En el cine
Un hijo mete en compromiso a su madre metiéndole mano, aprovechando que ella no puede hacer nada
Os voy a contar un relato de una mujer que me comentó lo que le pasó con su hijo que conocí en un chat y la cual sigo hablando con ella casi a diario, lo pongo tal como me lo contó.
Me dijo que ella nunca pensó que le sucediese algo parecido ni muchísimo menos. Ahí os va.....
En principio teníamos las entradas para ir mi marido y yo, pero al final se torcieron la cosas, tuvo un problema en el trabajo y me llamó para decirme que llegaría tarde, y que le dijese a Carlos nuestro hijo si quería ir conmigo.
Al principio pensé que no le interesaba pero dijo que sí todo contento. Cuando salgo me gusta ir guapa, así que me acicale como si fuese con mi marido, puse una faldita por encima de la rodilla y una blusa ceñida blanca, suelo desabrocharme algún botón por lo que se me ve un poco el nacimiento de mis pechos, la verdad que me gusta ir sexi aunque soy madre y esposa y además a mi marido le gusta que vista así, debí de darme cuenta de algo cuando vi como me miraba mi hijo, pero no lo pensé.
Era otoño, no hacía mucho frío pero estaba lloviendo, me acuerdo como si fuese ayer mismo, tengo que decir que tuve a mi hijo de 21 años ahora tengo 39 y no es por nada pero me conservo muy bien, bueno a lo que vamos.
Nos sentamos en el medio de la sala, estaba casi llena, me saqué el abrigo y lo puse en encima de mis piernas, se me subíó un poco la faldita pero no me importo porque no se me miraba nada, aunque soy madre también soy mujer y me gusta lucirme porque yo lo valgo y se que estoy muy buena, ya se que no está bien decirlo por mi parte pero que caray......, es la verdad.
Al poco rato noté como Juan mi hijo, ponía una mano encima de mi rodilla. En principio no me extraño que la pusiera por debajo del abrigo, pero no hice caso. Pero al cabo de un rato, empezó a acariciármela poco a poco, con tanta suavidad, que apenas notaba como sus dedos recorrían mi pierna, y que no vi mal en ello, hasta me gustaba su contacto, ya que notaba cierto calorcillo reconfortante y pensé que me lo hacía por cariño.
Seguí viendo la película sin darle más importancia hasta que pasado unos minutos, empecé a sentir sus dedos más y más pesados y el recorrido se hacía mayor en mi pierna ya no estaba en un sito solo, aunque seguida encima de mi faldita. Pero al poco rato enseguida me dí cuenta que su mano ya no estaba encima de mi falda si no que me tocaba la piel, primero con un dedo, después y ya con toda la mano y poco a poco iba subiendo, tarde un poco en darme cuenta de todo.
Me puse algo nerviosa me dije: seré tonta, si es mi hijo y lo único que hace es darle cariño a su madre, pero al mismo tiempo seguía notando como su mano pesada subía centímetro a centímetro,empezaba a sentirme incomoda y más nerviosa.
Se estaba acercando demasiado a mi braguita. Entonces le retiré la mano y baje mi falda . Y me dije a mi misma bueno fue una tontería que pensara mal de mi hijo, el lo hizo sin darse cuenta, nada más. es eso lo que pasó, pero no podía dejar la mano que siguiese así,porque sin darse cuenta me estaba tocando ya demasiado arriba pensé ingenuamente.
Me sentí mal por haberle retirado la mano así de golpe cuando no había nada malo en ello, las mujeres siempre estamos alertas y a veces pensamos cosas que no son, y aun más si estás buena, ya que piensas que los tíos solo quieren estar contigo para follarte.
Quise dejar a un lado todo eso y seguir viendo la película, pero al poco rato volví a notar su mano, ya más pesada que al principio, al mismo tiempo me subía la falda y esta vez con mayor intención ya que lo hacia con descaro y sin pararse. Su palma estaba totalmente encima a mi muslo, notaba su calor, me acariciaba e iba yendo más al centro para llegar con ella en medio de mis muslos.
Se la volví a retirar de nuevo, esta vez me había enfadado bastante y se la retire con rabia y de malos modos, no era una tontería eso era algo más, es como si quisiera meterme mano, eso estaba claro, no era una caricia sin malicia de un hijo a una madre, como yo quería pensar.
