En el Jardín botánico con mi sobrina

Al aire libre aflora mi lado más animal en relación a mi sobrina

Continua el fin de semana que pasé junto a mi sobrina...

Mi sobrina se ha puesto unos leggins grises que le ayudan a perfilar su rotundo trasero en forma de corazón invertido que tanto me gustan. Un top del mismo tejido y una cazadora tipo tejana, junto a una zapatillas deportivas complementan el atuendo.

Todo ello resulta muy adecuado porque vamos a visitar un jardín botánico que hay a las afueras de la ciudad. Es conocido por la gran diversidad de especies allí expuestas y por la exclusividad de alguna de ellas, es visita obligada.

Se ha levantado fresca como una rosa, derrochando alegría y jovialidad como corresponde a una chica de su edad. Sin embargo, pronto se ha percatado que yo no estaba de tan buen humor como ella y a tratado de animarme. No se imagina que ella es la causa de que esta mañana no este del todo fino.

Anoche me montó como una auténtica amazona cabalga con su brioso caballo, luego le comí el coño hasta hacerla casi desvanecer, y cuando ya creía que había llegado mi turno, se acurrucó a mi lado como una niña cansada de jugar, y terminó durmiéndose plácidamente.

La vi dormir tan satisfecha que no me atreví a despertarla. Tampoco me podía dormir con las pelotas a punto de reventar y la polla tiesa desde hacía largo rato, así que tuve que hacerme una paja que me liberaba de la presión, pero que no colmaba mis deseos de follar con mi querida sobrina.

Para mayor enfado por mi parte, su celular no dejaba de vibrar con innumerables mensajes entrantes, ¿quién querría contactar con ella a esas horas y con tanta insistencia? ¿seria su amiga que quiere saber algo más de nuestro viaje?¿será algún otro chico con el que tiene relación?. Me sentí celoso, incomodo, que envidia me daba ese supuesto amigo.

Reconozco que me sentí mal pues era consciente que mi aventura solo iba a durar este fin de semana, que cuando volviéramos a casa, yo volvería a la rutina habitual y mi querida Sami tendría todo el tiempo del mundo, todas las posibilidades de seguir haciendo el amor con quien quisiera, tantas veces como quiera y con las infinitas variaciones posibles.

Eso vino a turbar mi descanso, y por eso esta mañana me he sentido incomodo, he tenido prisa. Estoy contento y a la vez triste. Por suerte, verla a ella moviéndose a mi alrededor, impaciente, saltarina, contenta, llena de vitalidad me contagia parte de tu alegría.

Cuando me abraza apretando sus meloncitos contra mi brazo o me agarra la mano para llevarla hasta su cintura me atrapa en su tela de araña y no puedo más que sonreírle.

Un lujoso autobús nos lleva desde el hotel hasta la reserva vegetal que se encuentra a unos veinte minutos de la ciudad. Somos un grupo variopinto de huéspedes del hotel que nada más llegar se dispersa por la finca para descubrir las rarezas y tesoros naturales que cobija.

Nos han dado un plano del sitio donde se indica la ubicación de los ejemplares de plantas más notorias y espectaculares. Tras un rápido vistazo al folleto, decidimos que queremos ser los primeros en alcanzar un mirador que hay en un extremo, y desde cuál se divisa el parque al completo y la silueta de la ciudad al otro lado.

Andamos deprisa para adelantarnos al resto del grupo. En cuanto nos hemos separado lo suficiente mi sobrina se adelanta un par de metros moviendo el culo ostensiblemente con intención de provocarme. Se da la vuelta, se levanta la camiseta y me enseña los pechos, apretándose desde el lado para que se pongan bien tiesos y me señalen como dos pistolas.

Hago intención de abalanzarme sobre ella para darle “un azote” por traviesa. Ella sale corriendo y no la puedo alcanzar. Se que hace running habitualmente y seguro que yo no corro tan veloz como ella.

Después de andar otros cincuenta metros por el sendero, se me aparece otra vez saliendo de detrás de un árbol grueso.

La muy zorra vuelve a repetir la travesura, mostrándome los pechos con toda la desvergüenza posible. La verdad es que tiene unas tetas muy ricas y que merece la pena verlas así desnudas, al natural, pero me fastidia que juegue de esta manera conmigo.

Después de lo que me ha hecho pasar esta madrugada esto que hace ahora me está alterando bastante y tramo mi venganza. Ella no es consciente de mi estado y aumenta la apuesta moviéndose unos metros por delante de mí, moviendo sus caderas de forma exagerada haciendo que parezca que sus cachetes tienen vida propia.

