero se encontraba dura, palpitante en su máximo tamaño; le mire podría alejarme si tan solo me muevo ágilmente- pensé.

Levante un poco la mano pero la de Camilo me aprisionaba, tras mi insistencia el regruño entre dormido se giro para encontrar mayor comodidad; sentí mi mano liberarse de su cuerpo su rostro quedo frente a frente con el mío, podía inhalar su aroma, sentir el calor de su respiración acariciar mi rostro; tome mas saliva con mas dificultad la poca luz que ingresaba a la habitación iluminaba las fracciones perfectas de su rostro; mis labios se movieron indecisos no podía apartar los ojos de sus delgados labios rojizos.

♪Y el corazón es difícil de traducir Tiene su propio lenguaje Habla y se convierte en un tranquilo suspiro En oraciones y proclamaciones♪ Mis ojos bajaron por su barbilla se posaron en sus pectorales entre descubiertos por la sabana que nos cubría se les notaba bastante duros y abultados, con las tetillas teñidas de un tenue color rosado. Levante la mano indeciso no sabia que hacia la abrí en palma y le deje posarse en su pecho. La respiración de Camilo era bastante pausada como el palpitar de su corazón. Volví a levantar la mirada me preguntaba como un rostro que se apreciaba tan angelical podría mirar con tanta rabia al mundo.

El resoplo algo de aire le di ordenes a mi cuerpo de alejarse pero no me respondió, apretó sus parpados con fuerza sus labios se removieron secos, Camilo abría poco a poco los ojos aquel verde oscuro iluminado por los rayos de la mañana capitalina le hacían ver tan bellos tan tranquilos por primera vez desde los ojos de mi tío me sentía tan seguro. Abrió los ojos al encontrarse con los míos los volvió a cerrar como si no se fuese percatado, pero su pecho inhalo aire con mas fuerza nuevamente abrió los ojos al encontrarme me miro desconcertado bajo la mirada aprecio mi mano en su pecho su mirada cambio; el matiz de su rostro se mostro molesto.

-¡que putas crees que haces! Resoplo de golpe, sus manos se apretaron a mi cuerpo y le empujaron con fuerza alejándome de el. ♪Y el más pequeño de los gestos se resumía en jadeos superficiales♪

Le vi sentarse de golpe sin cambiar su expresión observo la cama y me volvió a mirar; no sabia que decir solo le vi levantarse dejando caer las cobijas dio unos pasos en lo que yo me sentaba; resople un poco de aire apenado sin atreverme a mirarle a los ojos. –lo lamento. Pronuncie mientras me levantaba.

Al ponerme de pie le vi acercarse nuevamente me tomaba del cuello de la pijama y me apretó contra la pared, gemí de sorpresa mi carta callo al suelo y al no sentirla mire desconcertado le agarre de las manos. Se apreciaba bastante molesto su respiración totalmente agitada en una actitud amenazante –no me jodas, no confundas Anderson al decir esto me vivió a apretar contra la pared. –no me jodas. Volvió a repetir mientras me soltaba. Caí asfixiado al suelo mientras por todos los medios tomaba aire. Le vi meterse en el baño luego de un portazo.

-pero que mierda le pasa a este tipo. Pensé desconcertado retomando mi carta con una mano sobándome el cuello con la otra.

Me di unos instantes de reposo respire hondamente me dispuse a tender la cama, recoger algunas cosas no era difícil se veía que Camilo era un tipo organizado y muy alejado, en lo que estamos en este cuarto solo he visto a don pablo; Salí de la habitación el pasillo era amplio ya no radiaban las mismas luces que hace unas horas muchos estaban descansando o simplemente permanecían encerrados en su cuarto. Cruce pasillos sin atreverme a abrir alguna puerta las paredes estaban pintadas de colores fríos, habían cuadros contemporáneos por donde se mirara.

-veo que estas despierto. Resonó una voz a mi costado recién saliendo de su habitación. –vamos no tengas miedo somos amigos.

Gire a mi costado para verle a la cara, se encontraba tapado por un bóxer negro que resaltaba su piel blanca como la porcelana se podía apreciar una polla bastante despierta que palpitaba por salir, vestía un gabán rojo de seda fina; le mire desconcertado mientras trasmitía una forzada sonrisa. Ladeo su copa de vino rojo que traslucía como el cristal y me sonrió.

-don pablo… eh si desperté hace poco.

-Yo tampoco he podido dormir creo que estamos igual muchacho. Me respondió ameno -anda ven a desayunemos juntos.

Dude por unos instantes a su ofrecimiento el se acerco a su puerta y la abrió despacio siguió al interior de su habitación dejándome en el pasillo - no pensaras entrar- me replico la conciencia; pero hace tiempo deje de oírle este hombre me ayudo anoche de la lluvia lo que menos podía hacer como agradecimiento es aceptar su invitación. Seguí en paso pausado a su cuarto todo parecía pintar de un extraño color rojo debía ser su favorito quizás… lo vi en la mesa bar saco unos cuantos pasa bocas junto con dos botellas de vino.

Me pidió que me sentara en un gesto de sus manos, se acerco con esa misma sonrisa que no me terminaba de tragar; me sirvió la primera copa.

-así que como un joven guapo como tu de San Andrés termina en una zona de la ciudad como esta. Tomo un sorbo sin dejar de mirarme.

-yo vengo a… un portazo suena antes de terminar mi frase, observe la puerta me sorprendí al ver un agitado Camilo.

-señor el nuevo se… quedo callado al verme sin poder terminar su frase totalmente sorprendido de encontrarme en este lugar, agache la mirada y apreté mi mas manos.

-el nuevo nada jajaja ven siéntate come algo con nosotros; toma una copa y siéntate a mi lado.

♪Y me habla en puntas de pie Y me canta en el interior, Se pide a gritos en la noche más oscura Y se rompe la luz de la mañana♪ Camilo obedeció levante la mirada aprecie su rostro ruborizado pero su mirada no cambiaba me seguía mirando en una mezcla de ira y lastima. El se sentó junto a Don pablo este le sirvió un poco de vino le acerco la bandeja de pasa bocas la cual rechazo en seguida. Me miro sin más a los ojos no sabia como sostenérsela; aquellos me trasmitían algo que no podía entender.

-Anderson nos contaba como termino aquí. Dijo don pablo.

-yo vengo en busca de alguien especial. Respondí tajante retomando mi carta entre las manos.

-ya veo ¿alguien a quien amas? Pregunto sirviéndome un poco más en la copa.

Me invito a tomar guiando la inclinación de mi copa –si.

-y como sabes que el te ama. Dijo sarcástico entre risas.

-lo se. Senté de golpe dejando que la copa golpeara la mesa.

Camilo permanecía al margen de la conversación se dedicaba a escucharme sin mostrar algún matiz de interés, don pablo sonrió ante mi reacción se levanto rasco vulgarmente su miembro frente a mis ojos; -vamos quiero mostrarte algo. El simplemente salió dejándonos a nosotros en la habitación mire a Camilo pero este me desvió la mirada resoplo un poco y le siguió. Me levante de igual forma con la copa en la mano Salí de su habitación camine por el pasillo subí las escaleras totalmente entapetadas podía apreciarse la salida al exterior.

En el balcón estaban Camilo y don pablo apoyados del barandal mirando la ciudad bañarse del los colores cálidos que nos proporciona el atardecer de medio día; el viento resoplaba fuerte me acerque al lado derecho de don pablo deje que mi copa descansara en el barandal mientras apoyaba libremente mis manos en el mismo. Miramos el horizonte todo era nuevo para mi el cielo mas azul, un sol mas tenue, un viento mas frio pero relajante, los edificios totalmente vitalizados, los autos de aquí para halla, las personas todo me parecía tan diferente.

-¿es hermoso verdad? Me dijo don pablo. Yo le afirme con mi cabeza sin apartar la mirada de la ciudad –no te confíes Anderson aprecia la belleza hasta que te duelan los ojos… y ahí este viejo zorro y tu hablaremos el mismo idioma.

-aquí Camilo sabe lo que hablo ¿verdad? Tomo a Camilo del hombro y le apretó a el mientras le implantaba un beso en la cien. Le mire confuso Camilo solo sonrió por lo bajo y volvió a mirar la ciudad.

-quiere hasta que duela, ama hasta que sientas morir. Dijo luego de suspirar apartándose de los brazos de don pablo para tomar un sorbo de vino.

-Anderson seré sincero dudo que encuentres lo que buscas, mira la ciudad es un laberinto enorme… abrió los brazos para abarcar la mayor capacidad que podía.