Tener que retirar la mano de mi hijo que pretendía meterme mano por segundo vez fue lo más humillante de mi vida. Joder, dije entre dientes al cabo de unos minutos, esta vez no había fallo volvía a la carga por tercera vez, y sabía que lo hacía lascivamente, me estaba tocando de nuevo. Pero por que lo hace, me preguntaba soy su madre. Esta vez tuve que hacer mayor fuerza para retirarla, ya que parecía que no quería dejar de tocarme. Tenia que ser más contundente y más directa, me acerqué a su oreja - ¿ pero que te pasa, estas tonto? le dije, ¿por que me tocas?, soy tu madre, haz el favor de quedarte quietecito con tu mano ¿ vale?, si no me voy a tener que enfadar contigo.
Ya no me enteraba de la película, tenia una rabia y una frustración encima que no me aguantaba, al poco rato note la mano de nuevo pero esta vez la subió sin parar y más rápidamente desde mi rodilla, recorriendo mis muslos con la palma, noté un cosquilleo en la pierna mientras me lo hacia , y lo hizo tan rápido que cuando reaccione estaba tocando ya mi braguita por el medio de mis piernas, justo en el pubis.
Al notar su mano como me tocaba ya tan cerca de mi sexo, instintivamente cerré las piernas de golpe y me incorporé en el asiento como si me pincharan. Tenía un tío al lado que al notar mi movimiento brusco se fijo en mí, entonces hice como que me estaba acomodando en el asiento, tenía miedo y vergüenza que notara que mi hijo me estaba metiendo mano.
Así que puse bien el abrigo en mi regazo cubriendo las piernas, hice como que no pasaba nada. Mi hijo se aprovecho de ese movimiento para llegar con su mano más abajo, entre mis muslos, noté como me palpaba apretando su mano caliente contra mi pubis, notaba como empujaba con fuerza y me tocaba con ganas con sus pesados dedos. Yo veía de reojo para el señor de mi lado y no me atrevía hacer nada. Sabia que si me movía se daría cuenta de que algo pasaba.
Se fue aprovechando de mi pasividad, ¿pero yo que podía hacer?. Tenía miedo a que alguien se diese cuenta si me movía demasiado, y mi hijo no paraba de tocarme, mis piernas estaban cerradas pero aún así su mano estaba entre mis muslos haciendo fuerza hacia abajo y empujando contra mi sexo todo lo que podía, por que no habré puesto pantis o un pantalón, me dije.
Su mano no paraba de tocarme, me acariciaba y me apretaba por encima de mi braguita le pellizque la mano, pero tampoco se inmutó. le agarré por un dedo para apartarla, pero nada, parecía que la tenia pegada a mi entrepierna como una ventosa.
El seguía con su mano entre mis muslos, y la movía en el poco espacio que yo le dejaba entre mis piernas, apretaba su mano en mi muslo y empujaba hacia mi empeine una y otra vez,notaba el calor de su mano ya en mi sexo y sus dedos recorrian de arriba a bajo mi raja hundiéndolos todo lo que podía por encima de mi braguita, me toco mi bultito e hizo presión con su dedo, tuve que contenerme para no dar un salto en el asiento, notaba sus dedos recorrer mi raja aunque lo hacia por encima de la tela .
Puedo parecer una salida, pero me fue poniendo cachonda con tanto toqueteo, por otro lado no me sentía a gusto, y me enfadaba también con migo misma ya que me gustaba, pero me estaba dando placer aunque luchaba por que no fuese así.
Poco a poco me fui relajando, pensando en que ya no iba a luchar más con él y que se cansaría, puse mi mano entre mis muslos mientras desplazaba su mano para evitar que me tocase el sexo . Así que siguió y claro y sucedido lo que nunca pensé que sucedería, empecé a estar cada vez más cachonda, notaba como se me humedecida mi coñito, en contra de mi voluntad, trataba de pensar en mi hijo de pequeño y cosas que no me hiciesen sentir lo que estaba sintiendo . Dije tratando de tranquilizarme, total nadie se va a enterar, y esto se va a quedar aquí, es una diablura de adolescente que con una buena reprimenda todo se aclararía, si claro, me dije, va a tener una buena reprimenda y yo voy a tratar de no sentir nada y que el tampoco se entere de que me da placer si ese es el caso como si que estaba siendo.