Me espera en un recodo del camino, se detiene y me muestra el leggins parcialmente bajado con lo que por delante me enseña hasta el inicio de las inglés y zona púbica, mientras que por detrás me enseña medio cachete y la mitad de la raja del culo.

  • “cuando te alcance no te quejes... que es eso de provocar a tu tío de esta manera, y además aprovecharte que ya “estoy viejito” y no puedo alcanzarte”, le advierto pues ya tengo pensada la lección que le voy a dar esta mañana de domingo.

  • “Me tendrás que alcanzar primero...jejeje”, dice mi sobrina confiada.

Tras caminar unos diez minutos detrás de mi sobrina que salta y brinca como una gacela briosa y contenta, la veo subir siguiendo un camino ondulado hasta lo alto de un promontorio donde hay una caseta de madera. Eso debe ser el mirador que nos anunciaba el folleto.

La sigo y espero encontrarla allí arriba. No la veo, miro a un lado y otro de la caseta y no está ¿dónde estará escondida la condenada? ¡Cuando la coja se va a enterar!.

La puerta no está cerrada, la empujo y entro a la oscura estancia. De repente mi sobrina salta sobre mí y se cuelga de mi cuello dando un grito, Uuuuuhhhh

“jejeje... ¿te he asustado? Me dice entre risas propias de una niña traviesa y juguetona.

Antes de que pueda responder se transforma en “mujer fatal” y me besa en la boca como si no hubiera un mañana. No cabe duda que en este viaje conmigo está disfrutando mucho.

  • “Te ha gustado verme mientras veníamos”, “parecías un cazador que iba persiguiendo a su presa, aunque esta ha resultado ser muy lista y rápida...jejejeje”, me dice mientras la sujeto por la cintura y ella se echa hacia atrás para que nos podamos ver mejor.

  • “ si que me ha gustado... y al final te he atrapado”, le digo poniéndole una mano el cachete para darle un buen apretón.

  • “ Pues ya que me has atrapado....ahora que me vas a hacer”, dice volviéndome a provocar con intención de que aprovechemos el momento al aire libre.

Hago que enrosque sus piernas por encima de mis caderas para poder trasladarla fuera de la caseta. Me dirijo hasta una pequeña valla de troncos que protege a los visitantes de una posible caída por el desnivel.

Nos besamos apasionadamente unos instantes, lo suficiente para intercambiar nuestra saliva y para poder distraerla. Antes de que pueda reaccionar le doy la vuelta y hago que se apoye sobre la valla y sus nalgas queden a mi entera disposición.

  • “¿qué vas a hacer? Me pregunta un tanto asustada.

  • “me has calentado lo suficiente como para que te quiera follar aquí mismo, con vistas al bosque, dándonos el aire en el culo y escuchando la naturaleza”, le digo al tiempo que le bajo los leggins hasta más abajo de las rodillas.

  • “tio aquí alguien nos puede ver, para... para…que me da vergüenza... ¿y si nos pillan?, dice ella asustada por esta ocurrencia mía.

No le hago ni puto caso, ya estoy embravecido y no es momento de ser cauteloso. Las nalgas de mi sobrina están bien paradas ahí delante, estoy ansioso por frotar mi polla entre sus piernas, por encima de su rajita y darle golpes en los cachetes. Ese placer ya no me lo puede quitar nadie, no por mucho que se queje…. ahora está a mi disposición. Es el momento de mi dulce venganza por lo que me hace padecer.

-“Quédate quieta… Tu vigila el camino, si viene alguien me avisas… nos dará tiempo para escondernos”, le ordeno mientras me deshago el cinturón para dejar que el pantalón caiga a plomo hasta los tobillos.

Le doy un par de palmaditas en las nalgas... uhmmm que rica está y es para mi....

Le echo a un lado el tanguita diminuto que se ha puesto hoy para poder acceder a su chocho. Me mojo la mano en saliva y se la paso por la raja apretando suavemente. El dedo medio se hunde levemente y alcanza sus labios menores que ya tienen un tacto aterciopelado.

Mi sobrina sabiendo lo que se avecina, separa los pies lo máximo posible que le permite la elasticidad del leggin. Me vuelvo a untar la mano de saliva, y esta vez sirve para mojarme bien el capullo.

Acto seguido me pongo justo detrás de mi sobrina, doblo un poco las rodillas para encontrar el ángulo adecuado para que mi polla pueda encontrar la entrada de su coño.