Agache la mirada sentí como mi corazón se apretaba tenia razón yo soy un idiota como encontrarlo me dirigí al balcón y mire el horizonte preguntándome donde lo podía encontrar pero por mas que me cuestionaba no encontraba la respuesta, mis manos se apretaron fuerte en el balcón sentía como mi garganta volvía a secarse tome la copa y bebí un sorbo mas. Parpadee cansado. –pero yo puedo ayudarte. Dijo tomando mi mano apretándome a la suya para girarme y así obligarme a mirarle. Se me dibujo una tota sonrisa en el rostro lo único que pude articular fue un -¡verdaderamente puede hacer eso!

-claro y mucho mas puedo ofrecerte esta casa, puedo ofrecerte seguridad y puedo garantizarte que si te quedas lo encontraras a esa persona… pero debes darme algo a cambio.

Me tomo del rostro su pulgar acaricio mi mejilla dio unos pasos apretándome al balcón. –que quieres. Dije de golpe mientras retiraba su mano de mi cara, le alejaba intimidante.

-sencillo quiero que seas mi nuevo chico es sencillo unos cuantos tipos que conocerás cada noche, un favor por otro no crees que es lo justo. Su vos tanto su presencia me rodeaban sonaba tan tranquilo, tan seguro.

-no, no pienso hacer lo que me pide. Dije decidido apretando mi carta con fuerza.

-entonces cuando caiga la noche debes irte. Vamos Camilo, dijo palmeándole el hombro le observe mirarme mientras cerraba sus parpados de golpe y salía. Don pablo me sonrió -mi propuesta sigue en pie ¿acaso crees que la persona que buscas te esta esperando? Guarde silencio ante su pregunta el me apretó del rostro fuertemente ¡que idiota! Sentencio para luego empujarme di unos cuantos pasos y repose en el barandal.


Faltaba poco para las seis una hora creo no cargaba ni con un puto reloj pero no me quedaría ahí no estaba dispuesto a venderme por un favor, aun que ese favor fuese el que me devolviera la vida, no tenia nada que empacar solo tenia una carta una camisa y un pantalón… y un puto celular sin saldo. Me senté en la cama suspiraba hondamente abrí la carta que tenia bastante arrugada pero su esencia estaba intacta… se que le encontrare leía cada verso mientras apretaba mis dientes con fuerza recordando sus caricias, sus besos, sus ojos, sus palabras… ♪Todo este el cielo Nunca podría describir tal sensación como en la que estoy… Las palabras nunca fueron tan útiles Así que estoy gritando un lenguaje Que no sabía que existía antes♪ el calor y la seguridad que me proporcionaban sin querer un escalofrió se apodero de mi cuerpo de aquellos que produce la soledad una capa de agua se apodero de mis ojos mientras me preguntaba que estaba haciendo yo debía estar con mi madre pero no… estoy aquí ahora.

La puerta se abrió gire mi cabeza a un costado mientras secaba mis ojos con el brazo, los pasos resonaron en la habitación; le mire el me ignoraba me levante suspire hondamente –gracias le dije antes de salir por la puerta.

Nuevamente las luces rojas, azules, verdes, moradas y demás se apoderaron del amplio pasillo los demás hombres se alistaban para la noche; subí la escalera me dirigí al balcón intentando ignorar las diferentes miradas; mire el crepúsculo vespertino bañar la cuidad cuando el sol callera me iría de aquí… los minutos pasaron sentía mi cuerpo tensarse sudaba frio, el viento me golpeaba con fuerza sentía cada bello erizado apreté mis brazos con mis manos intentando sentir calor mis dientes temblaron aquí es mas frio que en San Andrés.

El cielo se tiño de negro las estrellas decidieron ceder esta noche, Mire mi muñeca observe la pulsera de plata de mi madre mire la estrella que tenia como adorno decía mi nombre, busque en el cielo la estrella de Alpheratz una estrella ubicada en la constelación de Andrómeda la mas brillante de esta es fácilmente visible durante las noches en un cielo totalmente oscuro como este pero aquí en la ciudad también me ha abandonado.

El viento nuevamente me golpeo pero antes de que mi cuerpo reaccionara sentí unas manos cubrirme con una improvisada prenda era cálida de color negro, mire las manos que la sostenían y la acomodaban a mi cuerpo; estas me acariciaron un tiempo me gire a el y observe sus bellos ojos verdes clavarse en el mío quería pronunciar su nombre pero no salía nada… -ca, Cami tome un poco de saliva.

-debes irte ya es tarde. Dijo mirándome compresivo por primera vez no me miraba airado; sobo mi cuerpo nuevamente y bajo por las escaleras sin que lograra detenerle.

Apreté mis manos contra el balcón una ultima vez mire mis pulseras –ayúdame madre, ayúdame- Salí del lugar deje que la puerta se cerrara a mi espalda, camine calle tras calle sin saber a donde iría así durante horas sentía mis pies cansados, me apoderaba el hambre, las personas de la ciudad parecían mas ciegas que las de San Andrés evidentemente no me veían. Cruce calle tras calle caminando mas rápido desesperado sin saber a donde iba… esquivando charcos de lluvia anterior no estaba perdido sabia como regresar pero a ni en san Andrés ni en donde Don pablo quería regresar a pesar que en cada uno de estos lugares sentía que alguien me esperaba.

El aire se torno denso, tan opaco que me costaba visualizar algo las farolas alumbraban pequeños pedazos de calle, una cabina se encontraba abierta mire en mis bolcillos como acto de esperanza tenia algo de dinero ¿Quién lo puso ahí? bueno eso no importa; me invito a seguir el dueño del local le dije a donde llamaría… el me marco y espero a que contestaran.

-halo, mama halo.

-Anderson que felicidad oírte te amo. Me hacia tanto bien oírla

-¿mama estoy bien tu como estas? Un portazo del otro lado del celular ¿con quien hablas puta? –Halo, una voz mas ronca resonó por el otro lado del teléfono.

-pásame a mi madre. Sentencie cansado.

-no vuelvas a llamar marica y tu –aaah suéltame. La llamada se corto mientras apretaba mi mano al teléfono –halo mama –halo madre…

Me apreté el cabello desesperado, me dirigí al señor me pidió que le cancelara me quedaron unas cuantas monedas le pedí que marcara otro numero el me paso el celular –halo. Sonó del otro lado era la voz de el… era la voz de mi tío era la voz de Felipe.

-halo tío soy yo Anderson. Felipe aguardo silencio -A, a, Anderson… -si tío soy yo dije sonriente. El volvió a guardar silencio una voz se escucho en el fondo alcance a oír un -¿con quien hablas? luego la llamada se cancelo.

Deje que el celular callera, el señor del negocio me dijo cuanto le debía solo me quede con una moneda le rogué por otra ultima llamada pero este negó lamentándose… le susurre un gracias Salí del local totalmente destruido que hacer me aferraba a la única esperanza que tenia Felipe… apreté mi carta debo encontrarlo. Camine un poco mas comenzó a lloviznar me detuve en seco grite airado al cielo los perros comenzaron a ladrar estaba airado, me deje caer al suelo lo golpee fuertemente en puño -quiere hasta que duela, ama hasta que sientas morir- sus palabras retumbaron en mi cabeza.

CAMILO.

♫”No Light, No Light, Sin Luz, Sin Luz” El reloj no paraba en su tic tac totalmente aturdidor pensaba en Anderson por primera vez en mucho tiempo me preocupaba alguien que no fuera yo mismo y se sentía… bien pero no dejaba de presionarme un sentimiento de melancolía intentaba convencerme que no quería verlo; no debía verlo. Cuando lo vi por primera vez me pregunte como alguien como el podía terminar en los brazos de una persona como el chulo de don pablo.

Don pablo siempre se ha aprovechado de los demás crea una ilusión para rompérselas con la realidad el juega con las mentes, el aprisiona, el encarcela en una jaula y solo se asoma para cortarnos las alas. Yo… yo sigo aquí por que no tengo a donde ir que diferencia hay después de la muerte de mi madre mi padrastro se dedico a cobrarme por mantenerme con vida… aquí… aquí hago lo mismo. Pago para mantenerme con vida.

Anderson tenia los ojos mas bellos que yo había visto le podía decir que el cielo era rojo y el me lo creería, sabia que lo aria… intente por todos los medios alejarlo de aquí por eso mi actitud arrogante… por primera vez alguien me interesaba… por primera vez sentía las ganas de volver a proteger con mi vida si es necesario, por primera vez volví a mostrar matices que me tocaba ocultar. ♪Eres el agujero en mi cabeza. Eres el espacio en mi cama. Eres el silencio entre medio Lo que yo pensaba y lo que he dicho.♪ Me alegro que se fuera así no le vuelva a ver don pablo no gano esta vez… y donde Anderson este espero que este bien; le intente guardar algo de dinero en los bolcillos pero me fue casi imposible lo poco que le di no le alcanzara para nada.