Su mano trataba de apartar mi mano y mis muslos , para que abriese las piernas y así tener más espacio entre ellas y llegar con su mano mejor a mi coñito ya muy húmedo por cierto. Aún así yo hacia fuerza cerrándolas y apretaba más mi mano para evitarlo, no quería que me llegase a mi sexo tan fácil, con un dedo como ya lo estaba haciendo por entre mi mano iba más que sobrado, hasta tenia vergüenza que lo notase tan húmedo y que supiese que me lo había puesto él así, que le estaba dando placer a la salida de su madre, pero eso duró solo algún tiempo, deje de evitarlo y al final me dí ya por vencida, el placer que estaba sintiendo me embargaba cada vez más.
Poco a poco fui dejando de hacer fuerza, y mi hijo con su mano me sujetó el muslo derecho y lo atrajo hacía si , trataba de separarme las piernas , se las fui abriendo ya no hacia fuerza para evitar nada, yo le estaba ayudando, mientras su mano bajaba centímetro a centímetro entre mis muslos.
Por fin llegó a mi vulva con mis piernas abiertas por encima de mi mojada braguita, retiré mi mano de mi entrepierna, tenía ya la falda levantada, solo me ocultaba mis muslos el abrigo . Notaba cada vez más calentura y humedad en mi coñito, sus dedos trataban de entrar torpemente por debajo de mi braguita,
Después de luchar torpemente con ella, no sé por que lo hice pero levanté un poco la pierna mientras las abría más y entonces al estar mejor, ya me retiro la tela hacia un lado . Noté sus dedos nerviosos encima de mi coño, ya por debajo de mi braguita, al notar el contacto su mano por encima de mi sexo desnudo, me hizo sentir como una adolescente, una oleada de placer y ganas de sexo me inundo ya no me acordaba de sentir algo así.
Su dedo bajó por mi rajita hundiéndolo entre mis húmedos labios vaginales, empezó a recorrer con su dedo por todo mi húmedo surco vaginal.Iba con sus dedos de arriba a bajo, una y otra vez, apretaba su dedo con fuerza contra mi coño, y lo notaba como resbalaba con suavidad, por lo que tenía que tener el coño completamente mojado, no se si por causalidad se encontró con mi clítoris, que me hizo estremecer de placer y tuve que aguantarme para no dar saltitos en mi butaca y morder los labios para no pegar un grito de gusto.
- estáte quieto, cielo, le dije al oído por varias veces ya que el placer era muy intenso, pero él no contestaba y yo me mordía los labios que casi hacia sangre en ellos, por no poder gemir de placer como una zorrita.
Luchaba para que no me gustara, no quería sentir tanto placer y me repetía a mi misma que era mi hijo una y otra vez, que eso no estaba bien, que era una aberración, pero no me valía de nada, ya que sentía cada vez más gusto mientras me estaba metiendo mano, a mi que era su madre.
En un momento de cordura traté por enésima vez de retirarle la mano pero ya sin mucho convencimiento por mi parte, ya que una parte de mi, la más viciosa y más difícil de superar, quería sentir más, hice un poco de fuerza y tengo que decir que me alegré mucho que siguiese metiéndome mano y con condescendencia le deje caer mi mano encima de la suya no para separarla de mi coñito, si no para notarla, la acaricie varias veces y notaba sus movimientos, para darme placer y como aún metía más el dedo en mi raja húmeda,mis dedos acariciaban los suyos.
Me dí cuenta entonces que era una batalla perdida, mi hijo no iba a dejar de tocarme y yo con toda mi alma tampoco quería que no lo hiciese y lo mejor seria dejarlo hacer, ya no podía aguantar más, me estaba gustando, quería correrme, que caray. Tampoco podía consentir que alguien se diese cuenta. Luego tendría una conversación muy seria de madre a hijo, me decía, después cuando estuviésemos solos, no podía dejarlo así, pasó esta vez y ya está. Ya digo no quería disfrutar con ello, ya que era una aberración, pero sabía que no podía dejar de sentir gusto ya que me estaba tocando en mi sexo y quieras o no eso te hace sentir placer .
