En el Hotel
Desde hace unos meses para mantenerme en forma comencé a practicar la danza del vientre, me gusta mucho, así que decidí darte una sorpresa, con una danza especial, escogí por internet un hotel para parejas discreto, ni siquiera hace falta pasar por recepción, tiene un parking desde el que accedes directamente a la suite
Desde hace unos meses para mantenerme en forma comencé a practicar la danza del vientre, me gusta mucho, así que decidí darte una sorpresa, con una danza especial, escogí por internet un hotel para parejas discreto, ni siquiera hace falta pasar por recepción, tiene un parking desde el que accedes directamente a la suite, todas las habitaciones son suites temáticas, la nuestra es la de temática árabe, toda ella está decorada como si fuera la habitación de un palacio árabe, con sus azulejos y sus marmolillos, aunque con algunos pequeños detalles modernos, tiene un baño turco, sauna, jacuzzi, piscina, televisión LCD de 50 pulgadas, cama de agua de 150 con dosel y espejos en el techo, ideal para todo lo que tengo en mente.
Tú aún no sabes nada, pero aprovechando que son los carnavales, te pedí que vinieras a una fiesta vestido de árabe, lo que no sabes es que la fiesta es para nosotros dos. Mi vestido está compuesto por y únicamente por siete velos para realizar la danza ancestral erótica por excelencia, me ha costado un poco aprenderla pero creo que merecerá la pena, me llamas al móvil, me dices que estas llegando, te doy el numero del parking y te digo que subas por la puerta de la derecha, tú me comentas que el sitio es un poco raro, te digo que confíes en mi que te va a gustar, para abrir la puerta tienes que marcar un código, mientras llegas, pongo la música, bajo la iluminación para un ambiente más intimo y te espero en la cama con el dosel echado, desde la puerta solo veras mi silueta.
Abres la puerta, yo te veo pero tú a mi aún no, me llamas te pido que te sientes en el suelo, que está lleno de cojines al estilo árabe y que mires hacia la cama y disfrutes, comienzo la danza sobre la cama, me muevo al compas de la música, me deslizo fuera de la cama, te me miras como hipnotizado, muevo las caderas al compás de la música, mientras me voy acercando a ti, tu alzas los brazos para tocarme pero yo me alejo de ti y te digo que no con la cabeza, sigo bailando al son de la música mientras me quito uno de los velos, te lo lanzo y tu lo coges, te lo llevas a la cara y te frotas con él, sigo danzando esta vez voy rodeándote entre los cojines, cae el segundo y el tercer velo, tú los vas acumulando, tu respiración es agitada, dirijo una breve mirada a tu entre pierna, veo que la chilaba blanca que llevas se ha formado una tienda de campaña, me acerco a ti para darte el cuarto velo y te pregunto al oído se llevas puestos tus bóxer, tú me niegas con la cabeza, te susurro que me alegro, sigo danzando, fuera el quinto, quedan dos, me sitito detrás de ti y con el sexto te lo paso por toda tu cara suavemente, acariciándote con él, con el ultimo velo estoy enfrente tuya, lo voy deslizando por todo mi cuerpo, pasándolo sensualmente por mis pechos y mis partes más intimas, te lo lanzo lo coges y te lo llevas a tu nariz aspirando el aroma, ahora solo voy vestida con un pequeño cordón dorado en la cintura que sujetaba todos los velos.
Ahora estoy encima de ti bailando los últimos compases, tu deshaces el nudo del cordón dorado, ahora si estoy completamente desnuda, la música y el baile han terminado, te pregunto si te ha gustado, me dices que mucho, y que mire en el estado que te he dejado, llevo mi mano a tu erección, la paso por encima de la tela, tú me vas acariciar los pechos, te digo que aún no, que me dejes hacer, subo la tela de tu chilaba, me meto por debajo y llego a tu polla, erecta y necesitada de mimos, la acerico con mi lengua, le voy dando pequeños lametones por todo el tronco llegando a los testículos, les doy pequeños mordisquitos, tu gimes y me pides que continúe, me los meto en la boca, los absorbo, primero el derecho luego el izquierdo, ahora vuelvo a dar pequeños lametones subiendo por el troco, tú me acaricias por encima de la tela, intentas quitártela pero yo te la impido, gruñes y te pido paciencia, continuo lamiendo tu glande, limpiando esas gotitas pre seminales tuyas y que me gustan tanto, me recreo en tu glande, está tan delicioso, lo chupo como si fuera un helado, con mi mano voy acompañando los movimientos de mi boca, el ritmo que imprimo es lento, controlando todos y cada uno de mis movimientos, tu agarras con tus manos los cojines en los que estás medio sentado, el ritmo va subiendo poco a poco, sigo recreándome en tu polla, cada vez mas tiesa, mi lengua acaricia las venas hincadas de tu polla, ahora voy un poco más rápida, tus jadeos, son más intensos, dentro, fuera, dentro fuera, libero tu polla de mi mano y me la introduzco toda hasta el final de mi garganta, mi lengua juguetea con todo el tronco, me la saco y tomo aire, vuelvo a meterla, tú me dices que si sigo así te vas a correr, te digo que adelante, acelero el ritmo, quiero que te corras, tu comienzas a descargar en mi boca, yo voy tragando todo, por ultimo te dejo tu polla completamente limpia.