…trueno… la lluvia se ha tornado fuerte las gotas se desarman con furia en el techo; ni la chaqueta evitara que se moje solo espero no regrese… ♪Eres el miedo en la noche. Eres la mañana cuando está claro. Cuando se termina, eres es el comienzo. Tú eres mi cabeza, eres mi corazón.♪

Don pablo me indico que ya era hora de comenzar Salí por el pasillo vestido únicamente por mis jeans, me detuve a un costado de la escalera con las manos en los bolcillos; uno a uno mis compañeros se encerraban en sus cuartos; un hombre maduro de unos treinta y cinco años ingreso al lugar, el vestía de paño con su corbata algo suelta algunos botones desabotonados, un compañero le sostuvo la chaqueta don pablo se acerco a este. El tipo tenia el cabello rubio cortado al estilo soldado, sus fracciones anchas fuertes varoniles como los gestos que le identificaban mientras hablaba, su pecho inflado totalmente ejercitado, sus piernas daban fe de sus largas jornadas de labor. Me miro con sus oscuros ojos azules me sonrió lo vi venir.

Don pablo me dio la señal de que ya habían pagado por mi, trescientos cincuenta dólares eso costaba mi cuerpo, lo dirigí a mi habitación el se acostó en la cama.

-¿eres activo o pasivo? Me pregunto altivo

-lo que se te de la gana.

El sonrió malicioso se levanto, se acerco a mi me tomo de la quijada me implanto un beso mientras me giraba para botarme a la cama ya encima mío me comió la boca, la mejilla, la oreja se sentó en mi miembro se meneo un poco mientras unió sus manos aflojo su anillo y lo dejo en la mesa de noche junto a la lámpara; se desabrocho el traje lo lanzo al suelo me senté de golpe resignado ayudándole a quitar la corbata desabotonando su camisa. Sus potentes pectorales dignos de lo que supongo es un militar se mostraban algo mojados con sus tetillas totalmente erectas me lance a lamerlas mientras le oía gemir.

Meneo su culo en mi polla me acaricio las espalda hasta despojarme de la camisa; me volvió a lanzar a la cama se resiguió los labios con la lengua, me desabrocho el cinturón se bajo de la cama me quito los bóxer y junto con el pantalón me asombraba su brusquedad; ¡que coños pretendía demostrarme! Me pajeo un buen rato apretando mi glande con sus dedos, su otra mano acariciaba mis huevos al tiempo  que les lamia. Gemía de placer mi cuerpo sucumbía a un acto repetitivo hace años.

Se levanto se quito el pantalón y los bóxer me levante de golpe me arrodille apreté sus piernas con mis manos el se coloco el condón, luego me agarro del cabello y me guio a su miembro me la trague entera deje que me guiara la velocidad aumento sus bolas golpeaban mi barbilla sentía pasar su glande por mi paladar. El tipo no paraba de gemir.

Me tomo del cabello me obligo a ponerme de pie me besaba al tiempo que yo le pajeaba rápidamente –no te será tan fácil. Me gimió al oído me giro me coloco el borde de la cama abrió mis piernas acaricio mi ano con el dedo se lo lamio varias veces y lo volvía a introducir cada vez con mas fuerza… se agacho me sonrió nuevamente su lengua lamio mis pliegues poco a poco mi esfínter cedía sus lamidas y a sus caricias con el dedo.

-será que lo puedes meter de una puta vez. Al tipo pareció excitarle mi reclamo se volvió a relamer los labios, tomo mi polla con fuerza arrancándome un leve gemido. Me inserto su polla a medida que la pajeaba. El cuarto se inundo a un aroma a sexo su pecho se mostro reluciente con los bellos totalmente húmedos. Las gotas de su cabello se desarmaban en mi cuerpo.

El tipo gemía al tiempo que me envestía con fuerza, me acomodo en la cama coloco mis piernas en sus potentes hombros y las levanto un poco; dejo una almohada debajo de mi cintura me la inserto de golpe se lanzo a mi boca y se dispuso a comerla le apreté del cabello. Me dijo que se correría la saco de mi culo acerco su miembro a mi pecho y se dedico a bajearse deje caer mi cara a un costado de la cama algo que no había cambiado en este tiempo es lo sucio que podía llegar a sentirme, lo basura que podía llegar a ser. Sus trallazos reposaron en mi pecho algunos en mi cuello otros tocaron mi mejilla.

♪No se puede elegir lo que queda y lo que se desvanece.♪ No gire la cabeza solo me quede en esa posición se vistió, los pasos resonaban en la habitación, por la silueta de su sombra se que se coloco su anillo; se sentó a un costado de la cama para llamar a su mujer le decía que llegaría tarde que no se preocupara termino su llamada con un te amo y a los niños también. Deje que una lágrima rodara hasta caer en la cama inhale un poco de aire el se paro me observo un rato busco en sus bolcillos y me lanzo un poco mas de dinero. La puerta se cerró y yo me senté.

Lleve mi mano a la cara me intente quitar la lefa, deje que la sabana raspara mi piel, apreté mis manos en puño y deje que mis fuerzas quebraran, deje que el nudo se desenvolviera para comenzar a sollozar; sollozar tristeza nacida hace años, sollozar la repugnancia de sus caricias, el sabor de su boca, la sabana me cubría la cintura la apreté con fuerza limpie mis lagrimas que por mas que intentaba no parpadear salían era tan oscuro… dolía tanto… levante mi mirada al techo intentando detener su flujo pero no seguían saliendo. Me levante camine indeciso al baño.

-maldita zorra me repetí, una y otra vez

-puto barata me das asco… dije escupiendo al reflejo que me trasmitía la espejo.

Deje que el agua cubriera mi cuerpo me senté en la baldosa un buen tiempo –yo… yo… yo no quería esto yo solo quería ser feliz pero el amor duele; la vida es tan dura contra quienes luchamos en contra de lo destinado; aquí se juega a perder; quiere hasta que duela, ama hasta que sientas morir.

Me seque despacio, sabiendo que en unos minutos me encontraría de esta misma manera; mire nuevamente el espejo apreté mi mano en puño con fuerza le golpee deje que los vidrios se desarmaran en el suelo luego del estruendo; sonreí al ver mi sangre gotear de mis nudillos apreté con mas fuerza para aumentar la presión. –yo… yo no quería esto, pero esto es lo que me toca vivir.

Salí de la habitación desnudo con la sabana cubriendo mi cuerpo en un improvisado amarrado, los nudillos bombeaban sangre con menor intensidad deje que los demás me miraran y con la mía les obligaba a callar.

-viste al nuevo. Regruño uno de mis compañeros a costado de mi cuerpo al igual que yo apoyado en la escalera.

-de quien hablas. Dije de golpe

-del de esta mañana, volvió llorando y don pablo le da la bienvenida. Dijo simulando una penetración.

-cállate. Dije apretando mi mano en su cuello apretándolo a la pared ahorcándolo viéndolo divagar palabras.

Subí la escaleras airado dejando al perro ese caer al suelo; llegue a su habitación me detuve en seco al ver la puerta de Don pablo apreté mi mano antes de abrir la puerta, lo pensaba muchas veces pero no me daba soluciones. Un gemido provino del lugar -no podía ser el la voz se parecía pero no… no podía ser el… el no pertenece aquí no.

Abrí despacio deje que mi boca callera intentando pronunciar su nombre, mis ojos se abrieron de golpe mientras un dolor se apoderaba de mi abdomen, de mi pecho, de mi cabeza… Anderson sucumbía a don pablo entregaba su cuerpo se veía tan triste llorando apretando su carta en una mano, Sus ojos se perdían en sus pulseras, limpie mis lagrimas al verlo caído, perdido sin mas esperanzas que esta… sus ojos me miraron al notar mi presencia sus lagrimas cayeron con mas intensidad don pablo no parecía notarlo solo se satisfacía.

-¡deja de llorar de una puta vez! Sus ojos se apartaron de los mío cuando don pablo le golpeo fuertemente el rostro.

♪Quieres una revelación. Quieres hacerlo bien. Pero es una conversación Que no puedo tener esta noche♪ Apreté mis manos en puño no podía hacer nada… di media vuelta la sabana arrastraba a mi paso subí las escaleras Salí al balcón miraba la noche mas oscura que había visto, busque en la mesa que se encontraba a comienzos de la puerta saque una botella de “miguel Ángel”  y comencé a beberla; a permitir que cada trago me dejara en otro lugar me permitiera olvidar, llenaba mi boca a licor lo sentía resbalar por las comisuras de mis labios mojar la sabana blanca que me cubría.

El tiempo paso y con el las horas llegaron observe como cerraban el lugar, pronto todo quedo en silencio  - quiere hasta que duela… ama hasta que…

… ama hasta que sientas morir. Resonó a mi espalda.

Seguí mirando la ciudad, le sentí acercarse se coloco al otro lado del balcón a Anderson también le cubría una sabana miro al frente no dijimos palabras sus ojos rojizos, su verde totalmente opaco, su piel pálida, sus morados en el cuerpo… comenzó a derramar lagrimas en silencio verlo así me causo la misma sensación le ofrecí la botella. Le vi tomar con asco repugnando esto.