El no querer disfrutar os puedo asegurar que es muy difícil, cuando te meten mano en un sitio tan delicado y no puedes hacer nada para evitarlo, poco a poco te vas calentando hasta llegar a sentir mucho gusto, y te entregas sea quien sea el que te lo haga, aunque sea tu hijo querido.
Terminas queriendo correrte como una putita salida, para liberarte del placer que te ahoga, aunque sea tu propio retoño, porqué es algo que no puedes evitar.
Si esto lo hubiese tratado de hacerlo en otro sitio sin el temor a que alguien se diese cuenta, os puedo decir que nunca hubiese sucedido jamás, no lo hubiese consentido, incluso le hubiese dado un bofetón, pero las circunstancias eran distintas, no podía hacer nada sin que la gente se enterara y por eso pasó.
Al cabo de un rato ya no pensé más en ello y empecé a disfrutar, movía las piernas nerviosa mientras disfrutaba del placer, que me estaba dando mi hijo, yo me masturbo claro aunque me folle mi marido, pero que te toquen, ahg.... que te toquen es mucho mejor y más si es prohibido.
Mientras me tocaba con su mano izquierda, cruzó la mano derecha por debajo del brazo que me estaba tocando y me toco el pecho derecho poniendo toda su palma encima, me lo acariciaba, me lo apretaba suavemente, mientras buscaba mi pezón, yo le acaricié, con mi mano que tenía libre ya que con la otra la tenía encima de la suya mientras me metía mano en el coño, para así notar mejor sus movimientos.
Noté el aliento caliente de mi hijo en la nuca, me dijo al oído,-¿ te gusta mamá? yo ni le conteste, aunque noté como se me erizaba el bello del cuello y me entraba un calor de golpe en todo mi cuerpo.
Empezó a tirar de mis braguitas, pero claro no pueden salir al estar sentada y con una mano es bastante difícil. Lo intentó varías veces, cada vez con mayor fuerza, pensé que me las iba a romper, aunque estaba quieta y lo dejaba hacer era imposible.
Al ver que no salía metió de nuevo su mano en mi rajita. Que placer sentí de nuevo al tocarme en mi sexo, era donde quería que me tocase- ¿no te vale así? ya me estas tocando, le dije con una voz que apenas conocí llena de pasión y sensualidad, me gustaba que me tocase, seguía entretenido en mi coño y pellizcándome el pezón por encima de la blusa, yo tenia los ojos cerrados disfrutando de ello, volvió a intentar bajarlas de nuevo, pegaba tirones de ella, al ver que tampoco podía me dijo al oído - mama, quítatelas anda. La verdad no se que me pasó, ni como le hice caso, la cabeza yo no me andaba bien, debía de tener toda la sangre del cerebro en el clitoris ja,ja.
Sin que me dijese nada más empecé a quitárlamelas despacio, poco a poco muy disimuladamente, me cubrí mejor las piernas con el abrigo, subí poco a poco lo que faltaba por subir de la falda, lo hacia todo casi sin que se notara ningún movimiento muy despacio como en cámara lenta , hasta que quedo por encima de mi culo y poco a poco fui bajándolas, ayudada también por mi hijo que tiraba de ellas con ganas. Cuando llegaron un poco más debajo de las rodillas las dejé caer al suelo y les dí una patada para separarlas de mí .
Notaba el textil de la butaca en contacto con mi culitito y con mi coño desnudo. Entonces me dije.¿ pero yo que coño hice? Estoy mal de la cabeza, me quité las putas bragas en el cine porque mi hijo me lo pidió, no lo entendía, ¿como había pasado?.
Su mano se apodero enseguida de mi entrepierna, ya me daba todo igual, las abrí más y empuje mis caderas hacia delante, noté su mano en mi sexo desnudo y yo no hice nada para evitarlo. Empezó a hurgar en él ya hacia tiempo que ya no tenía ninguna oposición por mi parte. Había dado con mi clítoris, que estaba gordo y durito, tal como lo notaba yo mientras me lo tocaba y me lo estaba apretando y moviéndomelo hacia los lados, me daba como unas pequeñas descargar allí abajo uf, en mi vida tuve que contenerme tanto para no empezar a gemir de placer.- estas muy mojada mami, me dijo de nuevo con una voz muy sensual que nunca se la escuché.
