En el portal de casa
Hacia mucho tiempo que no veía a Manu, un reencuentro fortuito hizo que los vivieramos una gran noche...
Hola, soy una chica de 19 años, vivo en un pueblecito cerca de Barcelona. No hace mucho que visito esta página, pero en poco tiempo he descubierto que hay mucha gente capaz de explicar sus momentos más íntimos, o sus sueños más deseados. Yo nunca he podido comentarlos con nadie, la gente de mi pueblo son muy cerrados de mente! Un gran amigo me recomendó este sitio y quedé sorprendida y pensé que ya k con los de aquí no los puedo compartir lo haré con todos vosotros. Espero que os guste!
Yo era una chica de 17 años en aquellos tiempos. Había tenido alguna que otra experiencia, pero no como la que es voy a explicar .
Hacia muchos años en EGB, yo tenía un compañero de clase llamado Manu, hacía ya k no sabía de él pues unos 8 años. Él se había ido a vivir a otro sitio cuando sus padres se separaron, y hasta ese momento no sabía de su paradero. Los dos nos quedamos sorprendidos del encuentro, y le propuse organizar una cena con los antiguos compañeros de escuela y sin dudarlo me dijo que si que tenia muchas ganas de volvernos a ver a todos. Yo lo organicé todo y en dos meses fui capaz de juntarlos a la mayoría. Durante ese tiempo Manu y yo no perdimos el contacto, hablamos por internet, por teléfono y nuestras conversaciones eran cada vez más íntimas, en dos meses resumimos los 8 años que habíamos estado separados.
Finalmente llegó el día de nuestro reencuentro, fuimos todos a cenar, una cena inolvidable, durante la cena, nuestra conversación fue subiendo de tono, sin darnos cuenta empezamos a hablar de sexo, cosa que no había hecho nunca anteriormente con nadie. Después de la cena fuimos a un bar musical , donde ponen música un poco comercial, y después de unos cubatas de más, empezó la gran noche
Decidimos marchar de aquel lugar, para tener más intimidad, mi casa del bar musical está diez minutos andando. Nosotros tardamos un par de horas en llegar. Nuestro deseo era tan grande que no podíamos avanzar más de dos pasos sin pararnos y besarnos hasta no poder más, en las primeras paradas no fuimos más lejos, pero cuando llegamos a una plaza delante de mi casa, no pudimos aguantar más , Manu introdujo su mano suavemente dentro de mis braguitas, y empezó tímidamente a acariciarme el clítoris, suavemente, yo cada vez estaba mas excitada, y sin dudarlo yo hice lo mismo, poco a poco desabroche sus pantalones, su pene sin apenas haberlo tocado estaba casi del todo eréctil, poquito a poco con un movimiento suavecito empecé a masturbarle con gran deseo.
De golpe nos dimos cuenta de que estábamos en un lugar donde podía vernos cualquiera y entramos en el portal de mi casa, los dos sedientos uno del otro nos dirigimos a la parte trasera del ascensor, donde quedaba como una pequeña sala aislada del mundo, y continuamos nuestra apasionante aventura. Manu me lanzó contra la pared, donde empezó a desnudarme rápidamente, al mismo tiempo yo empecé a masturbarme y mi concha empezó a humedecerse.
Manu al darse cuenta, sacó su pene eréctil y sin dudarlo lo introduzco en mi vagina, lo introduzco tan bestialmente que se me escapo un grito, pero no era un grito de dolor únicamente, sino que también contenía placer Manu me estiró en el suelo, un escalofrío corrió por mi sangre ya en esos momentos ardiente, y me cabalgó primero lenta y suavemente, poco a poco fue aumentado el ritmo a medida que iba viendo mi cara de placer aceleraba más, más y más! Yo no podía más estaba apunto de reventar de placer . En ese momento él sacó la verja de mi coño y la introdujo en mi boca, (él sabía que el momento más placentero para mi era cuando él se corría dentro de mi boca), empecé a chuparle, con cariño pero deprisa, hasta que su leche lleno mi boca del mejor sabor
Al terminar, nos quedamos un rato estirados uno al lado del otro, sus ojos fijados en los míos intentándome describir esa noche con su mirada ya que con palabras no podía.
Finalmente él se levantó se vistió y sin decir nada salió por la puerta, yo me puse la ropa y subí estupefacta a mi casa, me introduje en la cama y me dormí.
Desde ese día Manu y yo nos continuamos viendo pero nuestra relación solo se basa en tomar algo, ni uno ni otro nos hemos atrevido nunca a hablar del tema, pero los dos sabemos que hasta ese momento fue la mejor noche que ambos habíamos vivido.