En el Cine Porno de San Pedro Sula PARTE II

Fue entonces cuando me animé a preguntar, uno por los tragos que hacían su efecto y otro por la curiosidad que me invadía. ¿Cuándo comenzaron con eso de comerse las acabadas de unos y otros?

En el Cine Porno de San Pedro SulaPARTE II

Pues la noche no quedó allí, mis primos me tenían sorprendido por su comportamiento, Yo sabía que eran machos porque siempre les he conocido novias a todos ellos y desde bien chamacos debutaban pisando a todas las mujeres vecinas y sus acompañantes y sus padres sabían perfectamente todo eso.

Rápidamente sacaron más cerveza y como decimos en Honduras churros (todo tipo de bocadillos que vengan listo para servir) para picar.

La noche estaba calurosa y la peli buenísima, era sobre una orgía en una hacienda.

La casa de mis primos consta con un patio inmenso en donde ellos tienen montada una piscina casi todo el año así que Víctor dio la gran idea y dijo, hey ustedes; porque no sacamos el tele, vhs y nos metemos a la piscina para disfrutarla mejor.- ¿Y si vienen mis tus papas? Dije Yo algo preocupado.

No te preocupes, fíjate que siempre salen y no dejan nota y hoy hasta nota dejaron, esos no vienen sino hasta mañana, ¿verdad Chico (Francisco)? Dijo Ernesto.

Sí respondió Francisco mientras desconectaba el TV y lo llevaba hacia el patio donde tienen toda conexión para estar allí bien cómodos.

Todo se instaló, mis primos al terminar de llevar todo lo necesario; tv, bebida, comida y pelis en vhs, procedieron a quitarse la ropa, supuse Yo que nos quedaríamos en calzoncillos ó bóxers pero no, los tres se despelotaron y se metieron a la piscina, Yo los seguí y me quito todo hasta el calzoncillo.

Ya la pena no servía de nada, después de lo ocurrido en el cine que más da.

Mis primos comenzaron a hacerse bromas, hundirse y tirarse unos sobre otros, claro es que Yo no me les escapaba para nada y desnudos como estábamos nuestras vergas rozaban con todo, una mano, la espalda, el culo, un pié, pija con pija, nos dábamos abrazos para sostener a uno y que los otros dos le hicieran alguna maldad y nadie, nadie se escapó a todo eso.

Al frente nuestro la TV pasaba la cinta del vhs que teníamos instalado y que mirábamos en los pequeños recesos para tomar un trago y picar algo de los “churros”; en esos momentos todos nos poníamos del mismo lado de la piscina y unos al par de los otros para alcanzar la mesa de servicio que teníamos cómodamente instalada a un ladito y más de una vez pude sentir las piernas de mis primos que se pegaban a mi un poco atrás colocando parte de su pelvis pegada a una de mis nalgas y sus vergas a medio erectar pegadas a mi pierna.

Yo también hice lo mismo, pasaba mi brazo por los hombros de alguno de ellos y me pegaba como sin querer y podía sentir esos cachetes firmes que tienen formando sus culitos porque al igual que Yo ellos hacen deporte y nadan mucho; tanto en casa como en piscinas particulares.

Sus culos tenían marcado los bañadores tipo bikini y su bronceado esa noche se miraba espectacular.

Mi pene no tardó en estar en todo su jubileo por la peli y las caricias que nos estábamos propinando unos a otros.

Fue entonces cuando me animé a preguntar, uno por los tragos que hacían su efecto y otro por la curiosidad que me invadía.

¿Cuándo comenzaron con eso de comerse las acabadas de unos y otros?

Todos se callaron unos segundos y fue Francisco el que me respondió diciendo que en realidad no sabían cuando fue la primera vez, pero si que fue él quien se comía sus terminadas cuando comenzó a desarrollar y luego en una ocasión que estaba bañándose junto a Ernesto se comenzaron a pajear juntos y Ernesto al ver que su hermano mayor se comía sus propias acabadas también probó y le gustó la suya propia y al salir del baño y estando en su cuarto se volvieron a pajear pero esta vez Ernesto se comió la leche de Francisco y Fran. La de Ernesto.

