En el boliche

Fuí de fiesta y terminé enfiestado.

Este hecho acaeció el verano pasado, un día que salí joda por los boliches de la playa, estando bailando en la pista, empecé a mirarme con una chica, y a ella le iba la marcha, pues hacia lo mismo. Tras estar un rato en la pista, nos fuimos a la barra a tomar una copa, se llamaba Belén, tenía veinte ocho años, era rubia, alta, sobre 1,70, el cuerpo lo tenía fuerte, de hacer ejercicio, pues según decía hacía mucho aeróbic, el pecho era grande pero duro y el culo se veía muy rígido.

La invité a mi casa de la playa, pues mis padres estaban de viaje de vacaciones, al llegar a casa, me abalancé sobre ella, Belén me siguió el juego, empezamos a besarnos, a disfrutar de nuestras lenguas. Se levanto su camiseta ajustada celeste que llevaba, y me mostró el sujetador, ante mí quedaron esas tetas duras del ejercicio, así como el cuerpo atlético que intuía, las abdominales las tenía marcadas, no se veía nada de grasa, todo era músculo, era un cuerpo para gozar.

A continuación, seguí besándola, para después bajar e irle mamando esos duros senos, estaban de vicio, firmes, más tarde la tumbé en la cama, tenía solo la faldita, así que procedí a quitársela, quedando solo con un tanga rosa, estaba mojada como una perra, estaba de frente, se intuía que su concha no tenía pelos, que habían sido eliminados, me lancé sobre sus pechos, los manoseé, los chupé, los besé.

Seguidamente, se incorporó, quedando sentada en la cama, y me quitó la faldita, posteriormente empezó a besarme la barriga, para después besarme mi miembro por encima del calzoncillo. Después, me bajó estos, y quedó mi pene apuntando a su cara, estaba duro, ella se agachó y se lo llevó a la boca, se introdujo primero el glande, lo chupó por un rato, después mamó por fuera de arriba abajo mi verga, para después introducírselo entero progresivamente, disfrutando de él en toda su extensión, me lamió mi pija durante un rato, jugando con ella, le daba mordisquitos, para después pasar a masturbarme con la boca, tragándose todo mi pene, haciéndolo desaparecer.

Cuando ya estaba bastante a tono, me solté de ella, y la tumbé en la cama, empecé a besar sus pechos, su barriga, hasta llegar a su tanga, el cual rodeé con mis besos. Ya olía a excitación su coñito, por lo que no lo hice esperar, y le quité su tanguita, quedó allí una rajita rasurada, sin nada de pelos, solo húmeda por sus flujos, le pasé la lengua de arriba abajo, mojando toda su extensión, una vez que todo estaba humedecido, metí mi lengua en su clítoris, notando como este crecía y palpitaba, lo lamí, lo chupé, y ella se estremecía, después bajé y chupé toda la extensión de la raja, ella gemía, por último pasé a introducirle la lengua en su agujerito, lo que tras varias veces hizo que ella se empezase a agitar de gozo.

Posteriormente, la giré, la puse en pompa en la cama, estaba apoyada en sus extremidades, se veía hermosa su raja, pasé mi polla por toda su grietita, lubricándose esta inmediatamente, y se la metí por su vagina, progresivamente entró hasta llegar al tope, ella gritó, yo se la saqué y se la volví a meter, así sucesivamente, Belén empezó con un jadeo constante, yo empujaba a muerte, mis testículos golpeando su concha, ella me decía que siguiera tirándomela, con las manos le sobaba sus pezones, era genial, ella a cuatro patas, y yo de rodillas por detrás dándole a su vagina. Tras un rato en esa postura, hice que cedieran sus manos, por lo que quedó tumbada en la cama su parte delantera, y su culo únicamente levantado, me puse de pie sobre la cama, y se la volví a introducir, esta vez estaba siendo aun más profunda, ella lo sentía, con sus manos se agarraba a las sabanas, cogiéndolas con fuerza, se la sacaba entera de su agujerito, y se la metía en toda su extensión, jadeaba, su coño estaba siendo follado profundamente, y se iba corriendo sucesivamente.

Después con mi mano acaricié su culito, ella no hizo ningún movimiento, pero al introducirle un poco el dedo, ella dio un brinco, y se soltó, quedando tumbada en la cama, la giré, la cogí del cuello, y le metí mi polla en su boca, yo estaba de pie, ella de rodilla, me estaba follando aquella boca de puta, tras un rato de profundas penetraciones, su cavidad acogió mi corrida, descargué todo dentro, ella se tragó parte, pero otra la iba expulsando por su boca, le caía hacia los pechos, los cuales estaban también llenos de semen, se le veía como a una prostituta después de hacer su trabajo Tras terminar de soltar, ella me miró riendo, estaba muy feliz, me dijo que había estado bien todo salvo lo de su culo, que eso no se hacía, que era inmoral, yo me reí, y le dije que ya lo probaría algún día y ya sería una puta completa, ella continuó riéndose pícaramente, no le molestó el insulto. Después nos lavamos y fui a llevarla a su casa.