-volviste. Sentencie

El siguió mirando al frente yo comencé a derramar lagrimas sin decirnos nada sin volvernos a mirar, sintiendo al otro tan cerca, me acerque un poco el se alejo indeciso le mire a los ojos totalmente brillantes de tanto llorar, tome saliva y lo volví a intentar el se quedo en el mismo lugar nos paramos a contemplar el mismo lugar mientras nos compartíamos la botella.

-así que esta es tu vida. Dijo entre un sollozo en una voz para que solo yo le oyera. ♪ ¿Me dejarías si te dijera lo que he hecho? ¿Me dejarías si te dijera en lo que me he convertido? Porque es tan fácil cantárselo a una multitud, Pero es tan difícil, mi amor, Decírtelo a ti, a solas♪

-si, esto no es vida… es mierda. Dije tomando un poco más

-no perteneces aquí. Le dije apretando su mano –tu tampoco pero aquí estas.

El giro me paso el ultimo sorbo de la botella lo bebí de golpe juntos bajamos por la escalera, seguimos a mi cuarto le abrí la puerta le deje seguir tomo las sabanas en silencio y las acomodo en el suelo; se acostó me acosté a su lado deje que mi frente reposara en la suya le escuchaba preguntarme un por que al que no tenia respuestas… me partía verlo llorar solo podía secar sus lagrimas con mis manos mientras las mías comenzaban a salir. Poso su mano sobre mi pecho le sentía tan fría respire de forma agitada. Me acerque a su cuerpo.

-te ayudare a encontrarlo te lo prometo. Solté en un último aire.

Anderson sonrió busco su carta y me dio la espalda, acerque mi mano a su cuerpo pero no podía tocarlo.

-abrásame, por favor

-pero… dije entrecortado mi aire.

-solo abrásame, por favor

Apreté mi cuerpo al suyo deje que mis manos le enrollaran, bese su nuca y me acomode el beso mi mano me dijo un leve gracias para luego dormir entre lagrimas; le vi algo desarropado nos cubrí un poco mas, acaricie su rostro mientras secaba sus lagrimas, y entre las mías me dormí.


Han pasado cinco días desde aquella noche por mas que intento disimular lo puedo sentir con cada palpitación, con cada vez que se me acerca con las ganas inmensas que siento de defenderle, aun que me mate le ayudare a encontrar a Felipe el le ama y si le hace feliz estar a su lado yo le ayudare; he entendido que esto que siento repasa mis limites pero no puedo hacer nada el no me ama.

Le veía vestirse hoy saldríamos a buscar a su tío, se mostraba bastante animado, en estos días donde su matiz se ha mostrado mas amargo, donde a dejado de sonreír, donde no para de llorar en las noches, donde a comenzado a beber descontroladamente, donde las noches han cambiado la tonalidad de su cuerpo se ve pálido… pero por verlo sonreír no me importaría recorrer esta ciudad.

-crees que lo encontremos.

-estoy seguro. Le respondí mientras me acercaba a el y le acomodaba la camisa.

No sabia a ciencia cierta que pasaría conmigo pero si se que pasara con el, y eso me tranquiliza por que aun que yo juegue a perder el estará feliz y hace mucho tiempo no me pasaba esto con nadie.

Salimos del bar, caminamos a paso lento hablando de todo un poco sin hablar de San Andrés de igual manera por mas que evito ese tema Anderson lo recuerda cada seis de la tarde que se posa en el balcón; le dije que la mejor manera en que podía encontrar a alguien es a través de la guía telefónica. Buscamos su numero insistentes encontramos números diferentes le di la mitad de mi lista y comenzamos a llamar parecía desistir cuando finalmente encontré algo que prefería no encontrar.

-halo hablo con el señor Felipe

-no se encuentra en estos momentos habla con el novio. En esos momentos recordé que Anderson me había nombrado algo de una voz en la ultima vez que llamo a su tío pero el decía que fue una interferencia de la señal y decidí no reprocharle. –Que pena molestarle señor… -Javier. Me completo del otro lado. –lo que pasa es que es de suma urgencia hablar personalmente con el me podría dar la dirección. El tipo era realmente amable rogaba por que no fuese de la manera que pensaba.

-¿tuviste suerte? Le dije sonriente.

El agacho la mirada y negó con la cabeza; anda no te molestes ya le encontraremos te lo prometí; cancele la larga cuenta y nos fuimos me pregunto que si había encontrado algo  –no, Anderson pero ya veras mañana es un nuevo día.

El comenzó a sollozar sin derramar lagrima alguna, se aferraba a mi cuerpo… aun que no pareciera era la persona mas valiente que conocía.

-ya se… le dictamine de golpe. Le vi sorprenderse mientras me miraba a los ojos.

La tarde caía y lo más semejante a lo que el más anhelaba se encontraba a unas zonas de acá; pare un taxi y le indique la dirección Anderson solo observaba el pavimento con la mirada perdida en sus propios pensamientos que terminarían consumiéndolo, apretaba esa carta jamás la soltaba le daba vida, la tarde caía y pintaba mi ciudad, el taxi nos aproximo a una colina al mirador de mi ciudad… Al llegar al borde nos sentamos a contemplar el ocaso; el se sentó a mi lado era realmente bello su cabello negro movido por la fuerza del viento, lo fugas de sus ojos verdes iluminado por los colores de la tarde, el esquema de su cuerpo…Anderson… le cruce el brazo sin decir palabra esperamos juntos a que oscureciera.

Nos recostamos en el suelo dejamos que la noche pintara los arboles y el pasto junto con nuestros cuerpos; el viento paseaba tranquilo llevando hojas a su paso; le preguntaba por las pocas estrellas que habían en el cielo y parecía conocerlas todas me gustaba verle sonreír mientras me decía las características de algunas. Se acerco mas a mi cuerpo apoye mi cabeza en el suelo y deje que el apoyara la suya en mi brazo, Anderson me tomo de la mano que tenia libre y me señalo las estrellas mas cercanas a nosotros.

De un momento a otro el guardo silencio su rostro creo un matiz de admiración y preocupación; le pregunte que le pasaba el simplemente volvió a acomodarse y guio mi mano a una estrella que se encontraba brillante a nuestro lado derecho las mas brillante, la mas bella que había visto.

-y esa se llama Alpheratz. Dijo tomando algo de saliva.

-esta estrella es la de mi nacimiento mi madre dice que esta me representa y es la que me protegerá, mira… dijo insistente guiándome a su muñeca me conto la historia de su pulsera quedaba maravillado con cada palabra que decía.

-pero… ¿no entiendo por que aparece ahora? Dijo totalmente desconcertado.

Acaricie su pecho en señal de que se tranquilizara volví a dirigir mi mirada al cielo para que retomara con los nombres de las demás, me decía algunas cualidades hasta que se canso de contar estrellas y en una leve sonrisa bajo mi mano, nos quedamos así un largo tiempo mirando el cielo con su mano apretando la mía; no sabia si el no lo había notado solo sabia que me gustaba estar de esta manera.

-debemos irnos. Dictamino mientras se levantaba limpiándose el pantalón para luego ofrecerme su mano.

Me levante apoyándome en su brazo pero me de un momento a otro perdí el equilibrio caía pero en esos momentos no me soltó la mano le jale junto con mi cuerpo Anderson callo inevitablemente sobre mi, gemí un poco de dolor hasta que luego de quejarme di con sus hermosos ojos verdes; su respiración se veía agitada su cálido aroma cubría mi rostro, poco a poco cerré los ojos mientras el hizo lo mismo probé sus labios por un instante… en un beso donde solo rosaron nuestros labios donde nuestras manos permanecieron inmóviles y nuestra respiración compartía el mismo aire.

Al no sentir sus labios lo vi abrir los ojos asustado, se apoyo en el pasto y se levanto –lo lamento esto no debió pasar. Dijo caminando en dirección la salida del mirador.

Me levante sin poder parpadear, con mis dedos posados en mis labios, con la respiración pausada –lo lamento no debió pasar- me repetí una y otra vez por unos instantes apreté mis dientes, mientras inhalaba gran cantidad de aire.

-¡hey! Espérame, dije corriendo a el. –tranquilo no paso nada, simplemente lo olvidaremos. Dije revolviéndole el cabello para de nuevo retomar su confianza.

Al llegar al negocio de Don pablo nos vestimos sin decir palabra, solo cruzábamos unas cuantas miradas que el desviaba ruborizado; cuando salimos de nuestro cuarto con un solo par de jeans que nos cubrían nos colocamos uno al lado del otro apoyados en la escalera.los clientes pasaron uno tras otro se encerraban con algunos de mis compañeros. Mire a Anderson de reojo se mostraba bastante triste siempre en cuando llega el momento de pagar los favores no puede contener las lagrimas así que se mantiene limpiando el rostro con sus manos; sin en realidad poder hacer nada en unos momentos subiría a inundar sus penas con alcohol yo simplemente le acompañaría.