Aprieto, empujo y le meto toda la cabezota de mi polla entre sus carnes. Karla suspira, culea y espera que su cuerpo se adapte al pedazo de carne que le estoy metiendo. Esta postura mantiene sus carnes apretadas y el contacto es muy intenso. Hay que tomar el tiempo necesario...aunque yo hoy estoy tan excitado que me adelanto sin esperar me indique que ya está lista para recibir el resto.

Voy empujando, se la voy metiendo más y más hasta que mis bolas golpean contra sus nalgas. Es el momento de practicar un mete y saca intenso, vigoroso, sin pausa, ni descanso.

  • “tío, me estás dando muy duro... ¿que tienes?, ¿qué sucede? Ay, ay...me duele”, me dice alargando la mano hacia atrás como queriendo detener mi cabalgada contra sus nalgas.

  • “¿Qué creías... que tu tío no tiene vigor como para romperte el coño?... mira... mira...sientes como entra hasta el fondo?... esto te pasa por provocarme de la manera que lo haces....”

Hacía mucho tiempo que no sentía este instinto tan intenso como ahora. Me dejo llevar como un animal en celo. Estoy empujando con unas ganas y una fuerza con las que apenas me reconozco.

Le doy tan duro que le arranco un gemido con cada empujón. Para ejercer un control total he juntado sus muñecas a la espalda y las he sujetado con fuerza, con la otra mano le agarro del pelo. Me sorprendo a mí mismo al mostrar esta faceta tan dominante sobre mi delicada sobrina, pero la calentura puede mucho más que mi cortesía.

Ella gime contestando a cada empujón, si en algún momento me detengo para tomar aire, ella culea moviendo las caderas en circulo como haciéndome ver, que a pesar de lo duro de mi cogida lo está disfrutando a tope.

  • “Si tito, dame fuerte...así... aunque me duela... me gusta... me gusta sentirme tuya... dame todo lo fuerte que quieras, soy tuya y me haces sentir muy rico....si. así... dame fuerte.

  • “disfruta de la vista, de este polvo que te echa tu querido tío, te vas a acordar mucho tiempo”, le digo mientras bombeo contra sus nalgas duro e intenso.

  • “Viene alguien , se acercan por el camino”, me dice mi sobrina entre gemido y gemido, sin atreverse a hacer nada que pueda interrumpir los continuos empujones y el mete y saca de mi polla en su coño que ahora está perfectamente lubrificado.

  • "No te muevas... deja que me corra... ya estoy a punto.... aghhhh... qué bueno...ya me viene”, le digo mientras le doy los últimos empujones antes de correrme.

Antes de que esto suceda , la saco del cofre tan rico donde la tenía depositada, me muevo hasta ponerme a su costado de manera que ella puede, manteniendo su postura, acercar la boca hasta la punta y darle una buena lamida antes de que estalle en una eyaculación de campeonato.

Cuando más entretenida está, jugando con sus labios sobre mi capullo, a la espera de que de salga un borbotón de leche, siente que otra polla gorda y poderosa la penetra de forma totalmente inesperada.

Yo la sujeto para que mantenga la postura, para que no se pueda volver a ver quién es el nuevo amante y sobre todo para que no se desperdicie ni una gota de mi leche que ya está a punto de salir.

Hace un amago de querer escapar, pero el otro también le sabe dar duro, a ella le gusta sentirse llena por detrás y recibir la leche de su querido tío por delante.

En un corto lapso de tiempo, la polla del desconocido explota en su vagina. La mía escupe una buena cantidad de leche cuando la oigo gemir de placer. Finalmente siento como mi sobrina tiembla como una hoja del bosque que nos rodea cuando le llega su orgasmo.

El desconocido desaparece de escena sin darse a conocer. Mi sobrina me muestra como ha podido capturar entre sus labios un poco de mi leche, se la traga complacida y luego nos besamos en medio de un fuerte abrazo. No sabe quién fue, solo sabe que está conmigo y lo pasa muy bien.

Cuando llegan los otros miembros de la excursión ya estamos vestidos, nos hacemos unos selfies para grabar en nuestro celular lo a gusto que estamos y ahora disfrutamos de las excepcionales vistas desde lo alto de la colina.

Querida sobrina tienes que tener cuidado de no despertar al animal que vive dentro de mí. Te veo como una hembra sensacional donde dejar mi semilla, eso es parte de un instinto muy primario que puede escapar de mi control.

Deverano.