En el cine
Mando este relato también para no cansarlos con puras historias de sexo oral :P
Todo pasaba muy rápido, desde enamorarme hasta salir y tener experiencias desenfrenadas. Prácticamente nos vemos diario, por lo cuál es una relación de lo mejor. Además que los términos en los que quedamos me complacían, ver a otras personas sin enamorarnos, aceptar su profesión, tener amistades en común. Me pareció bien, y decidimos salir al cine con una amiga suya, Leticia.
El día era viernes y era por la noche, pedí permiso y avisé que me traían de vuelta en coche, pues Amanda tenía coche que parecía ser comunal jiji.
La vieja golf negra pasó por mí a eso de las 8, para llegar bien a la función de las 9, todo perfecto, me despedí, me dijeron que me cuidara y salí. Saludé a Amanda quien se bajó del coche junto a su morena amiga para presentarme. Leticia media un poco menos que Amanda, lo que ha de ser como 1.70, ya que ella medía 1.85, y yo 1.45. Mi mujer vestía una falda casi rayando en minifalda, como habíamos quedado de ir las dos, aunque la mía no era tan mini, mientras que Leticia tenía puesto un pantalón justo y una chamarra negra que la hacía ver alivianada.
Camino al cine platicamos y nos conocimos, lo que me sorprendió fue que Amanda contara nuestra intimidad, aunque lo superé al poco tiempo, pues al parecer ella también se dedicaba al sexo-servicio. Dentro del cine compramos palomitas y agua, puesto que se me secaba la boca con facilidad y más con las palomitas, además que estaba deseosa que algo sucediera, un morbo que alentaría esta ida al cine ;)
Al entrar en la sala descubrimos que no había nadie, porque era de susto y había estado algo de tiempo en cartelera, así que nos sentamos hasta atrás, viendo al poco rato como llegaba una pareja. Leticia acarició mi rodilla diciendo que le gustaban los cortos del principio. Amanda la vio sin ninguna preocupación y yo me relajé. Se apagaron totalmente las luces y el ambiente se hizo pesado, por el tono de la película claro está. Al primer susto moví mis manos para aferrarme a cualquier cosa, pues soy muy asustadiza, llegando así a la mano de Leticia y a la pierna descubierta de Amanda. Mi novia lo tomó bien y me abrazó, mientras le decía a su amiga que acariciara mi mano, la cuál obedeció y comenzó a subir por el brazo. Miraba de reojo a las dos, eran muy bonitas, Amanda de vez en cuando me miraba, como esperando a que pasara algo, en cambio Leticia besaba mi hombro con su melena negra cubriendo de mis miradas. La película ya no tenía importancia, pero fingí. Sus dedos, en pequeños movimientos desde mi muslo, hacían que mi falda se jalara hacia mí, mostrando mis piernas, hasta llegar a ver un pequeño pedazo de mi tanga blanca. Sus dedos viajaron el corto espacio de mi muslo a la entrepierna, jugueteando en pequeños círculos que me hacían sudar, con lo cual la mano de mi hermosa chica se introdujo en mi blusa y mi sostén. Mi pecho brincaba con una mano encima y mi conejito se estremecía con los dedos de una recién conocida. Los besos no faltaban por casi todo mi cuerpo, lo que tenía a la vista, así que empecé a tocar yo también, que hasta ahora me había parecido inconcebible.
