En el cumpleaños de Olegario

En una gélida noche de invierno tuve un desliz con el discjockey del cumpleaños de mi amigo Olegario y ésto es lo que sucedió.

EN EL CUMPLEAÑOS DE OLEGARIO

El sábado pasado mi amigo Olegario festejó su cumpleaños número sesenta y como la ocasión lo ameritaba alquiló un club deportivo cerca de donde él vive para hacer el festejo.

Como era un poco lejos preferí ir en ómnibus por eso tomé el 169 y en las cercanías de Toledo me bajé para continuar el camino a pie, por suerte a las dos cuadras me encontré con el lugar donde se realizaría el ágape.

Llegué temprano porque con el frió que hacía ese sábado y lo mal que había estado por el ataque al hígado que había tenido unos diez días antes, no tenía ganas de andar por lugares descampados a altas horas de la noche.

Olegario es de la campiña del departamento de Salto por eso allí estaban algunas personas de su tierra natal ayudándole a preparar los comestibles y a organizar las mesas done ubicarían a los invitados.

Me sentí bastante descolocado ya que los pocos amigos que teníamos en común dieron excusas para no estar presentes allí, supongo que no concurrieron por lo alejado que es el sitio, ya que ninguno de ellos tenía nada que hacer un sábado a la noche más que encamarse con lo que consiguieran por los caminos de Montevideo.

Finalmente apareció un amigo que se sentó en la misma mesa que yo y por suerte tuve a alguien a mi lado con quien conversar, aunque una sobrina de un amigo del homenajeado se había sentado del otro lado.

Era una muchacha de la ciudad de Río Branco, muy rara porque después de conversar casi toda la noche desapareció del salón por eso le pregunté a Olegario por ella y éste me dijo que se había ido, la muy mal educada se fue sin despedirse como una zorra vulgar.

Lo único rescatable de esa fiesta fueron tres muchachos que me gustaron lo suficiente como para hacerme olvidar de mi afección hepática y como me gustaron traté de conquistarlos para satisfacer mi deseo él cual estaba contenido desde hacía más de una semana.

Al primero le eché el ojo inmediatamente que llegué porque estaba subido arriba de un montón de sillas colocando los parlantes y las luces sicodélicas con las cuales iluminaría la reunión, luego se fue a la otra habitación donde tenía su equipo de sonido conectado a una computadora y con su ayudante se pusieron a hacer sonar la música.

El segundo que vi fue el más hermosos ejemplar de macho joven que pude ver en toda la noche, pero estaba tan ensimismado con su mujer, amante o lo que fuese que jamás dirigió su mirada hacia mí ya que se dedicó a bailar toda la noche con esa mujer acalorada que andaba casi desnuda y descalza con el frío que había en ese salón de fiesta.

Como a las once de la noche cuando la reunión y el baile estaban en su punto más álgido, su compañero entró al salón a arreglar las luces, hecho que aproveché yendo hacia él y como nos habíamos estado mirando soslayadamente un par de horas me animé a encararlo y le dije.

-Me gusta la música que estás pasando pero más me gustaría estar un rato a solas contigo...

El discjockey tendría unos 28 años, de cabello castaño con una barbita que continuaba en un bigotito muy seductor y al oír mis palabras me contestó:

-Desde que llegaste cuando estaba arriba de las sillas me di cuenta que necesitabas compañía por eso te estuve mirando casi toda la noche, pero demoraste en decidirte...

-Recién son las once... no es tarde ¿podemos ir a un lugar más íntimo?

-Ahí viene mi compañero, espérame en aquella pieza que es la oficina del club, lo dejo con el equipo y voy enseguida para que te saqués las ganas de verga que noto que tenés.

Entré a esa pieza donde me dijo que lo esperase, por suerte por la ventana entraba algo de la luz del salón donde estaban bailando y por eso no tuve necesidad de encender una luz delatadora de mi presencia allí.

Cuando cambiaron el disco sentí que abrían la puerta y efectivamente era el DJ que venía a entregarme lo prometido.

Ese lugar también estaba muy frío pero el DJ no encendió ninguna estufa porque cualquiera podría darse cuenta de que había alguien allí y aunque fuese por curiosidad entrase para ver que sucedía dentro.

Lo primero que hice cuando cerró la puerta tras de sí, fu abrazarlo para luego buscar su boca con la esperanza de que ese intercambio de salivas que pensaba tener como preámbulo me sacase un poco el frío.

Pero mi "amigo" me separó de él diciéndome que no empezase con pavadas y estupideces que me había citado allí para que le extrajese la leche con mi boca y no para andar besándolo.

Inmediatamente llevó su mano hacia su bragueta, luego bajó la cremallera y metiendo la mano por la diminuta abertura extrajo una pequeña mazorca que estaba muy calientita pero en su minino nivel de longitud.