Llego mi cliente le vi cancelarle a don pablo, me hacia la señal de que le llevara a mi cuarto; le palmee la espalda en señal de que volvería cuanto antes; mi cliente se dirigió al cuarto ya lo conocía se llamaba Rodrigo tenia una familia muy unida, el se la pasa hablando de su esposa para auto convencerse que le ama. Rodrigo no es malo simplemente no sabe tomar decisiones y ya con dos hijos creo que jamás tomara la decisión que le haga feliz realmente.

-¿como va todo Camilo? Me pregunto mientras se desabrochaba su traje de policía.

Le ayude a quitarse la cachucha, me pare frete a el deje que me besara mientras acariciaba suavemente mi pecho; dirigí mis manos a sus marcados y anchos pectorales le desabotone pausadamente; el me aprecio con sus flamantes ojos pardos que combinaban perfectamente con su cabello castaño cortado finamente; acaricie su pecho a medida que retiraba su camisa la deje caer al suelo sentí como me envolvía en sus brazos me apretaba para volverme a besar.

Me dejo caer al suelo, beso mi cuello lamio mi oreja su mano agarro mi paquete con delicadeza le acariciaba al tiempo que su lengua invadía mi boca; ahogaba sus gemidos en mi boca gire sobre mi cuerpo deje que su potente cuerpo me acolchonara pase mi lengua por su cuello, por su pecho, por la línea fina de bellos que cubrían la zona baja de su abdomen.

Deje que mis manos le desabrocharan abrí para apreciar su gran paquete abultado en aquellos bóxer azules, me miro yo le sonreí le sobe unos instantes hasta que tomo gran tamaño su miembro se mostraba grande palpitante, con el glande cuerpo por una fina capa de pre seminal; lo apreté a mis labios comencé con un delicado sube y baja para luego tomar mas fuerza su cintura se contraía golpeaba con el piso; arrastro las sabanas a nuestros cuerpos para que dejáramos de sentir el frio del suelo.

Lo tome de la cintura y le levante un poco, desabroche mi pantalón frente a su mirada sus manos acariciaron mi abdomen me miraba comprensivo con esa misma profundidad de tristeza que abarcaba su mirada, su mano busco entre los cajones me dejo untarle de lubricante mientras le besaba me echo para atrás me coloco el condón se dispuso a apresar mi pene en su boca; nuevamente se incorporo tome sus piernas en mis hombros le escuche gemir su pecho se elevaba con su respiración rose mi glande en su culo. Le oí gemir mi nombre introduje suavemente centímetro a centímetro hasta que sentí mi abdomen tocar su piel me aproxime a su boca y comencé a envestirle despacio poco a poco adquirí velocidad agarre su pene le pajee al ritmo de las envestidas. Sus dedos se clavaban en mi espalda me aviso que se corría aumente la velocidad su lefa baño su abdomen lo veía jadear cansado. La quería sacar cuando me miro suplicante tuve mi pene en su esfínter propinando envestidas mas suaves le veía retorcerse hasta que le avise que también me correría.

Busco el pantalón con su mano y saco una buena cantidad de dinero me la pasó, di un bote quedando de lado de su cuerpo deje el manojo sobre el suelo y me senté, la sabana cubría mis piernas y parte de mi espalda.

-esta vez fue mas rápido que pasa Camilo. Dijo sobando mi espalda

-me canse de esto. Solté de golpe  mientras giraba mi rostro para sonreírle.

Le escuche reírse tranquilo –sabes Cami hoy fue el día mas difícil de mi vida hace unas horas arreste a un hombre por matar a sus dos hijos; no podía entenderlo y la mujer que se encontraba en el parque tampoco lo entendía solo se dedicaba a contemplar el cuerpo de los dos amantes uno tomado del otro con una extraña sonrisa en sus caras. Y pensé en ti por que uno tenia tu nombre cuando le pregunte a ella que había pasado solo se limito a responder –le dieron su propio final- y eso fue suficiente.

-Camilo toma decisiones ¿Qué quieres para ti?

Que quiero para mí- pensé. Pero mi cabeza no se cuestiono ello la primera imagen que me llego a la cabeza fue el beso con Anderson me lleve los dedos a los labios y aspire en su recuerdo…no… no es que quiero para mi es lo que quiero para el.

-Rodrigo quiero terminar con esto necesito que me ayudes. Dictamine de golpe

Le tome de la mano y le conté todo, le pedir el favor mas grande de mi vida. Me miro compasivo sabia lo que me podría pasar pero no importaba por que lo hacia por Anderson. Rodrigo salió de mi habitación con mi propuesta en la cabeza no me decepcionara, se que no.

…unas horas después…

Me encontraba en el balcón mirando la ciudad y aquella bella estrella que me recordaba a Anderson tomaba sorbos largos de “miguel Ángel” todo podría acabarse tan pronto… me extrañaba que no subiera así que baje a buscarle la sabana que me cubría seguía mis pasos, busque en mi cuarto pero no había señal de su llegada.

-veras como cesa el dolor. Resonó fuerte en una de las puertas de mis compañeros.

Abrí despacio se veía que todos estaba reunidos, uno de los chicos estaba montado en la cama lo reconocía fue al que ahorque anoche por puto de mierda; baje por la estructura de su cuerpo a comienzos de su cama abrí los ojos de golpe totalmente enfadado Anderson se encontraba entre sus manos dejándose ahorcar parecía disfrutarlo sus bellos ojos verdes miraron hacia arriba perdidos.

-que mierda le haces. Entre azotando la puerta a mi paso mis compañeros me abrieron paso dejándome en frente de la escena no podía creerlo empuñe mi mano y la azote contra su cara le vi caer apartando sus manos del cuello de Anderson. Lo tome de los hombros le vi inhalar aire con fuerza le sacudí airado para que me mirara había llorado se le notaba.

-esta no es la manera. Le dije mientras le levantaba le envolví en la sabana y le empuje bruscamente a la salida.

-mira hijo de puta alguno de ustedes le hace algo y yo me encargo de matarlos. Dije en serio antes de irme azotando la puerta a mi paso.

Guie a Anderson a mi cuarto ahí le abrace a mi cuerpo mientras acariciaba su cabello, -perdóname. Me dijo entre lagrimas apretándose a mi su rostro se sentía tan cálido sus manos aferrándose a mi como su salida me conmovían.

-todo acabara ya lo veras ahora duerme. Le dije besando su frente mientras le veía cerrar sus ojos.

-todo acabara- me repetí mientras le dejaba caer entre sueños, suspire hondamente y me deje descansar.


El nuevo día llego gruñí entre sueños, abrí los ojos de forma lenta dejando que la luz me aclara las imágenes, removí mis labios deje que mis manos cubrieran mi rostro.

-buenos días. Dije sonriéndole

Anderson estaba sentado a un costado ya se había vestido se veía mas feliz, mire a mi alrededor y tenia las cosas recogidas; sonreí a mis adentros.

-vamos a buscarlo. Dijo insistente mostrándome la carta ante mis ojos.

Acaricie su rostro mientras me removía de sueño -primero tengo que hacer unas diligencias luego vuelvo y le buscamos.

Me aliste tome el papel con la dirección del presunto tío, bese a Anderson en la frente y le dije que esperara mi llamada al salir tome un taxi durante el trayecto rogaba por encontrar lo que and4erson tanto ama pero que lo que encontrara fuera algo que si amaría.

Me baje en el recinto camine unas cuadras hasta encontrar la casa, toque indeciso me recibió un tipo alto de cabello castaño, ojos pardos de piel bronceada y un gras esquema de músculos; le envolvía una toalla deje caer mi mandíbula para luego tomar saliva. –disculpe ¿Felipe?

El tipo me miro intrigado muy desconfiado me escaneo unos instante –eh soy el que llamo ayer ¿me recuerda? Su semblante cambio se mostro mas ameno. Me invito a seguir me senté en el sofá todo se veía tan limpio una gran vida- pensé.

-amor te busca… -Camilo, le complete mientras me levantaba al verlo entrar en la sala.

-¿Felipe? Pregunte algo molesto

Su voz me confirmo con un leve –si interrogante ante mi presencia. –vengo hablar de Anderson, No se si le interese. Dije mirando a Javier de reojo.

-amor por que no subes yo no demoro. Le dijo plantándole un beso entre nervioso.

-seré directo Anderson ¡¿si aun se acuerda?! Vino a buscarle ahora trabaja conmigo y cada maldito instante piensa en usted y por su culpa… dije removiendo los labios de asco mientras no le apartaba la mirada y caminaba hacia el intimidante, … por su culpa a el le toca vender su cuerpo.

-por que no le dijo la verdad, por que hacerle sufrir de esa manera cuando el solo le ha dado amor, acaso no imagino esto, usted es un hijo de puta no lo merece… no merece esto dije abarcando superficie con mis brazos.

