En el Gym

Después de una noche de copas, tratando de recuperarme, fuí al gym para tomar un vapor y...

Despierto por la mañana, y aunque ya han dado las 11.00 am, me siento cansado y con los estragos causados por la resaca. Mucho alcohol y mucho tabaco son los culpables... recuerdo con un fuerte dolor de cabeza la noche anterior...

Había estado en una boda de una sobrina, y mis cuñados y yo habíamos empezado a beber desde el inicio de la fiesta, y a poco se nos habían unido nuestras esposas. Fue una noche de celebración y alegría pues Amelia, la sobrina, era una gran chica querida por todos de una manera especial.

Pero ahora resentía con fuerza los vestigios de aquella noche de una manera terrible. Pensé que nada me caería mejor que ir al club, tomar un buen masaje, disfrutar de un baño de vapor y salir casi resucitado de aquel estado en que me encontraba.

Sin embargo era tarde y debía apurarme si quería encontrar servicio de masajes todavía, pues siendo domingo, prácticamente todos los servicios del club los cerraban a las 12.30 del día, y el tráfico me dificultaría la llegada a tiempo.

Haciendo un verdadero esfuerzo me paré, me lavé la cara y los dientes y después de tomar una pastilla para el dolor de cabeza salí corriendo hacia el club con la esperanza de poder llegar a tiempo.

Para mi desgracia, el masajista para hombres, se había lastimado tratando de arreglar la caldera del vapor lo que había ocasionado que el gym se hubiera quedado sin masajista y sin vapor para hombres.

Prácticamente no había ya nadie en el lugar con excepción de una hermosa chica, a la que el gimnasio había contratado para atender a los clientes, y, según me dijo, también era la encargada de dar los masajes para las damas.

Creo que estaba tan divertida al ver mi estado y la cara que puse cuando me dio la noticia del masajista y del vapor, que sintiendo pena por mí me dijo:

  • Estaba a punto de bañarme y retirarme a descansar, pero si lo deseas puedes usar el vapor y yo lo haré después –

  • No, por favor, no quisiera que... –

  • No hay problema – me dijo – la verdad es que te veo tan mal que creo que lo necesitas mas que yo –

  • Mira, realmente no quisiera causarte una molestia, si no te importa podríamos usar traje de baño y utilizarlo los dos – le dije apenado porque me cedía su lugar y esperanzado en que aceptara pues realmente era una mujer hermosa y sus pants dejaban ver una figura deliciosa.

  • Claro!, si no te importa...

  • Por supuesto que no! -- le dije,-- sobre todo después de tu amabilidad de permitirme usar el baño pues créeme que en verdad lo necesito!

  • Bueno siendo así, adelántate pues el vapor está listo, mientras yo termino de cerrar y arreglar esto.

De este modo, me adelanté hacia la zona de lockers, para cambiarme y meterme al baño que tanto ansiaba.

Una vez dentro, me senté por un momento y después de sentir que mi cuerpo empezaba a sudar, me paré para rasurarme, y mojar una toalla para refrescar mi cara. De pronto, sentí que la puerta se abría y por el espejo empañado alcancé a ver que ella, Adriana, entraba en el baño.

Casi me corto la cara al ver el diminuto traje que vestía, pues estaba formado por un bra que apenas cubría sus senos, dejando entrever la areola de su pezones suaves, y una tanga que permitía ver unas nalgas redondas y tan hermosas que pensé que no había visto otras igual.

Llevaba el cabello mojado pues al parecer había entrado a la regadera antes de entrar al vapor, y su cara y su cuerpo estaban perlados de gotas de agua que no había querido secar.

  • Te sientes mejor? – me dijo, mientras se sentaba seductoramente en la banca corrida que estaba ubicada en una orilla.

  • Y que lo digas! – respondí – y te lo debo a ti pues ya estaba pensando en regresarme sintiéndome cómo me siento.

  • Pues entonces, que bueno que me encontraste todavía—me dijo mientras se untaba una especie de aceite en sus senos, acercando cada vez mas su mano a los pezones y viéndome directo a los ojos de una manera tan seductora...

Un bulto enorme empezó a formarse bajo mi traje que en esas condiciones era inútil disimular, así que sentándome frente a ella, le pregunté si me podía dar un poco de su aceite pues eso me ayudaba a sudar más.

Me lo pasó, y me empecé a untar la pasta por mi pecho, mis pezones, bajando por el torso, y viendo que estábamos solos me quité el traje apliqué una generosa porción en mi verga que ya en ese momento estaba tan dura...

  • Te gusta verdad preciosa? -- Le dije mientras mi mano aplicaba el aceite de arriba para abajo, enseñando la cabeza caliente y palpitante.—Te gusta me verga tanto que te la quieres comer verdad?

  • MMM papito – me dijo mientras pasaba la lengua por sus labios carnosos y sus manos acariciaban sus tetas – quisiera comerme esa vergota y mamártela hasta que te vengas amor, siiii, mmmm rico.

