En el mercado chino
Ella llegó borracha a su trabajo y se vio atrapada por el desenfreno oriental de sus jefes.
Mi nombre es Laura, tengo 18 años y la historia que voy a contarles es un hecho aislado en mi vida, de ninguna manera expresa costumbres o hábitos de mi personalidad.
Ocurrió el verano pasado, antes de fin de año había terminado la escuela secundaria con muy buenas calificaciones y mis expectativas se centraban en seguir una carrera universitaria. Para eso necesitaba una ayuda económica que mis padres no podían darme.
No lo dudé y de inmediato comencé a buscar empleo.
Me hubiese gustado emplearme en alguna oficina aunque fuese como cadeta para poder luego progresar en la empresa. Pero después de un par de meses sin éxito las pretenciones fueron disminuyendo.
Así fue como conseguí el puesto de cajera en un supermercado chino no muy lejos de casa.
Me considero una chica normal , en la escuela siempre estaba con mi grupo de amigas , hablando de chicos , a los 15 tuve mi primer novio , un muchacho del último año de la escuela con quien sali un par de meses , el cual me dejó al no poder avanzar más allá de acariciarme las tetas que para ese entonces estaban bastante apetecibles y soportar mis quejas cada vez que intentaba meter sus manos debajo de mi sostén.
Al año siguiente me puse de novia con Víctor , un chico un año mayor que yo , quien pudo vencer mis miedos con mucha dulzura y hacerme mujer en una noche inolvidable en la cual el se hizo cargo de todo pues yo no tenía idea de cómo tratar a un hombre y lo hizo comportándose como todo un caballero , sin aprovecharse de mi inexperiencia.
Con Victor salí casi un año, y junto a él fui ganando en experiencia, la suya fue la primera pija que tuve en mi boca , claro que solo para calentarlo y hacersela poner bien dura , nunca quise que llegara hasta el fin. Una vez intentó ponerla en mi culo pero solo logró meterla un poquito ya que el dolor me asustó y mis gritos lo hiceron enfriarse.
Pero esta vez todo fue distinto, nadie tuvo tantas contemplaciones conmigo y tampoco en mi estado estaba en condiciones de pedirlas.
El trabajo en el super era bastante cansador sobre todo por no tener los fines de semana libres y justamente ese domingo me tocaba trabajar a las 8 de la mañana.
La noche anterior mi mejor amiga me había convencido de ir a bailar, ya que no habíamos podido ir de vacaciones a la playa donde íbamos todos los veranos en la cual todas los noches las pasábamos en las discotecas del lugar.
La noche era bastante calurosa y se prestaba para beber. La sensación de frustración por no poder concretar mis sueños universitarios terminaron por convencerme de ingerir el contenido de cuanto vaso pasara por delante de mí .
Recuerdo a un grupo de pendejos intentando emborracharme, y la verdad es que me dieron de probar absolutamente de todo , lástima que cuando empezaron a manosearme en el momento en que yo ya no ofrecía mucha resistencia uno de ellos se desmayó gracias a todo lo que había bebido y los demás tuvieron que auxiliarlo.
Poco después se terminó la música y la salida del boliche me encontró al borde de la inconsciencia. Era ya de día y en una hora debía ir a trabajar.
Llegué como pude y me acomodé en la silla para esperar los primeros clientes que pasaran por caja.
Cuando llegaron casi ni me enteré. Apoyaban la mercadería en la cinta y recuerdo que lo único que decía era:
Pasen , hoy la casa invita!!!- La borrachera me duraba y casi no podía mantener los ojos abiertos.
Deben haber pasado así varios clientes hasta que Lin (uno de los dueños del mercado) se percató de la situación y al instante su esposa me relevó en la caja mientras que él me llevaba a la oficina que quedaba en el fondo del local y me recostaba en un sillón.
- ¿ Qué pasar? me preguntaba y cuando abrí la boca para intentar una respuesta mi aliento
le hizo entender la situación.
-Haber bebido mucho????
-Sssssssí Le contesté como pude.
-¿Qué tomar?
- No recuerdo le dije , la verdad es que había probado de todo y no quería que mi imagen se desbarrancara más de lo que había caído.
-¿ Tomó champagne?
-Creo que sí? Le dije timidamente.
Al instante salió de la oficina y me quedé dormida.