Felipe no respondía simplemente se encargo en disimular sus lagrimas ante el shock no articulaba palabra miraba a todos lados se sentó en el sofá y se llevo las manos hacia atrás. –yo no quería, es que yo no le aria daño… pero… pero… yo no le amo como el quiere que sea.

-necesitó hablar con el. Dijo impaciente levitándose tocando fuertemente mis hombros.

-si no me suelta le parto la cara. Le mire con asco pero no podía hacer nada le lance un papel con la dirección donde podía encontrarlo cuando aclarara sus putas ideas –en sus ojos pardos se refleja el amor que le tiene a Anderson pero ese amor no es mas grande que el que le tiene a su novio. Eso lo podía leer.

Salí de su casa con un portazo me senté en el parque mas cercano, resople gran vendaval de aire apoye mis codos en las piernas y deje caer mi cabeza en ellos. -quiere hasta que duela, ama hasta que sientas morir- comencé a llorar si todo terminaría hoy que pasaría conmigo que pasaría con el; yo quería estar a su lado pero el no quería estar en el mío el quería los brazos de su tío; yo quiero que todo esto acabe pero que todo salga bien para el no importa que pase conmigo.

Tome un taxi que me llevo hasta el bar, Anderson seguía esperándome en la cama se levanto al verme no me pregunto nada solo me empujo a la salida.

-espera detente. Le dije deteniendo mi andar dejándolo con mi mano levantada.

-que pasa tenemos que salir ya va a oscurecer son las cuatro.

-no Anderson espera. Dije cansado resoplando algo de aire, solté su mano y me senté en la cama

Anderson se acerco a mi preocupado guardo silencio apretando su carta entre sus manos. –Anderson tu tío no te esta esperando…el… el ya tiene una vida junto a su novio.

-de que mierda me hablas Camilo. Me miro cargado de ira levantándose de golpe.

Me levante junto a el y comencé a caminar por le cuarto tomando algo de aire –si, es que yo lo vi el estaba junto con el tal Javier y se veía feliz no digo que no te quiera pero no es como tu crees. Dije tomándole del brazo.

-suéltame. Dijo golpeando mi mano para luego empujarme. –sabes que es lo que pasa Camilo tu eres un resentido quieres tenerme aquí contigo, ese es tu plan ¿verdad? Por eso tu actitud no eres más que un parasito. Sus frases me golpeaban con fuerza me acerque al verlo llorar pero el nuevamente me empujo.

Me deje tumbar al suelo –yo… yo lo lamento. Tome algo de saliva mientras me levantaba -¡pero sabes muy bien que es verdad! –no te contesta, no te busca, la voz por el celular… ¿acaso eres idiota? El callo en la cama mientras lloraba buscaba recapacitar antes sus ideas.

Me senté en el suelo, le observe unos minutos sin poderme acercar o pronunciar alguna palabra. Le vi arrugar su carta con fuerza le había dolido todo esto que ha vivido se ha vuelto en su pesadilla he dañado su sueño; le repetí que lo lamentaba el se levanto seco sus lagrimas y tomo un poco de sus cosas.

-¿que haces? Dije deteniéndole.

-suéltame.

-¿a donde iras?

ANDERSON.

♫”Seven Devils, Siete Demonios” Ser tan idiota tan estúpido, el único hijo de puta que cree que este pecado podría ser perdonado; que mierda todo esto es una mierda, no pertenezco aquí no pertenezco a ese lugar; a donde mierda iría acaso a alguien le importa eso ¡a nadie! Por que en esta vida de mierda caminas solo… en esta puta vida juegas a perder.

Le di todo, todo le entregue todo lo que quise… le guarde en mi cabeza le guarde en mi corazón para que nadie le lastimara pero el mismo se encargo de hacerlo desde adentro ¡idiota! Pensar que mi tío me esperaba, permanecer en la ciudad pasar cada maldita noche desde su partida vendiendo mi cuerpo por tan poco, abandonar mi tierra natal creer que salir de esa jaula seria bueno pero no lo es, no se puede pretender pensar que un ave volara después de que le han cortado las alas desde que esta tiene memoria.

Mire a Camilo con tanta rabia, que pretendía que ahora correría a su lado ¡que mierda le pasa! Por que jugar de esa manera, por que comportarse así, por que pretender que sentía algo cuando el hace tiempo perdió esa posibilidad, el no tiene vida no tiene un por que… el debe entender que yo no lo soy. ¿Qué todo esto acabara hoy? Otra mentira más si esto acaba es por que yo ya me canse de esto.

Javier… repetí el nombre de el en mi cabeza como echarle la culpa a alguien que ni conocía, como decirle a Felipe hoy que no le amo cuando muero por el, lloraba de rabia, lloraba de impotencia, de cobardía, de miseria, de… de cansancio. Mis ojos comparten un reflejo triste, un color luminoso por lagrimas y lagrimas, apretaba mis dientes quería que quebraran dentro de mi boca. Empuñe mi mano me levante vi como Camilo me seguía golpee fuerte la pared.

Tome la carta la guarde en mi pantalón y Salí de la habitación sin mirarlo; le sentí seguirme… no me importaba tan solo yo seguía mi camino empujaba al bastardo puto que se me atravesara; grite airado su nombre –Don Pablo donde estas hijo de puta.

♪El agua bendita ya no puede ayudarte, Mil ejércitos no podrían detenerme… No quiero tu dinero, No quiero tu corona. Verás, tengo que incendiar tu reino♪

Golpee nuevamente la pared a mi paso mientras lloraba, mientras vanamente me limpiaba con las manos, este dolor no cesa esto no calma; Camilo me alcanzo me cogió del brazo le exigí que me soltara llegue a la primera escalera lo sentí tomarme de la cintura.

-que mierda, que me sueltes no entiendes. ¡No quiero hacerte daño solo no me provoques!

-mi asunto es con ese hijo de puta- pensé; tome uno de los vinos de la repisa tome del pico tome en cantidad deje que resbalara por mis labios; Camilo me seguía preocupado pero no se atrevía adelantarme. -quiere hasta que duela, ama hasta que sientas morir- me encontré con su puerta grite su nombre para luego patearla.

-pero Anderson mira que sorpresa que haces aquí, deberías estar trabajando. ♪Y ni ríos ni lagos pueden apagar el fuego Voy a levantar la hoguera, voy a delatarte♪

-maldito bastardo a mi no me jodes mas… dije acercándome a el le golpee en el rostro le vi caer pero no era suficiente lo tome de la bata le seguí golpeando.

-levántate. Le exigí –que te levantes le repetí mientras le pateaba el abdomen.

El retomo fuerzas le vi levantarse, limpio con el codo la sangre de su boca apretó su mano y se abalanzo a mi me hizo caer, gemí del golpe, se sentó en mi abdomen –muy machito- dijo para luego golpearme con fuerza. Me agarro del cabello me azoto contra el suelo. Vi como Camilo se acercaba le empujo con fuerza mientras me ponía a su espalda sin soltarme la mano.

-que mierda haces Camilo, a mi no es al que debes atacar. Grito en su desubicación.

-esto se acabo. Dijo Camilo escupiendo al suelo.

-como acaba algo que recién empieza. Regruño el viejo

-se acabo la policía no debe tardar en venir y viene por usted, por los menores a lo que les ha quitado una infancia, vienen a cerrar su fortaleza, vienen a quitarle una vida. Dijo Camilo con lagrimas en sus ojos por un instante sus manos se apretaron a la mía.

-no, tu no pudiste hacer eso.

Las alarmas sonaron, abrí los ojos de golpe era verdad pero en que momento, por que derrumbar lo único que tenia como percepción de vida que le pasaba a Camilo por la cabeza, los gritos del primer piso comenzaron que mierda la policía estaba afuera las luces resplandecían por la ventana. Sentí miedo el corazón me latía desenfrenadamente, la mejilla de Camilo no dejaba de rodar lagrimas mientras su rostro dibujaba una sonrisa tranquila; me apretó mas fuerte se acerco a mi.

-esto no se acaba ustedes dos me la pagan.

-que piensas hacer estas perdido. Le dije

La luz oscurecía el lugar, el crepúsculo terminaba… Don Pablo comenzó a reír irónico mientras tiraba las cosas que tenia a su alcance. Las copas de cristal quebraban a sus pies, el vino manchaba la alfombra, las colillas de cigarrillo manchaban su bata, mire el lugar esto era lo que el consideraba vida un lugar donde solo tenia sexo y se le abría la boca de grandeza. –todo había acabado.

Tomo una botella de su cajón –brindo por ustedes, por que se tienen el uno al otro hasta el final. El vino rego su cuerpo era mas lo que salía que lo que entraba, levanto la botella se mojo el cabello se dejo recorrer el cuerpo por el liquido.

