En el bar

Causa del despecho??

Llego al bar faltando 5 minutos para las 6, comienzo a ordenar un poco la barra, algunos vasos que están en el lugar equivocado, cerciorándome la cantidad de licor que tiene cada botella y por último, limpiando la barra.

7 en punto, comienza a entrar uno que otro cliente, unas cuantas cervezas y un par de cocteles es lo que piden. 8 de la noche, mi compañera de turno llega y junto con ella llegan más clientes, comenzamos a trabajar en forma. La noche pasa con el movimiento normal hasta que de repente una voz demasiado sensual para mí, pide un margarita de fresa.

La observo, se sienta en la barra con su celular en la mano, se fija cada instante en él y mira hacia la entrada del bar. Le entrego su margarita y con una sonrisa me dice gracias. 40 minutos después entra un chico, inmediatamente la cara de la chica pasa de preocupación a felicidad, le sonríe, pero el simplemente llega a ella la toma del brazo fuertemente, estrujándola y diciéndole no sé cuántas cosas en el oído. Cuando termina, la suelta, se gira sobre su cuerpo y se va. La chica se bebe lo que queda de su margarita de un solo sorbo, y me pide otro más, lo preparo y se lo entrego, esta vez, no me sonríe, solo mira la copa con el margarita, toma un poco de sal del borde de este lo lleva a su boca seguida de la copa, bebe hasta la mitad, sus ojos se ponen llorosos, toma aire y se bebe lo que queda en la copa. Sacude su cabeza, mira la carta y pide una botella de tequila, la miro asombrada, será Mexicana???

Le entrego su botella, junto con un recipiente con sal y otro con limones para que la pueda beber a  gusto. Yo sigo con mi trabajo, pero no puedo evitar mirarla cada vez que se me presenta la oportunidad. A media botella el bar está casi desocupado, son las 3 de la mañana y esta hermosa mujer aún sigue bebiendo.

Oye, tu!! La bartender castaña!! – dígame, en que le puedo colaborar?? – siéntate y habla conmigo – eh , no puedo, estoy trabajando – ayyy!! Vamos, si quedan 5 o 6 personas es mucho, además está tu compañera, ella se puede hacer cargo.

Se ve tan hermosa, con esa carita, a pesar de que lleva media botella de tequila, más 2 margaritas, aun pude mantener la mirada fija, no tiene una mirada perdida, típica de una persona ebria.

Ok, pero solo 10 minutos – Esooooo!!! . Celebra como una niña chiquita cuando acceden a algún capricho de ella.

Sirve una copita y me la ofrece – Lo siento mucho, estoy trabajando, no puedo beber – Está bien –

Se la enfunda de una sola, esta vez sin sal ni limón, - Es un maldito hijo de puta!!! – Eh??  - Mi nov… bueno, mi exnovio – Me dice que nos veamos acá, en el bar donde nos conocimos y toda esas cursilerías, en fin, me dice que nos veamos acá y para qué?? Simplemente para decirme que terminamos, porque consiguió un mejor trabajo en otra ciudad y salió con la estupidez que yo lo andaba engañando  y una cantidad de incoherencias, que no se si reírme, llorar u ofenderme por tan increíble e ilógico momento – Ohhh pues, yo lo siento mucho – No, no se merece nada de eso, ni sentirlo ni nada, es momento para beber y olvidar a ese maldito desgraciado, HOMBRE TENIA QUE SEEEER!!!

Toma una gaja de limón,  le pone sal, lo lleva a su boca, lo chupa y se empina la botella, bebiendo la mitad del líquido que quedaba ahí y yo quedo como idiota observando esa escena deseando ser esa gaja de limón y poder estar entre sus labios.

Dame otra botella – No es muy buena idea, no deberías beber tanto – Por qué?? – Porque, porque, no te puedes destruir por alguien que no valora lo que eres, no sé, no soy partidaria de eso – Bueno, ayúdame con este poquito que queda y te prometo que me voy para mi apartamento – Mmm está bien.

Saco otra copita para servir el tequila, ella lo sirve y me pasa una gaja de limón con sal, me mira a los ojos y sin quitarme la vista, de nuevo va con su limón a sus labios, yo la sigo, y juntas nos empinamos las copitas con tequila.

Alcanza para otra ronda más, lo dice ya depositando parte del líquido en su copa, le paso la mía. De nuevo, limón con sal, y copita empinada.

Bien, eso es todo, regálame la cuenta.

