En el Estadio Azteca

Es fantástico todo lo que puede suceder en un palco.

Hola amig@s:

Quiero enviarles un saludo y un beso tronador a todos quienes me han seguido en mis páginas, tanto en la personal como en la de las fotografías que me han mandado algunos de ustedes para compartir con el resto de mis contactos. No se les olvide seguir entrando a ambas, ya que las actualizaciones están a la orden del día para ustedes.

Historia en el estadio azteca:

No se si recuerdas que te hablé de una amiguita mía (con quién tengo relaciones), Maribel. Bueno, pues hace poco más de un año, mi esposo fue a Muchigan EEUU ya que ahí se encuentran las oficinas centrales de su empresa. estuvo casi una semana y cuando regresó me trajo algunos regalitos. Dentro de lo que me había traido era un traje de Race Queen de la empresa Coca Cola y muchas otras cosas. Poco tiempo después tuvo que volver a Michigan, una semana más. Fue ahí donde le dijeron que él era la persona indicada para estar como gerente en la nueva sucursal que se abre de la empresa en la cual trabaja, al sureste del país.

Me habló Maribel invitándome a ir a un partido de futbol al estadio azteca, su esposo trabaja en Sabritas y tienen la posibilidad de pagar un palco sencillo ahí, en el estadio.

Un día antes del partido (sábado por la noche), me habló por teléfono para quedar de acuerdo a que hora pasarían por mí. También me pidió que usara algo espectacular, que porque en el estadio van tipos dispuesto a todo y sobre todo muy babosos y escandalosos. Ella comparte los mismos gustos que yo para vestir e inclusive hemos compartido a su esposo. Ella llevaría un micro vestido precisamente de Sabritas, amarillo de lykra súper entallado.

Así fue, llevaba puesto ese vestidito con pantimedias Spanel vanizadas y sin tanga ni calzones, unos tacones de plataforma transparentes, igualitos a los míos. Yo usé mi vestido que me había regalado mi esposo de Coca Cola, también muy ajustadito, pantimedias vanizadas pero de la marca Foreva Plus, tacones de plataforma y una tanguita de color rojo por encima de las pantimedias.

Llegamos al estadio azteca y al bajar del auto ya te imaginarás todas las miradas y chiflidos que provocamos; nos gritaban de todo y bueno, tu sabes Mary y yo pues nos sentíamos soñadas, su esposo se puso en medio de nosotras y nos llevaba de la cintura, su esposa (Mary) a su derecha y yo a la izquierda.

Entramos al palco que es para 6 personas, tiene un pequeño WC, una cocineta, un frigobar, una televisión y un mini componente, una mesa en la parte interior con 4 sillas, un love seat, y en la parte de afuera tienen 6 batacas, te digo, para seis personas. Fijate que yo nunca había entrado a uno, pero la verdad es que están padrísimos, y eso que es un palco sencillo, ahora te imaginas, los de lujo? Ups.

Después de que entramos al palco y nos ubicamos, salimos a comprar los tres, compramos cervezas, botanas y refrescos porque su esposo de Mary llevaba una botella de ron. Nuevamente volvimos a escuchar los chiflidos y todo. Es más, hubo chicos que llevaban sus celulares o cámaras dogitales y nos estuvieron fotografiando durante todo lo que íbamos caminando. Posamos para algunos osados que, al momento de abrazarnos no dejaban de acercarse o en cuerpos completos o en manos para rozarnos las nalgas o las piernas, y bueno, también nosotras no somos de palo verdad?.

Comenzó el partido, que por cierto, estába el estadio hasta el tope, porque estaban jugando las chivas contra el américa. Salimos a las butacas al ver el partido. Brincábamos y vitoreábamos en cada jugada. Quienes estaban arriba de la zona de palcos o inclusive, quienes estaban en los palcos cercanos también no dejaban de vernos, de gritarnos chingadera y media y nos tomában fotografías al por mayor.

Jorge (como llamaré al esposo de Mary), se levantó de su butaca y se fue al baño, al regresar, venía con un bermudas puesto y creo que no traía calzones, pero traía su tronco más parado que nada, parecía casa de campaña. Se sentó detrás de nosotras. Nosotras estábamos paradas al borde del palco y él sentado en una butaca.

Mary comenzó a reirse y los chiflidos se hicieron más fuertes. Jorge la comenzaba acariciar por detrás. Entonces me acerqué a ella y Jorge tuvo que usar las dos manos, una para su esposa y una para mí. Me pidió que me quitara la tanga del conjunto y quedé como Mary, sin calzones, más que las puras pantimedias puestas.

Mary y yo comenzamos a rozar nuestras piernas enfundadas en pantimedias hasta que alguien grito "Beeeso", "Beeeso", ya sabes, cuestión de que alguien comience. Me volteo a ver a Mary sonriendo, le doy un trago al vaso de cerveza y le planto un beso en los labios, al abrir su boca le dí cerveza que traía en mí y ambas tomamos.

Sonreímos y de inmediato nos metimos a la salita, Jorge se saco su tronco y ella se lo comenzó a mamar, me senté junto a ella e hice exactamente lo mismo cunado me daba oportunidad de tomarlo. Besé por todo el cuello a Mary y le saque sus tetas para mamárselas. Después Jorge me pidió que me parara al límite de la puerta que da hacia las butacas, me pidió que me abriera de piernas, me rompió las pantimedias y me penetró. Mucha gente se dió cuenta, yo solo cerré los ojos y me dediqué a disfrutar. Hizo lo mismo con su esposa y nos hizo terminar a ambas.

Mary se sentó en él y le brincó hasta que estuvo a punto de venirse, ase salió y todo el semen se lo hecho a la boca, después me besó y me compartió del semen de sus esposo, simplemente delicioso.

Solo que tuvimos que salir dos horas después de que terminó el partido para que no nos estuvieran molestando por lo que habían visto.