Apretaba los labios para no gemir, seguía dando vueltas en mi punto más sensible. Mi hijo notaba mis movimientos abajo, como abría y cerraba mis muslos apretando su mano contra mis piernas y empujaba con el pubis hacía delante, estaba ya muy salida,- déjame hijo anda no seas malo conmigo, que me estás poniendo como una moto, si quieres te dejo que me lo hagas después, dentro de mi cabeza abotargada quería salir de ahí y que me follase como a una zorra y quería hacérselo saber sin decírselo abiertamente .
No me hacia ni caso seguía jugando con mi botoncito apretándolo moviéndolo para todos los lados- quiero que te corras, mamá. me dijo, esas palabras me llenaron más de deseo aún.
Yo apretaba los dientes y aguantando como podía, me tenía que contraer las piernas y todo el cuerpo del gusto que me estaba dando - oooh ,cielo como sigas así voy a gritar, mi voz, pegada a su oído salió de lo más sexy y sensual sin quererlo, pero ya era mucho placer el que estaba sintiendo quiero hacerte correr mama, me relajé, vale, vale, me dije que me haga correr, quería tener un orgasmo.
Me cogió la mano y me la metió por debajo de su cazadora que también la tenía en sus piernas. Noté enseguida algo duro caliente y suave, era su polla fuera del pantalón. Me la hizo agarrar, estaba dura como una piedra, y era bastante grande más que la de su padre y con un cabezón bien gordo, uf menuda polla tiene mi hijo, la deseo, la quiero toda para mí, me dije.
Sin darnos ni cuenta teníamos las cabezas arrimadas uno contra el otro- ¿ pero que es esto cielo estas empalmado, que quieres que te haga? le dije susurrándole, aúnque sabía lo que quería - hazme una paja, mami.
No hizo falta que me lo dijese dos veces, empecé acariciarla y cerré mi mano es su gran mástil palpitante duro como una piedra. la apretaba con fuerza parecida una barra de hierro, pensaba ya como sería tenerla toda dentro de mí. Que gusto será tener ese pedazo de polla en mi coño, me dije para mis adentros, apenas la agarre cuando estuve a punto de pegar un grito de placer en un momento. – oooh, ooooh cielo, le dije, no me toques más ahí por favor, no puedo aguantar y si me haces correr voy a empezar a gritar y se va enterar todo el mundo, en el clítoris no, por favor, yo siempre lo tuve muy sensible y enseguida me vuelvo loca,- ya se mamá ya te tengo escuchado cuando follas con papa, me dijo.
Tenía que hacerlo correr ya que cada vez estaba más salida -Mi mano empezó moviéndose de arriba abajo por su polla. oh, que ganas me entró de metérmela en la boca saborearla y comérmela toda, que se corriese en mi boca mientras me tragaba toda su lechita caliente, la lechita de mi niño.
Me retiró los dedos de mi clítoris pero sin dejar de acariciar los labios lubricados de mi vagina, que los recorría de arriba a bajo con sus dedos, y me los metía en el coño.
Me seguía dando gusto pero ya no era tanto como para tener un orgasmo tan intenso como estuvo a punto de hacerlo antes.
Empecé a pajearlo, mi mano se aferraba con fuerza a su enorme miembro, iba de arriba abajo, subiendo y bajando su suave piel, notaba un liquido pegajoso y muy lubricante saliendo de su pollaza – dále un poco más fuerte mamá por favor, cuando lleguemos a casa te voy a follar toda, tengo ganas de penetrarte hasta el fondo, me dijo.
Joder, eso me puso ya más a cien todavía, mi hijo quería follarme con esa preciosa y joven polla. Se la agarre con fuerza y empecé a darle con más rapidez. Yo estaba a cien, ya no me acordaba cuando era una adolescente y le hacía las pajas a mi marido pero la polla no era tan grande ni gorda como la de nuestro hijo . mi hijo se estaba desahogando y también el a su vez metiéndome mano y me quería penetrar, joder de locos , pero empezó él y para mí que el muy cabronazo escogió el momento en que yo no podía hacer nada.
