En el bar de la 53. Parte 3

Enamorada de mi? Lo sabía, pero yo no la veía de otra manera más que para quitarme el gusto.

Gracias a quienes siguen este relato y a quienes lo han comentado. Disculpen la demora pero acá estoy de nuevo, disfrútenlo.


El beso que Jimena me había dado me dejó con ansias de más, pero Rebeca había salido del estudio y se sentó junto a nosotras en la sala. Mientras ella revisaba unas revistas de fotografía, Jimena y yo simulábamos revisar unos expedientes de quien sabe qué caso. Luego de un rato, Rebeca parecía haberse aburrido, por lo que se despidió de nosotras diciéndole a Jimena que no se desvelara mucho. Eran ya casi las 2 de la mañana.

-       Tanta preocupación – pensé mientras veía a Rebe subir las gradas. A veces parecía que en realidad sí quería a Jime -.

-       ¿En qué piensas? – interrumpió mis pensamientos-

-       En nada, me quedé con la mente en blanco.

-       Tú con la mente en blanco, eso si que es nuevo. Te sirvo una copa más?

-       Hummm, no gracias, estoy bien. Quieres descansar ya?

-       Rebeca se fue a dormir, en unos minutos estará profunda. Quieres que me vaya a dormir? Pensé que teníamos otros planes.

La piel se me erizó y no miento, sentí como mi sexo palpitaba al escucharla. Si por mi fuera, en ese preciso instante me le lanzaba encima para hacerla mía.

Se retiro unos minutos a la cocina, al parecer ella aún quería seguir bebiendo. Eso me detenía, no quería que ella se pasara de alcoholes y todo pareciera como si me aproveché de ella.

La vi subiendo a la recámara, me quedé en la sala esperando. Deseando que regresara. Pensaba en que podía haberse arrepentido y que estaba en la cama reposando al lado de su chica o en el peor de los casos, haciendo el amor con ella.

Unos diez minutos bajó.

-       Rebeca está profundamente dormida – me dijo mientras caminaba hacia mi –

El corazón bombeaba sangre con una velocidad fatal. La veía venir, yo nerviosa. Sentía como si fuera la primera vez que estaba así con una chica. Deslizó sus manos por mis muslos desde mis rodillas acercando su rostro y su cuerpo entero a mí. Los nervios que sentía me hicieron dar un brinco de pronto. Tenía la respiración agitada y no sé por qué demonios empecé a transpirar tanto.

Jimena notó mi estado y se sonrío.

-       Estás bien? – preguntó sin dejar de sonreír –

Se acercó a mi boca y aprisionó mis labios con los suyos tan lentamente, me hizo disfrutar de sus besos. Se sentó con sus piernas abiertas sobre mí. Llevaba un camisón muy sensual y al hacerlo, sus piernas descubiertas acariciaban las mías. Era grande mi excitación. Ella gemía muy sensual mientras me besaba sosteniendo mi rostro entre sus manos y pegándose a mi cada vez más. Tímidamente inicié las caricias por su espalda y por sus muslos firmes y torneados, llevé mis manos hasta sus glúteos, los apretaba despacio y suave.

Me acostó sobre el sofá, estaba dejándome llevar por el éxtasis cuando de pronto escuché un ruido a unos pasos de nosotras. Me sobresalté y pegué un brinco con ella sobre mí.

-       Tranquila… sólo es el gato – dijo poniendo su mano sobre mi pecho – estás asustada o excitada? Tu corazón late a mil – se sonreía al decirlo –

-       Ambas cosas. –dije –

Fue entonces cuando sus besos se intensificaron, fueron más pasionales. Me recostó de nuevo y empezó a desvestirme mientras besaba mi piel desnuda. Su lengua recorrió mis senos, yo sólo me arqueaba disfrutando lo que ella me hacía. Bajó por mi abdomen, llegó a mi pelvis y de ahí pasó a mis entrepernas. Pasaba su lengua por ellas y soplaba muy despacio mi sexo. Pasó la punta de su dedo por el y yo enloquecí. La subí a mi boca y la besé con pasión. Ella subió su cuerpo y colocó su sexo en mi boca. La devoré completa. Mi lengua se abría paso entre sus pliegues, rozaba y succionaba su clítoris. Sus jugos mojaban mi boca, mis manos se deslizaban por su cuerpo entero. Así sobre mí, tuvo un orgasmo riquísimo. Sus manos rasgaban la tela del sofá y ella enmudecía conteniendo un potente grito, yo la ayudé tapando su boca con mi mano.