  • Si muñeca? Pero antes quiero verte esas nalgas y ese culo – le dije mientras me seguía masturbando lentamente dejando ver una buena porción de mi verga cada vez que mi mano bajaba

Ella se levantó y dándose vuelta me enseño esas deliciosas nalgas al tiempo que con sus manos las abría para dejarme ver un culo rosado, depilado y delicioso.

Sin decir más me acerqué, y arrodillándome empecé a morderle las nalgas mientras con una mano le daba nalgadas sonoras y con la otra tocaba los bordes del ano...

  • Ahhhh, si amor, si, méteme esa lengua en el culo, papito, ahhh que rico, mmm sigue, sigue, no pares mmmmm....

Por un momento detuve esa maravillosa mamada de culo que le estaba dando, y fue aprovechado por ella para hacerme recostar en la banca. Ella se sentó sobre mi torso, pasando sus piernas por encima de mis brazos lo que no me permitía mover, y agarrando mi verga y mis huevos de espaldas mientras me masturbaba, se quitó la tanga y apareció ante mí una verga tan dura como la mía, que se encontraba muy cerca de mi cara.

De inmediato traté de safarme, pero con la otra mano apretó mis huevos de una manera tan dolorosa que no tuve mas remedio que ceder.

  • Ahora, vas a saber lo que es comerse una verga... no querías que yo lo hiciera hace un momento? – me decía mientras golpeaba mi cara con ese miembro duro, cuya cabeza era tan roja y de la cual emanaba un olor peculiar pero que no me pareció desagradable.

 Vamos papito, abre esa boquita que aquí está tu biberón muñeco.—dijo mientras apretaba otra vez mis huevos—abre la boca y verás que te va a gustar...

No tuve más remedio que abrirla y permitir que ese trozo de carne palpitante violara mis labios entrando poco a poco cada centímetro hasta que sentí qué me asfixiaba, pero ella otra vez la sacó.

  • Te gusta verdad amor?.

  • No me obligues! -- le suplicaba...

  • No te estoy obligando papito, te estoy permitiendo que lo hagas.—me dijo al tiempo que notaba yo que la presión sobre mis huevos había cesado y que efectivamente no había nada que me obligara... pero me había excitado tanto y estaba tan caliente que seguía mamando con fuerza esa verga dura y deliciosa!

  • Ahora si amor, podemos darnos placer mutuamente – me dijo mientras levantándose se volteó, y volviendo a meterme esa tranca en la boca, se agacho para chupar con avidez mi miembro que ya estaba a punto de estallar!

  • Ahhh papito, que rica verga tienes amor, pero no quiero desperdiciar tu leche para nada... quiero que me la des toda pero en el culo, te quiero sentir dentro de mi, saber que eres mío!

Diciendo esto, se levantó, y agachándose sobre la banca, abriendo bien las piernas y levantando las nalgas me pedía que la penetrara...

  • Vamos amor, quiero sentir como me metes esa vergota, mmm si amor, si...

Sin poder esperar un minuto más, de un empujón metí la cabeza solamente, mientras la visión de mi falo perforándole el culo me ponía cada vez más caliente.

Por fin no pude más y de un empujón la penetré completamente lo que provocó en ella un grito de placer y de dolor. Empecé a moverme poco a poco sintiendo como mi tranca era apretada por ese delicioso ano y cada vez más caliente de las exclamaciones de ella!

Yo ya no podía resistir así que le dije

  • Cielos! Ya viene, ya viene... Ho, ya no aguanto!!!

  • Vamos amor, dámelos todos, mmmm vente, lléname de ti!!!

  • AAAAHHHHH, YAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!

Sentí como mi verga despedía un chorro caliente que penetraba en sus nalgas hasta el fondo, mientras ella apretaba y soltaba el culo tratando de exprimir mi tranca y succionar hasta la última gota disponible

Había sido una experiencia inolvidable, pensaba, y mi cuerpo caía desfallecido sobre la banca y mis brazos y mis piernas quedaban como un guiñapo totalmente relajadas... no sabía si era el vapor, el haber tenido sexo de esa manera tan salvaje, o la desvelada de la noche anterior, pero me sentía completamente relajado.

De pronto, sin saber que pasaba, sentí que algo duro me perforaba al punto de sentir que me partía en dos. Sin pensarlo había quedado boca abajo y Adriana no había terminado aún, y ahora yo estaba siendo violado, penetrado por una verga que había entrado hasta el fondo y ahora salía para volver a entrar.

Era una sensación de dolor que rápidamente se convirtió en placer desbordado y que me obligaba a pedir más y más

Ella seguía atacando mi culo con fuerza una y otra vez, una y otra vez hasta que sentí que de pronto se ponía tensa y lanzando un grito de placer se vino sacando su miembro al punto de derramar toda su leche en mis nalgas.

No había contado con que eso pasara nunca pero ahora que había sucedido, sabía que no lo podría dejar jamás...