En el Cine Porno de San Pedro Sula
Con nervios volteo a ver a mis primos y veo que Francisco a mi lado izquierdo está sobándose también, Víctor tiene abierto el zíper del pantalón y mete sus dedos para tocarse sobre el calzoncillo blanco que se adivina en su pantalón negro y Ernesto fue más audaz y tenía la verga afuera con su pantalón abierto de completo y se hacía una paja lenta pero sabrosa porque de a ratos cerraba los ojos al bajar su mano y apretar su cabeza al subirla nuevamente.
En el Cine Porno de San Pedro Sula
Yo acababa de cumplir mis 19 cuando decidí ir a San Pedro Sula a visitar a unos parientes, pues estaba de vacaciones en la universidad y todo estupendo por allá.
La casa de mis tíos no es muy grande pero si muy acogedora y siempre están dispuestos a recibir visitas y la mía les encantaba pues Yo soy su sobrino favorito.
Tengo dos primos menores y uno mayor, el mayor es Ernesto que tiene 21, el que sigue es Francisco con 18 y el menor de todos es Víctor con 17 pero está a punto de los 18 y ese era el otro motivo para ir, ya que este Jueves o sea en menos de 24 horas Víctor cumplía sus 18.
Bueno, ya era Jueves y con mis primos decidimos ir al cine para comenzar a celebrar entre nosotros 4 el cumple vimos en el periódico y escogimos una peli y listo al cine a eso de las 5 pm para tener chance de comer pizza y un par de birrias para entonar.
Mis tíos nos dieron dinero para eso y como el doble más extra para disfrutar.
Sorpresa la mía fue cuando mis primos decidieron que no iríamos a ver lo acordado en casa sino, que iríamos al cine porno en el centro.
Yo nunca había visitado un cine porno, de hecho nunca había visto una peli porno jamás.
Con solo saber que iríamos allí me entró un miedo de que mis tíos nos fueran a descubrir, que preguntaran sobre la peli y Yo no saber que contestar, quien estaría en el cine ¿Conocería a alguien allí?.
Mis primos me dijeron que ellos iban algo seguido y que ya sabían como era la peli que se suponía veríamos y entre pizza y pizza me la contaron toda, me sentía más tranquilo y fuimos al tal cine porno.
El cine estaba en el mero centro de San Pedro Sula, cuando llegaron los portones de hierro estaban siendo abiertos y un grupo enorme de hombres aguardaba en las aceras para entrar.
Al pagar los boletos Ernesto, vi a Francisco que iba a la cafetería del cine y venía con cuatro vasos enormes de cartón con una cerveza dibujada pero asumí que como la misma compañía hacía refrescos eso traerían dentro, pero no, era cerveza de la buena, bien fría y hasta el borde del baso.
Tomé mi vaso y entramos, todos nos sentamos juntos y al ir buscando donde observé como algunos de los tipos de allí se quedaban fijos en nosotros, un grupo de chavalos bien vestiditos con buen cuerpo (por lo menos no estábamos panzones) y cada uno con cerveza en mano.
El cine era viejo y la pantalla manchada, pero pude observar que el público era exclusivamente masculino y por los ropajes se atinaba que había de todo tipo de trabajadores, desde muy humildes hasta con maletín un par.
Las luces se apagaron y comenzaron las extras, sorpresa la mía acostumbrado a extras de infantiles y adolecentes; aquí directo con un par de lesbianas mamándose el gallo fuertemente en un 69 mientras dos tipos con unos rabos de campeonato las penetraban por el ano a cada una.
Mi pinga respingo al solo ver el cuadro, mi vaso rápidamente llegó a mi garganta reseca por la excitación.
Tenía pena de voltear a ver a mis primos, Yo estaba en el centro junto con Víctor, a nuestros lados Ernesto y Francisco; como cuidando a los pequeños que nadie se nos acercara, ese pensamiento me causó gracia y volví a mi peli.
No me di cuenta en que momento mi vaso se vació y Ernesto dijo ya vuelvo, vi como salió de la sala y al rato venía con más vasos con cervezas para todos.
Yo estaba medio subido porque no acostumbraba a beber y ya llevaba 3 con las 2 que bebimos junto a las pizzas.