No creo que pasara mucho tiempo cuando me despertó un líquido frío desparramado en mi cara. Rapidamente me di cuenta qué era y que la cabeza de Lin había comenzado a maquinar algo.
El estaba parado delante de mi viendo como pasaba mi lengua por mi rostro con alguna mueca nauseabunda. Enseguido se inclino sobre mí y lamió todo el champagne que a esas alturar ya bajaba por mi cuello para meterse entre mis tetas.
-Pare, pare intenté frenarlo pero mi estado no lo permitía, ya estaba librada a la suerte y a la imaginación del chino.
Siguió bajando arrancando los botones de la blusa y bajando mi sostén dejando mis pechos al aire. Derramó más bebida sobre ellos y pasó su lengua por mis pezones, luego los mordió haciendome soltar un grito lo suficientemente fuerte para que lo escuchara Mike, el hermano menor , quien al instante entró a la habitación.
Viendo a su hermano encima de mí entendió que la situación se prestaba para todo.
Sin dudar se bajó el pantalón y vino a pararse al lado mío , tomó mi mano y la puso sobre su paquete y me hizo acariciarlo. Senti como su cosa se ponía dura debajo de su slip al mismo tiempo que mis pezones se endurecían por los mordiscos de Lin.
Mike sacó su pija , que ya estaba muy dura , así y todo era de un tamaño mediano.
Su hermano desabrochó mi pantalón y con esfuerzo logró bajarlo por completo.
Solo me quedaba mi tanga y sobre ella la mano de Lin comenzó a extraer jugos de mi conchita hasta hacerla empapar.
Me sentía mareada y caliente por momentos creía que me desmayaba sin saber si lo que pasaba era verdad. Mi instinto me ayudaba a mantenerme despierta pues quería disfrutar lo que estaba pasando.
La botella estaba vacía y el chino mayor que tenía un bulto extraordinario bajo su jean preguntó??
-¿Gusta chocolate?
Lo mire extrañada (muchas veces me habían regalado chocolate pero ese era el comienzo para intentar algo con una chica y en este caso parecía un poco tarde) pero igual contesté:
-Si , me encanta!!
Salió para aparecer casi al instante con una botella en cada mano, otro champagne y en la otra un licor de chocolate la cual en un instante estaba en manos de Mike.
Lin , que ya había descorchado su botella me bajó suavemente la tanga besando mi pubis para derramar en el un chorro fresco el cual comenzó a beber avidamente haciéndome estremecer de gusto. Su lengua me recorria la concha de abajo hacia arriba deteniéndose en mi clítoris para jugar con el . La sensación refrescante del champagne contrastaba con el calor que irradiaba mi vagina provocando mis primeros orgasmos los cuales me hicieron estremecer apretando con fuerza la pija de Mike la cual hacía rato estaba pajeando.
Al mirar hacia el costado vi como caia un chorro del licor sobre ese pedazo tieso y sin esperar ninguna invitación saqué mi lengua y comencé a lamerlo hasta terminar todo el chocolate. Una vez que la habia limpiado toda me la introduje en la boca y como no era demasiado grande me entró toda.
Al ver de reojo a Lin, solo le quedaba su musculosa blanca , la cual resaltaba un cuerpo bien formado después de años de trabajo en el mercado cargando las pesadas cajas de mercancías, y apuntando hacia mi una verga enorme que deseaba tener dentro de mi cuanto antes.
Mi conchita recibió con apetito y un cierto dolor la primera estocada, pero a partir de ese momento el placer que me prodigaba era extraordinario, cada embestida me arrancaba un gemido y me marcaba el ritmo al cual se la mamaba a Mike.
Este no tardó en correrse inundando mi boca de semen caliente, el cual me atragantó , pero con un trago de champagne logró transitar mi garganta dejando un sabor delicioso.
Como pude volqué de la botella de licor unas gotas sobre el miembro que tenía ante mí con restos de leche para luego limpiarlo con una mamada muy golosa.
El mete y saca de Lin lo hizo llegar rápidamente a su orgasmo, tomándome de mis caderas me habia pegado una sacudida fabulosa para terminar echándose levemente hacia atrás y descargar una serie de chorros de leche que salpicaron desde mi vello púbico hasta mis tetas y que terminó siendo esparcido por mi cuerpo por las propias manos del chino.
