En el instituto me paso mirando - parte 3

Han pasado dos meses desde que Bruno, el hetero de mi clase, me folló y humilló en los baños del instituto. Esta vez hay una condición especial y una aparición inesperada.

Ya han pasado casi dos meses desde la última vez que Bruno me llamó al baño de profesores y he desarrollado una especie de síndrome de Estocolmo. Quiero... digo, necesito que Bruno me vuelva a llamar a ese baño. La humillación que siento cuando me expone a que entre alguien allí y me encuentre en posición canina con la cara lefada me excita demasiado, y ya el saber que en cualquier momento puede subir fotos y vídeos míos comiéndole la polla y siendo follado por él mismo, si es que no se las ha enseñado ya a sus amigos... Creo que se ha echado una novia nueva, una que no viene a nuestro instituto, porque ha subido una foto con una tía y se miran el uno al otro sin más. Hoy a la primera hora de clase hay un espectáculo en el patio central del instituto al que tenemos que asistir todxs, una mierda de esas que organizan de vez en cuando con lxs de 1º de la ESO. Así que estaba yo observando a unas niñas tocar la guitarra cuando alguien me dió una patada en la espalda. Estuve a punto de gritar, hasta que me giré y era Bruno mmirándome con cara seria.

-Ve y dile al tío ese de prácticas que tenemos que ir al baño, que se me ha caído una lentilla. - ¿Qué? ¿Y por qué le tendría que ayudar yo a ponerse una lentilla? Tardo en reaccionar, por lo que él me escupe en la cara para que lo haga. - Venga, vete a decírselo, pero cómete eso antes - refiriéndose al escupitajo de mi cara.

Me limpio la cara y lamo mi mano mientras miro a ver si alguien nos puede ver. Todo está correcto, así que avanzo hasta el profesor de inglés de prácticas, Tom.

-Oye Tom, a Bruno se le ha caído una lentilla. ¿Podemos ir al baño a que se la ponga?

-¿Y por qué necesita ir con alguien más? - Pregunta extrañado, así que me tengo que inventar una excusa rápida.

-Pues... porque no ve nada con solo una lentilla y si no se va a caer por las escaleras...

-Bueno, venga, id. Pero no tardéis mucho que esto acaba de empezar.

Me giro hacia Bruno para indicarle que tenemos permiso y subimos uno al lado del otro sin decir ni una sola palabra hacia el baño de profesores. Una vez dentro, cierra con las llaves y se las guarda en el bolsillo.

-Ya sabes lo que hacer, perro. Desnúdate y ponte de rodillas.

Hago lo que me manda y me pongo de rodillas en el suelo frío. Ya me estoy acostumbrando a que sin avisar me meta la polla en la boca. Intento agarrarla para facilitarme la mamada, pero me la saca y me pega una hostia.

-¿Alguien te ha dado permiso para tocarme la polla? No, así que no lo hagas. Ahora limpia eso - dice mientras escupe al suelo. El suelo está frío y algo sucio, y el escupitajo igual. No he terminado, pero me pisa la cabeza y no me deja levantarme. - Espero que tengas claro que no tienes ningún derecho cuando estás aquí conmigo. Acostúmbrate a mirarme desde ahí abajo, porque ese es tu sitio, puto perro.

Esto me está excitando más de lo que me molesta, en verdad, sobre todo porque lo veo sacar el móvil para sacar fotos de ello. Así seguimos cuando levanta su pie, me escupe en la cara y me da una patada en el culo.

-No te limpies y come, venga, que Tom ha dicho que no tardemos.

Se me había olvidado ese detalle. Abro la boca todo lo que puedo para que me la folle bien y dejo mis manos apartadas. Así está la situación cuando de repente se abre la puerta del baño. Un hombre algo más alto que Bruno, pelo y piel morenos, tatuado y con piercings aparece en escena. Es Tom.

-Chicos, os dije que tardárais poco... ¿Qué cojones? ¿Qué hacéis?

Intento sacare su polla para vestirme de la vergüenza, pero Bruno me lo impide con sus fuertes manos.

-Tom, he visto tu Instagram,  sé que tienes novio y tiene toda la pinta de ser un perro, como este, así que déjate de tonterías de protocolo, cierra la puerta y ven a disfrutar de este puto. - Yo estoy algo flipado pero encantado a la vez. Tom está mucho más bueno que Bruno. Normal, le gustan mucho los deportes, va al gimnasio y es californiano.

El profesor se lo piensa un momento, pero acaba sonriendo ante la idea de follarse a un alumno. Cierra la puerta con llave de nuevo y esta vez la deja puesta para que nadie pueda abrir. Se acerca a mí y se saca la polla, mostrando un pollón moreno y algo peludo de unos 20 cm, como el de Bruno. Este saca su polla de mi boca y, tras compararla con la de Tom y ver que la suya es más grande, sonríe y se alegra.

-Tú, perro, levántate y pon una pierna sobre el lavamanos. - Hago lo que me dice y en seguida me recoloca para follarme el culo. Me la mete, como de costumbre, lo más al fondo que puede, ignorando mi dolor, e invita a Tom a follarme la boca. A pesar del dolor, me excita sentir dos pollones llenándome po delante y por detrás.

Todo continúa y avanza. De vez en cuando, Bruno me lanza escupitajos por todo el cuerpo sin dejar que me limpie, me pega alguna que otra hostia y se intercambia de posiciones con Tom. Finalmente, siendo Bruno el que me folla el culo, noto la leche de Tom sobre mi cara sin más aviso que notarla salir de mi boca. No abro la boca porque supongo que Bruno querrá una foto de esto. Así es, ya la estaba haciendo.

-Mientras te la comes toda y le limpias toda la polla a Tom, yo me voy a correr en tu culo. Y esta vez va a ser distinto. Tienes prohibido dejar salir la más mínima cantidad de lefa de tu culo hasta que te llame aquí después de clase. Como vea en tus calzoncillos que has soltado un poco, subiré todas las fotos y vídeos que tengo tuyos a internet. ¿Entendido?

-Sí, señor, no dejaré salir nada. - Justo mientras digo eso noto los chorros de lefa de Bruno subir por mi culo y mi primer instinto es correrme y apretar el culo para no dejar salir nada. Él gime más ante esta respuesta y termina de correrse.

-Venga, vístete, que no te voy a perder de vista. Te voy a vigilar toda la mañana para que no puedas ir al baño a soltar nada.


Así transcurre toda la mañana. Tengo una actitud extraña hacia la gente. Espero que no se me note, pero es porque tengo que hacer presión contínua en el culo para no soltar la lefa de Bruno. Siento todo el rato su mirada vigilante en mí, riéndose de cómo me coloco en las clases para que nada salga. Toca el timbre de la última hora y voy directamente al baño. Allí me esperaba Bruno. Abre la puerta, me deja pasar y cierra.

-Veamos si has cumplido. Quítate los pantalones y ponte a cuatro patas. - Yo hago eso mientras rezo mentalmente que no se haya escapado nada. - Muy bien, perro. Como no has soltado nada, te voy a dar un premio probando algo que siempre he querido hacer.

De repente, noto su lengua pasar por mi ano y no pued evitar dejar salir su lefa de hace unas horas. Noto cómo se la traga y mueve su lengua por todo mi agujer. Esto es súper excitante y sin poder evitarlo me vuelvo a correr sin haber tocado mi polla en todo el día. Al verlo, Bruno me escupe toda su lefa que ha recogido de mi ano en la cara y me saca una foto. Sonrío, ya que total, con la cantidad de fotos que tiene, al menos que se vea que disfruto haciendo todo lo que él me hace.