Al poco rato note como, su polla se hinchaba en mi mano y empezaba a palpitar rítmicamente, saliendo unos cuantos chorretones y se mojaba mi mano y todo lo que había al lado de un liquido pegajoso y caliente. caray cuanto semen soltó, tenía la mano completamente llena de su lechita - me acerque a su oído- ¿ te corriste cielo?- si mamí, gracias,- ¿ te gustó? – si me encantó,. Tengo la mano chorreando, cielo, caray hijo ¿cuanto semen tienes ahí? , tuve que coger un pañuelo para limpiarme, dejé un poco en mi mano. Disimuladamente la llevé a mi nariz y note su olor fuerte con deleite, luego la lleve a mi boca metí los dedos pringosos dejando dentro una pequeña porción de su semen, que lo saboree como el más rico de los manjares.
Una vez que hubo terminado quitó su mano de mi sexo dejándome con el coño completamente empapado y yo más caliente que unas ascuas. Aún estuve esperando un poco para ver si seguía tocándome, ya que estaba muy caliente pero no fue así, termino la película y no pasó nada más, tuve que dejar las bragas en el suelo, le dí con el píe las metí debajo de la butaca que estaba delante, quedé muy frustrada, yo seguía muy caliente y no me había echo correr.
Cuando nos levantamos, no me atreví mirar a nadie, quedé con la cabeza baja, aunque no sabía si alguien se había dado cuenta de todo. Al caminar notaba mi coño muy mojado y como la humedad me bajaba por los muslos. Me sujetó por la cadera y fuimos andando hasta el parking, tenia que decir algo ya que los dos íbamos callados- ¿ te pasaste un poco hijo, no crees? el se reía, bueno puedes reírte le dije sonriendo también -me has metido mano , he perdido unas bragas y encima te hice una paja, jajaja.- Me encantó mamá - si claro no me extraña tu descargaste y yo me quedé con las ganas hijo, llevo el coño completamente mojado, aparte de tu madre soy una mujer y tuve tu polla en mi mano dándote placer ¿ como crees que me siento?. Yo quería que mi hijo supiese, que también soy una mujer. que siento como cualquiera y que estaba caliente, tenia ganas de sexo, él me había puesto a cíen y no se me iba de la cabeza esa enorme polla de acero que tenía entre sus piernas, y eso que yo al principio, estaba que casi me saltaban las lágrimas de la impotencia y vergüenza, cuando me empezó a meter mano y no podía hacer nada para evitarlo, durante unos minutos pasé el peor momento de mi vida.
Estaba metiendo las llaves en el coche cuando me atrajo hacía él y empieza a besarme apasionadamente, abrí la boca y metío su lengua hasta el fondo y empezó a moverla sin parar para luego continuar comiéndome a besos, le metí la lengua dentro de su boca y empezó a chuparmela, noté un bulto debajo de su pantalón y me pegué aún más a mi hijo. Hacía un montón de años que nadie me hacia sentir de esa manera, con tanto deseo de sexo. - déjame cariño nos pueden ver, le decía pero sin convencimiento, mientras nos besábamos como dos locos enamorados y él me metía mano por debajo de la falda. Me costo dios y ayuda librarme de mi pasión para poderme meter en el coche, casi estaba apunto de que me follase ahí mismo- aquí no cielo, aquí no, mi amor. le dije.
Y todo pasaba sin que lo previniese, y todo venía de parte de la persona que menos hubiese esperado, mi propio hijo.
Tenia ganas de que me follase, ¿está mal?, puede ser, pero creo que si es algo consentido y sientes placer, no puede ser tan malo.
- mami te dije en el cine que en casa te iba a follar y te voy a follar.
Yo no sabia que decir, solo tragaba saliva y estaba como un flan, rezaba para que mi marido no estuviese en casa y poder acostarme con mi hijo. Mientras iba conduciendo me iba metiendo mano, por las tetas por el coño yo no era capaz de decirle nada, tenía ganas de sexo, de sexo con mi hijo.
Al llegar al ascensor me echo contra la pared, me levanto la falda y me acaricio mi chorreante coño, mientras nos besábamos como locos- que buena estás mami, te voy a follar toda, tengo ganas de romperte el coñito a polvos- eso ya me lo rompiste mi vida hace ya muchos años, je, je- si pero esta vez con mi verga, yo se la acariciaba y apretaba.