Víctor me dijo que no le parara bola (que no debía importarme) hoy cumplo 18 y vamos a celebrar.
Pues seguí, la peli era sobre la vida de las mujeres que eran trota calles y compartían hombres a montón.- Muy guapas las mujercitas y los hombres que conseguían eran igual o más hermosos que ellas.
Nunca me había fijado en la paloma de otro man porque no había visto ese tipo de pelis, en mi colegio y en la universidad antes y después de las prácticas deportivas y de natación siempre miraba muchos en pelotas de todo tipo, raza, tamaño y contextura pero una verga parada solo la mía, además, cuando hacían tomas cercanas de cuando les metían las vergas a las mujeres dejaban a la vista los culitos apretaditos de los hombres y en ocasiones hasta el ano fruncido les podía ver.
Todo esto era nuevo para mi, mi mano ella sola buscó mi verga por sobre el pantalón jean que llevaba puesto y la sintió creciendo y creciendo más a cada pulsada que se daba contra la palma de mi mano y mis dedos apretándola para disimular según Yo.
Con nervios volteo a ver a mis primos y veo que Francisco a mi lado izquierdo está sobándose también, Víctor tiene abierto el zíper del pantalón y mete sus dedos para tocarse sobre el calzoncillo blanco que se adivina en su pantalón negro y Ernesto fue más audaz y tenía la verga afuera con su pantalón abierto de completo y se hacía una paja lenta pero sabrosa porque de a ratos cerraba los ojos al bajar su mano y apretar su cabeza al subirla nuevamente.
Víctor me mira y ve que estoy sorprendido de lo que observaba en Ernesto y me dice, espera un rato más y veras que le vale madre a este Ernesto y hasta se baja el pantalón y todo.
Yo no podía creer lo que miraba, menos lo que escuchaba.
Huuuffff, esto ya era tremendo para mi, pi pija estaba durísima como nunca, mi primer peli porno, estaba sobándome la verga en un cine con mis primos hermanos al lado y ellos sobándose los rabos de lo más natural, esto si era celebrar el cumple de Víctor.
Al poco rato de estar en estas escucho que Francisco baja su zíper y abre su faja, veo de reojo para no ser notado que mete su mano en sus bóxers y comienza una paja con su mano derecha misma que pegaba con mi brazo izquierdo al hacer sus movimientos y siento como me voltea a ver y Yo lo volteo a ver, nuestras miradas se cruzan y con un ademán de cabeza me indica mi verga instándome a seguir su maniobra.
Mi corazón se sale de mi pecho pues lo siento en la garganta de los nervios de la situación, miro a mi alrededor y veo que nadie se fija en nosotros, todos tienen la cara hacia la pantalla, abro mi pantalón y saco mi verga, que alivio sentí, sentía como si hubiera estado aprisionado en un pantalón de fuerza y mi verga tomara aire por primera vez.
Víctor a mi lado tiene toda su mano metida en la abertura del zíper del pantalón y se soba en círculos, Ernesto ya tiene los pantalones bajados hasta las rodillas y su bóxer está igual, su camiseta está subida sobre su cabeza dejando los hombros cubiertos y su pecho y abdomen al desnudo.
Pude ver que de su ombligo bajaba una pelusada bien tupida y que en su pubis se formaba un gran bosque negro del cual salía como mástil una gran verga larga y súper gruesa y que en su glande brillaba el precum que lo lubricaba y que a ratos de sobársela la tomaba con la otra mano y llevaba la mano libre a su boca para paladear su propio precum sin ninguna vergüenza de los que estábamos allí.
Esto era tremendo para mi, a mi lado Víctor también ya sacaba su verga y la sobaba a intervalos de muy suave a frenético en su jalar, paraba y sobaba y volvía a atacar con una rapidez que por la semi oscuridad en ocasiones no miraba su mano.
Yo no pude aguantar, mi verga estaba por estallar, mis bolas se encogían listas para disparar y el primer chorro grueso y largo salió, fue a parar al asiento de enfrente a mi, el segundo igual, el tercero mermo pero calló frente a mi en el pasillo, esto me hizo saltar en mi asiento y los otros dos se dispararon fuerte y el suelo fue su receptor.
