En el gym, no todo ejercicio es sacrificio
Cuando tuve que cambiar el horario en el gym, no me hizo nada de gracia... pero ahora que hay posibilidades de salir relajadito, Pues me gusta más.
Suelo ir al gimnasio por las mañanas, aquella semana me cambiaron el horario de trabajo, trabajaba por las mañanas y por la tarde iva al gimnasio.
Bueno me describiré, mi nombre es Adri; Soy moreno, ojos negros, piel tostada (de rayos UVA), alto y de complexión atlética y fibrada, no tengo vello y mi edad es de 22 años.
Aquel día que fui por la tarde, inicié una clase de "Quemacalorías", una clase muy variada, en la cual hicimos abdominales, yogging, aeróbic... Acabé la clase sudando y acto seguido me dirigi alos vestuarios. Según me cambiaba para irme apareció un tio con una pinta de malote tremenda. Una cara morbosa, un cuerpo musculado, nada de vello en el cuerpo. Se sentó en frente mía, según yo me vestía él comenzó la operación inversa, a desnudarse.
De repente sentí que clavaba la mirada en mi, llevaba un boxer azul, sudado y empezó a tocarse el boxer mientras se estimulaba el paquete. Yo en ese momento me puso más la vergüenza que el morbo y miré hacia otro lado sonrojado.
Salí de los vestuarios y me situé en la zona de los lavabos que está situada junto alos WC, empecé a hecharme crema en la cara, mientras pensaba en lo sucedido y pensé que era todo un riesgo pero que merecía la pena intentarlo, así que decidí hacer tiempo esperando que el que había decidido que fuese mi hombre se duchase y se cambiase.
Metódicamente me quedé en la zona de los lavabos, hecándome crema en la cara. De repende me asomé a los vestuarios y ahí estaba él cambiándose, nuestras miradas se cruzaron y yo sin palabras simplemente le dije a traves de mis ojos que estaba esperándolo.
Mándenme sus comentarios, por favor! A continuación salió ala zona de los lavabos y empezó a lavarse los dientes en el lavabo contiguo al mío. Nuestras miradas se cruzaban, hasta que él empezó a sabarse la polla por encima del pantalón de chandal que vestía. Era una tortura, ver como se la sobaba una y otra vez... puro morbo era aquello. De repente en un momento que el tráfico de personas pareció desaparecer se bajo el pantalón y me enseñó un peddazo de rabo tremendo, la tenía morcillona y realmente se veía grande, alrededor de unos 20 cms.
Entonces no pude resistirme ala tentación, me metí en un WC (un cuarto privado con taza de water), invitándole a que me siguiese. El pavo solo hacía mirarme desde fuera, me hizo señas de que le enseñase la polla. Me saqué mi herramienta de 20 cms y se la mostré. En esos momento a él, se le hizo la boca agua y entró en el privado.
Se puso de rodillas y emepezó a lamerle el capullo, la chupaba muy despacio, empezaba a chupar lentamente desde el glande hasta la base. Hacia todo lo posible por tragarsela entera pese a que le costaba. Y vuelta a empezar, se tragaba el capullo y dentro de su boca empeza a jugar con la punta de la lengua, la pasaba por todo el perfil de mi rabo y la intentaba meter por el ojete del glande. Y seguía chupando. Yo estaba ya extasiado, entonces empezó a lamerle la polla bajando hasta mis depilados huevos y se los comía con ansia. Los succionaba lentamente primero un huevo y luego otro, e incluso llegó a comerse los dos al mismo tiempo. Yo estaba ya a reventar, entonces el morbo me pudo y empecé a darle golpes con mi rabo en su cara. El tio disfrutaba a tope de mi polla. Entonces dijo algo que me puso aún más caliente:
_ Quiero rabo tio, necesito que me petes bien.
Le subi del suelo y empecé a comerle la boca, dios me encantaba ese sabor (minutos antes se había cepillado los dientes), su boca sabía a menta y a polla, a mi polla. Le comía con ansia los labios, le metí mi lengua hasta el fondo y cada evz estaba más extasiado... Dios mío si el cielo era mejor que aquello... Cuanto nos queda por disfrutar.
Entonces sentí que ya no podía postergarlo más, bruscamente le di la vuelta y le puse cara ala pared y de espaldas a mi, empecé a sobarlo y a pegar nuestros cuerpos pero quería seguir jugando antes de follármelo, me puse de rodillas y emepecé comerle el culo lampiño, y apretado. Él se retorcía de placer, gemía y gemía como un loco, estab en el séptimo cielo. Yo también, su culo sabía a frutas (estaba recién duchado y deducí que el sabos agradable se debería al gel), yo seguía comiéndole el culo freneticamente, y notaba como se dilataban sus anillos anales y como empezaba a nacer un calor abrasador en su culo... era el séptimo cielo aquello.
Entonces me incorporé y busqué un preservativo de mi bolsa del gimnasio (hay que estar siempre preparado), me lo puse y apoyé la punta de mi poya (21 cm en ereccción), y cuando me disponía a petarle el cuelo lentamente, él empezó a empujar violentamente su cuerpo hacia mi. Entonces lo entendí y de un par de golpes de cadera le clave toda la polla, hasta el fondo. Aún cuando lo pienso me sigue doliendo a mi.
Empecé a petarle el culo, como a él el gustaba fuerte. Sentir un culo tan apretado en mi polla me ponía a cien. Entonces metí mi mano por delante y empecé a pajearle fuerte... Él se corrió en menos de 5 minutos, inundando mi mano de su leche, se corrió en 5 trallazos inundando la pared. Yo mientras tanto le rodeaba el contorno de su oreja mientras le daba polla como él quería, y seguía petándole el culo. Y acompañaba de vez en cuando esas petadas con algún azote en las pompas del culo. Entonces el pavo pronunció su segunda frase que me calentó más:
- Correte en mi cara, llenamela con tu leche.
Acto seguido me salí de él. me quité el preservativo y le enterré mi pollón en su boca, así dándole polla que era lo que me suplicaba. Cuando ya no pude más, me salí de su boca y sin tocarme empecé a soltar trallazos contra su cara, en total fueron 8 trallazos y su cara llena de leche... Me fijé y vi como la leche le resbalaba la leche y se le caía sobre la camisete que llevaba.
Empezamos a limparnos la lefa con papel higiénico, entonces le pedi que me limpiase la polla y sorprendentemente se puso de rodillas y me la mamo hasta coemrse los restos de semen.
Yo tuve que irme corriendo de allí porque eran ya las 22.30 y al día siguiente madrugaba, pero no fue el último encuntro que tuve con él... Lo más fuerte de todo que jamás pense que un gimnasio como el mío (vivo en Fuenlabrada, Madrid) con predominio hetero pudiese follarme a un pavo como aquel, y que encima fuese tan pasivo y mamón.