En el hipermercado...

De como me follaron en unos probadores y de lo que pasó después....

Fuimos a hacer la compra a un hipermercado de estos gigantes, en los que hay supermercado, tiendas de varias firmas y demás. Necesitábamos comprar ropa y nos acercamos a ver que había. Entramos en una tienda de ropa para hombres. Él cogió algunas camisetas y pantalones y entró en el probador. Yo me quedé fuera esperando a que se probase la ropa. Era un probador de esos de cortinas. Mientras él se estaba probando la ropa, pasaron dos chicos a otro probador y se metieron juntos a cambiarse. Me miraron cuando pasaron y yo me mojé. Seguí esperando fuera, pero uno de los chicos dejó un poco abierta la cortina para que los pudiera ver mientras se cambiaban. Pude ver a uno de ellos totalmente desnudo. Tenía la polla muy grande. Y ya no pude aguantar. Me dirigí al probador, era el de minusválidos y era más grande que los demás. Me metí dentro. Eran los dos morenos, musculados, y de unos 1,80 m. Yo, 1,65, pero llevaba tacones. Llevaba una falda vaquera, bastante corta la verdad, y una camiseta blanca de tirantes. Entré al probador y directamente uno de ellos me estampó contra la pared del probador. Me tapó la boca con la mano. La tenía bastante grande y con la otra mano me empezó a sobar por debajo de la falda. Me apartó el tanga y pudo notar como estaba muy mojado. Me lo apartó, me metió dos dedos dentro y comenzó a moverlos mientras me miraba a los ojos. Yo podía notar las ganas que tenían de follarme. Lo notaba en sus caras y en los movimientos tan bestias que hacían. El otro chico continuaba inmóvil. Mirándonos. Me abrió la camiseta y comenzó a sobarme las tetas.

Me empezó a chupar las tetas, me las mordía, me mordía los pezones mientras me metía los dedos en el coño. Con solo dos dedos me estaba haciendo sentir bastante. No me quería ni imaginar cuando me metiese la polla en el coño lo que iba a sentir. Cuando ya me había puesto lo suficientemente cachonda, me puso de rodillas. Se puso detrás de mí. El otro chico se puso delante de mí, se sacó la polla. El otro chico me tiró del pelo hacia atrás, y de repente hacia delante. Obligándome a comerle la polla a su amigo. Y digo obligar, no porque no quisiera, si no porque eran ellos los que marcaban el ritmo, los movimientos y demás. Él seguía probándose ropa, hubo un momento en el que abrió la cortina y no me vio allí esperando, volvió a cerrar. Me conocía y sabía que si no estaba allí esperándolo era por algún asunto importante. Seguía de rodillas en el suelo. Había un espejo enfrente de nosotros y nos pusimos mirando hacia él. Tenía uno a cada lado. Con las pollas fuera del pantalón. Estaban súper cachondos, tenían sus pollas muy erectas, bombeaban sangre, lo podía notar. Las agarré con las manos. Les hice una paja poco a poco mientras estábamos mirando todos hacia el espejo. Me giraba a la derecha y lamía un poco los huevos del de la derecha. Se los lamía, mmmmm, poco a poco, primero un huevo, después el otro...mmmmmmm...me metí un huevo en la boca. Lo miraba mientras a los ojos, en la otra mano tenía la polla del otro y seguía pajeándolo. Después el otro huevo, lamiéndolo, chupándolo, metiéndomelo en la boca. Me giré a la izquierda, y volví a hacer lo mismo, mmmmm me encantaba lamerle los huevos, no los tenía duros, los tenía así blanditos, podía cogerlos un poco con los labios y soltarlos. Tiraba de su piel despacito mientras lo miraba. Paré de lamerle los huevos y seguí con las pajas. Pero yo tenía ganas de más, quería comerme las pollas esas. Quería probarlas. Y no podía más. Me giré a la derecha y me la metí en la boca de golpe. Noté como la sangre fluía. Noté como se puso más erecto todavía y comencé a chuparla, sacándomela y metiéndomela hasta dentro, hasta la garganta. Ahogándome con la polla en la boca. Me giré a la izquierda e hice lo mismo. MMMM...esta era más grande. Me ocupaba toda la boca. Le succioné el capullo. Estaba muy rojo, muy duro. Me encantaba. Me puse de pié. Me agaché me metí la polla en la boca. Abrí las piernas para que me follasen. Necesitaba notar la polla esa en mi coño.  