Al acabar su sensación empezó a lamer los dedos de aquella mano que la cubría. Se levantó despacio sin soltarme la mano. Me sentó en el sofá, abrió mis piernas, besando ahora mis muslos y acariciando mis senos. Poco a poco su boca empezó a besar mis labios mayores, los succionaba con proesa. Se levantó solo para decirme al oído:

-       Qué delicioso sabes.

Luego de eso continuó con su tarea abriéndose camino por mis labios menores, introduciendo su lengua en mí mojada vagina y chupando de mi hasta la última gota. Me tomó por la cintura acercándome a ella. Metió sus gloriosos y prodigiosos dedos en mí, dentro mío hizo lo que quiso, hizo maravillas. En esas sensaciones hizo que me viniera muy deliciosamente.

Ambas extasiadas nos quedamos un rato en el sofá abrazadas, dándonos suaves besos.

-       Te gustó hacer el amor? – preguntó –

-       Me encantó – le respondí de inmediato –

-       Vete a dormir. Descansa. – selló este comentario con un tierno beso en los labios-

La vi dirigirse a su habitación acomodándose su camisón. Quedé con una sonrisa y mi corazón acelerado no se calmaba. Me fui a dormir pensando en lo que había sucedido. Así me dormí con esa sensación, con una sensación de… amor? Estaba enamorada de Jimena desde la primera vez que la vi.

A la mañana siguiente desperté con la misma sensación de felicidad en mi cabeza. Al pasar por su habitación la vi haciendo unas maletas. La dejará! Por fin dejará a Rebeca!

-       Buenos días Jimena – le dije sonriendo –

-       Hola Silvia, dormiste bien?

-       Fantásticamente y tú?

-       Claro, muy bien. No tengo problema conciliando sueño.

-       Y esas maletas?

-       Buenos días Sil! Cómo amaneces? – preguntó Rebeca mientras me saludaba con un beso en la mejilla – las maletas que mi bella mujer prepara es porque me acompañará a un viaje a la playa. Ya sabes, fin de semana romántico.

-       Te vas con ella?? - Pregunté impresionada –

-       Por supuesto que me voy! Cómo rechazar una invitación como esta – dijo Jimena mientras abrazaba y besaba a Rebe. – voy a meter esto al carro, te espero abajo mi amor.

No cabía de la impresión, qué era todo esto? Anoche me hizo el amor, anoche fue mía y hoy se va de fin de semana con ella.

-       Pensé que teníamos código 7 Rebeca.

-       Sí teníamos, pero cambié de planes. Anoche cuando se vino a acostar me hizo el amor de una forma que no imaginas!!! Y pues, me dije, que más da mejor me la llevo a ella.

Le hizo el amor. Le hizo el amor luego de hacérmelo a mi. Bajé las gradas y fui hasta el automóvil donde Jimena esperaba.

-       Dijiste que sabría que era hacer el amor!! Anoche me hiciste el amor! Eso es amar?

-       Yo no he dicho que te enseñaría a amar, dije que harías el amor y lo hiciste. Pero el amor no siempre es maravilloso Silvia. Se sufre y aprendes. Aprendiste algo?

-       Aprendí – le dije sin más – que tengan buen viaje. Me subí a mi auto y me fui de ese lugar.

Vaya que fui inocente de pensar en el amor con Jimena. Por razones como esta es que no me enamoro de nadie.

Los días pasaron y no supe más de Jimena hasta unas semanas después que me la encontré fuera de la corte. Para ser sincera, no la saludé. Cuando ella se me acercó decidí marcharme.

-       Silvia, el director quiere verte.

-       Voy – dije un poco mal geniada –

Ahora sólo faltaba que mi jefe me regañara por alguna cuestión, o peor, que se le ocurriera despedirme. Mi trabajo era reconocido así que no me sentía insegura, pero como nadie conoce los misterios de la vida mejor no me atenía.

-       Pasa Silvia. Cómo estás?

-       Muy bien Jorge.

-       Que bueno saberlo. Vamos al grano. Conoces el caso de la sierra en Manzano, no es así?

-       El caso paramilitar? Claro que lo conozco, se están complicando las negociaciones y ha habido muchos muertos.

-       Pues bien, ya que estás enterada, hoy por la tarde viajas a la sierra. Entrega el material judicial a Joaquín Vicuña, él será el nuevo reportero judicial y tú me alistas maletas y llévate contigo a Miguelo. Él te apoyará en la corresponsalía.

Escuchaba bien? Me estaba mandando a la sierra dónde está empezando un conflicto de grandes proporciones. Me manda al peligro donde cualquier cosa podría pasarme??? Me sonreí, estaba a punto de cumplir un sueño. No me mandaba para que regresara muerta o algo similar. Esa era la muestra de que mi trabajo merecía la pena tanto así como para que me dieran la corresponsalía de un conflicto así de grande.