Salgo de debajo de tu chilaba, nos miramos y nos sonreímos, aun nos queda mucho por disfrutar, te ayudo a quitarte la chilaba, te digo que tenemos todo el fin de semana, sonríes y me preguntas que más tengo preparado, sorpresas te contesto y te señalo un gran bolso que está al lado de la cama, te levantas y vas a curiosear, me rio, estoy tumbada de lado entre los almohadones, rebuscando en el bolso sacas una pequeña botella de aceite con esencias a jazmín, mi preferido, me lo enseñas y asiento con la cabeza, me tumbo boca abajo, tú te sientas encima de mí, me encanta sentir tu peso en mi cuerpo, viertes un poco del aceite en tus manos, las colocas sobre mis hombros y vas dándome un pequeño masaje, más que masaje, acariciándome, mi piel se eriza, continuas bajando por mi espalda, con tus dedos gordos recorres mi columna vertebral, bajando, detenientote en el comienzo de mi culo, vuelves a subir lentamente y a bajar más lento, mi relajación es total, no te duermas me dices al oído, te vuelves a echar más esencia en tus manos, ahora en mis glúteos, acariciándolos un poco más enérgicamente que mi espalda, doy pequeños gemidos, al sentir tus manos en mi coño, pero ha sido una pequeña pasada rápida, te concentras en mi pierna derecha, en el pie derecho presionando con tus dedos la palma y entremetiéndolos con los míos, pasas al pie izquierdo, luego pierna izquierda, vuelves a dar una pasada a mi coño, que se está mojadito, sigues subiendo hasta mis hombros, ahora recorres todo mi cuerpo sembrándolo de pequeños besos, por toda la espalda, bajando por una pierna, subiendo por la otra, le das uno profundo y con lengua a mi coño encharcadito, vuelves a subir, me doy la vuelta, nos besamos muy profundamente, juntando nuestras lenguas, mordisqueando los labios inferiores, me das pequeños besos por toda mi cara, ojos, mofletes, nariz, labios, barbilla, cuello, hombro, pechos, concentrándote en ellos, metiéndote en tu boca mis pezones, chupándolos como si fuera un niño pequeño, me retuerzo de placer, tus manos acarician mi coño, empapado en mis fluidos, sigues dándome besos por mi tripita llegando a mi coño, lo besas y sigues besando, abro bien las piernas, tu lengua comienza a lamerme, realizas pequeñas penetraciones con ella, yo abro mas mis piernas, con tus manos separas los labios para poder lamer más profundamente, mordisqueas mi clítoris, hinchado enormemente, yo cierro mis piernas entorno tuyo, nos miramos, tú sigues lamiendo y mordisqueando mi coño, vas acelerando el ritmo, yo acaricio tu cabeza, tus manos masajean mis glúteos, comienzo a correrme, me agarro fuertemente a los almohadones, tu continuas lamiendo más fuertemente, que corrida más intensa, nos abrazamos y quedamos abrazados entre los almohadones.
Nos levantamos, me pongo encima una neglille roja oscura con puntilla en negra, tú me das el visto bueno con una gran sonrisa, nos dedicamos a recorrer la suite, comenzamos con la piscina, me dices que es un buen sitio para que aprenda a nadar, te digo que sí, que tienes el finde para que me enseñes, pasamos a la sauna y baño turco, tienen buena pinta, pero impresionante es el jacuzzi, me dices que estoy poniendo cara de niña traviesa y que te encantan mis travesuras, pero ese jacuzzi tiene un potencial que no vamos a desperdiciar, abrazados continuamos por la suite hasta el pequeño saloncito todo muy arabesco, la mesa amplia, con un grabado de damas o ajedrez, las sillas muy bonitas, como pequeños tronos árabes, también hay muchos almohadones, en los que hemos comenzado este fin de semana una televisión de LCD de 50” y la preciosa cama grande, que tiene un colchón de agua.