Me abrió el coño con las manos. Me separó los labios y pudo ver que estaban hinchados, rojos, con el clítoris erecto por mi excitación. Me lo sobó así un poquito y me puso la polla en el principio del coño. No necesitó metérmela. Me eché hacia atrás y me la metí yo misma. Era yo la que movía la cadera para meterla y sacarla. Él me cogió del culo, me separó así los cachetes para ver como entraba su polla en mi coño y ver como mi culo se iba dilatando poco a poco. Él ayudaba metiéndome un dedo en el culo...mmmmmm notaba como todos los agujeros de mi cuerpo estaban siendo penetrados y eso me encantaba. EN un momento, alcé la vista, miré al espejo y te vi allí, inmóvil, mirándome. No sabía cuando habías llegado ni hasta donde habías visto, pero me encantaba que mirases, así que seguí a lo mío. Me seguía follando el coño, yo me tocaba el clítoris y estaba temblando del gusto que me daba la situación. Estaba a punto de correrme, oía sus jadeos, yo jadeaba y gemía. Él lo sabía y de repente me la metió por el culo. Sin avisar, en ese momento en el que noté su polla entrando en mi culo, me corrí. No grité, y fue peor, no podía sostenerme de pié, pero él me obligó. ÉL quería más, no quería parar de follarme. Casi me recuperé a la fuerza, y seguí dándole mi culo al tío ese mientras tú me mirabas y sonreías, te encantaba ver que otros tíos me estaban follando. Te ponía muy cachondo. Me siguió metiendo la polla en el culo. Me separaba los cachetes para ver cómo entraba dentro, para metérmela muy muy despacito y observar como el culo se dilataba cuando iba entrando. Y noté como se iba a correr. Noté como sus movimientos aumentaban la velocidad para correrse dentro de mí...Mmmmm...Quería que me llenase el culo con su leche, y quería que el otro me llenase la boca. Empecé a lamerle la polla, a chupársela mmmmm, me agarraba de la cabeza y noté, lo noté...como su corrida entraba en mi boca y se quedaba allí, dentro de la boca. No me lo tragué. Lo miré, abrí la boca y pudo ver su corrida dentro de mi boca. Y me lo tragué. Me seguía follando el culo y el otro se retiró después de correrse. Se puso a tu lado mientras que el otro seguía follándome. Me embistió por el culo. Me levantó del suelo de las embestidas que me estaba dando, me tiró del pelo hacia atrás, me levantó en vilo con el brazo y noté como su leche iba llenando mi culo. Como me lo dejó lleno. Como su corrida iba saliendo y cayendo en el suelo. Me levanté. Me limpié y salí del probador. Tú me seguiste, pagaste, y nos fuimos. Bajamos al parking, teníamos el coche allí. Íbamos por el parking y me miraste, me dijiste que te había encantando verlo. Que era una puta y que te encantaba. Te estampé contra la pared, te bajé los pantalones justo para sacarte la polla del pantalón y comenzar a chupártela. mmmm, estabas mojado ya. Verme follada por los dos tíos esos te había puesto chorreando. Tenías los calzoncillos mojados y eso me ponía más cachondo todavía. Te lamí, mmm, los huevos, el huevo derecho me lo metí en la boca, me metí el izquierdo, te miraba mientras tenía los dos huevos en la boca, me cogías del pelo y de la cara. Fui lamiéndote la polla, desde los huevos hasta el capullo, mmmmmmmm lo tenías súper hinchado, súper rojito, me encantaba. Me encanta lamerte la polla de esta manera. Estar ahí de rodillas, en un parking, nos podían ver y eso me encantaba. Me levanté y me apoyé en un coche. Dejé a la vista mi coño. No me había puesto el tanga después de que me hubieran follado y podías verlo allí, mojado, hinchado. Deseando que me la metieses dentro, de notarte dentro de mí. Te acercaste, me cogiste del culo y me embestiste por el coño. Me arqueé, me tirarte del pelo para echarme hacia atrás, querías decirme al oído que