En el cepo (3)

Creo que ya había olvidado, o le importaba una m, quien fuese el poseedor de eso que inundaba su boca. Y a juzgar por las caras de él la mamada era de las que se añoran toda la vida.

  • NO, Cabrón, ¡que se vaya! ¡Suéltame!

  • Venga, venga, no te pongas así, ¿Cuántas veces te has follado un yogurin?

  • Cabronazo, que me sueltes… haz que se vaya…

  • No eres buena anfitriona y eso que…

  • ¡Hijo de p…! no, no sigas. Dile que no… Esto no…

  • Vamos, vamos una mamada, una follada y se irá feliz

  • ¡Maldito cab…! ¡Es mi hermano!

=== UNOS MINUTOS ANTES ===

  • ¡Ostias!

  • ¿Impresiona? Está buena la tia, ¿eh? ¿Has estado con una tan estupenda?

  • Yo…

  • Alguna novieta tendrás, tienes buena planta, seguro que…

  • Bue… ahora no. Hace tiempo que…

El chaval alucinaba con su mirada. Si sus ojos hubiesen sido rayos laser, la hubiese fundido o se estaría corriendo como loca

  • Virgen no serás…

  • Noooo…. bueno, algunas…

  • Follada, mamada…

  • Sip…

  • Enculada…

  • ¿Qué? No, no…

  • ¿Nunca has petado un culo? ¡joder! tienes que probarlo, es el agujero más estrecho que tienen… se enfunda de un modo… vale, vale… no sigo que te va a reventar la polla… y ella ya ves que está muy nerviosa... serán las ansias de que la rellenes.

Merche se revolvía en el cepo, agitando la cabeza, las caderas, bajandolas hasta donde se lo permitía la barra…

  • Pero ¿quién es?

  • No te lo pienso decir, ya sabes. Si no reconoces ese cuerpazo te iras con la duda… bien follao, pero dudando, jejeje

  • ...Una pista?

  • No-o-o-o… pero si jugaremos a algo, a ver si… Yo estoy convencido que ella, por tu voz, ya sabe quien eres… si te conoce. Pero a lo mejor me he equivocado. Así que voy a preguntarle tu nombre. Si lo sabe habré acertado, si no lo sabe… te dare la llave de la capucha para que me digas si tu la conoces...

Como las veces anteriores me agaché frente la cerrada capucha

  • A ver chica ¿sabes como se llama este chaval? Como pista te dire que es joven y de pelo castaño…

(...)

  • ¡Maldito cab…! ¡Es mi hermano!

  • Si levantas tanto la voz acabará oyéndote… en fín…

Me levante y dirigía al chaval

  • Me parece que no recuerda tu nombre… a ver donde tengo la llavecita…

  • MMmmm-Mmm…

La chica se revolvía en el cepo, agitaba la cabeza, ahora arriba y abajo

  • Me parece que ya recuerda… a ver quien? - acerqué mi oreja a su boca-

  • Juan, cabrón! ….mmmm

  • Vaya parece que si te ha reconocido. Y debes haberle hecho algo malo porque te llama Juan Cabrón

  • ¿Yo? Yo no…

  • Anda! a ver si lo de cabrón es por mí… sí que es posible, lleva llamándome así toda la noche…¿Tú no imaginas quién pueda ser? ¿alguna que conozcas?

  • No yo… Puri… pero es más bajita…

  • ¿Puri?

  • Mi vecina...

  • Tu vecina. ¿Está así de buena? te pone ¿eh?

  • Yo… bueno… si, esta muy buena.

  • Pues nada, imagina que esa boca es la suya, a ver como…

  • La boca?

  • Si. ¿No quieres que te la chupe? Vamos, a ver si dejar de gruñir entre dientes teniendo una polla en la boca

Le costó un poco sacarsela… la tenía atravesada en el camal del pantalón y como no quiso desnudarse… ¡vaya herramienta se gastaba el chaval!