-quieren. Dijo mostrando la copa. –esta bien no…  se respondió al vernos mudos siguiendo sus pasos.

-y dinero eso me sobra… Saco gran cantidad del cajón y desarmo el manojo en el aire. –son difíciles eh… bueno a esta no dicen no…

Se acerco a su mesa. Abrí los ojos de golpe, mi corazón se detuvo un instante dejando mi mente en blanco, parpadee seguido tome algo de saliva; apreté a Camilo con mi vida le mire el sonrió triste con lastima, le miro un segundo me acerco su mano y me dejo a su espalda. Don Pablo había enloquecido nos apuntaba con un arma de plata la mano le temblaba; la policía grito su nombre pedía que le abriéramos.

♪Siete demonios a tu alrededor Siete demonios en mi casa. Verás, estaban ahí cuando me desperté esta mañana Y habré muerto antes de que acabe el día♪

-estas perdido, mírate que patético. ¿Dónde quedo el dios? mírate sos mierda. Dijo Camilo sin temblar la voz mirándole a los ojos, sentía su espalda tensa. ¿Qué pretendía?

-¡salgan! Grito señalándonos con firmeza.

-todo estará bien- me repitió. Me tomo de las manos guio mi paso a la salida. Nos quedamos en el pasillo mientras le mirábamos.

-que suban.

-ya acabo Pablo, acabo.

-que suban, ¡les ordeno!

Subimos las escaleras, sin apartarle la vista; Camilo se veía dispuesto a todo… mi espalda se apretó al balcón estábamos a los lados mientras el nos apuntaba desde la puerta.

…portazo…

Don Pablo miro hacia a atrás, sonrió en auto convencimiento; me acerque a el, me apunto firme quede estático mire sus oscuros ojos negros cubiertos por lágrimas Camilo se abalanzo de un momento a otro a el apretándole a su cuerpo con el arma entre los dos; mis ojos le siguieron sin poder parpadear ¿Por qué lo hacia? ¿Por qué? El arma se elevo al techo y disparo mi cuerpo se contrajo Camilo no quería soltarle luego mis ojos se llenaron a lagrimas y caí de rodillas al suelo, tenia la boca bacía con un inmenso nudo en la garganta mis oídos resonaban el ultimo zumbido de la bala.

Ambos cuerpos se encontraron de pie, estaba con las manos apretadas en puño, cuando vi a Camilo caer frente a mi ojos, su cuerpo se detenía en el suelo hasta que su cabeza golpeo el suelo; me acerque a el le gire le toque el rostro el; se mostraba sonriente. –Te amo- susurro tomando mi mano con fuerza. Le toque el pecho le volví a mirar ¿Por qué? Su boca tocio fuerte para luego sellarse.

Apreté la herida que tenia en un costado de su abdomen, manche mi mano de sangre mientras no paraba de temblar.

-aléjate. Grito don pablo

-que te alejes o te iras con el.

Le abrace con fuerza, apreté mi cabeza a su pecho mientras derramaba lagrima tras lagrimas su mano poco a poco me soltaba. Un nuevo disparo resonó en mis oídos ♪Verás, tengo que incendiar tu reino♪ Mi cuerpo se apretó a Camilo que me había dejado de responder… levante la mirada – me preguntaron si estaba bien- no le solté no lo aria.

La placa del oficial decía Rodrigo, en unos instantes llamó a los médicos.

♪Pueden ponerme en alto Hasta que tire las paredes Hasta que salve tu corazón Y para tomar tu alma ¿Qué hemos hecho? ¿Puede deshacerse? En el corazón del mal… En el alma del mal♪ -yo no quería. Dijo don pablo antes de resoplar su ultimo aire.

Mire a Camilo lloraba sin saber que hacer, veía cada lagrima desarmar en su pálido rostro. –Cami por favor despierta.

-por favor, no me dejes… perdóname… perdóname resoplaba con cada nudo.

Perdía calor la ambulancia resonaba en la zona. –ya vienen Cami, por favor. Le tome entre mis brazos le recosté en mi pecho.

-déjalo, dijo el oficial en lagrimas mientras intentaba apartarme.

-déjalo. Me repitió. Los médicos subieron me empujaron hacia atrás apreté mi cuerpo a los barrotes del balcón mientras lloraba, tome mis piernas y las acurruque a mi. –no, no… no yo necesito que este bien.

-Anderson. Mire al oír mi nombre. Volví a bajar la mirada al verle Felipe se veía bastante agitado se acerco a mi, me acariciaba mientras me preguntaba que paso.

FELIPE.

Caminábamos por el lugar con la mirada perdida en el horizonte, con los rayos de sol ocultos en la neblina el ambiente era desolador bastante frio, nadie decía nada solo se caminaba, mire los arboles deshojados sin ninguna ave que les acompañase en su miseria; mire a Anderson a mi costado vestido de negro con la mirada oscura con lagrimas secas en sus ojos lagrimas que dejaron de rodar desde la noche de ayer.

Luego de la llegada de Camilo, no podía seguir pretendiendo que nada pasaba, tome mi chaleco y Salí de mi casa sin mirar a Javier sin darle respuesta solo me fui, tome el primer taxi que apareció en el camino, el sol descendía llegaría en el comienzo de la noche, no sabia que decirle cuando llegara pero sabia que no podía decirle lo que el quería oír… por que amo a Anderson pero no como el sueña que lo ame… al llegar al lugar me detuve en seco al ver la policía y la ambulancia parqueados en la dirección que el papel indicaba me recosté en el poste mientras deje que este me alumbrara. No podía ser en ese lugar, Anderson no estaba ahí.

Resople algo de aire mientras dejaba que el calor de mi cuerpo se perdiera con el comienzo de la noche, mire arriba al balcón del lugar reconocería esa estructura donde fuera; no podía visualizar su rostro pero era el. Un miedo inmenso se apodero de mi cuerpo corrí desenfrenado subí las escaleras me detuve al verlo. Pronuncie su nombre en un aullido inaudible.

Anderson levanto la cabeza, apretaba sus manos a sus pies les manchaba de sangre; mire a su alrededor vi aquel joven totalmente palidecido mientras las enfermeras luchaban por reanimarlo, el oficial que las acompañaba lloraba desconsolado apretando su puño a la boca.

-dale el señor el descanso eterno. Resonó el padre mientras ladeaba de lado a lado el candelabro de incienso

Pocas personas le seguían en su coro, mire a mi otro costado me encontraba con Javier, totalmente preocupado por mi sobrino me apretó de la mano, le sonreí. Al llegar al lugar un gran hueco de tierra se abría ante un ataúd colgante; el padre se coloco la túnica blanca sobre su traje negro; abrió la biblia y comenzó a recitar los rezos.

Ayer en la noche me acerque a Anderson le pregunte alterado que había pasado el tan solo decidió guardar silencio. El oficial dio el reporte un hombre muerto y otro herido de gravedad su puño volvió apretarse a su boca mientras no paraba de llorar, el oficial prefería no cerrar los ojos solo se dedicaba a ver la escena. Mire a Anderson llevarse las manos al rosto para que no le viese llorar.

La funeraria quedaba vacía pero Anderson seguía ahí frente a la tumba, apreciando la lapida totalmente fría con su vista cubierta por una fina capa de lagrimas, el aire era tan frio y la neblina tan espesa Javier y yo nos quedamos a un lado. Le vimos dar un paso su pecho se inflo con el aire inhalado; tomo las rosas que había comprado en la entrada desato el nudo y con el listón rojo en sus manos se acerco a la lapida. La lapida tenia la forma de un ángel clemente con una antorcha en la mano y la mirada perdida al cielo su boca estaba sellada pero claramente algo le atormentaba. Anderson le coloco el listón a la mano del ángel y le amarro luego relajo sus manos dejando caer el racimo de rosas al suelo.

El listón batió furioso a merced del viento; Anderson dio la vuelta, apreté a Javier le deje solo le pedí que no me siguiera con la mirada.

-a donde vas ¿acaso dejaras a Camilo solo en el hospital?

-el esta mejor sin mi. Me respondió

Me acerque a el intente tocarle pero no me lo permití, Anderson al ver mi intento se detuvo en su andar –Felipe no quiero que le digas nada. –Anderson yo…- , -Felipe no mas… resoplo cansado yo entendí de verdad, tu estas mejor sin mi; tu a mi no me amas eso ya lo se… por favor déjame.

-mira tío tu estas bien, Anderson miro a Javier y sonrió con tanto dolor pero a la vez con tanta calma.

-me tengo que ir. Dijo antes de seguir caminando.

No podía permitir que esto pasara pero que podía hacer… abrí los ojos cuando vi su imagen en la cabeza me acerque a Javier y le pedí que me acompañara.

ANDERSON.