Rápidamente le entrego el tiquete con lo que debe cancelar. Cómo te llamas?? – Me pregunta al tiempo que me entrega el dinero – Victoria – Mucho gusto, Julieta- El gusto es mío.

Se levanta de la silla y comienza su camino a la salida, pero no puede controlar su cuerpo, no va recto, si no en zigzag, me apresuro  a ayudarle, la alcanzo, la tomo por la cintura, pero ella se asusta y hace un movimiento que nos hace perder el equilibrio, doy unos cuantos pasos atrás esperando que la pared me detenga y no caer, pero me recibe la puerta del baño y sin saber por qué, resultamos dentro de él.

Mis manos siguen en sus caderas, se gira, quedando frente a frente, la miro fijamente y ella no me aparta la vista, se acerca y ataca mi cuello, tira mi cabeza para atrás para darle más espacio mientras mis manos están inmóviles en su cadera. Ella toma la iniciativa y comienza a recorrer mi cuerpo con sus manos sobre mi ropa. Me animo y meto mis manos bajo su blusa subiendo por su espalda lentamente, un gemido, beso su cuello, lo lamo; ella con una de sus piernas hace presión en mi entrepierna, logra que le regale un gemido, sus manos van a mi correa, la desata, seguido del botón y cremallera de mi jean, me lo baja junto con mi pantie y me indica que me suba en el lavado, se mete entre mis piernas, succiona mi clítoris, lo lame con fervor, lo succiona nuevamente y ahora lame mis labios mayores, alternándolos, abre mis labios y se apodera de mis labios menores, los lame para luego succionarlos y finalmente posar su lengua en la entrada de mi vagina, hace un poco de presión y me penetra con ella; con sus manos busca mis senos, los libera del brasier, los aprieta mientras mi vagina es atacada por su caliente y húmeda lengua, no lo soporto y dejo escapar otro gran gemido.

Sube a mi cuello, lo lame mientras estoy siendo penetrada por 2 de sus dedos, me siento mucha más húmeda y una corriente que me recorre desde mi vagina hasta mi cabeza…. Haciendo que mis músculos se contraigan involuntariamente, uno, dos, tres  y siento que el alma se me va a salir de mi cuerpo junto con los líquidos que está expulsando mi canal vaginal.

Quedo abrazada a ella, recuperando mis sentidos, siento un olor delicioso que me hace escabullirme bajo su mata de pelo y llegar a su cuello, simplemente para llenar mis pulmones de ese delicioso perfume, me bajo del  lavado  y la hago entrar en uno de los servicios,  sin importarme que mis pantalones y pantie estén en los tobillos. Cierro la puerta tras de mí, la arrincono contra la pared, subo su pierna izquierda y queda apoyada sobre la tapa del wáter, subo su blusa, desabrocho su brasier, el cual se desabrocha de adelante, me adueño de uno de sus pezones, están duritos, pero se van poniendo más firmes con el contacto de mi lengua y labios, hago intento de mordidita, pero solo es un leve contacto con mis dientes, gime, le hago el mismo tratamiento a su otra pezón, hasta no ver que están casi rojos no los dejo libres.

Su falda hasta más arriba de su cadera, rompo sus medias y meto mi mano bajo su pantie, por su humedad puedo comenzar a aprovecharme de su clítoris sin ningún obstáculo, solo con mi dedo corazón, movimientos sin regla, a veces circulares, a veces de arriba para abajo, con mucha o poca presión.

Mis labios siguen a ferrados a sus pezones, y mi mano baja un poco más a su vagina y la penetro con dos dedos sin aviso alguno, sus caderas comienzan con un vaivén rítmico, el cual intento seguir con mis penetraciones, busco su punto G, que al parecer lo encontré, pues está comenzando a descontrolarse y siento mucha más humedad en mis dedos y en mi mano – más rápido – pide y yo de buena persona que soy, le obedezco, me desprendo de sus senos  para concentrarme completamente en su vagina , deja salir un estruendoso – ME CORROOOOOO!!!.

Acto seguido mis dedos son expulsados junto con una cantidad de líquido que recorre su pierna derecha y llega hasta el final de esta, mientras unas cuantas gotas caen al piso. Recupera su aliento lentamente. Me sonríe y comienza a organizar su ropa, yo hago lo correspondiente con la mía.

Antes de salir del baño, escribe en un papelito, me da un beso en la comisura de mis labios y me lo entrega – espero verte prontamente – Lo dice mientras camina hacia la puerta. La veo irse, cuando se cierra de nuevo la puerta del baño, veo el papelito y tiene una dirección escrita.

Tal vez después de cerrar el bar….