Mi mano quedó embarrada de semen recién saltado y sabia como limpiarme pues no estaba preparado para tanto placer, Yo estiraba mi mano sacudiéndola y cuidando no salpicarme o salpicar a mis primos y entonces sucedió, alguien tomó mi mano y la jaló, era Ernesto, tiro de mi mano haciendo que pasara sobre Víctor y rápidamente pude sentir su boca que cubría mi dedo pulgar, luego entre el pulgar y el índice donde estaba la mayor parte de mi corrida, mi dorso y mi palma y pude sentir cuando metió mi dedo índice en su boca y así los demás y me devolvió mi mano cuando terminó de succionar todo el seme en ella depositado.
Fue bestial, nunca pude imaginar que eso iba a pasar.
El que siguió en terminar fue Francisco, pero aquí fue superior, pude escucharlo decir: “me corro, me corro” y observé como recogió su propio semen en la palma de su mano izquierda y lo depositó todo allí, hasta la última gota, su mano se ahuecaba para dar cabida a tanta cantidad de leche masculina y acto seguido se la tomó.
¿Qué?, estos tipos que son mis primos se toman las corridas de ellos y las de los demás, que está pasando aquí, no podía asimilar tanto ya.
Víctor fue el último pero no por ser diferente hizo lo de Francisco, ahuecó su mano izquierda y allí deposito sus jugos de hombre, su semen de joven aún, su charco de mecos espesos y blanquecinos que se miraban en la penumbra del cine y lo que siguió me excitó mucho más, con su mano llena de semen como si fuera cuenca de tomar se la ofreció a Ernesto y este la paladio con su lengua y luego se aferró a la mano de Víctor hasta tomarse todo ese néctar juvenil de su propio hermano, no paró hasta dejar limpia la mano de Víctor también.
Aquello era superior a lo que Yo pudiera imaginar.
Era escandaloso, pero también era sensacional, un trío de machos reconocidos en su cuadra, pisones de mujeres a cual se les pusiera por enfrente y ahora venían a comerse las acabadas de sus propios hermanos. Ufff
Todo acabó allí, Francisco al finalizar la función dijo vámonos ya antes que enciendan las luces y salimos disparados del lugar, el cine comenzaba a salir y nosotros estábamos delante ya.
Llegamos a la 3 avenida donde se encontraba instalado todo cuanto negocio de comidas y bebidas pudiera uno mirar, era noche de feria Juniana en San Pedro Sula, un mes completo de gozo y placer sin igual.
Sin hacer mención de lo que sucedió en el cine todos salimos a comer y beber, Francisco me miró muy serio y me dijo así: “Lo que acabas de ver en el cine solo nosotros lo sabemos porque eso solo entre nosotros lo practicamos.- Ayer lo platicamos entre nosotros y decidimos incluirte en nuestros juegos por la forma en que siempre nos has visto – como hermanos – así que nadie puede llegar a saber nada, ¿está claro?”, a lo que respondí con un movimiento de cabeza y un fuerte y claro “SÍ” y siguió comiendo como si nada.
Paseamos por todos lados, bailamos con chicas y entre nosotros, bebíamos cerveza y comíamos de todo lo que mirábamos, aquello era fenomenal, solo el carnaval de La Ceiba se puede parecer pensé Yo.
A las 3 de la madrugada llegamos a casa, todo estaba oscuro menos una lamparita de sala en la que se veía había una nota y decía: “Hijos, no sabemos a que horas regresamos pues nos fuimos al carnaval en S.P.S. no pongan cerrojo”.
Y mis primos dijeron: mmmmmmm estos dos no vienen hasta el medio día de mañana, segurito andan con los tíos y esos no tienen a que volver, en ocasiones se van hasta La Ceiba y vienen por la tarde más que mi papá tiene fin de semana largo.
Pues no nos queda otra cosa que continuar celebrando tu cumpleaños hermanito dijo Francisco.
Pusieron música, la tv y sacaron una película vhs porno para ver.
Los nombres, lugares y parentescos fueron cambiados ya saben porque...
LUDAVAGI