En el Baño
La pelea entre hermanos por el baño en ocasiones termina muy bien.
Hola, soy Liliana, esta es la primera ocasión en que relato algo de lo que me sucedió a mí en las delicias del sexo.
Había tardado en escribir algo sobre mí, porque, la verdad me daba pena, pero bueno por fin logre quitármela y aquí les cuento lo que me sucedió.
En mi casa somos cinco hermanos, Carlos es el mayor, después le sigo yo, después mi hermana Paola y mi hermano Juan, ellos son mellizos y tienen 16 años.
Carlos me gana por un año y unos cuantos meses, la verdad es que yo fui un mal cálculo de mis padres, pero en fin ya estoy aquí ni modo que me fueran a devolver.
Desde chica fui muy inquieta en el plano sexual, todo se lo debo a las grandiosas telenovelas y películas que veía en televisión, gracias a ellas cuando era niña tuve encuentros románticos y placenteros con uno de mis primos, pero eso lo contare en otra ocasión.
En este relato, narrare la forma en que hice el amor por primera vez con mi hermano Carlos.
El y yo nos llevábamos bien dentro de lo que cabe en el rol de hermanos, teníamos peleas discusiones, pero aun así compartíamos buenos momentos, especialmente en los reventones.
Cuando esto paso yo tenia 18 y mi hermano 19, ese día estábamos solos en casa, mis padres y mis los mellizos habían salido a casa de los abuelos.
Yo me había quedado a practicar Karate, ya que me interesaba aprender artes marciales, para saber defenderme, el por su parte había ido a jugar fútbol.
Ese día yo tenía una fiesta con mis amigas quienes me presentarían con un chico que me gustaba mucho, así que después de mis prácticas prepare todo para bañarme, ya era muy tarde y mis amigas estaban casi por llegar.
Ya iba para el baño cuando recuerdo que se me había olvidado la ropa interior, acostumbro cambiarme en el baño, cuando regrese, Carlos entro al baño, ya se había quitado su playera y sus zapatos, yo a duras penas pude agarrar la puerta y la abrí, le exigí que saliera que ya era tarde.
El me dijo que me chingara, que a el también se le había hecho tarde para ir con sus cuates.
En ese momento yo solamente estaba envuelta en una toalla con mis prendas íntimas en mi mano.
Me empujo hacia la puerta para que me saliera del baño, pero me puse dura y no pudo moverme, me dijo que el se iba abañar primero, que no tenia tiempo que perder.
Después de tanto discutir, corrió la cortina y se metió a la regadera se quito lo ultimo que le quedaba de ropa y me los aventó en la cara.
Ese me enojo mucho, por lo que pensé que si hacia lo mismo y me metía abañar el se saldría.
Sin pensarlo, me corrí la cortina y entre desnuda a la regadera donde mi hermano Carlos se encontraba enjabonándose.
Se me quedo mirando con la boca abierta, no podía creer que su hermana estaba ahí frente de él desnuda bañándose.
Retadoramente le dije, "salte que me voy a bañar y si no lo haces le diré a papa y a mama que te metiste a la fuerza".
"Chinga tu madre pendeja - fue su respuesta- a poco crees porque te metiste en pelotas me voy a salir, ya se me hizo tarde así que siguieres salte tu".
Mi plan fallo, así que no me quedo más remedio que bañarme junto con el yo le daba la espalda, el cuarto de baño era reducido, estábamos a escasos centímetros uno del otro.
Mientras me lavaba el cabello note que su pene se estaba poniendo duro, y mis pezones también, el sentir tan cerca de Carlos me había calentado.
Me había invadido unas ganas locas de coger, y no me importaba que fuese mi hermano quien me diera desahogo a mis placeres.
Creo que el sentía lo mismo su pene erecto me decía todo, por medio de el sabia que deseaba que se lo chupara que permitiera acogerlo en el interior de mi húmeda vagina.
Una vez que termine de asearme el cabello vi como se enjabonaba la entre pierna y su riquísima verga.
En eso el levanto la vista, y me cacho viendo lo que le hacia a su instrumento antes de que articulara palabra alguna, le dije, "oye que te pasa pendejo, no porque me este bañando aquí te la vas a jalar a mis costillas".
"A tus costillas no, será a tu culo y a tus tetas, pero no te emociones no me la estoy jalando por ti, solo estoy aseando bien al chico cabezo", respondió el muy infeliz.
Indignada me gire mientras le di la espalda, termine de enjuagarme y me dispuse a secarme, el también termino de bañarse y se salio del baño y se dirigió a su cuarto.
Yo mientras me secaba, sentía como mi cuerpo ardía, ese baño me había trastornado, quería tener sexo con mi hermano a como diera lugar.
Termine de ponerme mi ropa interior y me fui a mi habitación a cambiarme, cuando termine él ya se había ido.
Mis amigas por fin llegaron y nos fuimos a la fiesta, mis pensamientos aun estaban con las imágenes de mi hermano y yo en la ducha.
El chico que me presentarían se me hizo menos atractivo, en mi mente no había nadie más que Carlos, mi hermano.
Termino la fiesta y regrese a mi casa, mis padres ya estaban ahí, pero Carlos aun no llegaba.