Luego vino Víctor que al igual que sus hermanos no tenía reparo en bañarse con ellos juntos o por separado ya que así los habían acostumbrado sus padres.

Cuando Víctor comenzó a echar pelos fue Francisco quien le enseñó a pajearse y después de un par de veces así el mismo Francisco tomó un poco del semen de su hermanito y lo probó directamente de la mano de Víctor.

Víctor al principio sintió asco por lo que había hecho su hermano, pero luego de un par de veces de bañarse juntos y pajearse y que Francisco tomara sus leches este se envalentonó y probó los suyos propios por primera vez.

Pasados algunos días, estaban los tres en el baño después de clases y aprovechando que no había nadie en casa, los tres hicieron una sesión de pajas y probaron las leches de sus otros hermanos cada uno y hasta la de los 3 combinada.

Eso fue dijo Francisco el día que se podría decir que iniciamos todos pues fuimos todos juntos.

A todo esto podía sentir a Víctor que me pegaba su rabo a mi culo y acariciaba mi cintura al tiempo que Ernesto me daba un beso y Yo agarraba la verga de Francisco.

Que sensación más sabrosa es estar entre un grupo de hermanos y sumar que son tus primos, salvaje ese trío de chavales que estaban como un churro de buenos, buenos cuerpos, lindas caras, mejores vergas; que más se puede pedir.

Pasaron no se cuanto tiempo y Yo sentía mi cabeza que flotaba y que en mi culo entraba y salía la verga de Víctor, en eso sentí como mi pija era colocada en las nalgas de alguien y abrí mis ojos para ver quien se la iba a meter y era Francisco que estaba dándome la espalda y ensartándose él solito mi pija.

Al principio me dolió un poco, nunca la había metido en nada ni en nadie, luego fue sabroso sentir como ese primer esfínter gracias a la lubricación del agua iba dándome cabida en la entrada de su dueño, que estaba empujando sus nalgas firmes y suaves para primero ser acariciado mi glande con sus cachetes y luego aprisionado por su esfínter y estrujado como apretándolo a medida que se habría camino hacia su interior.

Eso fue fenomenal, tener a dos machos para mi solo y que ambos me estuvieran desvirgando tanto el culo como la verga.

Que delicia y lo que me faltaba por probar y era que al mismo tiempo Ernesto me diera a mamar su riata y así fue, se trepó en el borde de la piscina y me la zampó en la boca para callar mis pujidos de placer y evitar que los vecinos me escucharan porque al tiempo que me la metía en la boca me decía: “Aquí tienes para que te dejes de pujar tanto que nos van a escuchar”.

Pasó como media hora antes que Víctor me dijera al oído al tiempo que me mordía la oreja: “Hay papi, me vengo, me vennnnngogooooooo” y pude sentir como su vergota entraba más en mi y tenía unas palpitaciones que la hacían chocar con mi próstata al tiempo que mi culo apretaba esa riata para exprimirla más porque en mi interior podía sentir lo caliente de su leche y al agua que rosaba mi propia verga que taladraba a Francisco que también estaba acabando sin siquiera tocarse y apretaba con sus esfínteres mi verga ordeñándola al igual que lo hacía Yo con Víctor y no se cuantos chorros de semen tiré, pero si que mi cuerpo se convulsionó vibrando del gozo de esa primera vez.

Ernesto sacó su vergajo de mi boca y se masturbó, su pene tiraba los chorros de semen como si fueran lanzados con máquina rociadora, con una presión inmensa y nos bañó a todos las caras y los pechos.

Mis tres primos, mis compañeros de cine y ahora amantes también fueron saliendo de mi y Yo de ellos para quedarnos en la cara con una sonrisa de complicidad y satisfacción, nos dimos unos besos cálidos y sinceros acompañados de abrazos de complicidad y satisfacción.

Jugamos un rato más mientras se nos relajaban las vergas y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente llamaron mis padres que tenía que volver a Tegucigalpa y partí pronto en la tarde.

Con mis primos nos llamamos y contamos historias sobre lo que hacemos y queremos hacer.

Bueno, eso de los nombres, parentescos y lugares ya saben; se cambian.

Cuídense y escriban para saber que les parece lo que escribo.

LUDAVAGI

Piscis03ma66@yahoo.com