Con la piel erizada comencé a separarlas lentamente, indicando que también tenía algunos movimientos bajo la manga :D
Miré a Amanda con un gesto de "así lo quieres, ¿eh?" y la besé, intenté tocar a Leticia al momento, pero no se encontraba en su lugar. Seguí en lo mío con mi mujer y de pronto sentí un jalón de cabello, algo fuerte pero aún tranquilo, y pensé que por eso el afán de Amanda por contar nuestra intimidad, en realidad era muy precavida. Me giró hacia si y se puso al frente de la pantalla, con lo cuál no pude ver aquello que salía de su pantalón, me acerqué e intenté besar su abdomen que había descubierto con mis manos curiosas. Mi rostro se acercaba con la mueca de un beso y una mano abandonó la blusa de Leticia para llegar hasta su cadera. Alenté tanto mis movimientos que creí que jamás llegaría, y aunque no lo hice, fue por algo distinto, al no tener buena visión besé más abajo de lo que debía, aunque fue mejor, al encontrarme con algo carnoso, suave y peludo. La sensación me gustó porque mi barbilla se amortiguó con el vello, jamás había estado con un pene que tuviera vellosidad y no imaginé que si se daba, sería en tal magnitud. Me agarró de la cabeza y restregó su miembro en mi cara. Se sentía bien tener otra verga en mi rostro que no fuera la de Amanda, que aunque era mi favorita, quería probar muchas variedades como si fuera mi alimento. Inspeccioné con mi mano para sentir el grosor de aquel pene dormido mientras mi vista se amoldaba a la oscuridad. Al tenerlo en la palma de mi mano lo sentí abultado, cosa que me gustaba de tener las manos pequeñas, que todo se sentía y se veía más grande, aunque a decir verdad si era grueso. Decidí despertarlo de un beso, aunque sabía que no bastaría para alguien preparado como ellas como ellas lo sabían, así que me acarició el rostro y alflojó mi agarre para tomarlo con su mano. Se alzó hasta tocar su vientre y lo dejó caer en mis labios, repitiendo la acción un par de veces, a la vez que la miraba encantada con lo que hacía.
-Abre tu boca querida. - Me dijo Amanda que aún jugaba con mis tetas.
Obedecí como siempre y abrí grande, comencé a mamar como sabía y Leticia arqueó la cabeza mandando su cabellera hacia atrás.
Me metí todo el trozo de carne en la boca, hasta los huevos que asomaban apretados por el pantalón, el cuál me estorbaba un poco, así que decidí alcanzarlos con mi lengua y ensalivarlos. Amanda se tocaba por debajo de la falda mientras en pequeños espasmos la cosa de Leticia se preparaba a crecer. Como no tenía la medida de aquella verga quize sacarla para verla levantarse en toda su altura, pero Leticia me sostuvo fuerte de la nuca para que la dejara expandirse resguardada entre mis labios. Su anchura abrió mi boca un poco, la cuál sentía más llena que con Amanda, provocando una ligera molestia a mi mandíbula que comencé a relajar, pues no quería ese paquete lejos de mi sentido del gusto. Si sintió mi ligero malestar no le importó, comenzó a meteme y sacarme la verga, no tan rápido y a un ritmo sensual. Acostumbrada a chupar pito, la tomé de las nalgas rapidamente, lo que provocó que me dejara adentro el miembro no tan largo pero si ancho como una lata de refresco, o eso me parecía, también una boca chiquita hace maravillas ;)
Cuando sacó su gorda verga, sentí la saliva pender de ella y sorbí, Amanda me daba leves empujones hacia el pasillo a donde Leticia se dirigía exhibiendo su miembro a los asientos vacíos. Al llegar al pasillo con Amanda a mis espaldas, alcancé a ver a la pareja que seguían perdidos en la película, tal vez habiendo visto pero haciendose de la vista gorda, no me importó, porque tenía mis propias cosas gordas que tenía que atender.
Me senté en un escalón y pude ver ese pene que estaba mamando y me destrozaba la mandíbula, Leticia estaba de perfil como revisando que no viniera nadie, pero lo pude ver. No era tan largo, a la mejor era tan largo como el de Jorge, o ligeramente más largo, pero si era por lo menos 3 veces más ancho que el de mi ex novio.
Amanda levantó su falda y le bajé los calzones hasta sacarlos de sus pies, los aventé hacia donde estabamos y nadie se preocupó si llegó o no, sino que se agachó y me lo puso sobre el rostro.
-Mamame la verga chikimorena, por favor.