  • No. no quiere

  • Es timida… anda tápale la nariz y verás como abre la boca

No entraba toda. En esa posición además era complicado que pudiese enfundar tamaña tranca hasta su garganta… ni siquiera aunque le anima a que la tomara por la nuca y fuera forzando un poco… era mi turno

Hay mujeres que son una delicia porque nos hacen creer que somos unos amantes estupendos. Merche es de ellas. Multiorgásmica y creo que más de una vez se me ha corrido solo susurrándole guarradas al oído, cerquita de ese delicioso cuello… cuando mis dedos atraparon su clítoris se tensó… y ¡pumba! instantes después estaba ella misma agitando sus caderas para deslizarse sobre mis dedos. Creo que ya habia olvidado, o le importaba una mierda quien fuese el poseedor de esa polla que inundaba su boca, a juzgar por las caras de Juan la mamada sería de las que se añoran toda la vida.

Darles la puntilla fue muy sencillo, bastó pellizcar el clítoris mientras decía

  • Si quieres puedes correrte en su boca

Y todo explotó. En su boca, la máscara, el cepo… era un manantial, una manguera soltando lefa por doquier entre jadeos, gritos… hasta Mercedes soltó un ¡joder! cuando inundó mi mano aunque no parece que fuese suficiente para que su hermano la identificase.

La verdad es que el tipo parecía estar en otro mundo. Cayó a peso sobre el sillón que tenía tras de sí, apenas entreabría los ojos para ver el reguero de leche desparramada frente a él, sobre todo esos hilos que se descolgaban de la boca de… ¿quién? ¿quién era? intentaba identificar esa boca, sus labios, sus dientes, lo que permitía ver la capucha… o las manos, esas uñas pintadas de morado… ¿quién recuerda con esas uñas? Es raro. Ahora lamentaba no fijarse más en esos detalles de las chicas que conocía.

Claro que en lo que más se suele fijar uno no es precisamente en las uñas… tetas, culo, labios… pero esos labios no destacaban, no como los de Puri. Ostias! ¿Te imaginas a Puri ahí, en bolas, atrapada, con la boca abierta para...

La mano fue a su polla, Carlos le miró divertido “¡ese ímpetu juvenil!”: ese mástil volvía a erguirse… o quizás no había bajado, fue solo un leve respiro tras eyacular

  • Nunca te habías corrido en la boca

  • No

  • ¿Y qué tal?

  • Uffff! ya te digo...

  • Jajaja… Y follar con condón ¿si?

  • Claro, es que…

  • Hoy no necesitas goma

Estrujó, más que apretó, lo que tenía entre manos. Los ojos abiertos cual faros, la cara… todo un poema. un excitante poema.

  • ¡¡¿¿A PELO?!!

  • ¿Te gustaría?

  • Ostias!, Claro!!

  • MMMmmm-MMMmmm

  • Un momento, creo que la chica quiere dar su opinión

Se agachó de nuevo, poniendo su oreja cerca de esos labios con restos

  • No. No dejes que lo haga… por favor… no

  • Te has corrido como una cerda y el chico no veas lo que ha disfrutado. Nos seas mala, dale un gustito, ¡qué más te da! Si no hubiese abierto la boca te lo habrías follado sin pegas

  • No, no no seas cabrón. No dejes que me folle

  • ¿Quién ha hablado de follar? te va a petar el culo

  • Nooo...

  • Si, mujer, seguro que es su primera experiencia… ¡qué mejor que hacerlo con alguien de confianza!

  • Noooo

  • Chissst… que viene, te va a oír

Si. Juan se había levantado y se acercaba al cepo a intentar captar algo de la conversación que, desde donde estaba, con la música ambiente, no podía.

  • Está de acuerdo. Claro… solo que has de portarte bien con ella antes

  • ¿Qué? ¿como?

