En el centro comercial

Amigos, esto que estoy escribiendo me pasó realmente en un famoso centro comercial de Caracas.

En el centro comercial

Amigos, esto que estoy escribiendo me pasó realmente en un famoso centro comercial de Caracas.

Estaba un día caminando por un centro comercial para matar el tiempo, ya que no tenía nada que hacer. Bueno, mientras caminaba, me dieron unas enormes ganas de orinar y fui a buscar un baño. Al entrar a éste, veo que en uno de los urinarios hay un tipo bien parecido y elegantemente me paré a su lado a orinar. La vista que es bien indiscreta no quitaba su mirada de la verga de este hombre, que al menos solo para orinar se veía muy bien.

El tipo, alto, blanco, se veía medio velludo, y con muy buen semblante, al ver que no le quitaba la vista de encima me dijo:

  • "Hola, ¿te gusta?"

Y yo solo atiné a decir

-"¡Si!".

Bueno, entre risas de él, vuelve a preguntar:

-"¿Quieres agarrarlo?", y yo no contesté nada, sólo mi mano fue directo a su miembro, que estaba en un estado de flacidez que contrastaba con la dureza que ya tenía el mío.

Al agarrar su verga, el tipo solo me dijo:

-"¡Maricón, estas jodio, vas preso!".

Me asusté muchísimo, y no supe que decir, que hacer. Solo imaginaba la cara de mi gente enterándose de esta manera de mis gustos sexuales. Bueno, entre suplicas y ruegos, le pregunté que iba a hacer conmigo, y me dijo:

-"Primero vamos a la oficina del jefe, allí ya veremos".

Más cagao que palo e´gallinero, como dicen por estos lados, nos fuimos a la oficina de seguridad a ver al jefe. Mis piernas temblaban y mi pecho palpitaba del susto de una manera bárbara. Al llegar a la oficina de seguridad, el jefe, un carajo alto, moreno, con muy buen cuerpo, me recibió con un gran saludo:

-"Otro maricón mas".

No dije nada pero el de seguridad que me llevó le dijo:

-"Si, y hasta quiso agarrarme el güevo".

-"Bueno...", dijo el jefe, "...mételo hasta adentro, y tranca la puerta, y no te vayas que debes ser útil"

Me asusté mucho. Solo pensé me iban a matar a punta de golpes. Bueno, el jefe me dijo:

-"Entonces te gusta mamar..." y le dijo al otro poli "¡Desnúdalo!".

Coño, acepté desnudarme por miedo a otra vaina a que me mataran. Mi sorpresa, mientras yo me desnudaba, el jefe ya se había bajado los pantalones y los interiores. Se le veía una enorme verga, que hasta el mismo policía que me pilló se quedó asombrado.

El jefe me agarró y me llevó la cara hasta su güevo parado, y mientras trataba de meterlo en mi boca, me dijo: "¡¿Qué?!, ¿te parece poco uno sólo?" Y ordenó a su subalterno se despojara de su ropa porque según él yo quería 2 al mismo tiempo. Eso dentro de todo malo no me parecía tanto. pero seguía muy asustado.

El jefe logro metérmelo en la boca y ya en ese momento empecé a tranquilizarme y relajarme. Me lo metía el jefe, lo metía el policía.

Bueno, luego de mamar hasta la saciedad, mis captores se desnudaron completamente, y me dijo el jefe: "Tengo un buen regalo para ti...¡Abre esas piernas y dame ese culo!".

Bueno, ya que mas, accedí gustoso, porque el jefe me había parecido un buen macho, pero mi gran sorpresa, fue ver al otro policía metiéndose mi verga en su boca y chupándola. Y mas vale que no, eso al jefe le pareció lo máximo, y solo decía:"¡2 culitos para mi!".

Me cogió el jefe y luego el policía. No se cual disfruté mas. Y en una de esas veo, al jefe dándole vuelta al policía y darle por detrás con toda sus ganas. Y le decía..."Te has ganado un buen aumento, jejejejeje.".

Al final, ambos policías acabaron sobre mi. El jefe sobre mi cuerpo, y el otro en mi cara. Al sentir ese chorro de leche en mi cara, la mía empezó a salir de mi verga para un muy buen final.

De todo esto, solo digo que no volví a entrar a un baño en un centro comercial, pero cada vez que puedo, voy a ese centro a visitar a mis amigos policías, a los que le agradezco no me hayan puesto preso y me den veladas maravillosas.