En el cine
La mejor función de mi vida
En el cine.
Como les conté en mi último relato me cambié de pais, así que no conocía a nadie y me decidi por abrir tinder, pero esta vez no quería señores quería probar con gente más joven, en ese hice match con Alejandro, tenía 27 años, 185 de estatura algo corpulento, estuvimis platicanod una semana hasta que me dijo que fueramos al cine, quería ver la película de los cazafantasmas.
Nos vimos como a eso de las 4 de la tarde que no había mucha gente en un cine que el me dijo que era poco concurrido. Cuando llegué no lo reconocí muy bien, se veía mucho mejor en persona, era agradable y algo risueño. Compramos los boletos y nos dirigimos a la sala, antes de entrar me hizo una petición, me dijo que fuera al baño y me quitara mi ropa interior y que el la guardaria. Obedecí me pareció algo curioso pero ahí me tienen, llendo al baño a quitarme mi ropa interior. Se la entregue y nos subimos a la sala. Cuando ibamos por el pasillo antes de llegar a donde estan las sillas me puso sobre el muro y me besó. Yo no estaba seguro si yo le había gustado, pero con ese beso me confirmó que si, nos sentamos hasta arriba, y habrian en la sala unas 10 personas.
Comenzó la pelicula y Alejandro comenzó a meterme mano por el short, nos besamos y yo agarré su paquete, se sentía bastante grueso, se la saque del short y la olí, esta bien limpia, si era grande medía unos 20cm, y gruesa, se sentía pesada, es de esas vergas que tienes que sostener porque si no se caen por su propio peso. La comencé a lamer desde los huevos, que por cierto estaban bastante bonitos hasta la punta, en ese intentaba serciorame que nadie subiera hasta la última fila, mame la verga, pero como no estaba tan caliente porque la verdad no pensé que fuera a pasar algo entonces la verga no me entraba toda, Alejandro metió mano en mi culo, y comenzó a darme un masaje en mi culito, y metió un dedo, eso me calentó y fue ahí donde ya me pude meter toda su verga en mi boca, me encantó aquella verga, no quería soltarla, pero si traía el pendiente que alguien nos viera, habían pasado unos 10 minutos de estar mamandole la verga Alejandro me dijo que me pusiera de pie, así lo hice, el me puso de espaldas en frente de él, abrió mis nalgas y lamió mi culito yo me sostenía sobre la sillas de enfrente esperando nadie volteara, si alguien volteba me vería ahí parado con el culo empinado. Luego volví a mamar su verga, quería que se viniera pero me decía que tardaba, así que él mismo comenzó a masturbarse, depués de unos cinco minutos me hizo una seña de que se iba a venir, me comí su verga con mi boca esperando la lechita caliente, se venía a montones tuve que tragar y tragar para que no se me saliera de la boca. Termine me subí los pantalones me senté como si nada y nos dispusimos a ver la pelicula. Saliendo nos despedimos y cada quien a su casa.
Llegué a darme una ducha y a masturbarme recordando la verga de Alejandro, al día siguiente me escribió, me dijo que le había encantado el encuentro y que tenía mi ropa interior, que le encantaba el olor, a mi personalmente esos fetiches no me calienta, pero si a el si le seguia la corriente. Esa semana me estuvo provocando mucho, me enviaba fotos de sus erecciones en la oficina, se iba al baño y me mandaba videos de como se sacaba la verga, videos orinando, y donde se masturbaba en su oficina. Me tenía muy caliente, me invitó de nuevo al cine, pero esta vez busco una sala donde sólo había un asiento vendido. Era una pelicula muy poco comercial y en efecto sólo habia un señor de unos 50 años sentado a la mitad del cine. Comenzamos a besarnos a toquetearnos, de nuevo mame su verga, mientras el metia sus dedos en mi culito. Yo deseaba mucho esa verga de repente se me ocurrió decirle que me quería sentar en su verga.
-Andale sientate… es toda tuya.
Me levante me baje el short y Alejandro me inclino un poco para mamarme el culito, chupo mi culito unos momentos, y yo procedi a sentarme, lo hice poco a poco, que rico se sentía, su verga irrumpiendo en mi culo en el cine, era muy excitante, cuando estuvo toda su verga dentro de mí me quede quieto para acostumbrarme, luego comencé a subir y bajar, que rico sentía, estaba apunto de venirme, luego Alejandro tomó el control y comnezó a embestirme, sonaba un poco pero no nos importo, estuvo embisitendome ahí un par de minutos, luego me dijo que me pusiera de perrito en el suelo del pasillo y lo obedecí, metió su verga de tope me penetraba de una manera salvaje, sus huevos golpeaban mis nalgas y yo me sentía en el cielo, moviía mi culo hacia atrás para sentirla más adentro. Me encantaba saber que me estaba entregando a Alejandro ahí como el quería. Después de un rato me dijo que se iba a venir, me acercó a él y metió su verga en mi boca, estuvo follandome la boca otro rato hasta que se vino. La leche inmediatamente me llegó a la garganta, tuve que tragar de nuevo para evitar manchar, se vino much más que la otra vez. Nos subimos los short y continuamos viendo la pelicula.
Seguimos escribiendonos, Alejandro era como un niño, muy aliviando y siempre sonriente, salimos otras veces y nos toqueteabamos, hasta que un dia le dije que fuera al cuarto donde vivía. Inmediatamente entró y nos empezamos a besar Alejandro era un gran besador, lo hacía con ternura, luego me puso de perrito sobre la cama para comerse mi culo con su lengua, me metia dedos y volvia a mamar mi culito luego metió su verga de tope, lo único que yo hacía era empinar mi culo para que entrara cada centimetro de su verga. Mi cara estaba sobre la almohada mientras Alejandro tenía mi culito empinado a su merced, después me volteó y puso mis piernas sobre sus hombres, me abrazó y me besaba mientras me penetraba, con mis manos separaba mis nalgas para que entrara toda su verga. Mientras me miraba con dulzura su pelvis empujaba fuerte, me embestía de manera salvaje, pero sus besos y sus miradas eran de ternura. La sensación que mas me calentaba era sentir sus huevos golpeando mis nalgas. Luego me puso de lado, me abrazó, levantó mi pierna derecha y me penetró, me daba duro y rápido, pero Alejandro era muy aguantador, luego me puso boca abajo, y me daba aún más duro, pero toda la recompensa era ese golpeteo de huevos contra mis nalgas. Llevabamos aproximadamente dos horas en eso y Alejandro no se venía, le dije que se viniera porque estaban por llegar las otras personas que vivían en la casa. Me dijo que me pusiera boca abajo, él metio sus brazos por mis hombros y me sujeto hacía él, me la metió y comenzó de nuevo una fuerte embestida, yo ya estaba a su merced, esa verga sólo podía disfrutarse. Ya estabamos sudados, sentía como las gotas de sudor de Alejandro caían sobre mi espalda. De repente comenzó a pujar, y sentí como me preño, como su esperma lleno mi culito. Se dejó caer sobre mí, estaba cansado, estuvimos cerca de dos minutos quietos. Se levantó se salió de mi y nos fuimos juntos a duchar. Eramis como dos niños, nos tirabamos agua encima, nos reíamos, Alejandro era totalmente diferente a alguien que hubiese conocido. Nos dimos un par de besos y se fue a su casa.