Las luces del otro salón perfilaban la escena haciéndola muy excitante a pesar del frío reinante en todo ese club deportivo pero como yo había ido a esa habitación buscando algo que me mitigase el frío me apresuré a estirar mi mano hacia ese órgano diminuto y al tocarlo percibí entre mis huellas digitales lo tibiecito que se hallaba el trozo de carne que prontamente desaparecería dentro de mis labios.

-Tómalo... es todo tuyo!!!

Me dijo mi anfitrión al sentir que mis gélidos dedos le enfriaban el glande de su herramienta y luego agregó:

-Chupámela rápido porque tengo que volver con mi compañero para seguir pasando la música del cumpleaños de tu amigo... ese sí que tiene un culo enorme, mi verga bailaba allí dentro el día que me lo cogí.....

Con ese comentario me dijo directamente que él se había cogido a mi amigo Olegario, pero no traté de indagar más, dándome cuenta que sus palabras eran verdaderas porque Olegario hace como cincuenta años que recibe pijas por el orto y él prefiere las de gran calibre porque con lo dilatado que lo tiene con las pequeñas como las del DJ no siente casi nada.

El DJ del cual ignoro su nombre porque ni se me ocurrió preguntárselo se acercó a un sillón de cuero negro que había allí y diciéndome que me sentase en él para que el trabajo fuese mejor se quedó de pie entre mis piernas acercándome la verga a los labios.

Los primero que hice al tenerla tan cerca de mi nariz fue olerla, al hacerlo aspiré un aroma muy excitante, tal vez debido a las cervezas que habría ingerido y al orinar algún resto de su micción había quedado en la uretra dándole ese aroma tan particular.

No era un olor desagradable por eso me apresuré a lamerle el balano para luego ir corriendo con mis dedos el prepucio, el cual dejó al descubierto una cabeza bastante gorda y cuadrada pero al ir progresando la erección me di cuenta de que la longitud de la verga que tenía entre mis manos y mi boca no excedería los 12 centímetros desde el final del glande hasta la raíz.

Lo desilusionado que se habrá puesto Olegario cuando llevó al DJ a su cama tal vez imaginando un buen disfrute y el chasco que se habrá llevado, pero conmigo no iba a suceder lo mismo porque solamente habíamos pactado una mamada rápida.

El glande se movía mucho en contacto con mi lengua y luego el DJ se excitó muchísimo hecho del cual me di cuenta porque arremetió con todas su fuerzas empujando su verga contra mi garganta pero sin llegar a ella.

Gemía muy bajo supongo que para que del otro salón no oyesen los ruidos que hacíamos allí pero con esa música tan alta quien iba a percibir nuestros ayes de placer?

Su verga cada vez latía mas dentro de mi boca por eso me apresuré a sacar mi órgano par afuera de mi bragueta y comprobando que estaba muy caliente me apresuré una paja tratando de derramar mi lechada en el piso al mismo tiempo que lograse extraer el néctar de las bolas del DJ.

Él oyó el clac, clac que hacía mi mano al descabezar mi verga por eso miró hacia abajo para ver que sucedía allí y al verla exclamó:

-Qué verga tan grande tenés!!! Es más larga que la mía!!!

Con todo ese palabrerío su verga se salió de mi boca y un hilo de saliva se deslizó hacia abajo cayendo justo entre mi mano y mi glande.

-Que cogestionada que la tenés!! ¿Estás por acabar?

-Sí. déjame chupártela otro poco así acaboooooo.....

-Vos sabés que nunca tuve una verga en mi boca... Y la tuya me gusta. ¿Me dejás sentirla entre mis labios?

Ese pedido me desconcertó, porque según el siempre se la había hecho chupar o la había metido pero... para que me iba a negar con las ganas que tenía de eyacular en ese gélido ambiente.

-Hacé lo que quieras!!! Pero rápido porque estoy por gozar.....

El DJ se hincó en el piso entre mis piernas y acercado su boca a mi hirviente pija se la metió dentro sin siquiera hacerle gestos de asco u otros movimientos repulsivos.

Trató de succionar pero inmediatamente a su intento mi verga comenzó a expulsar borbotones de semen sobre la lengua del DJ quien al sentir el salado sabor de éste bendito líquido retiró bruscamente su cabeza, por lo tanto la acabada la recibió sobre la nariz, ojos y boca.

Ese líquido hirviente finalizó deslizándose sobre su ropa mojando todo lo que encontró en su camino descendente sin que el atónito DJ pudiese evitarlo y no sé si ese acontecimiento lo excitó al máximo porque mientras recibía el líquido caliente sobre su rostro en vez de enojarse comenzó a gemir intensamente.