No hablé más, di las gracias y salí de su oficina. Terminé mis pendientes. Miguelo y yo emprendimos el viaje de 18 horas hasta la sierra.


-       Joaquín? Ese es tu nombre verdad?

-       Sí, exacto. Jimena Korzac verdad? Eres la abogada que muchos temen.

-       Jajajaja me temen?

-       Sólo es por tu talento y fiereza. La leona de los tribunales.

-       Ahhh jajajaja hasta un apodo tengo? Que bueno, creo. Oye, vi que estás con El Globo. Y Silvia?

-       Silvia está en asignación especial. Así que el periódico me envió para la sección judicial.

-       Asignación especial. Y cuando la tendremos de nuevo por acá? Digo, tú eres bienvenido, no es por descortesía ni nada de eso. Es solo que Silvia ya tenía rato de estar en esta sección.

-       Claro, entiendo. Pues no creo que vuelva acá y pues si asignación no tiene tiempo definido. No sabemos cuando regresará. Pero es una muy buena oportunidad para ella y si hace buen trabajo, lo será para el periódico también.

-       Que bueno por ella. Tienes su número?

-       Eh, la verdad no. No se puede comunicar con libertad, sólo es de esperar que ella se comunique. Pero si es sobre algún caso puedes hablar conmigo.

-       Te lo agradezco, pero es algo fuera del trabajo. Dónde tiene la asignación?

-       En Sierra Manzano.

Sierra Manzano. Escuché ese nombre y me vino un escalofrío al cuerpo. Ese no es un buen lugar por el momento y ella estaba ahí. Pero qué les pasa???? La mandaron a zona de conflicto.

Esa idea me inquietaba mucho. Me angustiaba constantemente, empecé a leer los periódicos y a ver las noticias con mayor frecuencia y fincada en las notas de la sierra. Siempre que leía acerca de periodistas heridos o muertos en acción, me angustiaba y temía que su nombre apareciera en la lista.

-       Jimena? – salté del susto –

-       Rebeca, me asustaste. Qué pasa?

-       Qué te pasa a ti? Llevas días lejos del planeta. Qué tienes?

-       Tú sabías de que tu amiga está en Sierra Manzano?

-       Silvia?

-       Cuántas amigas tienes?

-       Sí sabía, me llamó el día que la asignaron para darme la primicia.

-       Por qué no la detuviste?

-       Detenerla??? Jajajaja y cómo por qué? Es su trabajo y si la mandaron, pues la mandaron. Además ella estaba feliz. Sabes que ese es un paso en su carrera.

-       Claro, exponerse es un gran paso. – me levanté de ahí dejando a Rebeca hablando sola –

-       Qué te preocupa tanto? Qué pasa Jimena? Te comportas así y más me parece que sientes algo por ella.

-       Cómo crees tonta, simplemente me impresionó. Eso fue todo.

-       Qué hicieron aquella noche?

-       Nada que te importe.

-       Anda, cuéntame. Dime qué travesuras hicieron.

-       Estás loca Rebeca, ninguna de las dos se cuenta las aventuras, quedamos en eso cierto?

-       Cierto. Pero vamos, dime. No es justo que todos piensen que soy la infiel y tú la santa novia abnegada.

-       Pues tú te das color, ese no es mi problema.

-       Si Silvia supiera de nuestras perversiones – me dijo rodeándome con sus brazos – que tú eres tan perversa como yo.

Era verdad, yo tenía mis secretos oscuros muy bien guardados. No podía permitir que mi reputación de tantos años se viniera abajo por mi adicción al sexo.

-       Sabes que le pedí a Silvia que te sedujera para poder dejarte?

-       Cuando se te ocurrió esa “magnífica idea”?

-       Sólo quería jugar un rato con ella jajajaja le hubieras visto la cara de moralista. Yo más bien creo que ella está enamorada de ti.

Enamorada de mi? Lo sabía, pero yo no la veía de otra manera más que para quitarme el gusto.

-       Sí como no. Enamorada de mí. Ella conoce el amor acaso?? No creo que sepa que es amar.

-       Al menos lo conoce más que tú y yo juntas. Tú te amas a ti y yo me amo a mí. Ese amor nos funciona de perlas.

Ya no alcancé a escuchar más. Vi la pantalla del computador.

“ÚLTIMA HORA. Noticia urgente EL GLOBO reporta la baja de uno de sus periodistas en Sierra Manzano”

-       Silvia – me dije desplomándome en la silla frente a la pantalla –