No puedo resistirme y como la niña caprichosa que soy, me lanzo sobre ella, el movimiento que se genera me divierte y me hace reír, tu también me imitas, el movimiento se hace más fuerte, nos reímos los dos, comienzas a hacerme cosquillas, sabes que tengo muchas y me encanta, continuamos besándonos, nuestras lenguas se abrazan y se solapan den un beso profundo y penetrante, me mordisqueas el labio, notas como atraves de la neglille emergen mis pezones, están tan tiesos y duros, te digo que sean puesto así para llamar tu atención, que necesitan tus mimos, tú los besas por encima de la tela, yo mientras acaricio tu polla que se está poniendo tiesa, como a mí me gusta, me susurras que te monte, te digo que antes tengo una sorpresilla, me levanto y me voy a mi bolso, mientras estoy buscando te he dado la espalda y tú te has levantado, me dices que no puedes evitar tocar mis caderas, las acaricias por encima de la tela.
Del bolso saco un anillo vibrador desechable, que lleva un pequeño apéndice, te lo enseño, te ríes y me dices pícaramente que te lo ponga, te tumbas en la cama boca arriba, te lo coloco en la base de tu polla y aprieto el pequeño botoncito, comienza a vibrar y me dices que notas una sensación especial, me coloco encima de ti, tú me quitas la neglille para poder tocarme los pechos, sitúo mi coño empapado a la altura de tu pene, antes de que yo comience a descender tu me embistes y me penetras, me encanta sentirte tan profundamente, antes de que comencemos a movernos ajusto a la altura de mi clítoris el pequeño apéndice del vibrador, es impresionante el placer, el movimiento vibratorio y los del colchón, hacen que todas nuestras terminaciones nerviosas estén alerta y sientan de una forma nueva e intensa, no me muevo, no quiero despegarme ti, es casi sexo tantrico, voy realizando pequeños movimientos constringentes con mi vagina, apretándola contra tu polla, poco a poco, voy moviendo mis caderas en círculos, como un pequeño baile encima de tu polla, siento como te estoy dejando empapado con mi flujo constante, tú sigues acariciando mis pechos, me inclino hacia delante, pegándome a ti, te beso en la boca, voy descendiendo hasta llegar a tu pecho, me concentro en besarle, acariciarle, tú te mueves un poco, necesitas moverte, yo soy incapaz, no quiero que pare ese placer, me incorporo y me echo para atrás, para que vuelvas acariciar mis pechos, desde ese punto comienzo a moverme, te estoy cabalgando, primero suave, muy suave, luego un poco más rápido, tú me animas a un ritmo más fuerte empujando mis caderas, acelero un poco más ahora es un ritmo muy fuerte ayudado también por los movimientos del agua del colchón, los ruidos se entremezclas, nuestros gemidos, el desplazamiento del agua, el chapote incesante de mi coño, nos están poniendo aún más calientes.
El pequeño apéndice del vibrador jugando en mi clítoris, está haciendo que el placer sea profundamente delicioso, bajo pegándome a ti, tú me acaricias la espalda, yo te lamo los pezones, me dices que no aguantas más que el anillo te aprieta de tal forma que necesitas descargarte, te digo que adelante que lo hagas, me sujetas firmemente de las caderas, nos damos la vuelta ahora soy yo la que está debajo de ti, tú me embistes rápidamente, una, dos, tres, noto como te pones tenso y empiezas a correrte, te abrazas muy fuerte a mí, me mordisqueas la oreja, mientras emites sonidos de placer, nos quedamos abrazados contigo encima, el anillo sigue vibrando, te retiras un momento para quitártelo, te lo colocas entre los dedos y lo vuelves a apoyar en mi clítoris, mientras tus dedos sustituyen a tu polla, yo me agito y me remuevo en la cama, el agua nos da pequeños golpes, con tus dedos me das esos movimientos tan especiales que me ponen a mil, tu boca succiona mientras mis pechos, no puedo ni respirar, te digo que me voy a correr, adelante me dices, vamos nena córrete para mí, me agarro fuerte a las sabanas, me muerdo el labio inferior y siento como me convulsiono de placer, es intenso, de los más intensos que he sufrido nunca.