Me fui a dormir, durante la noche tuve un sueño muy rico, soñé que de nueva cuenta estábamos, mi hermano y yo en el baño desnudos y que nuestros cuerpos chocaron accidentalmente.
Mis nalgas se habían acomodado en su verga bien parada, eso me estaba haciendo humedecer, también soñé que el me acariciaba, que tomaba mis pechos y los apretaba.
Yo restregaba mi trasero en su pene erecto, sentía como quería abrirse paso en mi vagina húmeda.
Esa noche y las que le siguieron durante una semana me hacían delirar de placer.
No habíamos hablado sobre lo que sucedió ese día, hasta que de nueva cuenta, estando solos y con citas para salir teníamos la urgencia de bañarnos.
Pero a diferencia de la ocasión anterior, no peleamos entramos juntos al baño y decidimos bañarnos otra vez juntos.
En mi mente se vinieron de inmediato las imágenes de mis sueños y me calenté de inmediato, mis pezones estaban desafiantes.
El no se quedaba atrás, Carlos tenia la verga bien parada, parecía que iba a estallar por lo hinchada que se veía.
Estaba enjabonándome cuando repentinamente el comenzó a tallarme la espalda, sentir su mano en mi piel y saber que estaba más cerca de mi completamente desnudo, hizo que por mi cuerpo corriera una serie de corrientes eléctricas y sintiera en mi estomago un vacio.
Lo deje hacer, la verdad deseaba mucho sentir sus manos acariciando mi cuerpo, no se en que momento el estropajo ya no estaba, y eran sus manos las que directamente me enjabonaban la espalda.
Lentamente sus manos fueron pasando a frente tomando mis pechos y bajando por mi vientre hasta llegas a mi monte de Venus.
Sus dedos hurgaron en mi coño, eso provoco que soltara un "sssssssssssssss ssssssssshhhhhhhhhh mmmmmmm mmmmmmmmm, aaaaaaaaaaaaaaaaah yyyyyyyyyyyyy", un pellizco en uno de mis pezones y una mordida en mi cuello me hicieron reaccionar.
Me parte de él y lo bese me prendí de su cabeza quería que me besara apasionadamente, el me tomo por la cintura y rodeándome con sus brazos me alo hacia él, sintiendo en mi vagina su pene erecto al cien por ciento.
El beso duro un buen rato, lentamente comencé a bajar por su pecho y su vientre hasta llegar a su verga, la cual tome con mis manos y la jale por un rato, a la vez acariciaba su testículos, estaban calientes deseosos de ser besados.
Los bese, poco a poco comencé a lamber y besar su palo, hasta que llegué a su glande y lentamente la introduje en mi boca.
La chupe, la succiones, la quería toda en mi garganta, era sensacional sentir ese pene en mi boca como chocaba con mi paladar y en mi garganta.
Mientras hacia esto una de mis manos bajo a mi coño y lo estimulaba, metía uno de mis dedos mientras me dedicaba a darle una estupenda mamada a mi hermano.
Vi que su rostro se desfiguraba sabia que estaba pronto a venirse así que me la saque de la boca y me incorpore lo volví a besar mientras el me colocaba su pene en la entrada de mi vagina.
Empujo sus caderas y su verga entro en mi vulva, provocándome de nueva cuenta una gran oleada de placer y de toques eléctricos por todo mi cuerpo.
Sus bombeos eran suaves y deliciosos, su boca me besaba apasionadamente, nuestras lenguas jugaban entre ellas dentro de nuestras cavidades bucales.
Estaba extasiada, quería sentir que me taladrara mas rápido, que me embistiera con fuerza, así que me gire y le di la espalda pero ahora me incline un poco, rápidamente entendió el mensaje y me introdujo su fierro de carne ardiente en mi coño como si quisiera despedazarlo.
Sus embestidas eran ahora más salvajes, más duras, mas ricas, era maravilloso sentir sus caderas chocando en mis nalgas, las cuales golpea con sus manos.
En momentos me tomaba de las caderas y me alaba hacia el con mas fuerza mientras empujaba todo su cuerpo contra mi.
De mi coño comencé a sentir un cosquilleo que me subía por todo mi cuerpo, me erizaba la piel y endurecía más mis pezones, era la primera vez que esta sensaciones las sentía más placenteras.
Estaba apunto de venirme, y el también lo sabia por sus arremetidas, eran ahora más salvajes.
Su leche me inundo la vagina y esta hizo que mi orgasmo fuera completo, mis piernas flaquearon, si no me hubiese tomado de la cintura me hubiera caído.
Me beso la espalda me dio un cachete en el culo, y me dijo, "hermanita, coges bien rico, tienes una boquita mamadora única, y tu panochita es sensacional, aprieta muy rico".
A toda respuesta lo bese, y le dije mirando a los ojos, "tu verga esta riquísima, y taladra muy bien, me has vuelto loca".
Nos volvimos a besar y retomamos nuestra tarea de asearnos. Una vez que terminamos, nos vestimos y en lugar de salir con nuestros amigos nos fuimos a un bar a festejar nuestra primera vez, la primera vez que hicimos el amor entre nosotros, por que ambos ya habíamos tenido experiencia.