Luego de satisfacernos tan placenteramente bebimos para calmar nuestra sed , pensando que todo habia terminado, Mike comenzó a jugar con mis tetas, a pasar su pija blanda sobre ellas lo cual le provocó una nueva erección , al joven no se le presentaban ocasiones como esta muy a menudo y quería aprovechar al máximo la situación antes de volver a su rutina masturbatoria.
Cuando se encaminaba a ponerse sobre mí su hermano mayor que para ese entonces se habia puesto el pantalón lo detuvo:
-Pare! No coja! Ya vengo! - De inmediato salió de la oficina para regresar luego de un instante con un pan de manteca en la mano.
-Dale culo! Dale culo! Le decía a su hermano incitando a una penetración anal.
Me estremecí por el recuerdo del dolor que sentía cuando mi exnovio intentó penetrar mi ano pero la excitación del momento me decía que no podía negarme y en mis condiciones tampoco tenía argumentos para hacerlo.
Lin levantó mis piernas a la altura de sus hombros y con su mano untó un poco de manteca en mi agujero que tenía una leve dilatación producto de los orgasmos que había tenido.
Mike se masturbaba mientras su hermano preparaba mi agujero.
El primer dedo entró suavemente después de unas deliciosas caricias en sentido circular que lo ablandaron para recibir lo que luego vendría.
Con dos dedos dentro de mí Lin decidió que era sufuciente y luego de meterlos y sacarlos unos instantes llamó a Mike para que follara su primer culo.
Me pusieron en cuatro patas sobre el sillón y se paró detrás con el miembro entre sus manos.
Primero apoyó la cabeza en la entrada, y luego la metió toda de un solo golpe. Sentí un dolor intenso que me hizo lagrimear un poco.
-No llore niña, después gusta!!!! Me dijo Lin
Y era verdad a cada embestida de Mike el goce era más intenso y no tardé en disfrutar una seguidilla de orgasmos que me hicieron soltar un grito que fue sofocado por un trapo que metieron en mi boca. La metía y la sacaba por completo dejándome sentir el placer de tener el culo completamente abierto.
Pronto comenzó a darme una serie de estocadas cortas bien dentro mío que culminaron en el orgasmos más intenso que tuvo el chinito en su vida
-Ughhhhhhhhhhhh!!!!! Ughhhhhhhhhhhhhh! gemía de placer mientras sentía como su semen se derramaba desde bien adentro de mi culo.
Luego de sacarla se limpió con el trapo que cogió de mi boca dando paso a Lin que totalmente erecto no quería pederse el culito que su hermano había abierto para él, ya que el pedazo de Mike era sensiblemente más pequeño.
-Ahora voy a saber lo que es que me rompan bien el culo! Me dije loca de calentura.
Me la puso luego de untarla con mucha manteca lo que la hizo deslizar hasta que sus huevos chocaron con mis nalgas.
-Ahhhhhjjjjjjjjjjj!!!!!!!!!!!!- Me hizo gemir como nunca lo había hecho en mi vida.
Mike excitado con mis alaridos comenzó a pajearse mientras Lin entrtaba y salía con furia de mi agujero.
Mis orgasmos se sucedieron hasta que Lin la sacó y sentándome en el sillón me hizo que lo tocara hasta hacerlo acabar en mi boca abierta. El primer corro lo sentí en mi lengua y tragué lo que pude. El resto se pegó en mi rostro el cual me mostró como una perra viciosa, una foto que difícilmente se repetirá en mi vida.
En ese instante la puerta se abrió, era la mujer de Lin que extrañada de no ver a nadie quiso saber qué pasaba.
Mike, se seguía frotando con los ojos cerrados sin darse cuenta de lo sucedido justo llegando al orgasmo el cual despidió un solo chorro de leche que fue a parar a la blusa de su cuñada que con un tremendo enojo comenzó a correr a su marido con un palo.
Aproveché el momento, me limpié y vestí como pude y salí del mercado.
No podía volver así a casa , la llamé a mi amiga y me dijo que estaba sola.
En su casa pude bañarme y no me añimé a contarle lo sucedido. Solo le dije que la bebida de anoche me había sentado mal. Al fin de cuentas soy una chica normal , con costumbres normales que nuevamente busca trabajo.
Por el mercado chino no volví nunca más. Solo pasé una vez con mis padres en el auto sin poder dejar escapar una sonrisa.