  • Tienes que lograr que se corra

  • Pero… no sé si sabré…

  • Esta tía es muy fácil, muy puta, se corre de soplarle, jeje… una buena lamida de coño, una incursión con los dedos… y si quieres ahi tienes un par de juguetes para acabar de rematarla. Tienes que practicar chaval. Si logras que se corra una tía casi seguro que repites…

  • ¿Ésta?

  • Jaja… no te pases. Está buena pero lo dudo. No solo por la edad, pero… al lío chaval. Esmérate. En cuanto se corra ese culo es tuyo…

  • ¿¿El culo??

  • ¿No quieres petarle el culo?

  • Ostias! Si claro, pero…

  • Carpe diem, chaval… al lío.

Se esmeró el chico. Le puso ganas. Su lengua recorria del clítoris al ojete, las manos iban de los pezones a la gruta vaginal… los movimientos de ella y sus esfuerzos por ni gritar, mordiéndose el labio, indicaban que la cosa iba bien… pero no acababa. De vez en cuando el tipo paraba para pajearse y que no bajara la erección… pero ella no acababa. Finalmente se decidió por usar un juguetito, ese masajeador que popularizó Toshiba y… fue un grito, solo un grito, irreconocible. y el chorro que salió disparado del coño al suelo.

Y Juna que se levantó y apuntó con su “cosa” hacia el agujerito que sus dedos acababan de ensanchar un poco… los fuertes murmullos “MMMM” de ella que hube de traducir al chico para que no se emocionara demasiado “despacio, despacio…”

Y así fue como fue entrando lentamente… TODA. Toda esa masa de carne si que cupo en estrecho agujero… y la inicial sensación de incomodidad de Merche poco a poco se fue transformando en ahogados jadeos.

Llámame “voyeur” pero me encanta ver a la gente disfrutar, y ese vaivén de los hermanitos era deliciosamente morboso: las tetas bamboleantes, los golpes de cadera que a buen seguro dejaría unos moratones que ya veremos cómo explicaría ella a su pareja.

Pero el tiempo apremia y…

  • Mola hacerse el culo, eh?

  • Mmmhmm… si

  • Lo mismo de esta te haces bi… un culo u otro

Le molestó. Se aferró a las caderas de ellas y aumentó el ritmo… su culo. Ese culo era suyo. Lo tomaba con ansia, con ganas

  • ¿Dónde prefieres correrte? ¿En el culo o en su boca otra vez?

  • En la boooooo…

No llegó. No le dio tiempo a sacarla. Las ganas, la sola idea de volver a su boca (¿la de Puri?) fue el detonante para que llenase de leche ese acogedor orificio.

Se marchó rápido. Como ni siquiera se había desprendido de los pantalones le costó poco vestirse. Se despidió como avergonzado, diciendo “Ha sido…” sin saber como acabar la frase. Media vuelta y fuera.

No entiendo la gente que se avergüenza después de haberse corrido, de haber tenido sexo con un o una extraño o extraña.

Merche me odiaba pero menos. Le dije que debía sentirse orgullosa de haber contribuido a que su hermano conociera nuevos placeres del sexo y me escupió… pero de buen rollo.

Me dijo que ya estaba bien, que la sacara de ahí, que le dolía todo..

  • Vale, ahora te libero. Pero espera un poco que necesitaré ayuda, en…

  • ¿¿Qué?? ¿¿Otro?? NO!

  • Vamos tonta… si estás disfrutando como una loca

  • ¿QUÉ? VETE A LA M...

  • Chssst, calla, que ya viene...

====== Nota del A: ¿Me ayudas? ======

Llegados a este punto me apetece haceros partícipes de la historia

¿Quién será ese quinto personaje? ¿familiar, compañero, vecino, amigo, amiga...? ¿él o ella?

Cuando inicié la serie lo tenía muy claro (por eso eran cinco) pero ahora ya no me gusta tanto acabar con esa persona.

¿Quién os gustaría que completara la serie de Merche en el cepo?

Como siempre se agradecen valoraciones y comentarios, aunque sean muy ácidos. Todo ayuda. Gracias por leerme.