¿Cómo podía ignorar aquella petición?, además al verla ahí, a mi enamorada, moviendo su dote como un péndulo, con la medida perfecta, no podía negarme. Me arrodillé y lamí desde los huevos hasta el glande para luego comermelo entero. Chupé entre los gritos de los protagonistas, chupé a la mujer que me tenía prendada y Leticia se acercó. Tomé las dos vergas comparandolas mientras mis dos hembras se besaban, había comparado algunas antes, pero solo de vista, ahora tenía las dos en mis manos, las lamía por turnos y las acercaba mutuamente. Leticia la tenía un poco más grande, pero si era visible, aunque Amanda la tenía más larga, y me encantaba que me atragantara a propósito. Así las dos me hicieron suya por la boca, mi novia con una ya clásica embestida brutal y Leticia con un movimiento que me permitía, si hubiera podido, tragarla hasta los huevos. Y así me dejó, comiendo con todo mientras reprimía el impulso por toser y delatarnos. Amanda me tomó por debajo de los brazos y me cargó así de rodillas como estaba para colocarme en un asiento que Leticia reclinaba, y así de rodillas, empezó la verdadera fiesta. Leticia no se cansaba de que se la mamara así que fue a la otra fila, sobre el respaldo de mi asiento y me acercó de los pelos. Sentía la lengua cálida de Amanda que hacía que mis piernas temblaran, mientras de frente tenía un garrote que se me antojó peligroso si dejaba de comerlo. Yo chupaba los huevos de Leticia, cuando de pronto ahorgué un grito que escapó un poco de mi ser, pero por suerte se confundió con un sonido retumbante proveniente de la película. Mi hermosa hembra había metido de golpe su increíble miembro dentro de mí y, aunque lo había preparado con aquellas lamidas, sufrió por un instante. Me cogía salvajemente y Leticia salpicaba mi rostro con líquido de pene al estrellarlo sobre toda mi cara, solo para volver a colocarlo dentro. Veía mi rostro cansado y lleno de lágrimas, así que fue buen momento mantenerme firme con su mano en la cabeza y preparar un disparo que jamás olvidaré. Jaló su poderoso miembro muy rápido y abrí la boca, más en un gemido sofocado por lo que comía entre las piernas que por lo que ella esperaba, aunque si deseaba saborear por lo que tanto había luchado.
Mi cuerpecito se movía pero como ya dijé mi cabeza se mantenía en su sitio por un fuerte agarre, los embates de Amanda sobre mi culo eran espectaculares, que en un momento creí que me rompería. Perdida en aquellos pensamientos pude ver un chorro que saltó hacia mi cara, fue demasiado, como nunca había visto, salía y salía y no parecía tener fin, solo un cálido néctar que se esparcía por mi rostro. La mayoría aterrizó en mi lengua y lo bebí desesperada. Acercó su arma contundente y se la limpié muy exitada, quería arrancársela para saciar mi apetito.
Amanda lo sacó y me dijo que me sentara en ella, lo cuál hice y al momento me levantaba de las nalgas. Me sentí empalada en un mastil infinito, porque no llegaba hasta el fondo, sentía que me desmayaba, y no veía nada porque mi falda estorbaba la visión. Entendí en ese momento por qué le gustaban tanto las faldas, pues podíamos coger cuando se diera oportunidad.
Antes de terminar me puso me cargó con su verga aún dentro de mí y me arrojó sobre Leticia, para darme por detrás nuevamente pero en una posición donde sentía que volaba. Me sacó la verga y leticia me colocó sobre el suelo, de rodillas, para ver hacia mi hermosa chica que jalaba aquella larga y suculenta vara para llenarme el rostro con su firma. Se vino y terminé bañada completamente por lo que Leticia había arrojado antes. Leticia se arrodilló conmigo y terminó el trabajo con Amanda, pues yo estaba totalmente extasiada al borde del colapso :D
Ambas me asicalaron como si fuera recién nacida y me limpiaron con las servilletas.
Salimos del cine y les dije:
-Wow, que gran película, la compraré y la volveremos a ver juntas, ¿vale? - Les guiñé un ojo
-Tienes una joya aquí, tu novia es de lo mejor.
- Lo sé.
Me llevaron a la casa y me sentí realizada, mis padres me vieron llegar contenta y preguntaron por la película, a lo cuál respondí:
-La compraré y la veremos de nuevo, ¡¡¡está buenísima!!!
Corrí a mi cuarto y me preparé para bañarme, pensé en aquellas dos fieras que me habían poseído y tuve sueños extremadamente ricos.
En verdad espero no aburrirlos, es que lo que más me gusta es tenerlo en la boca :P
Que tengan ricos sueños con mis historias y pronto escribiré más.
Suerte lectores...