♫”Dog Days Are Over , Los días de perros se han acabado” Salí del cementerio, camine por el pavimento mientras apreciaba la poca hojarasca de esta triste senda buscaba la forma de salir de aquí, ♪La felicidad la golpeó como un tren en un raíl Viniendo hacia ella atascada aún sin vuelta atrás Se escondió detrás de las esquinas y se escondió debajo de camas♪ camine unos minutos hasta encontrar la estación del tren que unos días antes me trajo; resople algo de aire totalmente cansado no mire atrás por que nada me detenía tome el primer vagón deje mi frente apoyarse en la ventana mientras imaginaba su rostro y sus palabras –te amo- cerré los ojos –te amo- le respondí consiente de que no me oía. Por que no puedes decir te amo cuando ya es demasiado tarde… no es tarde me convencía en vano la conciencia.

El tren comenzó a andar el carbón nublo el cielo a su paso; mi mirada se encontraba perdida con la garganta seca y las manos empuñadas en las rodillas… el tren viajo unos minutos hasta detenerse San Andrés mire con repugnancia, baje de el tren mire el cielo en su atardecer bañando el pueblo de dorado.

♪Lo mató con besos y huyó de ello Con cada burbuja se hundió con su bebida Y lo tiró todo por el fregadero de la cocina♪ Camine por sus calles recordé cada casa como una película, al llegar a la mía toque la puerta mi madre me recibió atónita con lagrimas en sus ojos sin parar de besarme, sus lagrimas tocaban mi piel mientras no paraba de recitarme palabras de amor, la tome de los codos y la retire de mi cuerpo –también te extrañe. Le dije mientras le bese la frente.

Camine por la sala subí las escaleras abrí la habitación de mis padres entre a su baño me mire en el espejo estaba tan cansado, tan triste, este dolor agonizaba, punzaba, mataba pero ya las lagrimas se habían secado, el nudo me había cortado la garganta, había perdido la fuerza… abrí el cajón vi el tarro de calmantes y los guarde en el bolcillo.

-madre tengo que irme. Le dije mientras volví a besarle en la frente. –madre solo quiero que seas feliz no temas serlo.

La puerta se abrió mire a mi padre ingresar, se abalanzaba a mi me abofeteo fuertemente, le tome del cuello de la camisa le golpee deje que callera al piso le obligue a mirarme le patee una y otra vez hasta ver su boca sangrar; comenzó a suplicarme le volví a agarrar le golpee una ultima vez. –padre dime si aprendí bien. ♪Los caballos vienen

Así que mejor que corras…Corre rápido por tu madre, corre rápido por tu padre, Corre por tus hijos, por tus hermanas y hermanos♪

Camine esquivando su cuerpo, el sol decaía mire a las personas de San Andrés todas con aquella vida con la que no quise conformarme camine al epicentro vi la iglesia la gran Lourdes el legado barroco; me senté en la roca que quedaba a su costado escuche las dos misas las personas iban y venían unas se quedaban ahí esperando ser echadas; el crepúsculo vespertino tenia un aire asfixiante.

Las puertas eran cerradas desde adentro coloque el pie en la puerta impidiendo su paso. El padre se detuvo salió a ver que pasaba al asomar su rostro empuje la puerta le vi caer con el movimiento. –lo lamento padre solo quiero hablar.

-usted tenia razón. Le dije para luego escuchar mi voz resonar entre las paredes

Me dirigí al altar, sonreí sarcástico sentía tanta ira, mi corazón comenzó a latir con fuerza las lagrimas no se hicieron esperar –padre levántese. Le dije sin mirarle. Le sentí acercarse a mi espalda agarre el mantel con fuerza y ale de este, deje que todo esto callera al piso que el cristal resonara en el ambiente. ♪Y nunca quise nada de ti Excepto todo lo que tenías y también lo que quedó después de eso… La felicidad la golpeó como una bala en la cabeza Arreada desde una gran altura por alguien que debería saber más de esto♪ Me acerque al velero y le patee, las velas cayeron dejando una humarada a su paso el padre intento detenerme pero no debía preocuparse yo ya me iba. Me acerque a un costado del altar empuñe mi mano vi la botella de vino quebrarse. El líquido manchaba mi ropa tenia tanta ira caí de rodillas al suelo llore, llore de impotencia, no tenia nada. Apreté mis manos.

-¡sacrilegio! ♪ ¿Puedes oír los caballos? Porque aquí vienen♪

Me levante tome algo de aire mientras me limpiaba las lágrimas –padre no se preocupe ahí cosas que se pueden recuperar otras no…

Camine a la salida deje que la luz plata de la luna invadiera el lugar, camine sin prisa dejando que el aire congelara todo esto, subí la colina al llegar me pare en la orilla sonreí mientras no paraba de llorar ahí cosas que por mas que intentas dejar de sentir no se puede; me acerque al lago deje que mi cuerpo tambaleara en su orilla, el viento soplaba fuerte las hondas invadían los reflejos, las hojas caían a mi alrededor.

Saque la carta saque cree un barco con ella, saque los fósforos y le prendí fuego, ♪Deja todo tu amor, todo tu amor atrás, No puedes llevártelo contigo si quieres sobrevivir♪ le vi arder el fuego se expandía lento el viento no podía apagarlo me arrodille deje el barco en el agua y le empuje en un soplo. Saque las pastillas y destape el frasco… la primera - no tienes agallas marica- resonó la voz de mi padre en mi cabeza… tome la segunda Mírame como quieras, ódiame pero jamás digas que no te ame…- Felipe , pase con dificultan mientras lance una mirada al cielo nocturno ya no esta… - Anderson siempre estaré contigo- perdóname madre… -¿piensas recibir la penitencia? padre ya he pagado suficiente…-¡sacrilegio!, agarre un poco mas de una y las aguarde en mi boca –no te confíes Anderson aprecia la belleza hasta que te duelan los ojos…- las tome de golpe mientras intente inhalar aire las lagrimas rodaban por mi mejilla miraba el cielo la carta se había echo aire y lo que quedo se hundió en el lago.

-quiere hasta que duela, ama hasta que sientas morir-. Apreté el frasco en mi boca y tome de el. ♪Los días de perros han terminado ¿Puedes oír los caballos? Porque aquí vienen♪

Mis ojos miraron involuntarios la noche, mi boca pidió el último vendaval de aire, parpadee unas veces antes de soltar el frasco vacio, sentí caer –Camilo- pensé.

CAMILO.

Me senté a un lado de la cama del hospital, le miraba inconsciente tan indefenso… con el rostro palidecido, con el cuerpo surcado a cables que le monitoreaban la vida; apreté mis manos en puño y apoye la cabeza. Un dolor inmenso se apodero de mi abdomen la bala el disparo aun me calentaba la piel. Le mire nuevamente y sonreí.

Hace unas horas en la ciudad al abrir los ojos no vi a nadie en el hospital me pregunte por el, pero no obtenía respuesta las enfermeras habían atendido mis heridas luego de la operación y aun me dolía pero me dolía mas que no estuviese en esos mementos conmigo… me dolía creer que no le volvería a ver… pero me sentía feliz al creer que estaba bien.

Me alistaba para salir no sabia a donde iría pero no me podía quedar mas tiempo en ese lugar, camine por el pasillo mire a Rodrigo que abrazo de felicidad al saber que estaba bien, me beso la frente y acaricio mi mejilla; me acompañaba a la salida cuando distinguí dos figuras cruzar la entrada para acercarse a mi.

-Anderson- reclamo mi cabeza su nombre. No sabia por que pero así fue sentí que me llamo, la desesperación me consumió y me trajo a San Andrés.

Me levante hasta donde se encontraba, le acaricie el rostro me acerque a el para besarle sus labios se sentían tan fríos, tan inertes. Me acosté a su costado sin parar de contemplarle.

Luego de unos minutos su cuerpo inhalo gran cantidad de aire con desespero, parpadeo unas cuantas veces antes de poder entender lo que pasaba me levante le tome de la mano le repetí que aquí estaba. El simplemente guardo silencio y soltó mi mano.

Deje mis manos caer, le mire no lo podía creer, volví a apretar mi mano en puño y le golpee el rostro. -¿se puede saber que intentaste hacer?

-me canse de esto Camilo míranos a donde hemos llegado tu que esperas que… tape sus quejas abalanzando mi boca a la suya, probando sus labios mientras les sentía robarme calor, no me aparte de el sentí como sus manos perdieron fuerza para apoderarse de mi cuerpo; apretaba sus labios a los míos para volver a invadir su boca con mi lengua. Todo era tan… perfecto.

Mis manos recorrieron su silueta mientras subía buscando su rostro sentí sus lagrimas las seque mientras le acariciaba, mis manos peinaron su cabello le apretaban con fuerza a mi… quería su boca quería todo yo le amaba… y no importa que pase mañana pero estamos juntos….

FIN.

Mis amigos los invito a valorar y comentar, sus comentarios son importantes para este escudo realmente todo esto es para ustedes… nuevamente Gracias. Y nos vemos dentro de un tiempo.