era una puta, que te encantaba follarme y me volviste empujar hacia delante. Me embestiste por el culo a lo bestia. Estabas fuera de sí, habías dejado que dos tíos me follasen y querías tu parte...me abría yo misma el culo para que lo pudieras ver. Para que pudieras ver como entraba tu polla en mi culo...mmmm....mientras me sobabas el clítoris y el coño...Te encantaba. Me diste la vuelta, me puse de rodillas. Abrí la boca. Te miré. Y te corriste en la cara. Te encanta hacerlo. Yo no te dejo siempre, porque así tienes más ganas a la próxima mamada, deseoso de que deje que tu corrida me caiga por la cara...te corriste un montón. Me metí tu corrida en mi boca y fuimos para el coche. En ese momento se escuchó por la megafonía: Queremos que la de la falda vaquera venga aquí con nosotros y nos haga lo mismo.!!!!!! Nos habían visto por las cámaras de seguridad los vigilantes y querían también lo suyo. Nos dirigimos al puesto de los vigilantes de seguridad. Abrí la puerta y entré. Tú entraste después. Había tres vigilantes de seguridad, con el uniforme de la empresa. Miré y pude ver cómo estaban empalmados. Notaba como sus pollas estaban casi reventando el pantalón. Habían visto como me habías follado encima del coche, cómo te la había comido, cómo tu corrida había caído por mi cara y como me lo había tragado después y en directo. Era mejor que ver una peli porno, porque ahora tenían la oportunidad de recibir su parte. Se sacaron las pollas. Pude verlas todas. Yo quería comérmelas a la vez, pero no podía ser. Esta vez eras tú el que ibas a decidir lo que hacía. Me cogiste de la mano. Me acercaste al primero, me pusiste de rodillas, me cogiste del pelo, te acercaste a mi oído y me dijiste: chupa puta. Y empecé a comerme la polla. Mmm, me encantaba, me encantaba que tú hubieras elegido la que me tenía que comer, que tú decidieras cuanto tiempo ibas a dejar que me follasen la boca. Cuando decidiste que había acabado el tiempo de comérsela, me levantaste. Me llevaste al segundo y lo mismo. Le dijiste que se pusiera de pié. Yo de rodillas, y lo mismo, otra polla más, llevaba ya cinco pollas en mi boca en un solo día y quería más. Le lamí los huevos, le escupí en la polla, se la mojé, mmm me la volví a meter en la boca.  Me dejaste muy poquito tiempo. EL tercero estaba esperando. Me pusiste de rodillas delante de ella. Le dijiste que me escupiera, que me pegara, que me gustaba. Y así lo hizo. Me pegó en la cara. Me abrió la boca y me escupió dentro. Me sentía como una puta. Como tu puta. Tú me dabas a los tíos que tú querías y eso ponía. Chupaba su polla, mientras tú me cogías del pelo muy fuerte, yo gemía y chupaba. Cuando notaste que el tío se iba a correr, me apretaste la cara contra su polla y noté su corrida en la garganta. Me lo tragué directamente y me relamí. Me Levantaste. Me levantaste, me agachaste y me pusiste delante de los dos tíos, me abriste las piernas y dejaste que vieran mi coño. Me separaste las piernas. Me pegaste en el culo mientras los tíos estaban mirándome, mirándote. Uno de ellos se levantó y me embistió, Tú mientras me sujetabas para que no me cayese. Me folló, notaba su polla, noté que se iba a correr. Se sacó la polla y se corrió fuera del culo, noté su corrida cayéndome por los cachetes y él me lo restregó. El que quedaba por correrse me puso de rodillas. Me escupió, me pegó y me dijo que era una puta, que si me gustaba lo que me estaban haciendo y yo le dije que sí, que me gustaba. Me agarró la cabeza con las dos manos y movió sus caderas, follándome la boca, mm...me encantaba. Sabía que iba a ser la última corrida y me esmeré. Le lamí todo, los huevos, el capullo. Me metí los huevos dentro, la polla hasta la garganta. Se la sacó, se pajeó encima de mí y se corrió en mi cara. Toda su corrida por mi cara. Por mi boca. Me lo metí todo en la boca. Me relamí. Me levanté, me limpié, me cogiste de la mano, nos fuimos al coche y a casa...