Con su mano tomó su pija para pajearse a toda velocidad mientras se ponía nuevamente de pie para finalizar regando su néctar sobre mí cara haciéndome lo mismo que mi traviesa verga le había hecho a él.

Al terminar su descarga, explotó toda la furia que había contenido en su interior al gozar tan plenamente y me dijo:

-¡La puta que te parió!!! Además de hacerme disfrutar como loco me llenaste la cara con tu inmunda leche!!!!

-Estamos a mano, porque mirá como tengo la mía...

Saqué un pañuelo para limpiarme el rostro y mi acompañante me lo sacó diciendo que no tenía con que limpiarse.

Luego que hubo secado mi lechada guardó su pija dentro de su escondrijo y me dijo:

  • Me voy al baño a lavar la cara... pero antes dame cien pesos por la gozada que te echaste.

-No te doy nada porque vos lo disfrutaste también!! Y vos fuiste el que me la quiso chupar..

-Ándate a la mierda!!!

Fueron las últimas palabras que oí de la boca del DJ antes de que se fuese al baño a lavarse los rastros de semen que aun quedaban en su vestimenta.

Después de un tiempo prudencial salí de esa habitación para dirigirme al baño donde por suerte no lo encontré y con toda tranquilidad me lavé un poco para sacarme los restos de su semen mezclado con el mío.

Después volví al salón pero sin pasar por donde estaba el DJ con su ayudante, allí aun seguían los invitados bailando tan entusiasmados sin haberse percatado de mi ausencia tan prolongada.

Al comenzar el relato hablé de que me habían gustado solamente tres tipos de los casi cincuenta que habría allí, pero no dije nada sobre el tercero.

En nuestra mesa se sentaron una pareja con un bebé y otro muchacho, cuando se fue la mal educada, la muchacha del bebé se cambió de asiento ubicándose a mi lado, sin preguntarle nada me dijo que él bebé era su nieto.

Me llamó mucho la atención dado que ella parecía una veinteañera, pero no pregunté nada, mientras el otro tipo que dijo ser su hermano jugaba con el niño y bailaba con él, el marido o compañero de ella se dedicaba a mirarme de una forma bastante extraña.

Casi a las cuatro de la madrugada cuando me estaba por ir, el amigo que estaba conmigo en la mesa me dijo que el muchacho lo había reconocido porque se habían conocido unos veinte años atrás visitando al homenajeado en un depto. que alquilaba cerca del Palacio Legislativo.

Ese muchacho dijo tener cuarenta y dos años por lo que comentó era muy mujeriego pero Olegario me contó cuando le pregunté por él que se había acostado con él en ese depto. del Palacio Legislativo.

Nos despedimos y ese muchacho nos dio un beso como si nos conociera de toda la vida y al hacerlo me dijo que iba al baño, como invitándome a seguirlo.

En toda la noche no había orinado aunque conocía el baño porque me había ido a lavar unas horas antes y pensándolo unos instantes fui tras de él.

No porque tuviese ganas de otra nueva eyaculacción sino para ver que ofrecía este diminuto cuarentón que hacía alharaca de ser mujeriego pero con esa invitación me daba a entender que también le iban las vergas.

Efectivamente lo encontré en el baño orinando pero no en los mingitorios sino en un cubículo con puerta la cual había dejado entreabierta.

Al oír que alguien entraba se dio vuelta y al verme me dijo:

-Pasá. Que bien que entendiste mi invitación al baño, entrá tranquilo porque mí mujer está con su nieto y no va a sospechar nada.

Después que entré al cubículo él cerró la puerta y nos besamos muy intensamente durante unas instantes en los cuales sacudía su verga dejando caer las ultimas gotas de orina dentro el inodoro.

Me propuso que le hiciese una mamada pero me excusé diciéndole que me iba para mí casa porque no podía soportar más el frío que había en todo ese club.

En realidad el frío era mucho pero yo ya estaba saciado con la sección que había tenido con el DJ y la verga de éste nuevo conocido no aparentaba ser mucho mayor que la que había degustado anteriormente.

Aunque él la descabezó pajeándose un poco para intentar convencerme le di mi número telefónico prefiriendo dejar ese bocado para otra ocasión y en otro lugar mas adecuado.

Por supuesto que no le dije que ya había degustado al DJ y que por ese motivo no tenía muchas ganas de repetirlo, claro que si hubiese sido una verga como la de Juan de Colonia del Sacramento hubiese aceptado inmediatamente.

Lo que sucedió después cuando me llamó por teléfono unos tres días después esa otra historia que le narraré en otra oportunidad

OMAR

Como siempre espero comentarios en: omarkiwi@yahoo.com