Me dices que ha sido impresionante, que no sabes si vamos a poder superar esto, ya lo creo te respondo, aún estamos en la cama, ponemos la tele un ratillo y hacemos zapping, hay muchos canales y entre ellos alguno que otro emitiendo porno, me dices que este lo veremos luego, que ahora a descansar un poquillo o vamos acabar más que escocidos, me rio a carcajadas, tú me dices que no me ría, que lo dices en serio, ponemos una de esas pelis que ponen en un canal que se suelen utilizar para dormir la siesta, estamos medio atontados, dormimos una buena siesta, me despierto tu aun sigue durmiendo, estás tan mono que me levanto sin hacer ruido, me pongo un bonito biquini negro, como no estás a mi lado desisto de meterme sola en la piscina, así que me decido por la sauna, me vendrá bien, cuando llevo un buen rato apareces, con una sonrisa y me dices que me voy a deshidratar de lo caliente que he puesto la sauna, me rio, me coges de la mano y tiras de mí, me llevas hasta la piscina y me tiras, yo empiezo a chapotear todavía impresionada de que me hallas tirado, me dices que la primera lección para aprender a nadar es que pierda el miedo al agua, tú te tiras a continuación y comenzamos con la clase, después de un ratillo tú te sientas en el borde, con tanto roce tu polla esta semi tiesa, me alzo un poquillo y te beso la punta del glande, tú te aproximas un poco más para que yo pueda acceder bien a tu polla, te la agarro con la mano, noto como se va poniendo dura, te doy pequeños lengüetazos como si fuera un helado, muevo mi mano pajeandola, tú me coges por los hombros y me sacas del agua, me dices que nos vamos al jacuzzi, que quieres cumplir una fantasía follandome en él.
Nos metemos en él las burbujas se meten por la parte baja de mi biquini, me hacen cosquillas, me gustan, tú te sientas encima de mí, cara a cara, me besas, desatas los nudos de la parte de arriba del biquini, me besas por el cuello, poniéndome la piel de gallina y haciendo que mis pechos vuelvan a estar erectos, tú los masajeas, los chupas, me vuelve loca, tus manos van a la parte baja desatándola también y liberándome de ella, ahora noto el contacto de tu polla directamente, con mis piernas te agarro y te acerco más a mí, sentados y abrazados, con el cosquilleo de las burbujas de fondo me penetras, me embistes suavemente, con delicadeza, te susurro que me des más fuerte que te necesito fuerte, tu empiezas a moverte más rápido y profundo, seguimos un rato y cambiamos de postura, me pongo de espaldas a ti y tu sujetando con tus manos mis pechos, me embistes desde atrás, rápido, fuerte, dentro fuera, noto las burbujas es cosquilleo que me producen hacen que a mí que me cuesta algunas veces correrme, esta vez este otra vez a punto, paras, protesto, salimos del jacuzzi y me pongo a cuadro patas, tu pasas tu polla de arriba abajo, provocándome, te recreas jugando un poco en mí ano, protesto un poco, nunca lo he hecho por ahí, me dices que tranquila, que luego dentro de un rato intentaremos jugar con él, pero que aún quieres disfrutar de mi coño, vuelves a embestirme desde atrás, agarrándome bien fuerte por las caderas, me alzas un poco, me penetras lento, rápido, otra vez lento, rápido, lento, seguimos un rato, cambiamos y ahora te recibo de frente, me dices que quieres ponerme encima de la mesa, te digo que adelante, me alzas aún penetrándome y sin separarte de mi me tumbas encima de la mesa, te inclinas hacia delante, me besas, sigues besándome los pechos, los lames, yo me retuerzo, tengo mis piernas abrazadas a ti, aun me estas penetrando, pero no te mueves, tus manos me masajean el clítoris y comienzas a moverte, la mesa se mueve a nuestro compas, dentro, fuera, dentro, fuera, con intensidad, estoy tan apunto otra vez, que te digo, si te paras te juro que te mato, nos reímos los dos, sintiendo como comienzo a tensarme, tú te abrazas a mí, me besas y empiezo a absorber tu lengua, una manera de expresar el éxtasis que estoy sintiendo.
Sin salirte de mí, me agarras y te sientas en la silla-trono, me dices, ahora haz que me corra yo, empiezo a subir y deslizarme por tu polla, me muevo, con un ritmo frenético, tú me agarraras por las caderas y sales a mi encuentro, tienes uno de mis pechos en tu boca y tus manos acariciándome la espalda, me dices que te vas a corres y que quieres hacerlo en mi boca, me levanto, me agacho y meto tu polla en mi boca, noto mi sabor mezclado con un poco de liquido preseminal, mi lengua lame tu glande, tú me agarras por el pelo, nuestras miradas se cruzan, te digo que si con la cabeza, noto como van saliendo tu semen, primero en pequeñas cantidades, luego en más cantidad y por ultimo como se va reduciendo, voy tragándome todo tu semen, tu estas laxo en la silla y yo continuo limpiando tu polla, me levanto y te doy un gran beso, tu también saboreas la mezcla de ambos.