Me dejé llevar a su cuarto, yo ya no tenía voluntad propia, no pensaba que podía entrar mi marido y nos podía ver, como lo hacia un cornudo con su propio hijo, los dos cometiendo incesto. Me bajó la falda y tiro de mi blusa hasta rasgarla y romperme los botones, noté su atracción bruta y no me importó, me iba a follar y era lo que más deseaba en ese instante, me quitó el sujetador, tiró de la falda hacia abajo y quedé completamente en pelotas delante de mi hijo, me miró de arriba abajo- que buena estás mamá, menudo polvo tienes, me dijo, y me tiró en la cama con fuerza, iba como un animal, y a mi me gustaba.
Se desnudo y vi por primera vez la enorme polla de mi hijo apuntando hacia arriba como si fuese un misil, que la deseaba con todas mis fuerzas.
Yo lo esperaba acostada tal como me había echado él en la cama y lo estaba viendo con deseo.Se echo con fuerza encima de mi aplastándome contra la cama, yo lo recibí con las piernas abiertas y me penetro sin más, metiéndola hasta el fondo de mi ser, de golpe.
La noté toda dentro, notaba como se escurría por las paredes de mi vagina lubricada toda hacía dentro, nunca había sentido de esa forma una polla tan apretada contra mi coño, parecida que me lo llenaba todo- OOOh cielo,grité de placer, que gustooo, menuuududa polla tienes miii vidaaaa, me estaba penetrando con fuerza una y otra vez, la cama se estremecía y tocaba el cabecero contra la pared, toc, toc, toc- si, si, folla a tu mami, dame, dame placer .
Yo casi estaba a punto cuando me sujeto por las caderas y sin decirme nada me dio la vuelta poniéndome a cuatro patas, estaba haciendo de mí lo que quería, me trataba como si fuese un juguete o su putita, no era nada en sus manos, notaba su fuerza y lo peor de todo que me gustaba, que me tratase con fuerza, mi marido siempre me trató delicadamente, y las fantasías que había tenido que me poseyeran salvajemente, se estaba cumpliendo con mi hijo.
- dame, dame con fuerza mi amor, rómpeme el coñito, como dijiste. Estaba como ida, ni yo me reconocia, y decía cosas que nunca había dicho
Cuando me tuvo por detrás me penetro con tanta fuerza que casi doy con la cabeza contra el cabecero, chat, chat, chat, escuchaba su cuerpo contra él mío, mientras toda la cama se movía y hacia ruido, mis pechos se movían en todas direcciones como locas.- follame, follame, follame, le decida a cada embestida.
AAAY, AAAAY, cielo me voy me vooooy daleee, daleee mi vidaaaaa oooh, oooh. oooh. así mia mor, asi mi amoooor
Tuve un orgasmo como nunca antes lo había sentido así. El seguía follandome y yo notaba su polla como entraba una y otra vez golpeando con fuerza, me dio de nuevo la vuelta se puso enfrente de mí, - quiero ver tu linda cara mientras te follo, me dijo.
Me levantó las piernas haciéndome subir las caderas y me volvío a penetrar de nuevo, a cada investida me hacia mover como un títere con mis piernas encima de sus hombros y no me tiraba porque me sujetaba por las caderas con fuerza entre sus manos, volví a tener otro orgasmo enseguida. El lo notó mientras me follaba y miraba a mi cara, correte mamí, correte, yo también me voy a correr dentro de ti mami, te voy a llenar de leche tu preciso coño, me dijo, noté como su cara cambiaba de color se movía más rápido y de repente una oleada de semen caliente inundaba el interior de mi vagina.
Tengo que decir que ese día me dejo el coño completamente dolorido y yo al ser bastante blanca y tener una piel muy fina, me dejó varios cardenales y algún que otro dedo marcado en mi piel, y las caderas, se veía como unos dedos habían estado ahí sujetándolas por detrás, menos mal que no era verano y al ir tapada pude disimularlo.
También esa misma noche mi marido quiso hacer el amor y volví de nuevo, noté un poco de dolor pero enseguida me pasó para notar de nuevo placer. Mientras me follaba recordaba como nuestro hijo y yo habíamos cometido incesto. Y esta vez ya no me importaba que nos escuchara nuestro hijo. Hasta mi marido dijo; nena que nos puede escuchar nuestro hijo,pero yo quería que me escuchase que supiese que me estaban follando de nuevo- joder nena como estás hoy, me dijo.